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1. UN DÍA EN MI VIDA (PARTE 1)

Tierra -Reverse.

-¿alguna vez te callas?-grito Electro ya desesperado por aquella voz tan irritante para él.

Si sus cabellos no fueran en realidad solo rayos de electricidad, ya se los estaría jalando con furia debido al chico que le estaba haciendo perder la cabeza.

-creí que te agradaban nuestras conversaciones, me siento herido-le dijo el joven héroe, tocando su pecho al fingir que eso le había lastimado-¿eso significa que ya no somos amigos?-

-Arrgghh-con un gruñido, electro disparo la energía desde sus manos para salir volando del lugar.

-creo que eso fue un no-dijo Spiderman mientras hacía un puchero debajo de la máscara, disparando una de sus telarañas para poder impulsarse y empezar a columpiarse.

Di un gran salto al encontrarse a una altura considerable, mirando los edificios mientras la gravedad hacía su trabajo una vez que se soltó y comenzó a caer, volviendo a disparar desde su lanzador una vez adquirió suficiente velocidad para alcanzar a electro en el aire, propinándole una patada en el pecho, apenas si logrando desestabilizarlo un poco, recibiendo otro disparo que le obligo a detenerse en el muro más cercano.

-oye, eso fue grosero, estaba tratando de arreglar nuestra amistad rota-se quejó el arácnido-dime la verdad ¿es por mí?-le pregunto, atrayendo una maseta para lanzársela a la cara.

Electro la destruyo con un rayo poco antes de que alcanzará a tocarlo, sin frenar su vuelo, distrayéndose lo suficiente como para que no pudiera reaccionar al ver las telarañas pegadas entre los edificios, obstaculizándole el paso.

Esquivo apenas las primeras, pero su cabeza termino por chocar con una de las redes, atorándose en ella, además de otras más que alcanzaba debido a sus manotazos y disparos, terminando por romper el agarre que tenía con los edificios, cayendo directo a una fuente que le provoco un corto circuito.

El agua salió disparada fuera del radio de la fuente, mojando por completo el suelo, aunque apenas si salpicando ligeramente al público que camina por la plaza donde esta se encontraba, alejándose de inmediato ante la sorpresa.

Un desconcertado electro apareció en la fuente ya casi vacía, enredado entre telarañas que le impedían el movimiento, demasiado mojado como para poder usar sus poderes de nuevo.

-solo quiero dejar claro que lo intente, pero tienes razón, esto simplemente no está funcionando-le dijo Spiderman al aterrizar en la parte más alta de la fuente, dejando caer una tarjeta que termino por quedar pegada a la telaraña-pero podemos seguir viendo para hablar, tu entiendes-

-¡maldito insecto!-exclamo el supervillano con furia, gruñendo de lo molesto que se encontraba.

El ruido de las fuertes sirenas comenzaba a escucharse más cerca, con los primeros policías movilizando a las personas para que estas se mantuvieran a una distancia segura mientras el resto llegaba.

Quedándose solo de pie al mirar al supervillano, vencido y solo, con la tarjeta diciendo:

"Cortesía de su amigable vecino, el hombre araña"

* * *

No era muy difícil entender quién era.

Solo era un chico de 21 años que estudiaba la universidad y que tenía un trabajo sin horarios fijos para poder pagar el apartamento en el que vivía.

Claro, y que era un superhéroe.

De hecho, ahora que lo pensaba, mi labor como héroe y fotógrafo del Daily bugle estaban bastante relacionadas.

Y cabía decir que no era un novato, no después de llevar el manto por 6 largos y divertidos años.

Mi aventura había comenzado desde los 15 y siendo sincero, me sorprendía seguir vivo, considerando la gran cantidad de enemigos que tenía hasta la fecha.

-sin importar cuanto me esfuerce, no a todos les agrado, pero a ustedes si ¿no?-dije mientras guiño un ojo a mis admiradoras, y sí, me refiero a ti querida lectora, o lector, que sé que también tengo algunos fans masculinos, pero no es de eso de lo que vinieron a leer.

Están aquí porque quieren saber cómo conquiste al amor de mi vida. De hecho, ya somos novios, pero él aun no lo sabe.

-sorprendentemente a tiempo-me saluda Mary Jane al toparme con ella en el pasillo.

Y entiendo su sorpresa, no es muy común logre llegar a la primera clase 10 minutos antes de que empiece. Usualmente suelo llegar en el mismo tiempo, pero contando después de la hora.

Era el inicio de lo que parecía ser una excelente semana y digo que parecía porque ¿a quién podrían gustarle los Lunes? A mi desde luego que no.

Lo único bueno que podía tener ese día es que iniciaba con una clase en común con dos de mis mejores amigos. Uno de ellos estaba a mi lado ahora y era una encantadora chica pelirroja que ahora me pellizcaba las mejillas.

-Auch... oh... oye-me queje.

-sigues aquí, creí tu mente ya estaba tomando un viaje directo a la Luna-se burló-¿acaso electro te ha provocado un corto circuito?-

Y si, ella lo sabía, en realidad, habría sido difícil ocultárselo, hemos sido amigos desde niños y que de un momento a otro me distanciara y que a veces parecía más muerto viviente que humano normal sin explicación alguna, la harían sospechar.

De hecho, era un alivio que lo supiera.

-no alcanzo a tocarme durante toda la pelea-le dije con una sonrisa.

