96. NO SOY TAN FUERTE.
Miró la mesa y los platos sobre ella con duda, acercándose luego con la intención de apagar la vela que había en el centro, pero terminó por arrepentirse, alejándose de nuevo para caminar alrededor, alertándole un ruido proveniente de la habitación.
Como Deadpool, su reacción normal habría sido tomar una de sus armas para acabar con el intruso, pero así de distraído como se encontraba, Mcu solo se dirigió a la habitación con rapidez, con sus músculos tensándose un poco al mirar al tierno chico que entraba por su ventana.
Su sonrisa era encantadora, sus ojos chocolates preciosos, pero apagados, oscurecidos por una sombra.
Miró al chico de arriba abajo sin poder reaccionar, paseando la vista por toda su silueta.
En su cintura, Peter traía atada su sudadera, dejando ver parte de su nuevo traje negro de Spiderman, un color que a opinión de Deadpool, le quedaba de maravilla, amoldándose perfectamente, como si fuera una segunda piel, aunque claro, ese color negro y los tonos grisáceos no le gustaban demasiado.
- ¿por qué tan serio? -le pregunto el chico, dándole un corto beso a modo de saludo, abrazándose a su cuello con cariño-vi a reverse bajando las escaleras ¿acaso ocurrió algo? -pregunto de forma más seria, con cierto tono de advertencia que hizo que el mercenario se preguntara si en verdad su niño era todo eso que le habían dicho.
-no, no, nada importante-mintió, pasando sus brazos alrededor del castaño para abrazarlo-mis versiones no me entienden-le resumió, no muy seguro de lo que hacía ¿debía llamar a los demás? ¿atrapar a su pequeño? ¿o advertirle que lo estaban buscando? – Ehh bueno... ¿a dónde quieres ir hoy, baby boy? -le pregunto, acariciando su mejilla con cierta tristeza-Que igual podemos escaparnos para estar juntos para siempre-le propuso, inclinándose un poco para poder besarlo.
Tomo sus labios con cariño y devoción, rogando por que le dijera que sí.
Si huían, nadie lastimaría a su baby... y tampoco su baby podría lastimar a nadie.
-Mmm no suena mal...-comenzó a considerarlo el castaño, sonriendo de forma traviesa-pero en realidad-agrego-creí que podríamos quedarnos solo aquí-empezó a bajar el volumen de su voz conforme hablaba, poniéndose de puntitas, iniciando un nuevo beso al que el mercenario no se negó, siendo algo tranquilo, devorando sus bocas sin importarles el aire que comenzaba a escasear, con sus lenguas comenzando un lucha que Deadpool gano, apretando con fuerza contenida el cuerpo del castaño entre sus brazos.
Poco a poco comenzó a cargarlo, con sus manos bajando a su trasero, apretándolo y masajeándolo mientras caminaba de espaldas hacia la cama.
Apenas tropezó contra la orilla, dejo su cuerpo cayera sobre el colchón, llevándose con él a Peter, que había terminado por poner sus piernas a cada lado de su cintura, sin dejar de besarse, algo que comenzaba a encender al mercenario.
-mi hermoso baby boy-murmuro sobre su boca, sin querer soltar sus labios, con sus dedos bajando aún más, separando las nalgas del chico para luego juntarlas de nuevo y apretarlas, pareciéndole que el traje era demasiado delgado, pues era casi como si su Peter ya estuviera desnudo. Y esa idea comenzaba a despertar a su mini pool.
-ahh Wade... Daddy- comenzó a llamarlo el chico, con sus pálidas mejillas tomando un color más rojo, igual que sus labios después de haber sido deliciosamente mordisqueados.
-ohh Spidey baby ¿cómo me llamaste?-le pregunto Deadpool, sonriendo con picardía para darle la vuelta y dejarlo abajo-¿quieres la chimichanga de tu Daddy?-se detuvo brevemente solo para mirar los ojos chocolate de su amado, queriendo estar seguro de que eso era lo que en realidad Peter quería, siendo un beso el que le dio la respuesta, tan torpe y apasionado que le gusto, mordiendo juguetonamente su lengua para después abrir sus piernas, un poco nervioso cuando sintió como las manos de su arañita le jalaban del traje, queriendo quitárselo.
Poco pensó en las cicatrices que estaba dejando al descubierto cuando empezó a sentir besos en su maltratada piel, tan dulces y suaves que era como si curara cada una de ellas, subiéndole la autoestima saber que, aun así, su baby boy le deseaba tanto como él lo hacía, con esa piel de porcelana tan suave y de apariencia delicada que temía rasparlo.
