[Bueno, seguimos con la historia de lo que Kano pasó al hacerse amigo de los druidas]

Ya era de día, me levanté y acompañé a todos al desayuno; Jenna y Zaneri hablaban entre ellas, Theo estaba desayunando tranquilamente al igual que Adso, pero Dimitrus aún me miraba resentido por haberle ganado tan fácilmente ayer, aunque Jenna se dio cuenta de esto.

— Dimitrus, es de mala educación ver a las personas fijamente.

— ¡L-lo siento Jenna-sama!

— Pff,*...lambiscón.

Adso susurro eso; yo no pude contener la risa y todos terminaron riendo en el cuarto; incluso la señorita Zaneri esbozo una sonrisa. Es un alivio ver que ella puede reír de vez en cuando.

— Bien, ¡Es hora de volver a Istar chicos!

— ¡Sí! X5

Pagamos la cuenta en la posada y fuimos camino a la zona de teletransportación más cercana de Elroad para ir hacía Istar. Como no podemos viajar directamente al sitio sagrado de los druidas, Jenna me explico que iríamos a la zona más cercana y de ahí caminaríamos el resto del camino a Istar.

Al llegar, Adso hablo con la maga encargada.

—Buenos días señorita, nos dirigimos a las ruinas de los bosques de Britannia por favor.

— Sí, esperen un momento por favor queridos clientes, debemos hacer la cotización del viaje.

Hicimos lo que se nos dijo y esperamos unos minutos hasta que la señorita nos avisara cuando estuviera listo el encantamiento.

— Bien, serían 12000 Eris por favor.

— ¡Ni que me estuviera vendiendo su alma bruja de....! ¡¡Duele!!

— Modales Adso...

La señorita Zaneri le pegó con su bastón a Adso en el pie para que recobrara la compostura. Él se limito a respirar profundamente y a seguir hablando con la señorita.

— Mis disculpas por exagerar... pero esto es un poco más caro de lo usual, ¿A qué se debe?

— Este... Ahora traen con ustedes a otra persona; además también tienen más equipaje con ustedes. Se necesita de más energía para transportarlos.

— ¡Les dije que nos traería problemas! Deberíamos dejarlo aquí y que encuentre su propio camino hacia allá.

El bocalarga no dejo ir la oportunidad de echarme la culpa... de nuevo...

— ¿Solo eso sabes decir Dimitrus? No es muy diferente a lo que tenemos que lidiar cuando causas problemas.

Dimitrus y Adso se pusieron a discutir.

— ¿Yo? ¡No soy el único! ¿¡Qué hay de esa vez que te saltaste tu guardia en las catacumbas Adso!? ¡¡Tuve que exorcizar docenas de no muertos contigo día y noche!!

— Ahhh.... Conque quieres sacar trapos sucios... ¿Qué hay de esa vez que te colaste en los aposentos de la señorita Jenna para robar sus bra....?

Antes de que Adso terminara de hablar, Dimitrus se le abalanzo contra el ahorcándolo.

— ¡¡Te llevaras esa información a la tumba malnacido!!

— ¡Si me voy vienes conmigo mocoso malviviente!

Dimitrus tenía sus manos alrededor del cuello de Adso, mientras este le daba de golpes en el estomago para que lo soltara.

— suspiro* Theo... ¿Podrías?

— ¡Sí señorita!

Cuando Jenna hablo con Theo, este los agarro a ambos del cuello de sus camisas y los levanto. Aún forcejeaban para intentar matarse el uno al otro. Me sigue sorprendiendo como su fuerza es inversamente proporcional a su edad...

— ¡Sleep!*

Jennna les lanzó el hechizo de "Sleep" y así, los dos dejaron de moverse y ahora parecían muñecos de trapo.

— Bien, perdón por eso, ¡Jaja!

Jenna solo se rio mientras rascaba su nuca en una pose relajada. La maga que nos atenía solo puso una cara de cansancio. Como me estaba incomodando el ambiente decidí hablar y poner la solución más obvia a nuestro problema.

— ¿Por qué no solo pago el viaje yo? Quiero decir, ustedes ya cuidaron de mí; además, dinero me sobra.

— Esta bien Kano-kun; con que pagues tu parte del viaje está bien.

— Pero creo que es mejor si...

— Dije que esta bien.

— O-ok...

Jenna de la nada se puso seria y me dio una mirada amenazante; da un poco de miedo cuando se pone así... Zaneri se me acerco para susurrarme algo:

— Es muy orgullosa; no intentes convencerla.

— Esta bien.

— Si te sientes mal por eso, después me pasas el costo y yo lo guardo para los gastos comunes.

— Gracias señorita Zaneri.

La señorita Zaneri solo me guiño el ojo y fue con su hermana para pagar la cuota de teletransportación.

-_-_-_-_-_-_-

— Bien, por favor permanezcan dentro del circulo en todo momento y prepárense para la teletransportación.

