Capítulo 2
Matt suspiró y se pasó una mano por el cabello mientras que Jessica vertía el tequila de la botella en los vasos encima de la mesa de centro. El pelirrojo parecía exhausto, no estaba afeitado, su cabello era un desastre y su corbata desamarrada colgaba de su cuello.
Danny Rand. Matt Murdock. Jessica Jones. Luke Cage. Ellos se conocían desde hace años y eran muy buenos amigos entre los cuatro, y ahora se encontraban en el departamento de Jessica y Luke, quienes llevaban casi cuatro años casados, si ignorabas los cinco años en los que los dos estuvieron muertos tras el chasquido de Thanos y antes de que los Avengers los trajeran de vuelta.
—No puedo creerlo... el chico está muerto...—Matt dijo suspirando y pasando sus manos por su rostro.
—Es terrible lo que le pasó a aquel muchacho, pero por favor, no te culpes, Matt.—Dijo Danny.
—Sí, eres un muy buen abogado, no es tu culpa que hayas perdido el caso de Peter, había mucha evidencia en contra del pobre.—Dijo Luke suspirando.
—¿Cómo está MJ?—Preguntó Matt tomando uno de los shots de tequila para luego beberlo.
—Devastada. La pobre no para de llorar. Ya era suficientemente malo el que a Peter no le permitieran visitas cuando fue arrestado.—Dijo Jessica, suspirando y con los brazos cruzados encima de su pecho. La única mujer del grupo tomó uno de los shots y lo bebió.
—Pobre chica, ella no se merece esto...—Dijo Danny bajando la mirada y negando con la cabeza.—Creo que podría decirse que las cosas están muy mal para nosotros...
—¿Para nosotros?—Jessica lo miró confundida.
—Superhéroes, quiero decir. Ironman, Capitán América, Black Widow y ahora también Spider-Man. Todos muertos.
—Y los Avengers que quedan están separados...—Murmuró Jessica mirando el suelo.
Hubo silencio entre los cuatro, hasta que Luke murmuró "demonios".
—Ésta es la peor línea de tiempo.—Jessica dijo mientras que se apretaba el puente de la nariz.—Los héroes grandes ya no están y ahora aquellos que quieren grandeza piensan que pueden fingir ser héroes solo para darle un sentimiento de seguridad falsa a la gente.
—Justo como lo hizo el maldito de Mysterio.–Matt apretó los puños.—Lo peor de todo éste asunto es que Peter es recordado como el villano de ésta historia mientras que Mysterio es venerado como si fuera el héroe.
—Solo espero que ese chico ahora esté en paz.—Dijo Danny suspirando.
—Y yo espero que la tierra no vuelva a tener una amenaza tan grande como Thanos. No creo que podamos volver a sobrevivir algo como eso, especialmente teniendo en cuenta que tantos héroes han muerto.—Dijo Jessica. Apretó los labios, miró al suelo y negó con la cabeza.
Mientras tanto, MJ caminaba por las calles de Nueva York, con la capucha de su sudadera puesta y la mirada baja. Intentaba respirar con tranquilidad, intentaba ignorar aquel sentimiento de que todos la veían y la estaban juzgando.
Cuando llegó al edificio en el que vivía May, en el que solía vivir Peter, vio al otro lado de la acera, en la pared afuera de una tienda en frente del edificio, un grafiti de Spider-Man con las palabras «ASESINO» escritas en pintura en aerosol blanca.
Suspiró, entró al edificio y tras pasar por el vestíbulo subió las escaleras y al llegar al piso correcto se dirigió hacia la puerta que daba al departamento de los Parker. Jadeó fuertemente al ver que en la puerta del departamento de May estaba el periódico del Daily Bugle que anunciaba la muerte de Peter, clavado a la puerta con un cuchillo y, al igual que con el mural que vio afuera, tenía escrito «ASESINO» encima de la foto de Spider-Man que habían usado para la primera plana, solo que estaba escrito con un marcador rojo, con detalles en las letras que hacía parecer que estaban sangrado.
Con manos temblorosas tocó la puerta. May le había pedido que viniera para que ella pudiera recoger unas cosas de Peter. Ella había aceptado porque pensó que, si tenía algunas de las pertenencias de Peter, se sentiría más cercana a él.
