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spider

Spider

Capítulo único
Lenguaje vulgar
Contenido +18
No se busca normalizar
Los temas tocados.
Disfruta.


Si Jungkook se pudiera identificar con un ser vivo, definitivamente sería con una araña.

Rápida y perspicaz. No era para menos, así se consideraba el.

Tejiendo una telaraña para atrapar a su próxima presa y devorarla…


Sonríe cuando escucha unos pasos aproximarse a su sitio, lo sabe, todo esta saliendo perfecto, aun así no puede evitar mover sus piernas con nerviosismo. Es cuando lo ve, con un rostro varonil, su cabello castaño claro y esos muslos de infarto, era encantador, como veía su ceñido pantalón alertar con fuerza ese delicioso y redondo trasero, si, ese era su profesor de historia, quien lo observaba con el ceño fruncido y un libro entre sus manos, mirándolo con desaprobación, si supiera cuantas veces había fantaseado con esa mirada…

—Joven Jeon, más vale que preste atención. Párrafo tres, página ciento cuarenta.

Asiente antes de levantarse con la mirada fija en el rostro de su profesor, él lo observa.

Lo sabe y le gusta.

No puede evitar leer en un tono ronco y calmado, algo inusual en el, pero él lo hace hacerlo, él hace que este apuntó de cazarlo… De devorarlo.

—Bien, ahora usted, joven Park.

Se sienta en su lugar no sin antes dedicarle una mirada profunda, no puede evitar reír para sus adentros con burla, el diablo baila y los pobres pecan.

Rebusca dentro del bolso del pantalón tanteando de un lado a otro, hasta que lo encuentra, ahí esta, un pequeño aparato recargable, sus fechorías a la orden, presiona el botón y no espera más para dejarse recargar completamente en su lugar con una pequeña mueca de satisfacción.

Al diablo le gusta divertirse, y como una araña atrapa a su presa en su trampa…

 
“Disfruta precioso.”

Sonríe cuando ve a su atractivo profesor detenerse en medio del aula, lo ve sudando, apretando los labios y haciendo muecas, su sudor parece como perlas que se deslizan por su acanelada piel, no puede evitar morderse el labio, no cuando recarga una mano en una mesa dejando a la vista sus pectorales por la holgada camisa que cargaba.

No podía con eso… Demasiado para su pobre alma en pena, deseando corroer ese cuerpo de infarto. No lo entendía, ¿Cómo podía existir un ser tan sensual y atractivo en este mundo? Debería ser un gran pecado pagado con cadena perpetúa.

—¿Profesor?, ¿se encuentra bien?

Divertido. Era completamente divertido.

—N-no es nada. Vamos, pueden tomarse la clase libre.

Uno por uno se levantan de los asientos caminando hacia la puerta, el profesor Kim se queda en su sitio sudoroso y con una cara de incomodidad.

—¿No ocupa ayuda?

Un estudiante se acerca, pero sólo recibe una media sonrisa mal formada.

—No, solamente es gastritis.

El chico asintió y se retiró, dejando completamente sola el aula, exceptuando al profesor y a Jungkook, quien fingía estar distraído en su celular, le divertía la situación, era demasiado satisfactorio tenerlo bajo control.

—Joven Jeon, puede retirarse.

—Lo se, pero me voy a quedar, tengo que terminar algo.

El pelinegro sonríe al ver la expresión de su profesor. Aún cuando tuviera en su rostro una mueca de desagrado total, se vería completamente fantástico… Demasiado… Le gustaría ver que otras expresiones podría tener ese encantador rostro, quería ver cómo podía deshacerse entre suspiros y gemidos… Se sentía completamente perdido… Completamente loco deseando poseer y ser el acreedor de aquella imaginación volátil.
 
Como decían los usuarios de Internet: tanto porno le estaba afectando la cabeza.
 
Pero como podría, ¿Cómo podría no imaginarlo?

La víctima poco a poco esta cayendo en la trampa.

—Me retiro.

El profesor sonríe a medias antes de tomar su maletín con un poco de dificultad y temblores. Si no supiera la verdad detrás de eso, juraría que tendría alguna fiebre, pero sabia que no era así…

Demasiado pronto para huir, el arácnido aún tiene un haz.