-¿y tú encantadora pareja no apareció para ayudarte?-me pregunto, aunque cargando aquello con bastante sarcasmo.

-no he visto a Deadpool en días-respondí-debe de estar ocupado-

Solo la vi negar, con el tema cambiando de forma abrupta cuando vimos llegar a Harry, quien nos saludaba con su habitual humor de los Lunes.

Y eso es totalmente desvelado y casi quedándose dormido a mitad del saludo.

MJ acomodo sus lentes, tratando de sonar seria al regañarlo, pero podía ver en sus labios como trataba de ocultar una sonrisa.

-¿de nuevo?-

-se perdieron la fiesta, les habría hecho bien ir-

-claro que fuimos, pero debes entender que el encontrarte entre tantas personas era muy complicado-le explico ella.

-y a diferencia de ti, señor popular, somos nerds-añadí. Pero ambos sabíamos que era solo una excusa.

A ella no le gustaba ir a esa clase de fiestas y aunque a mí sí, había estado ocupando, tratando de evitar que un rinoceronte de más del doble de mi tamaño me aplastara contra el suelo al frustrarle un robo a una camioneta blindada de un banco en el centro. Y es que él no lo sabía.

Había tenido un problema con su padre hace unos años. Duende verde, monstruo asesino psicótico que trato de matarme cientos de veces... no digo más, creo que saben a qué me refiero.

Harry pareció querer decir algo para defenderse, pero termino asintiendo, bostezando un poco mientras se recargaba sobre la pared, aun lado de la puerta del salón.

Los pasillos estaban comenzados a vaciarse, las clases no tardarían en comenzar.

-quisiera molestarme contigo Harry, pero con el dolor de cabeza que seguro tienes creo que es suficiente-le dijo MJ mientras lo jalaba del brazo dentro del salón.

A pesar de lo que simulara, era bastante comprensiva, aunque eso no duraría mucho si Harry seguía haciendo fiestas cada fin de semana que terminaban con él borracho hasta el inicio de semana.

Ahí estaba la parte dura de la historia.

En realidad, él es muy inteligente y aplicado, ese mantra de chico popular recién aparecía.

Y en parte era mi culpa y la razón por la que no sabía si decirle mi secreto era buena idea.

Su padre había muerto en la última batalla en la que estuvimos enfrascados. Había sido la más dura, la más intensa... y la más desastrosa.

De hecho, había tenido suerte, Harry no odiaba al hombre araña a pesar de todo, pero se mostraba receloso al tenerlo cerca.

Sus borracheras solo eran producto de la soledad en la que se encontraba en casa.

Y yo no podía ayudarlo si al decirle comenzaba a alejarse de mí, por lo que Mary Jane me recomendó no decirle de momento, aunque sacarlo de ese agujero emocional no era fácil.

Un sábado por la mañana fuimos para desayunar juntos y él ya estaba borracho.

Durante el resto de la semana se mostraba tan alegre como antes, activo, pero apenas llegaba el fin de semana, parecía que todo empeoraba.

Quería pensar llevábamos un avance, después de todo, al principio solía faltar las dos primeras horas del Lunes, pero ahora ya llegaba a tiempo.

¿Qué opinan? ¿es una buena señal? Espero que sí.

Tomamos asiento en nuestro lugar habitual poco antes de que el profesor apareciera, iniciando la clase.

Sabía que Harry se estaría quedando dormido, de hecho, yo también, pero si me volvía a descubrir durmiendo en su clase, el señor Kirtman terminaría por sacarme.

Así que, mientras finjo poner atención a la clase de Literatura ¿Qué tal si les cuento un poco de mi vida?

Para empezar, vivo solo en un tercer piso, numero 14, tengo agradables vecinos, uno un poco raro pero que igual es agradable y me cae muy bien.

A pesar de mi intento de independencia aun mantengo contacto con mi tía May, a quien visito al menos una vez al mes.

De hecho, hace algunos días fui a verla, tuvimos una agradable conversación sobre el hombre que me gustaba.

Y por eso la adoro, porque no pareció importarle fuera un chico... o bueno, en realidad, un hombre más grande que yo.

Ella no sabía de mi trabajo como vecino amigable y mucho menos que de quien me había enamorado era en realidad un mercenario altamente letal llamado Deadpool.

La verdad, no sabría decir cuál de las dos cosas sería peor que se enterara.

Y es que Deadpool ¿Como podría decirlo?

¡Yo lo adoraba con todo mi corazón!

Era el amor de mi vida, el hombre de mis sueños... difícil de conquistar, pero ya estaba muy cerca.

Al menos en lugar de golpearme ahora solo me gritaba cuando me decidía por violar su espacio personal.

Ya sé, ya sé, no es la mejor manera de ganarme su corazón, pero si vieran los maravillosos resultados que a veces eso tenía.

Lamentablemente, no hemos logrado llevar nuestra relación más allá de ser super amigos con una notoria tensión sexual.

Deadpool simplemente era Deadpool, un mercenario sexy, canadiense y que no iba a matarme porque era un héroe.

Y eso era todo lo que sabía de él. Había pensado revelarle mi identidad para entrar en confianza, pero él se negó apenas vio mis intenciones.

Supongo que aún me queda mucho por luchar para tener su corazón. Pero de que va a ser mío, de eso no hay duda alguna.

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