Seguimos las instrucciones de la señorita y nos preparamos para el hechizo.

— Esta empresa no se hace responsable por bipartición o posibles deformaciones por teletransportación grupal... ¡Que tengan un buen viaje!

Espera, ¿¡QUÉ FUE LO QUE DIJO!?

— ¡¡ESPE...

— ¡Teleport!*

De un momento a otro, nos encontrábamos en un lugar distinto; eran unas ruinas con pilares, muchas ya estaban caídas y otras a punto de ceder.

— ...re!!

Me cerciore de que todo mi cuerpo estuviera en orden.

— Menos mal...

Jenna vio lo que estaba haciendo e intento calmar el ambiente.

— No te preocupes, estoy segura de que la señorita solo estaba bromeando...

— Yo no creo que lo hiciera hermana.

Zaneri dijo eso con un tono más serio, y al mismo tiempo preocupada.

— Oh... Bueno, pero no pasó nada malo.

— Eso no es del todo cierto...

Escuchamos a Adso hablar, y cuando volteamos vimos una escena peculiar...

— ¡Buajajajaja! ¡N-no puedo...! ¡Mi estomago! ¡¡JAJAJAJAJA!!

— pff* jaja...

Jenna y Zaneri se reían, yo en cambio, estaba algo... ¿Asqueado? ¿Perturbado?

— ¡No le veo la gracia! ¡¡DEJEN DE REÍRSE!!

— Este... ¿Por qué mi ropa encogió hermano mayor?

— No se encogió Theo, solo que esa es mi ropa...

Al parecer, ya que Theo estaba cargando con Adso y Dimitrus, por el efecto de la teletransportación, intercambiaron atuendos... Theo llevaba las ropas de Adso, Adso las de Dimitrus, y Dimitrus las de Theo. El verdadero problema es que Theo ahora tiene algo que no le queda en lo absoluto. A Dimitrus solo le queda holgada por la diferencia en talla con Theo.

— T-te las devolveré hermano mayor...

— ¡¡No!! Mejor quédatelas, Theo...

Yo igual se la hubiera regalado.

— Jajaja... Bueno, les daremos un momento para cambiarse. Avísenos para que sigamos nuestro camino.

— S-sí señorita...X3

Del equipaje los chicos sacaron un cambio de ropa. Cuando acabaron de cambiarse Adso se me acercó con las ropas que había intercambiado con Theo.

— Kano-san... Si no es mucha molestia, ¿Puedes deshacerte de esto ahora?

Yo estaba sentado en una de las rocas que estaban por ahí.

— Amm, claro. No tengo problema con eso, pero... ¿Cómo se supone que lo haga?

— ¿Eres algún tipo de alquimista, ¿no? Lo vi cuando hicimos tu tarjeta en el gremio. Puedes volverlo cenizas con fuego.

— Ah, creo que lo soy; pero... no sé cómo hice para usar esa habilidad. Cuando estaba en el calabozo era cuestión de vida o muerte.

— Mmm... Normalmente los alquimistas necesitan dibujar un sello muy elaborado, ¿Cómo es que lo hacías allá?

¿Sello? ¿En serio se necesita algo como eso para convertir las cosas? Sería muy problemático.

— Yo no hacía sellos. Solo tocaba algo y aparecía. Es como sí fuera moldeando la materia con mi pensamiento....

Mientras le explicaba a Adso lo que hacía para transformar las cosas, instintivamente me puse a visualizar la primera cosa que cree de la nada: una lanza, y como tenía mis manos apoyadas en la roca, de ahí fue saliendo.

— ¡Vaya! ¡Eso fue asombroso! Nunca he visto un mago o alquimista tan talentoso como para conjurar algo sin palabras o sellos.

Adso se puso a analizar la lanza que acababa de crear.

— Si puedes hacer objetos sólidos yo creo que puedes hacer lo mismo con esto.

De nuevo me extendió la ropa que intercambio con Theo.

— ¿Por qué esta tan mojado?

— Por la misma razón que ya no los quiero. ¡Mejor veamos si mi teoría es cierta! Trata de imaginar fuego o algo parecido.

— Esta bien.

Cerré mis ojos y traté de imaginar como empieza una llama. La chispa... el humo que se genera de la combustión.... la saturación de oxígeno alrededor del fuego.... ¡Y entonces....!

— ¡Fush!*

— ¡Lo lograste! ¡Bien hecho!

— Sí, pero....

Había logrado quemar la ropa por completo, pero ahora el fuego se quedó en mi mano, y parece que se quería extender más...

— ¿Ahora como lo apago?

— ¡¡KANO!! ¡¡TU BRAZO, TU BRAZO!!

Jenna se me acercó rápidamente para intentar apagar el fuego.

— ¡Create water!*

Y con un hechizo, de su mano salió un chorro de agua que apagó el fuego de mi brazo. Y acto seguido...