Una risa como un eco resuena a sus espaldas, el aclamado profesor se detiene a medio camino, Taehyung no sabía lo que le esperaba… Pero su futuro yo sabía que le encantaría. Su cuerpo lo sabría.

—Creo que es demasiado pronto para irse.

De forma desinteresada saca un pequeño control frente a la vista del castaño, quien se queda en blanco, a su rostro se le baja la sangre, y todo a su alrededor que estaba cálido, se convierte en una gruesa ventisca de invierno.

—¿De que hablas, Jeon?

Jungkook lo sabe, él lo sabe.

Estaba completamente jodido.

—¿No lo sabes? —Jungkook presiona una vez más el botón causando que el castaño gruñera y se detuviera en el marco de la puerta —. Es un gran problema que nuestro profesor imparta clases en ese estado, ¿qué dirían al ver cómo el amado profesor Kim trae un vibrador metido en el culo?

Lo tiene.

Menea de un lado a otro el control, Taehyung maldice en bajo caminando hacia el pelinegro tratando de arrebatarlo, pero una descarga en su parte trasera se lo impide.

—Dámelo. —Jungkook negó —. Es una orden. —Taehyung casi cayó incado cuando sintió todo su interior vibrar de repente con grandes olas de calor.

Kim sabía que lo que estaba ocurriendo era un locura, tendría que caer a lo más bajo y sobornar a un estudiante, no encontraba otro razonamiento, y menos cuando en su interior sentía chocar contra sus paredes aquel pedazo de plástico que lo había llevado a los delirios.

Gruñe, estaba arremetiendo con fuerza.

Pequeños hilos de saliva salían de su boca como pequeñas lágrimas de un niño, y sus ojos alguna vez estrictos ahora se encontraban húmedos y suaves, producto de las lágrimas salinas, se sentía débil y avergonzado.

—Orden o lo que sea; es denegado. —en una burla, Jungkook lo miro desde su lugar sin pizca alguna de ceder, como un León hacia una gacela —. Quien diría que me encontraría con esta cosita a mis pies. —Taehyung maldijo, seguramente se le habría caído. Se sentía completamente estúpido.

—¿Q-qué quieres?

Bingo, la presa había caído en sus redes.

Jungkook sonríe en grande cuando siente la mirada de muerte de su profesor, lo mira con soberbia y acaricia su cuello con delicadeza, una delicadeza que quemaba a fuego vivo, su adorado y temido profesor, no era más que un pequeño cachorro de León incado a sus pies en busca de protección.

Se sentía con poder, y si que lo tenía…

Tomó de la barbilla a su profesor que se deshacía entre suspiros y gemidos bajos, se acercó a su rostro mirándolo con superioridad, el aliento caliente le hacia saber una vez más en que control lo tenía a el. Era una imagen demasiado exótica. Excitante.

Quería guardar esa imagen para siempre, quería recordar por siempre como aquellos ojos feroces ahora eran pequeñas constelaciones que brillaban a causa de la humedad, aquellos labios carnosos, ahora se encontraban destrozados y como aquel profesor pulcro digno de alabanzas, ahora se encontraba bajo la orden de su mano, recibiendo caricias en un deseo por apaciguar su morosidad y deseo, se sentía demasiado bien. ¿Así se sentirían los políticos?
 
—Chúpamela.

Taehyung abrió los ojos sorprendido, con un ligero sonrojo producto del calor y las contantes caricias. Le era imposible imaginar que aquella palabra había salido de Jeon. Suplicaba que no.

—N-no lo haré, detente. —pidió, pero Jungkook negó lentamente deslizando su dedo por la manzana de Adán de su moreno cuerpo.
 
Traga saliva inevitablemente.

—No, no, no, debe obedecerme, sea un buen hombre. —sonrió el pelinegro llevando su mano a la entrepierna del castaño, quien trato de apartarlo —. Parece que se hubiera excitado profesor.

El pelinegro disfruto ver la mueca de vergüenza del mayor, quien apartó su mano de golpe, no pudo evitar pasar la lengua por sus labios. Tenía a su adorado profesor de historia a sus pies, tiritando de placer, era jodidamente morboso para su mirada.

