Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2


Bajo las luces amarillentas de aquella calle angosta, YoonGi aterriza en un salto limpio. Las lámparas chinas iluminan su rostro lleno de preocupaciones. Las personas que transitaban eran escasas lo que lo sumergía en un silencio en donde se hallaban únicamente él y sus pensamientos. Camina de un lado al otro sabiendo que no debería estar allí, queriendo huir por demasiadas razones; su instinto le dice que cuando Jimin lo vea, nada bueno podrá suceder a continuación.

Y eso realmente lo está matando.

No quiere perderlo, no quiere que desparezca de su vida la única felicidad que tiene a diario. Lo mucho que luchó porque su relación pudiera tener un futuro. Lo arruinó una vez, sabe que Jimin es paciente, pero no habrá vuelta atrás después de esto. Sabe que lo ama pero no es tonto, sabe lo que merece y no va a seguir soportando sus actitudes. 

En aquel momento, ocurre lo que más temía; hace contacto visual con Park a través del vidrio que los separaba del restaurante. Puede verlo levantarse y disculparse con su familia antes de tomar su abrigo de su asiento y caminar directamente en su dirección. Cada fibra de él se congela antes de respirar y liberar sus pulmones de la tensión.

Agacha la mirada mientras sus manos se aferran a lo más profundo de los bolsillos de su abrigo antes de encontrar sus preciosos ojos a pocos metros suyo.

—¿YoonGi? —Pregunta. Luce tan confundido, debajo de aquel suéter tal vez demasiado grande para su cuerpo. Ese color le queda precioso. —¿Qué pasa?

—Hola.

—¿Qué ocurre? ¿Estás bien? —Sus ojos se deslizan a sus labios rojos y pomposos. Siente que será la última vez que los verá así de cerca y hay un nudo que se forma rápidamente en la boca de su estómago.

—No sé qué estoy haciendo... —hay un corto silencio que llena el momento.

—Es por mi padre, ¿verdad?

—Sí...lo veo en todas partes, no-no sé qué hacer no logro sacarlo de mi cabeza.

—Sí pero ya hemos hablado de esto. 

—Lo sé, pero Jimin... —YoonGi ya no sabe cómo más lograr explicarse, la manera en la que se siente tan perseguido por todas las muertes que causó, por no ser lo suficientemente bueno; solo...no desea volver a fallar.

—No es su decisión.

—Jimin, yo le prometí que me mantendría lejos de ti, ¿y ahora voy a entrar a cenar con tu familia? ¿Cómo se supone que haga eso? ¿En qué me convierte? —La mirada de Jimin cambia mientras agacha su cabeza y vuelve a mirarlo a los ojos. Hay exasperación, impotencia: básicamente está harto de tener esta conversación más seguido de lo que le gustaría. 

—No lo sé, tú explícame.

—En alguien en quien no se puede confiar. —Min esconde sus manos dentro de la sudadera de su abrigo, puede sentirlas temblar y sudar aunque el clima fuera menor a los diez grados.

—Creí que...habías dicho que querías una vida entera a mi lado, que querías ser feliz, que valorabas mi opinión al respecto. Pero sobre todo, que me amabas. 

—Por supuesto que lo hago, te amo, y quiero todo aquello que te dije. Ser feliz a tu lado, amándote. —El rubio camina lentamente hasta posicionarse frente al mayor; de pronto se siente pequeño debajo de su mirada, ya no tiene más la máscara de el Hombre Araña; es solo Min YoonGi. Aquellos ojos agudos lo miran con reproche.

—¿Y por qué no te basta con eso? ¿Eh?

—Porque...¿y si te llega a pasar algo como lo que le pasó a tu papá por mi culpa? ¿O como sucedió con JungKook y su padre? ¿Si algún villano vuelve a saber mi identidad y te usa para extorsionarme? Jimin, mierda, ese día casi mueres.

—Oye...

—No. Espera. Te secuestraron por mi culpa, casi no llego a tiempo. El Duende Verde me hizo elegir entre tu vida y la de esos niños, si no fuera por la policía yo también habría muerto. ¿Y luego? Volvió a amenazarme, que una vez muerto, iría por ti. Fue la situación más desesperante de mi vida. No puedo permitir que eso pase, no dejaré que nadie vuelva a tocarte. 

Hay un silencio. Sus palabras pudieron callar cualquier clase de discusión que pudo haber surgido. Ahora Park está analizando por completo las palabras que dirá a continuación.

—Escúchame: eres el Hombre Araña, y amo eso, pero amo más a Min YoonGi. Eso basta para mí. 

—No quiero perderte también.

—Si por no querer perderme no puedo estar contigo, ¿eso a quién beneficia, YoonGi? 

Ambos están en lo cierto; en dos extremos tan opuestos.

