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Todos Juntos

Miles subió hasta el último piso del edificio que le dijo su amiga.

Allí, Phin lo estaba esperando.

— ¡Oye, melaza! — le llamó Phin, refiriéndose al abrigo que llevaba Miles — ¡Ven, rápido!

Los dos chicos caminaron hasta un pequeño compartimiento en el suelo.

— Por eso querías que nos viéramos aquí... — dijo Miles, recordando lo que habia ahí dentro.

— Casi me voy — le dijo su amiga — Tardaste demasiado.

— Disculpa por eso...

— Ayudame, se atascó....

Miles se agachó y, usando su nueva fuerza, abrió el compartimiento, dejando ver una pequeña caja, con cerradura, en su interior.

— La cápsula del tiempo tuvo días mejores — dijo Miles, viéndola.

— ¿Recuerdas la combinación? — le pregunto Phin.

— Sí, es, eh...

***

Un señor mayor empezó a ingresar la combinación en la caja y ma abrió. Se trataba del hermano de Phin.

— ¿Bromean? — dijo Rick — Van a tener que memorizar este código. No siempre estaré cerca para decirselos.

— Lo recordaremos, sí, lo haremos... — le dijo Phin, entre risas.

— "Lo recordaremos" sí, sí, bien... — repitió Rick — Ahora, ¿qué van a poner dentro de eso...?

— Una cápsula del tiempo secreta — respondió Phin — Solo Miles y yo sabremos.

— ¡Bum! Eso es — le dijo — En secreto, estará a salvo.

— Oye, Rick — dijo Miles — ¿Tomarás el trabajo en Roxxon o qué?

— ¿Por qué? — le dijo Rick — ¿Lo tomarás sí no lo hago yo?

— Quizás — respondió Miles — Sí al final no voy a Horizon High... espero ver la oferta.

— Ok... competencia, ¿eh? — dijo, riendo — Pues, me están proponiendo algo bueno. Quieren que dirija su grupo de energía limpia. Y ya me conoces...

— ¡La energía limpia salvará al mundo! — dijeron Miles y Phin, al mismo tiempo.

Ante eso, Rick los abrazó, riendo.

— Adoro a mi club de fans nerd — dijo Rick, recibiendo una llamada — Hablando del rey de Roma... Roxxon. Ya regreso.

Rick respondió la llamada y se alejó un poco de los chicos.

Phin se dispuso a poner algo en la caja y la cerró.

— ¿Recuerdas la combinación, no? — le pregunto Phin.

***

— La secuencia de Finonacci — respondió Miles.

— ¡Bien! — dijo Phin, ingresando los números.

Al abrir la caja, vieron un cubo azul transparente, con la palabra "SPACEBOUND", además de sus nombres en él.

— ¡El premio! — dijo Phin, emocionada.

— Digo, el convertidor de energía era bastante bueno — dijo Miles.

— Es cierto — dijo Phin — ¿Crees que aún lo exhiban en el centro científico?

— Eso espero...

Phin sacó el cubo y, pegado detrás de él, había una foto. Eran de ellos dos, junto a Rick.

— Miranos... — dijo Miles — Que bobos. Aunque Rick se ve más cool que nunca.

— Sí... — dijo Phin, agachando la cabeza.

— ¿Le pasa algo? — pregunto Miles, viendo a su amiga — ¿Pelearon o algo así?

— No... no peleamos — le respondió — Estamos bien...

— Phin... — le dijo Miles — ¿Por qué perdimos contacto?

Phin hizo una pausa. Agacho la cabeza y vio su reloj. Ya estaba a punto de anochecer.

— Rayos, ya voy tarde — dijo Phin, dándole el cubo — Debo irme.

— Oye, siento que ambos estamos ocultando algo — dijo Miles — La próxima vez... sin secretos, ¿está bien?

— Sí — respondo — Eh... tal vez. Si llegas puntual. Hasta pronto, chaparrito.

— Sabes que soy más alto que tú, ¿verdad?

— Aquí no — le dijo, señalando su cabeza.

Miles río y vio como su amiga se retiraba.

Entonces, se dio cuenta que era tarde para él. Pronto empezaría el mitin de su madre.

El joven moreno se puso su traje y empezó a saltar hasta su departamento.

En verdad había extrañado ver a su amiga Phin. Desde que se cambió de escuela, las cosas se volvieron diferentes.

Miles tenía entendido que Phin de había ido a la escuela Midtown, mientras él estaba en Horizon High. Pero, poco a poco, su relación se fue separando más y más.

Y cuando blipearon, las cosas empeoraron aún más. Por suerte, parecía que volvían a estar más unidos.