Taehyung gruñó cuando sintió sus cabellos ser jalados con fuerza, cerró los ojos con dolor cuando sintió su rostro ser pegado contra algo duro.

—Hágalo bien.

Quiso alejarse con sus manos cuando se dio cuenta que estaba entre la entrepierna de su estudiante, pero un jalón le hizo gemir de dolor, eso estaba siendo demasiado serio.

—No me haga enojar, que en este mismo instante puedo hacer un escándalo.

Taehyung sabia que estaba viendo al mismo diablo cuando observó aquella sonrisa malvada. Estaba jodido.

Tragándose su orgullo y aún sintiendo sus ojos húmedos y su entrepierna incómoda, abrió los pantalones del menor, sacando un suspiro al pelinegro.

Trago saliva cuando sintió su culo vibrar.

No lo creía, tenía la esperanza que era otro de sus sueños húmedos y no una realidad donde su reputación estaba en juego.

—Rápido.

Casi cae cuando sintió sus rodillas débiles, pero fue sostenido por las manos de Jeon.

Gruñendo con impaciencia lo levanto con fuerza recargándolo en contra de su voluntad en una mesa boca abajo.

—¿Q-qué mierda haces?
 
Abrió los ojos sorprendido cuando sintió un bulto en su trasero restregándose descaradamente.

—Joder, deja de moverte.

La burla en su voz le hizo estremecer, no tuvo opción, más que callar sus gemidos y rezar para que nadie pasará por el pasillo y viera esa escena.

Al profesor Kim dejando su culo a merced de Jeon y junto a ello su reputación.

Soltó un gemido cuando sintió una embestida por enzima de la ropa, estaba moviendo con fuerza el vibrador causándole más espasmos a su cuerpo, jodido el día que le hizo caso a Hoseok de probar cosas nuevas.

Lo odiaba y más odiaba que ese jodido mocoso atractivo estuviera embistiéndolo por encima de su ropa y no lo follara.

Follara

Abrió los ojos sorprendido de sus propios pensamientos, pero antes de que pudiera pensar otra cosa, sintió sus pantalones y bóxer ser bajados con fuerza, rozando con brutalidad su pene y testículos, quiso gritar, pero se retuvo callando su voz en contra de su voluntad.

—Tienes un lindo trasero profesor Kim. ~

Escucho una suave risa a sus espaldas y luego unas caricias a sus piernas y entrada.

—Te ves jodidamente apetecible, tu culo seguramente quiere mi verga, ¿no es así?

Lo escucha susurrar en su oído, y lo siente, siente como un bulto se restriega contra el, gime, ya esta perdiendo la conciencia. Porqué le gusta, porque les está empezando a gustar como le está hablando Jeon.

Jungkook se divierte observando a su profesor que en lugar de luchar abría más las piernas y acercaba su trasero a su pene. Se burló pegándole una nalgada, era algo muy descarado, desear por su alumno.

Oh profesor, ya perdiste el respeto.

Se agachó contemplando el bonito y redondeado trasero de su mayor, tan bonito y firme, apretó con fuerza dejando marcada su mano en una de aquellas nalgas, —Taehyung gruño — era mejor que en sus fantasías, sonrió abriendo de par en par las mejillas de Kim, y ahí lo vio, el hilo del vibrador embistiendo con fuerza el interior de su pervertido profesor.

No sabía si su profesor era alguien muy caliente probando cosas nuevas o algo estúpido. Pero disfrutaría esa estupidez.

Taehyung se sentía perdido, sabía que lo que estaba ocurriendo era real y no algo producto de sus fantasías, sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, porque en lugar de salir huyendo se encontraba abierto de par en par dejando su trasero a merced de su jodido alumno, estaba mal, pero deseaba tanto lo que su mente se estaba imaginando, deseaba que lo jodieran en ese salón de clases con la adrenalina y temor de ser vistos por alguien ajeno a ellos.

Aunque en el fondo tenía esa alarma, de que si alguien los encontraba, sería despedido…

Se encontraba caliente y no podía pensar con claridad, por lo que cuando sintió aquel vibrador ser retirado y una lengua remplazándolo no pudo evitar pegar un grito.