May abrió la puerta, la mujer se veía terrible, era obvio que había estado llorando, además de que estaba esquelética. Le dio a MJ una sonrisa cansada.
—Hola, MJ querida...—Dijo mientras que la dejaba entrar, y MJ se sorprendió al ver múltiples cajas de cartón repartidas por la sala.
—Oh... ¿vas a mudarte?—Preguntó mientras que ambas iban al cuarto de Peter.
—Sí... con Happy, me mudaré con él... aquí todos me ven como la tía de un asesino, y estoy harta de eso...—Suspiró. Sacó una llave de su bolsillo y abrió el cerrojo de la habitación de Peter. MJ jadeó al verla. Estaba completamente ordenada, sin nada fuera de lugar. Era como si un equipo de policía armado hasta los dientes jamás había entrado al departamento a la fuerza y arrestado a Peter ahí mismo mientras que el chico intentaba esconderse. MJ se preguntó si May se llevaría consigo las cosas de Peter que no le daría a MJ. Encima de la cama había una caja de cartón con una tapa encima.
—He estado pensando en donar algunas de us cosas, pero nadie va a quererlas si se enteran de que pertenecieron a Peter. Así que pensé que era mejor que tú te quedaras con sus cosas.
Ambas se sentaron en la cama, y May le quitó la tapa a la caja. MJ empezó a ver lo que estaba adentro: Cómics, figuras de Star Wars, algo de ropa, y algunos recuerdos que Peter había traído del viaje a Europa... MJ odiaba aquel viaje. Si Peter jamás hubiera ido, tal vez jamás hubiera conocido a Mysterio, y seguiría vivo...
Pero, también, tal vez ella y Peter jamás se hubieran vuelto más cercanos, y jamás se hubieran convertido en pareja, si no hubieran ido al viaje a Europa.
—Gracias... por dejarme quedarme con esto, May.—Dijo MJ suspirando.
—Éste lugar se siente tan vacío sin él...—May suspiró melancólicamente y miró a sus alrededores.—MJ... tengo que agradecerte, porque fuiste una de las últimas personas a las que él amó. Y durante su juicio hiciste todo lo que pudiste para ayudar a probar su inocencia, incluso si perdimos... tú... nunca dejaste de creer en él... de creer que lograríamos probar que Peter era inocente...—MJ cubrió su boca con sus manos y sollozó.—Me alegro de que tú seas de las pocas personas que no recuerdan a mi sobrino como un asesino.
MJ apretó los labios, sintiendo un apretón en su pecho, y May sacó de su bolsillo un sobre y se lo dio a MJ.
—¿Qué es esto?—Preguntó MJ mientras que abría el sobre.
—La nota de suicidio de Peter. Creo que deberías leerla.
MJ jadeó y apretó el papel en sus manos. Sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas y con manos temblorosas desdobló el papel. No se sintió capaz de leer toda la carta, así que fue directo al primer párrafo en el que notó la mención de su nombre.
«MJ. Mi querida MJ. La última chica de la que me enamoré. Yo fui al viaje a Europa con la intención de decirte mis sentimientos hacia ti, y créeme que jamás habría ido si hubiera sabido cómo terminarían las cosas.
MJ, te amo, como no tienes ni idea. Amo tu humor, tu inteligencia, tus ojos, tu sonrisa y lo rizado que es tu cabello. Amo tu sarcasmo y cómo siempre fuiste diferente a las demás chicas de Midtown High, y no sabes cuánto me hubiera gustado que hubiéramos podido tener más tiempo juntos como novio y novia antes de que me arrestaran.
Sé que la decisión que he tomado te lastimará y mucho. Y espero que sepas que el lastimarte no es mi intención. Al contrario, quiero que seas feliz. Por favor, MJ, después de esto, no pases toda tu vida lamentándote, o preguntándote cómo habrían sido las cosas si yo no hubiera muerto. Por favor, quiero que seas feliz, que intentes encontrar el amor de nuevo. Quiero que estudies y que cumplas tu sueño de ser reportera, porque sé que serás la mejor reportera que Nueva York haya visto, y también, por favor, quiero que ignores a todas esas personas que me llaman asesino y que piensan que soy culpable.
Por favor, MJ. Sé feliz sin mí. Olvídate de mí y de que me conociste. No sufras por mi culpa.