La lengua del chico era especialmente traviesa, pues apenas le había dejado desnudarle el pecho cuando ya la tenía jugando con sus marcas.
Sabía que su pequeño en realidad era virgen y que no tenía nada de experiencia, pero tenía la actitud de todo un adolescente rebelde, ansioso por experimentar, sin saber que con esos inocentes intentos lo estaba calentando aún más, haciéndole difícil no saltarle encima para hundirse ya en su cuerpo.
Quería poseerlo, dominarlo y llenarle ese agujerito de puro amor del bueno, además de su leche especial, esa que había reservado para la única persona que le hacía masturbarse incluso en horas de trabajo.
De una forma extraña, el traje de Peter comenzó a diluirse entre sus dedos apenas puso sus manos sobre la cintura del otro, con aquella blanca y pálida piel quedando al descubierto y en contacto directo con sus manos, algo que encendió de nuevo las alertas internas de Deadpool, que salió de su ensoñación al tener en una de sus manos la sudadera que el chico traía en su cintura, de un color azul, mismo que recupero al ya no estar en contacto con el castaño.
- ¿en que piensas? -quiso saber Peter, dejando húmedos besos por el cuello del otro, mirándolo con una mezcla de diversión y malicia que comenzaba a poner incómodo a Deadpool.
-nada... es... solo creo que me gusta este traje-respondió, girando en la cama para ahora estar arriba, hundiendo a Peter sobre el colchón, manteniendo cierta distancia con él- ¿no tienes hambre? Hice... prepare algo mucho más rico que lo de ayer y... te prometo te gustara-
- ¿en serio? Por qué estoy seguro de que me gustaras más tú-le respondió Peter, abrazándolo con cariño por el cuello, abriendo más sus piernas apenas comenzó a acercarse más a él, atrapándolo de la cintura.
-también me gustas mucho tú, baby boy, te ves precioso así, pero... ¿estás seguro de esto? Puedo esperar solo con besos y sabiendo eres mi novio-intento convencerlo, bastante inseguro.
<¿A que punto hemos llegado? El quiere hacerlo y nosotros decimos que no>
~Pero si está siendo controlado... ¿Qué tal si cuando se recupere se enoja por haber caído ante las provocaciones de este atrevido Peta bebé?~
-vamos, Daddy-lo apresuro el chico con una sonrisa-hazme tuyo-
Wade trago en seco, sin saber dónde poner la mirada, mordiendo sus labios cuando vio como la mano traviesa de su arañita había empezado a autocomplacerse.
-no es que no te veas más comestible con tu dedo ya en tu entrada, Spidey, pero...-lo tomo de la muñeca para alejarla y ponerla sobre la cama, sabiendo esa era una cruel tortura, era como si la única forma en que el chico sintiera algo por él, era controlándolo.
- ¿y bien? -quiso saber Peter, sin entender por que se detenía, entrecerrando sus ojos, peligrosamente cerca de enojarse con el mercenario por esa actitud tan fría.
-eres precioso-murmuro Wade, negando-no quiero lastimarte... no tengo lubricante-se disculpó, bajando la mirada al darse cuenta de que no podía, quedándose quieto unos segundos, estremeciéndose al sentir como algo masajeaba su zona baja-Peter...-
-eres una ternura, Deadpool-se burló el castaño, presionando con más fuerza con su pie, sonriendo victorioso al escuchar un gemido-tu jamás podrías lastimarme-
Tomo las manos de Wade, colocándolas en su trasero, apenas si inclinándose un poco para atrapar la orilla del pantalón del mercenario, atrayéndolo más a él hasta que pudo introducir sus dedos, explorando bajo la tela hasta que logro hacerse del miembro del otro, sacándolo mientras lo apretaba y masajeaba.
- ¿me lastimarías? -le pregunto de nuevo, mordiendo sus labios al ver como negaba de inmediato.
-Jamás lo haría-le prometió Deadpool, subiendo sus manos para empujar más las piernas del chico, haciendo se acostará por completo para dejar su agujero a la vista, en el cual metió por completo su dedo, comenzando a sacarlo y meterlo de forma lenta para luego acelerar el ritmo.
Con su mano libre, sostenía el cuerpo de su amado por la espalda, chupando sus labios con suavidad, queriendo disfrutar de su sabor.