El peli-menta siente su garganta seca y su vista empañarse lentamente. No quiere llorar, pero sabe que al decir sus próximas palabras no habrá vuelta atrás, será definitivo, y no está listo. No está listo para perder a Jimin de la segunda manera que tanto temía.

—Lo siento, pero no puedo, Jimin. 

—Wow...haz hecho esto por tanto tiempo, YoonGi, no quiero seguir así, no puedo seguir de esta forma. —El rubio respiró hondo cuando las primeras lágrimas se situaron en sus ojos, y pronto, una traicionera se deslizó silenciosamente por su mejilla hasta desaparecer. —Yo termino contigo, yo estoy terminando contigo.

Las palabras resuenan en su interior sin poder llegar a digerirlas, su voz desaparece, y Jimin ya se ha ido cuando vuelve a ser consiente de su cuerpo y del dolor que comienza a recorrer por su pecho. Pero no puede enojarse, no puede decir nada al respecto. Después de todo eso es lo que él quería, mantener a Jimin alejado de él para que nadie pueda volver a tocarlo.

Aunque él estuviera incluido en aquellas condiciones.

Los días pasaron lentamente hasta que finalmente había pasado más de un mes desde la ruptura. 

Apenas puede comparar su vida anterior con la que vive actualmente.

Desgraciadamente, lo único que sigue intacto son sus poderes y los crímenes regulares que hay cada día en Seúl. Sigue combatiendo a los malos pero estos solo se reducen a criminales normales y nada del otro mundo que fuera complicado.

Aveces se pregunta, ¿y si exageró? ¿Y si el Duende Verde solo fue un caso en un millón de posibilidades? ¿Y si en realidad tendría la oportunidad de vivir con Jimin una relación normal? Probablemente nunca lo sepa.

El tiempo ha pasado tan deprisa que ya le queda poco tiempo para ingresar a la universidad, ni siquiera se ve capaz de poder hacerlo, pero al menos ya ha conseguido trabajo en el periódico local como fotógrafo, eso le servirá para poder ayudar a su tía Jin a pagar las cuentas de sus estudios.

Trabajar como el Hombre Araña lo ha mantenido ocupado, está fuera de casa casi todo el día, las noticias no dejan de hablar de él, aún enfermo continúa salvándolos y las personas no dejan de agradecerle por cada lugar en el que figura con la máscara. 

Y allí, en su última tarea del día, está en la cima de uno de los edificios de la avenida principal de la ciudad. Las nubes cubren el cielo celeste y el aire puede predecir la lluvia contigua, pero sus ojos permanecen en una misma cabellera rubia que va cruzando la carretera. 

YoonGi se siente algo patético por hacer esto varias veces al día, pero no puede evitarlo, algo dentro de él le obliga a cerciorarse de que Jimin se encontrara bien en todo momento, en que no le ocurriera nada malo. Y aquello, inútilmente, le hace sentir más cerca suyo, aunque más de diez metros de distancia le separaran, admirar su belleza y elegancia era la mejor tarea de su día. Se lo ve tranquilo, calmado, feliz; se sienta en una de las mesas en el exterior de aquella nueva cafetería que abrió esa misma semana, sus amigos lo saludan y bromean alegres. 

Suspira. Hay ocasiones en las que no sabe cómo sentirse, es como un brote de sentimientos de los cuales su corazón no sabe por cuál decidirse. Y en cada una de esas ocasiones, se trató de Jimin.

Cuando la luna ya asoma en el horizonte, es el momento que finalmente ingresa en su departamento. Detesta subir las escaleras pero en el anochecer tiene que anunciarse en la recepción y no puede ingresar por su ventana como tanto quisiera. Su puerta es algo vieja pero funciona. Lo primero que mira al ingresar es la increíble vista de la ciudad que se refleja a través de su ventanal, y al encender las luces, está su nuevo hogar.

Se mudó hace pocas semanas a aquel monoambiente, aún hay algunas cajas sin desempacar en una de las esquinas por la falta de tiempo que lleva a diario. Su tía se lo permitió en cuanto pudiera conseguir un trabajo para costear sus estudios, y ahora su vida como adolescente ha desaparecido.

Se encamina hacia el refrigerador para sacar su botella de agua y calentar lo que había comido al medio día, unas sobras de arroz con atún. YoonGi come muy lentamente, lo único que lo acompaña es el sonido de los aparatos eléctricos funcionando y decide utilizar su celular para ver los mensajes que tiene porque de pronto se siente muy depresivo. No ha pensado mucho en la ruptura pero la soledad le obliga a hacerlo.

Sabe que si no hubieran terminado, ahora mismo estaría compartiendo una cena con Jimin, lo abrazaría y lo besaría para demostrarle cuánto lo extrañó y luego dormirían juntos en su cama  hasta el siguiente día.