Ellos jamás sabrán la verdad y no hay nada que podamos hacer para cambiar eso. Ya he hecho mi paz con eso. Moriré siendo recordado como un villano en lugar de ser el héroe que siempre quise ser, pero estaré bien sabiendo que siempre seguiré siendo un héroe ante tus ojos.
Te amo, MJ.»
MJ tomó aire y puso la nota contra su pecho mientras que sollozaba fuertemente.
—Yo también te amo...—Murmuró entre sollozos. Y sintió a May abrazarla.—¡ESTO NO ES JUSTO!—Exclamó furiosa mientras que se levantaba rápidamente de la cama.—¡PETER ERA INOCENTE! ¡MYSTERIO ES QUIEN FUE EL CULPABLE DE TODO LO QUE PASÓ EN EUROPA! ¡ÉL ESTUVO TAN OBSESIONADO CON SER EL NUEVO IRONMAN QUE INTENTÓ MATAR Y ARRUINÓ LA VIDA DE UN CHICO DE DIECIOCHO AÑOS! ¡ARRUINÓ TANTO LA VIDA DE PETER QUE POR SU CULPA ÉL SE SUICIDÓ!—Enterró sus dedos en su cuero cabelludo mientras que sollozaba fuertemente. Respirando con dificultad.—¡LAS COSAS DEBERÍAN SER AL REVÉS! ¡ES MYSTERIO QUIEN DEBIÓ IR A LA CÁRCEL Y ES PETER QUIEN DEBERÍA SER RECORDADO COMO EL HÉROE!
—¡MJ, eso lo sé!—May se levantó de la cama con los ojos llenos de lágrimas y tomó de las manos a MJ.—Pero justo como Peter dice en su nota no hay nada que podamos hacer ahora que él está muerto. No hay forma que logramos probar su inocencia. Lo hecho hecho está. Él quería que todos nosotros los que creímos en él fuéramos felices incluso después de que él murió...
—Yo...—MJ tragó saliva. Sentía las lágrimas en las comisuras de sus labios.—Yo...
Sabía lo que quería decir. Yo era feliz con él. Lo amaba y me lo quitaron así como así. Lo perdí y jamás lo recuperaré. Pero eso sería demasiado cruel. Después de todo, MJ no era la única que había perdido a Peter. De la misma forma que MJ había perdido a su novio, May había perdido a su sobrino. Su única familia.
MJ tragó saliva, sintiendo un sabor amargo en su boca. Soltó las manos de May y se limpió las lágrimas.
—Yo... tengo que irme.—Dijo y tomó la caja con las cosas de Peter. Antes de irse, volteó encima de su hombro y vio a May.—Le deseo lo mejor, May.
Salió del departamento, se puso la capucha de su sudadera y volvió al edificio en el que vivía con Jessica y Luke. Sostuvo la caja contra su costado mientras que sacaba su llave de su bolsillo y abría la puerta. Jessica y Luke estaban en la sala con sus amigos, y a pesar de que Matt y Danny saludaron a MJ ésta los ignoró y fue directo a su habitación.
Cerró la puerta con llave. Mentita estaba dormida encima de su poste para rascar. Se sentó en su cama y empezó a sacar algunas de las cosas de Peter. Acarició con sus pulgares la tela de algodón de una camiseta muy grande con el dibujo de un taxi y que decía «Sobreviví a mi viaje a NYC».
Acercó la camiseta a su rostro, e inhaló. Tenía su olor, uno que no podía describir muy bien, con toques de vainilla. Se sintió rara por haberlo hecho, pero también se sintió más cercana a Peter. Después de todo lo que había pasado, después de meses de no poder acercarse a su novio mientras que él estaba arrestado y en medio de un juicio en su contra, necesitó aquel sentimiento.
Dejó la caja en el piso junto con todos sus contenidos a excepción de la camiseta de Peter. Se quitó su sudadera y su camisa quedando en el pantalón de pijama del que no se había cambiado desde que se enteró de la muerte de Peter. Se puso la camiseta de Peter, se acostó en su cama y se abrazó a sí misma fuertemente. Cerrando los ojos, y con el olor de la camiseta de Peter, casi sintió como si lo estuviera abrazando a él.
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