Capítulo 03
Había llegado el momento favorito de Jimin: practicar los remates.
El omega disfrutaba inmensamente la sensación de saltar alto, elevarse en el aire y golpear la pelota con fuerza, logrando hacer un punto. El impulso, la técnica y la satisfacción de ver el balón pasar con precisión al otro lado de la red lo llenaban de entusiasmo.
Con renovada energía, Jimin se posicionó en el área de remates. Sus ojos brillaban con determinación mientras los otros jugadores, incluidos Jungkook y los nuevos integrantes, se alineaban para observar su habilidad.
Namjoon, notando el cambio en el ánimo del omega, sonrió y le indicó que empezara.
—¡Adelante, Jimin! —animó el capitán.
Jimin tomó el balón con confianza, retrocedió un par de pasos para ganar impulso y luego se lanzó al aire con un salto poderoso. Todos quedaron impresionados al ver al omega elevarse con tal altura. El remate fue fuerte y preciso, enviando el balón directo al suelo del lado contrario de la cancha con un impacto contundente.
El equipo quedó sin aliento y un silencio de impresión se apoderó del lugar. La expresión de entusiasmo en el rostro de Jimin era evidente mientras regresaba al suelo con una sonrisa de satisfacción.
—¡Sí! —celebró el omega, sus gritos de triunfo llenos de energía. Aplaudió con entusiasmo, y pronto todos en el equipo se unieron a la ovación.
—¡Wow, saltas muy alto, pequeñín! —exclamó Taehyung, destacando la impresionante habilidad de Jimin.
Jungkook, observando desde un costado, frunció el ceño brevemente. Aunque su expresión era difícil de descifrar.
—¡Eso es lo que quería ver! —dijo Namjoon, claramente satisfecho con el desempeño. —¡Sigan así!
El entusiasmo de Jimin, animado por el éxito de su remate, creció aún más. Se preparó para la siguiente ronda con una sonrisa emocionada.
Namjoon comenzó a lanzar balones con precisión, cada uno dirigido a los jugadores para que pudieran practicar sus técnicas de remate. Jimin se movía con agilidad, listo para recibir y ejecutar cada uno de los pases.
—¡Vamos, Jimin, sigue así! —animó Nayeon, observando el desempeño del omega con una sonrisa alentadora.
Con el primer pase de Namjoon, Jimin se lanzó hacia el balón con determinación. Su técnica era impecable; el remate fue rápido y potente, enviando el balón al suelo con precisión. El equipo vitoreó, y Jimin sintió una oleada de satisfacción recorrerlo.
Jungkook, que había estado observando en silencio, no pudo evitar mostrar una ligera mueca de indiferencia. Aunque se mantenía a distancia, su tono burlesco no pasó desapercibido.
—Mmm, impresionante. Aunque aún te falta mucho para igualar mi nivel —comentó el alfa con una sonrisa de superioridad.
Jimin, sin embargo, no se dejó intimidar. Su expresión seguía siendo decidida, a pesar del tono burlón de Jungkook.
—Sí, claro, lo que tú digas, Jungkook —respondió el de pelo rosa.
Namjoon, viendo la interacción, decidió intervenir.
—¡Genial trabajo, todos! —dijo el capitán con entusiasmo. —Ahora, vamos a practicar una serie de combinaciones ofensivas. Quiero que todos se concentren en la coordinación y el trabajo en equipo. Jimin y Jungkook, ¡vamos a hacer que trabajen juntos!
Jimin y Jungkook intercambiaron una mirada de asco.
Jungkook, con una actitud desinteresada, comenzó a realizar los pases. Aunque su técnica era precisa, su actitud parecía más centrada en probar a Jimin que en colaborar genuinamente. El omega se esforzaba por mantener el ritmo y sincronizar sus movimientos con los de Jungkook.
—No es tan difícil, ¿verdad? —comentó Jungkook con una risa burlona mientras veía el esfuerzo de Jimin. —Pensé que serías más ágil con esas piernas.
Jimin, tratando de ignorar los comentarios, se concentró en la práctica. Aunque el tono de Jungkook era provocador, el omega comenzó a encontrar un ritmo en sus movimientos. La sincronización entre ellos mejoró gradualmente, y el equipo empezó a mostrar signos de una cohesión creciente.
La sesión de entrenamiento concluyó con un sentimiento general de logro, aunque Jimin seguía lidiando con la actitud burlona de Jungkook. Mientras el equipo recogía sus cosas, el omega decidió dar un paso adelante.
—Oye, Jungkook —habló —¿Podemos hablar un momento?