Aún su nombre brilla en su celular con un corazón a su lado; desearía poder escribirle, poder llamarlo, oír una vez más su voz. ¿Quién diría que una vida sin Park Jimin era tan dolorosa? Antes, cuando solo era un admirador, solo podía fantasear con tan solo compartir el mismo aire, besar sus hermosos labios hasta recordar su sabor. Ahora que ha probado cada parte de su ser, no quiere volver a perderlo jamás.

Pero de cierta forma, YoonGi siempre termina haciéndolo.

Sus manos se sienten pegajosas mientras el tiempo continúa pasando. Mirar la hora en el reloj de su celular no hace que los minutos corran más rápido. 

Jimin levanta la vista para observar la sala en la que se encuentra. Hay muchas mujeres, solo hay un hombre además de él, y todos murmuran nerviosos y ansiosos entre los que tienen a su lado. Mira sus propias manos, oyendo su corazón latir acelerado. Sus piernas están cubiertas por unas calzas delgadas de color negro y una camiseta blanca de manga corta sobre su torso. 

Allí estaba, en una nueva audición de danza en la cual esperaba quedar. Si los jueces aceptaban hombres para la nueva obra que harían en el teatro más importante de Seúl, entonces Jimin estaba compitiendo únicamente con aquel chico al otro lado de la habitación; eran un poco parecidos, pero aquel otro era más alto. 

Las bailarinas se silenciaron por completo cuando oyeron pasos acercarse a la puerta que los guiaba hasta el escenario, eran los jueces. Todos se levantaron de sus asientos al mismo tiempo. Llevaban esperando su decisión desde, al rededor, de una hora, Jimin había lamentado lo aburrido que se encontró en todos aquellos minutos en los cuales no tuvo a nadie con quien hablar sobre sus nervios, sobre las probabilidades que tenía o no de quedar como elegido. 

Resumiendo, lo pasó extrañando a YoonGi. 

Sabía que él lo habría acompañado, le habría dado ánimos y lo habría consolado. Le mandaría miles de mensajes intentando distraerlo, quizás alguna de un gatito que tuvo que salvar de un árbol alto dejando al descubierto sus labios detrás de la máscara para enviarle un beso silencioso. Lo llevaría por un batido de frutilla al terminar, quedara elegido o no. 

Es increíble cómo una persona cambia tantas cosas en tu vida con solo el pasar de los meses. Antes, en la escuela, YoonGi era solo un compañero más de su clase; atractivo, y el segundo más inteligente después de él, todos sabían que era constantemente molestado por Jackson Wang. No le tardó mucho tiempo enterarse de que estaba enamorado "secretamente" de él, se le hizo interesante, y después de un par de encuentros accidentales, Jimin se decidió probar conocerlo, se veía como un buen chico.

Y lo fue, demasiado, tan exagerado que por su propia cuenta aceptó convertirse en el super héroe de la ciudad sin que nadie se lo pidiera.

Parpadeando rápidamente, se levantó de su asiento, observando a los hombres y mujeres importantes con una hoja en mano.

—Después de una minuciosa examinación, en conjunto con los jueces hemos dictaminado que los protagonistas elegidos para la obra de "La bella durmiente" que se realizará, serán: Yoo JeongYeon y Lee HeeSeung. 

Silencio. Uno, dos y tres.

Chillidos sonaron en modo de celebración mientras la rubia daba saltos y abrazaba a su nueva pareja de baile. Jimin no puede evitar sentirse derrotado, una gran decepción cae sobre sus hombros; nuevamente fue descartado. 

—Agradecemos a todos los que se animaron a participar de nuestras audiciones, en esta ocasión buscábamos la delicadeza y la elegancia de una princesa y a un partenaire con la fuerza y nobleza de un príncipe. Espero puedan continuar en este hermoso mundo que es la danza por otro lado.

Ellos se retiran y Jimin también lo hace, escuchando las celebraciones y voces emocionadas aún cuando abandona el teatro.

Cada vez su sueño se siente más aplastado. Siempre era demasiado delicado, nunca existe un papel propio en el que pueda sobresalir, siempre...siempre debe existir el príncipe de los estereotipos.

Una lágrima se derrama por su mejilla al darse cuenta de que está solo una vez se encuentra en las afueras, y el sonido de las sirenas le recuerda una vez más a él
























Hola personitas, acá de regreso de mi viaje les traigo un nuevo capítulo. Las vacaciones se me están pasando super rápido. Espero estén pasando un muy lindo comienzo de año y les haya gustado este capítulo, lamento su tardanza <3

Capítulo dedicado a la persona más insoportable pero a la vez que me tiene más paciencia en el mundo 🫶

Nos leemos la próxima, cuídensen.

Coloreas a Dιᥱᥣ ♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro