Telaraña 002
—Buen día, Reiki—saludó una chica un poco más alta que el Jung quién se encontraba desayunando por segunda vez. Sí era un glotón. Lo bueno era no engordar gracias a su hermano que lo torturaba para que hiciera algo de ejercicio.
—¿Qué tienen de Buenos, Bahiyyih?—dijo el chico de manera mordaz.
—¡Uy! ¿A qué se debe este enojo que liberas contra tu amiga desde los 12 años?—dramatizó la castaña haciendo que el menor rodará los ojos antes de sorber un poco de su jugo de naranja.
—Ayer casi me asaltan, no pude comer mi porción de dulce, ahora debo buscar una nueva cafetería con brownies buenos, Spiderman me secuestro y Jaehyun-Hyung me llevó a la policía a poner un denunció—soltó de forma rápida el menor antes de volver a su estado enfurruñado y seguir desayunando.
—Espera—exclamó la chica tratando de comprender—. ¿Spiderman te secuestró?
—¿Eso es lo único que escuchaste?—chilló el menor antes de ahogarse con su comida, cosa que provocó que se ganarán varias miradas al Bahiyyih empezar a palmear la espalda de su amigo para que no se muriera.
—¡Reiki, di por lo menos waa para saber que estás vivo!—exclamó la rubia para zarandear al menor que cerró sus ojos.
—Waaa—susurró haciendo que la chica se le olvidará y lo soltará provocando que el chico cayera de cara al suelo—. ¡Auch!
—Perdón, Reiki—el menor no se movió. La chica se apresuró ha levantarlo. El niño tenía rastros de sangre bajando de su nariz, mientras su amiga lo sostenía—. A la enfermería. Sube a mi espalda
El chico lo hizo, mientras lloraba un poco gracias al dolor. La rubia estaba alegre de que su amigo fuese una persona delgada, y también agradecía ir al gimnasio con su hermano mayor para poder salvar a su amigo que siempre era un imán de problemas.
Desde golpearse con la puerta de su casa y caer inconsciente al ver muchísima sangre, su terror a las alturas era otra cosa que lo metía en problemas, igual que su carácter sensible. Y también las veces que se intoxicó cocinando al no saber hacer bien ese oficio.
Jung Reiki había nacido bajo la mala suerte.
Bahiyyih le gritó a un chico que recién salía de la enfermería que mantuviera la puerta abierta. El chico lo hizo permitiendo el paso de la chica que llevaba a su amigo en su espalda.
—Hola señorita Yi—dijo la chica saludando a la enfermera que soltó su taza de café al ver a esos dos conocidos estudiantes.
—¿Tan temprano?—murmuró la mujer para ver si reloj. 8:05 a.m.
—Disculpe—dijo Reiki bajando de la espalda de su amiga para ir a una de las camillas libres y tirarse ahí. La nariz le dolía y sangraba considerablemente, por lo menos no se la había roto.
—Yo me encargo Huening—exclamó la enfermera tomando dos constancias al escuchar el timbre sonar—. Es tu excusa por llegar tarde a clases y por la que Reiki no irá hasta estar mejor si es que eso pasa.
—Gracias señorita Yi—la chica miró a su amigo—, vengo más tarde, Reiki.
El menor asintió mirando a la enfermera.
—¿Qué pasó?—inquirió la femenina para mirando al adolescente que lució apenado—. ¿Te golpeaste contra una pared?
—uma negativa—. ¿Casi te atropellan?—otra vez negó—. ¿Entonces?
El chico hizo un resumen tratando de no decir nada sobre el famoso héroe, quedaría tildado de loco.
La enfermera negó cansada de casi tener a ese chico cada semana en la enfermería. Se dispuso a buscar lo necesario para el chico.
20 minutos después
—Cuídate, Reiki, me estás acabando los suministros—dijo la enfermera a lo que el chico asintió abriendo la puerta para salir mientras se colocaba la chaqueta—. ¡Reiki, cuidado con la es...
Muy tarde el chico se había golpeado con la escalera que el conserje llevaba en los hombros. Pronto su cuerpo inconsciente caía al suelo.
El conserje se apresuró con la enfermera ha recoger al chico desmayado para hacerlo reaccionar.
—¿Estás loco, Kai?—se quejaba Bahiyyih mirando a su hermano mayor que se encontraba recostado en una de las paredes de los pasillos vacíos de la institución educativa.
—No lo estoy—refutó el mayor, a lo que la chica le dio un golpe en las costillas.
—¡Lo estás! Secuestraste a mi mejor amigo.
—No fue tan grave—la chica bufó para volver a golpear a su hermano—. ¿Y ese golpe?
—Por imbécil, Reiki está aterrorizado por tu culpa.
—Hablando de Reiki, le traje un postre. Está en mi auto.
—No cambies el tema—el pelinegro rodó los ojos—, está en la enfermería.
—¿Qué le pasó?
—¿Enserio preguntarás eso cuando es de Reiki de quien hablamos?
—Un punto a tu favor—admitió el mayor para separarse de la pared.
—¿A dónde vas?
—La policía está en un robo—mintió el chico alejándose de su hermana.
Bahiyyih negó, su hermano estaba estúpidamente enamorado de Jung Reiki el chico de la mala suerte.
Reiki reaccionó cuando sintió algo acariciando su mejilla. Entreabrió sus ojos descubriendo que estaba en un hospital y quien acariciaba su mejilla era su hermano mayor.
—Otra vez estás aquí, Reiki—dijo el mayor dándole una mirada indescifrable a su hermanito.
—¿Quién me trajo?—inquirió dudoso—, según Miss Yi nada malo me había pasado.
—Te golpeaste contra una escalera, estuviste inconsciente mucho tiempo. Así que Miss Yi te trajo.
—Umjum.
—Iré a llamar al médico para que te revise—el niño asintió mientras su hermano salía de la habitación.
—¿Te encuentras mejor?—una nueva voz se hizo presente asustando al chico que casi cae de la camilla de no ser por las redes que lo sujetaron.
—¡Auxilio!—chilló el lindo joven cuando divisó al hombre araña que se encontraba sentado en la ventana de la habitación.
—Shh—pidió el héroe acercándose al joven que trató de zafarse de las telarañas pero era casi imposible.
—¡Estás loco!—el héroe se acercó más al chico que quedo a escasos centímetros del chico que no veía su rostro por la máscara—. ¡JAEHYUN-HYUNG!
El héroe al escuchar eso se abalanzó sobre el de uniformes escolares tratando de que no llamará a su hermano.
Y con sólo decir eso el Jung mayor entró a la habitación encontrándose a él famoso héroe sobre su hermano en una extraña y muy interesante opinión.
Spiderman tragó grueso al saber lo que se venía.
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