Jungkook lo miró con una expresión indiferente.
—¿Qué pasa? —preguntó con un tono que no ocultaba su desdén.
Jimin respiró hondo, su voz llena de sinceridad y un toque de desafío.
—Solo quería decirte que, a pesar de tu actitud, no me desanimas. Voy a seguir mejorando, sin importar lo que digas.
El alfa arqueó una ceja, y una sonrisa burlona apareció en sus labios.
—Bueno, supongo que es algo —dijo Jungkook con desdén. —Solo no te acostumbres demasiado a mi nivel, pequeño.
El omega asintió, sin permitir que las palabras de Jungkook lo afectaran demasiado. Mientras se dirigían hacia la salida del gimnasio, la dinámica entre ellos seguía siendo tensa.
Toda esa tensión no pasó desapercibida para Namjoon. Al ver la actitud burlona del alfa y la reacción del omega, el capitán no pudo evitar sentirse frustrado. Cuando la práctica terminó, Namjoon se acercó a Jungkook con una expresión de descontento.
—Jungkook, ¿puedes venir un momento? —dijo Namjoon con un tono severo.
El alfa levantó una ceja ya aburrido de que la gente le hable tanto, pero siguió a Namjoon a un rincón apartado del gimnasio. El omega observó desde la distancia, sintiendo una mezcla de curiosidad.
Su deseo de ver a Jungkook recibir una reprimenda lo hizo sonreír.
—¿Qué pasa? —preguntó Jungkook, tratando de ocultar su desdén.
—No estoy contento con cómo estás tratando a Jimin —dijo Namjoon con firmeza—. La actitud que has mostrado es inaceptable. Como compañero de equipo, deberías apoyar a tus compañeros, no burlarte de ellos. Si sigues actuando así, tendrás que considerar si realmente quieres formar parte del equipo.
Jungkook, sorprendido, frunció el ceño.
—¿De qué estás hablando? Solo estoy siendo honesto.
—No es cuestión de ser honesto, es cuestión de respeto —replicó Namjoon, su voz aumentando en intensidad—. Tus comentarios solo están creando discordia y perjudicando el ambiente del equipo. No podemos permitir eso.
Mientras tanto, el omega se acercó sutilmente tratando de ser sigiloso, sintiendo una ola de satisfacción al ver a Jungkook ser reprendido y no pudo evitar burlarse un poco.
El alfa merecía una probada de su propia medicina ¿No?
—Parece que el gran Jungkook no es tan perfecto después de todo —dijo Jimin con una sonrisa sarcástica.
El alfa se volvió hacia el omega con su expresión cambiando de sorpresa a ira.
—¿Qué estás diciendo, Jimin? ¿Ahora te crees un experto en cómo deberíamos actuar?
—Solo estoy disfrutando el espectáculo —respondió Jimin con una sonrisa desafiante—. Al parecer, hasta los grandes alfas talentosos pueden necesitar una lección.
Namjoon, frustrado por la pelea que se estaba desatando, intervino rápidamente.
—¡Eso es suficiente! —gritó Namjoon, su voz resonando en el gimnasio. —No quiero escuchar más de sus discusiones. Si no pueden dejar de pelear y trabajar juntos, no tendrán lugar en este equipo.
La sala quedó en silencio mientras Namjoon se volvía para irse, claramente enojado. Jimin y Jungkook se quedaron en silencio, sintiendo la tensión de la situación.
Cuando Namjoon se marchó, el omega se volvió hacia el alfa, visiblemente molesto.
—Es tu culpa que Namjoon se enojara. Si no hubieras sido un mal compañero, esto no habría pasado.
Jungkook lo miró con resentimiento.
—Oh, claro, porque todo es mi culpa —replicó Jungkook, su voz llena de frustración—. Como si tú no hubieras estado provocando desde el principio.
En ese momento, los demás miembros del equipo llegaron, alarmados por la discusión. Taehyung, con una expresión preocupada, intervino.
—Chicos, ¿qué está pasando aquí? —preguntó Taehyung, mirando a ambos con una mezcla de sorpresa y preocupación.
—Solo estaban discutiendo —respondió Nayeon, intentando mantener la calma—. Pero parece que ya ni siquiera Namjoon puede soportarlo.
—Eso no importa ahora —dijo Jin, con una voz que reflejaba la gravedad de la situación—. Lo importante es que necesitamos estar unidos. Si seguimos peleando, no solo perderemos a Namjoon, sino también nuestra conexión como equipo.
Sin embargo, tanto para Jimin como para Jungkook ser un equipo sonaba algo imposible.
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