—Shh, o nos descubrirán.

Susurro el pelinegro incado, hablando entre su trasero causándole temblores, le dolía el pene, y la sangre que tenía en sus labios por reprimir los gemidos le estaba pasando factura.

El pelinegro lamio y embistió con su lengua, mientras que con su otra mano masturbaba el pene de su profesor que se deshacía entre gemidos.

—Quien diría que el profesor Kim sería todo un desastre. —se burló.

—Ca-cállate y métela de una vez. —gruño apretado sus puños.

—No tan rápido profesor, primero tienes que cumplir lo que te dije primero.

Kim sabía muy bien que Jeon disfrutaba de tener el control y el orgullo roto ajeno, no quería darle el gusto… Pero ya le había dado el suficiente como para andar rogando por su pene.

—Lo haré. —susurra en bajo, los movimientos se detienen y el puede sentirse libre por un momento.

—Hazlo.

Levanta la vista, ahí está la puerta, aquel pensamiento de salir huyendo vuelve a su mente, el deseo de escapar le somete una vez más, pero lo ve, su reflejo, todo destrozado, sudoroso, e impuro. Horrible.

—¿Qué pasó Kim?

Olvídalo ya.

Su cuerpo se estremece cuando siente como algo va entrando en el y como sus cabellos son de nueva cuenta dañados.

—¿Te molesta algo? Descuida, no debes de pensar.

Lo escucha una vez más en su oído, dando lamidas suaves y embistiéndolo con lentitud, lo aborrece, le aborrece por querer hacerse el malo, por querer sabotearle los pensamientos y por no joderlo bien.

—Imbécil.

Jungkook sonríe cuando después de minutos en silencio lo escucha hablar.

Inevitablemente baja la mirada a su trasero donde solo la punta conectaba contra el mayor, quería joderlo.

A la mierda todo.

—¡Profesor!

Unos pasos rápidos se escuchan en el pasillo, ambos abren los ojos con sorpresa cuando escuchan una voz familiar clamar aquel apelativo.

Jungkook sin poder reaccionar jalo el cuerpo del mayor al suelo, cayendo sentando por completo en su pene, Taehyung se reprimió un grito cuando aquellas manos le tomaron por la cintura con sorpresa.

Estaba aterrado.

—Oh Park.

Aquellas pisadas se detienen antes siquiera cruzar el aula.

—Quisiera pedirle un favor.

—Lo escucho.

Taehyung se siente desfallecer cuando siente las grandes manos de su captor jugueteando con su miembro.

—Manténgase en silencio. —susurra Jungkook en su cuello dejando leves chupetes que seguramente quedarían marcados hasta el día siguiente.

Aprieta las piernas sintiendo una corriente eléctrica pasar por su miembro, esta completamente erecto y excitado, ver a primera mano como lo masturba y le deja marcado no estaba en sus planes. Ni tampoco el que estuviera dando movimientos de caderas aún lado a otro.

—Deténgase profesor.

El cálido aliento del pelinegro choca contra su cuello, y no puede hacerlo, no puede detenerse, no cuando había estado esperando el tiempo suficiente por una polla en su culo.

Siente su miembro ser apretado con fuerza, aquello le causa dolor, quiso gritar, pero su rostro siendo girado y atrapado con fuerza por unos labios evitaron a tiempo aquello.

—¿Oíste eso?

Ajenos a cualquier acto que estuviera pasando en el aula ambos hombres se alejaron, dejando en aquel lugar un ambiente digno de película porno.

Ambos devorándose con ferocidad y cautela, procurando no perder en aquella batalla de besos que entre sus oídos se perdían sus sonorosos sonidos de placer, ambos estaban perdidos. La saliva escurría por las esquinas de sus labios, rojos y maltratados, faltaba aire en aquel lugar…

Y pareciera que Jeon estaba dispuesto a ganar, sin esperar a más tomó el trasero del castaño y lo movió dando pequeñas embestidas nada profundas.
 
—Jeon, n-nos van a escuchar.

