Yo soy el Hombre Araña
— mf, mff, mff...
— Di todo lo que quieras, pero no te dejaré ir — le decía Peter, mientras bajaba lentamente gracias a su telaraña — Aunque debo admitirlo, fue una gran batalla...
Al bajar, había varias patrullas, y reporteros. Peter les dio a los policías a Electro y les dijo que lo mantengan alejado de cualquier zona con electricidad. Todos estaban sorprendidos de verlo.
No tenía idea de quien era. Solo que había sido visto junto a los Vengadores en Berlín y que había salvado a un par de personas.
Peter estaba herido y cansado, apenas y pudo subirse encima de un coche de patrulla. Pero estaba feliz de haber logrado detener a ese sujeto.
Se preparaba para irse balanceándose con su único lanzatelarañas funcional que le quedaba cuando...
— Disculpa, pero... ¿q-quién eres? — le pregunto el oficial de policía Stacy, y varios reporteros y camarógrafos se acercaron con sus micrófonos.
Esto era una gran noticia.
Peter se sorprendió a que le preguntaran eso. Sobretodo, por la atención que estaba recibiendo.
— ¿Quién... soy? — respondió, exhausto — Soy... el que conocen como amenaza... el que lo da todo para proteger a los inocente... un héroe... Yo soy, el Hombre Araña — respondió para después disparar una red e irse balanceándose de allí.
Era la primera vez que hacía eso.
Se había sentido raro presentarse a los policías... hasta le daba un poco de vergüenza.
Pero ya lo había hecho.
Peter fue hasta su departamento, no sin antes hacer una parada y tomarse algunas fotos para el Bugle.
Pensaba que en ese momento tenia la mayor suerte del mundo.
Logró meterse a su cuarto y hacerse el dormido, su tía May no lo fastidio y pudo descansar.
Finalmente... eran vacaciones.
***
Aunque había algo que no podía dejar de pensar y era en Gwen.
Peter, al ir el lunes al ultimo día de clases, no se encontró con Gwen y no pudo disculparse bien por dejarla.
Aparte que Stark estaba molesto con él y era muy seguro de que nunca lo llamarían para una misión con los Vengadores.
Aunque el Hombre Araña había ganado esta vez... Peter Parker no tanto.
Un clásico en su mala suerte.
***
— Peter, ya voy a salir, ¿necesitas algo? — le preguntaba May a Peter, desde la puerta.
— No... nada — le respondió Peter desde su cuarto.
— Ok, nos vemos en la noche — le respondió, mientras cerraba la puerta.
— ¡Es hora de ser héroe! — dijo Peter mientras se levantaba de su cama de un salto y sacaba su traje casero — O tal vez no... — estaba completamente destruido — Claro, apenas pasaron 3 días... Debo buscar tela.
El castaño salió de su apartamento y bajó hasta el último piso, pero entonces, se encontró con alguien.
— Hola Pete, ¿adónde vas? — le pregunto Mary Jane desde las escaleras del edificio.
— ¡¿MJ?! — se sorprendió Peter — Yo...ah...no voy a ninguna parte...
— Esa es una mala forma de desviar la pregunta.
— ¿Y tu que haces aquí, MJ?
— Desahogándome — respondió sentándose en las escaleras y bajando la cabeza.
— ¿Pasa algo?
— No es nada, Pete. Yo... — le respondió fría — Me tengo que ir, nos vemos
— H-Hasta luego, MJ — dijo despidiéndose Peter mientras veía como entraba al edificio — Debo darme prisa y comprar tela...
Luego de comprar tela en la tienda de Raimi, se fue rápidamente a su departamento. Entró y empezó a tejer lo mas rápido que pudo. Reviso su traje y noto como se veían las zonas tejidas, pero no le dio importancia.
Luego de revisar por treinta vez su teléfono para ver si le vino algún mensaje de Stark o de Happy, se pudo su traje y salio a salvar gente, ya que su responsabilidad por tener ese poder lo obligaba.
— Mira mami, es el Hombre Araña — le dijo una niñita a su madre mientras veía a Peter balanceándose.
— ¡Oye Araña! ¡Gran trabajo deteniendo al tipo azulado! — le dijo otro hombre.
— Ok, esto es raro... — se dijo Peter mientras descansaba sobre un edificio — Parece que la gente me reconoce.... ¡Eso es genial! ¡Ahora seré respetado y todos conocerán mi nombre! — gritó emocionado.
Mientras Peter disfrutaba de eso, en otro punto de la ciudad, en un lugar escondido había una nueva amenaza.
— Parece que hay un nuevo héroe en la ciudad — le decía un hombre de tés morena a un anciano narizón y con cara de amargado.
— ¿Y qué? — le respondió mientras movía varios aparatos — No sera más que un estorbo para el jefe
— ¿Estas seguro?, derrotó al tipo que nos robo el reactor...
— Pues claro que lo derrotó, le dimos a... su nombre... ah, Electro, sí. Le dimos un reactor defectuoso, por eso lo derrotó.
— Que listo, ¿y cuando llega el jefe?
—Tranquilo Herman, nuestro jefe fue a entregar un pedido especial a un cliente especial
— Muy bien, Chapucero — le respondió — ¿Cual dijiste que era su nombre clave?
— Siempre lo olvidas — le dijo burlándose — Ese nombre es, "el Buitre"
— No muy original... — dijo Herman.
— Cierra el pico.
— Mira quien habla...
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