— ¡Punch!* X2

Jenna nos propino un buen golpe en la cabeza a Adso y a mí. Para ser pequeña tiene mucha potencia.

— ¡Ouch! ¿¡Por qué fue eso Jenna-sama!?

— Ay, ay..... ¿Ay?

No me dolió, pero no me atrevía a decirlo en voz alta por el temor a que me diera un golpe que si me doliera.

— ¿¡Qué creen que hacen par de idiotas!?

— Lo siento, fue mi culpa. Le pedí a Kano-san un favor y se salió un poco de control...

— ¿¡Un poco!? ¡¡CASI PIERDE EL BRAZO ADSO!! Tú aún no estas listo para las artes curativas, ¿Hubieras podido sanar su brazo?

— No esta tan mal Jenna, en serio...

Sí se veía mal, pero el dolor no era nada del otro mundo. ¿Será que mi pelea con los goblins y Balberith me hizo insensible al dolor?

— Cállate y déjame ver eso.

Jenna tomo mi brazo para examinarlo, aunque algo tenía una expresión diferente a la que nos mostró al principio.

— Kano... ¿Seguro no te duele?

— No, ¿Por qué?

— ¡¡TIENES EL HUESO EXPUESTO!!

— . . .

En efecto, Jenna me mostró la parte del brazo donde se veía mi cúbito expuesto. No estaba mal, pero todo el musculo estaba lacerado por el fuego que cree.

— ¡Heal!*

Cuando Jenna uso eso conmigo, de inmediato mi herida se cerro y la piel volvió a recuperar su tono.

— ¡Wow! ¡Eso fue impresionante!

— ...

— ¿Jenna?

— ¡Kano! ¡Atrápala!

Jenna se iba a caer, así que rápidamente la agarre antes de que se desplomara en el suelo.

— Jenna, ¿¡Qué ocurrió!?

— No te preocupes, les pasa a muchos. Al usar demasiado mana, la persona literalmente ya no tiene fuerzas en su cuerpo, ni siquiera para mantenerse de pie.

— Sí, apreciaría que mientras me recupero me puedas llevar Kano...

— Esta bien.

Y así, acomodé a Jenna para que estuviera en mis brazos mientras me ponía de pie y la llevaba a donde estaban los demás.

— K-kano, ¿P-por qué me estas llevando así?

— ¿Mmm? ¿Cómo así?

— Creo que eres un poco cabeza dura chico, ¡Jajaja!

Theo, Dimitrus y Zaneri ya nos estaban esperando, anqué de nuevo recibí una mirada amenazante de parte de Dimitrus...

— Hermana, ¿Te quedaste sin mana?

— Sí, estos dos idiotas...

Adso saludo con normalidad a Zaneri, y yo solo traté de ver a otro lado para evitar retomar el tema.

— ...hicieron algo muy peligroso, y tuve que usar casi toda mi magia para arreglarlo.

— Esta bien, pensaremos en un castigo para esos 2 más adelante.

— glup*

Al parecer, le afecta más a Adso cuando es la señorita Zaneri quien lo amenaza.

— Aún así... te ves muy cómoda en los brazos de Kano hermana...

— ¡¡¡Z-ZANERI!!!

-_-_-_-_-_-_-

— Bueno... ¡Llegamos!

Estábamos en frente de una roca extraña, pero solo era eso. No había señal de otro lugar, solo más y más rocas.

— Amm... ¿Esto es Istar?

— Técnica y oficialmente hablando, sí.

Estaba confundido, tiene que haber un truco aquí.

— Bueno, ¿Qué estamos esperando? Entremos.

Adso me empujo entre esos pilares de piedra, y de un momento a otro, estaba viendo un lago y unas torres de piedra.

— ¿Qué..? ¿Cómo es qué...?

— La entrada no esta permitida a todos, por eso tenemos una barrera mágica que nos protege y nos hace invisibles del resto del mundo... bueno, excepto para los que tienen permiso o están acompañados por un druida.

— Oh.. ya veo...

— Bien, Theo, ¿Serías tan amable de ir a dejar las cosas?

— ¡Sí señorita Jenna!

Theo agarró todo el equipaje, lo puso en sus hombros y camino normalmente como si nada. Vaya que es fuerte para solo tener cuantos, ¿16 años?

— Bien, ¿Me pregunto que tanto han avanzado desde que los dejamos?

— ¿A quiénes te refieres Jenna?

— ¿No te había dicho que algunos guerreros vienen aquí a probar sus habilidades?

— Cierto, entonces, ¿Dónde es...?

— ¡Boom!*

— ¿¡Qué fue eso!?

[Aprovechando las cortas "vacaciones" continúe con la historia que ya tenía olvidada aquí, bien. ¡Espero les guste! Los veo en el siguiente cap :v, tal vez en unos meses....]