El pelinegro no puede evitar devorar como un depredador a su presa cuando el rostro de Taehyung es un digno plano de estar presente en un banquete. Sonrojado, labios hinchados, el cabello pegado a su rostro y sus piernas, oh, aquellas adorables piernas fornidas abiertas de par en par a cada lado de su cadera.

—¿Tanto disfrutaste que no te diste cuenta que ya se fueron?

Susurra con diversión metiendo mano dentro de la única prenda que tenía puesta, su camisa.

—B-basta…

Taehyung no puede evitarlo, quiere algo más que solo sustos y juegos, que más daba, que se acabará todo de una vez.

Se levanta causando pánico y confusión en Jeon, puede ver cómo está la erección del menor que palpitaba al aire libre. Puede ver cómo quiere encontrar un lugar donde entrar.

Pero el ya no quiere juegos…

—¿Taehyung?

Por primera vez lo escucha pronunciar su nombre, algo alejado de los honoríficos. Puede ver cuan desesperado esta por ir tras suyo, pero lo detiene con su pie, lo deja en su lugar causando incógnitas en el pelinegro.

Se acerca con lentitud bajando poco a poco, toma a Jeon de los hombros y se va haciendo paso entre el palpitante falo de su estudiante. Lo estaba haciendo, estaba por montar a su alumno.

¿Acaso esa era una escena de algún capítulo hentai?

Suspira cuando entra por completo, su interior se acostumbra al cálido palpitar, ¿incorrecto? Lo era, desde el primer momento que quiso tener esa dura verga en su culo, desde el primer momento que quiso que ese pelinegro lo hiciera suyo, desde que fantaseo con que alguien le dominara. Probablemente sería despedido si alguien se entera, no estaba recurriendo al chantaje contra algún alumno, más bien era a el a quien habían chantajeado para tener sexo.

Una puta, así se sentía.

Lastimosamente para el, eso le gustaba.

—¿Con que te gusta montar las vergas de tus estudiantes?

Lo escucha pronunciar aquello, esta vez puede ver con claridad su rostro que se divertía con las muecas de satisfacción al dejarse caer contra su dura polla. Algo caótico que le gustaba.

No quiere darle la razón, pero si que la tenía, le gustaba montarlo. Porque hace mucho tiempo no había tenido algo que le hiciera excitar de tal manera como lo había hecho Jeon Jungkook.

Procurar tener aquel placer con su joven alumno estaba completamente mal, querer satisfacer sus fantasías sexuales en un salón de clases también estaba mal, pero el no era el culpable, el culpable estaba frente a el, sudando y marcando su cuello como un animal en celo, el era el culpable de esa situación, Jeon no era un cordero, ya era un adulto… Un adulto con piel de lobo…

Nunca había leído la Biblia, pero probablemente tendría que hacerlo, porque después de esto tendría que recurrir a un exorcismo por culpa del acalorado demonio que vivía dentro de Jeon, era imposible que aquello fuera real, el como el menor lo levantaba entre sus brazos con total facilidad y lo hiciera chocar contra la pared tampoco era real.

Solo puede rezar por que aquel suceso no salga de esas cuatro paredes, que el único personaje secundario sea el atardecer y que aquel momento se lleve consigo la lujuria que consigo lleva.

Pero sabia que eso era imposible.

—Mierda, creo que también próximamente tendré que rectificar calificación con mi adorado profesor.

Se divierte, Jungkook lo hace, lo hace porque sabe que lo tiene en la palma de su mano. Lo tiene delirando tomando sus cabellos con fuerza y apretando su polla como si su vida fuera de ello.

Estaba completamente en una nube de humo que le tenía nublado los cinco sentidos, estaba echo un lio cuando sintió aquel lugar exclamar por ser allanado.

—J-jungkook.

Sin delicadeza y gentileza alguna lo vuelve a tomar para encaminarlo a la mesa de su adorado mayor, quien ahora no es más que un pequeño borrego llorando para que terminara.

—¿Te gusta esto?

Le escucha apenas balbucear, esta echo un desastre…

Sin esperar más a sus instintos, dio una, dos, tres embestidas más a ese lugar, acabando con una corriente eléctrica, manchando a su paso, su estómago y escritorio.

—¿Me pasará con diez?

—J-jodete.

Lo había logrando, había devorado a su presa…

SPIDER

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