Peter le abrazaba con fuerza, con sus curiosas manos descubriendo el cuerpo de su adorado mercenario, callando sus gemidos contra los labios del otro, apretando su agarre cuando paso de uno a tres dedos en su entrada.
Era imposible negarse, resistirse cuando lo tenía por completo para él, el chico le pedía, quería ser tomado, después le preguntaría a su versión reverse como había logrado resistirse tanto, pero ahora, lo único que Deadpool quería, era disfrutar.
-Mmm Wade... ahh-
-baby boy...-lo llamo con una sonrisa, mirando con cariño y amor a su pequeño, con sus yemas chocando en sus paredes una y otra vez, abriéndolo un poco antes de hundir por completo la mano entre sus piernas, con aquellos dedos envueltos por la calída entrada del chico, enterrándose aun más en su interior.
-Ahh ¡Aaahh! -se quejo Peter, con sus palmas tratando de alejarlo del otro como reflejo, sin lograr separarse, apenas si girando el rostro para poder tomar algo de aire mientras Deadpool lo besaba.
Intento prepararlo bien, esforzándose por que aquello fuera lo menos doloroso posible, pero Wade sabía muy bien que, sin el lubricante, esa tarea se iba a dificultar mucho más, soltando al chico de pronto para dirigirse a uno de los cajones de la habitación mientras se terminaba de quitar los pantalones y la ropa interior, sacando una botella, la cual miro de forma detenida, con las instrucciones ya aprendidas de memoria.
-eres un mentiroso, dijiste que no tenías-le reclamo Peter apenas pudo juntar suficiente aire, peinando un poco sus cabellos que habían caído sobre su frente y se habían pegado a ella.
- es que... acabo de recordar...-trato de defenderse el mercenario, suspirando un poco para sonreír, tomando algunos condones-está bien, si mentí, lo siento no volveré a hacerlo, no me gusta mentirte-admitió, acercándose de nuevo para ponerse sobre el castaño, besando cada una de sus mejillas con cariño, comenzando a frotarse contra él-pero así se sentirá más rico-
- ¿y el condón? –
- prevención, mi lindo baby-respondió Wade, abriendo uno con cuidado el empaque, pues pensaba asegurarse que todo en ese momento fuera perfecto para Peter y que no tuviera que arrepentirse después para volver a repetirlo.
-Mmm ¿y me dejas ayudarte? -se ofreció el castaño, haciendo que el miembro del mercenario diera un salto al solo imagina que sus manos lo tocaran.
Peter se termino sentando en la cama, tomando el condón para colocaron en la punta del pene, mordiendo sus labios un poco sonrojado al comenzar a medir con sus palmas el largo y ancho de lo que se iba a meter.
-Aaahh Spidey-gimió de forma grave cuando sus manos subieron por todo el largo de su miembro, haciendo que incluso el arrastre del látex por su piel fuera placentero-Mmm baby... ahora toma esto-le acerco la botella para abrirla, colocándole una generosa cantidad en las manos, acercándose después a su rostro-tienes que cubrirlo también con esto-susurro, dándole un suave mordisco a su oreja.
Tuvo que apretar sus labios cuando las manos del chico volvieron a tocarlo, dispersando el líquido lubricante con lentitud, con el mercenario aprovechando para besarlo, muy seguro de que aquellos repentinos aumentos de velocidad y esos apretones en su miembro eran por completo a propósito.
-Wade...-sus manos aun estaban mojadas y grasosas, con su deseo siendo tan grande, que mientras más masajeaba la virilidad ajena, más la iba acercando a su pelvis, ansioso por que ocupara su lugar- Ahhh ¡Ahh! -el castaño termino pegando su frente sobre el pecho de Wade cuando este volvió a introducir sus dedos, pero esta vez con lubricante, preparando toda la zona, con débiles convulsiones en su entrada que le decían que el chico estaba casi listo.
-ahora sí, Peter-lo acostó de nuevo en la cama, tomándolo de sus tobillos para levantar sus piernas, chocando ambas pelvis de forma suave, apenas si jugando un poco antes de detenerse para comenzar a acomodarse, tomando su punta para rozar la entrada del castaño y comenzar a empujar débilmente, para después aplicar un poco más de fuerza para poder meterla, dejando las piernas del chico sobre sus hombros para que su mano libre pudiera estimular más a Peter.
Aunque ya moría por solo hundirse en él, no haría nada más hasta que el castaño también comenzara a sentirse bien, y eso era algo fácil de saber.
Así como estaban, Peter solo debía rogar por más.
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