Miles no tardó en llegar a casa y en cambiarse. Su madre no estaba allí, solo su hermana y Ganke.

— ¿Cómo van las cosas? — le pregunto su amigo — ¿Verdad que el Amistoso Vecino es una gran idea?

— Le sirve mucho a las personas — dijo Miles — Aunque cada vez es más difícil ir a pie.

— Me pregunto cuando empezaras a segregar telaraña...

— Solo espero que no sea por el trasera.

— Imagina todos los usos.

— Prefiero no hacerlo.

— Claro, sí, es incómodo — dijo Ganke — Hablando de incómodo... ¿cuándo le dirás a Anya que eres el Hombre Araña?

— ¿Qué? — preguntó Miles — ¿Por qué le diría?

— Confiaste en mi para decirme tu secretos — le dijo — Pero Anya fue tu amiga por más tiempo... creo que es hora de que sepa la verdad.

— No... no, y no sé sí deba decirle...

Miles aún recordaba la vez que salió corriendo. Cuando ese sujeto naranja los atacó y huyó, dejando a su amiga a su suerte.

— Seria algo incómodo — dijo Miles.

— Bueno, pero estoy seguro que pronto lo descubrirá — le dijo — Ella es muy lista y... creo que ya tiene sospechas.

— ¿Miles? — dijo Anya, entrando a la casa — Creí que no estabas en casa.

— Ah, yo... — dijo el moreno, nervioso — Entre por la escalera de incendios.

— ¿Por el pequeño parque? — dijo la chica — Yo estaba por allí...

— Sí, bueno... creo que no lo viste por lo oscuro que está esa zona — hablo Ganke.

— Todo está iluminado por el mitín...

— ¡Cierto, el mitin! — dijo Miles — Rápido, o llegaremos tarde.

Los tres chicos bajaron las escaleras hasta salir a la calle.

Allí, vieron a un montón de personas reunidas, bailando y celebrando en las calles.

Si que parecía una fiesta.

Estos jóvenes empezaron a caminar en dirección del escenario, donde estaría su madre.

— Teléfono... listo, tarjeta del metro... listo — dijo Ganke, revisando sus cosas — ¿La llave de la casa?

— Sí, la tengo — dijo Anya — Las revisaste tres veces antes de venir.

— Nunca son suficientes — le respondió — Oh no, ¿y mi cargador portátil?

— En tu mochila...

— Ah, ya lo sabía...

Miles río ante eso. Su amigo Ganke se preocupaba por muchas cosas.

En eso, cuando volteo, vio a su tío Aarón. Era extraño, no sabía que iba a venir.

Estaba hablando con unos tipos raros.

— ¿Tío Aarón? — dijo Miles, acercándose.

— ¡Miles! — dijo el Sr. Davis, sorprendido de verlo — ¡Hola! ¿Cómo vas?

— Bien, disfrutando un poco del mitin — le respondió su sobrino — No sabía que vendrías.

— Solo será por un momento — le dijo — Ya sabes, los trenes no se mueven solos.

— Es verdad — dijo Miles — ¿Escucharas lo que dirá mi mamá?

— Prefiero hacerlo desde aquí, gracias.

Los tres chicos continuaron su camino hasta quedar enfrente del escenario. Habían varios tipos de Roxxon vigilando la zona.

Como quedaba cerca de la Plaza, Simón propuso que ellos fueran los que se encargaran de la seguridad.

Río no estaba del todo segura, pero no tenía más opción. La mujer cambió hasta arriba del escenario para empezar a hablar.

— Buenas noches, vecinos — dijo la madre de Miles — ¿Recuerdan todo lo que perdimos cuando Roxxon demolio este bloque?

— Oye, ¿estás bien? — pregunto Ganke.

— Sí... — respondió Miles — Es solo que la última vez que hicimos esto con mi papá...

— Todo estará bien — le dijo Anya — Tu mamá cuenta con gente que la cuida.

— Además, ahora eres el Hombre... — empezó a decir Ganke.

— Shh.... — lo cayó Miles, a lo cual Anya lo miró extrañada.

— ¡Y ahora, Roxxon transporta NuForm, su combustible experimental por toda la ciudad! — seguía hablando Río Morales — ¡Pero no nos dicen sus riesgos!

En ese momento, una de las grandes pantallas que había a un costado empezó a fallar, llamando la atención de todos los presentes.

La imagen cambió a la de un tipo morado y amenazante. Miles lo reconoció de inmediato de los archivos de su padre.

Era el Merodeador.

"Este mensaje es para Roxxon: Simón Krieger, a quien obedecen, es un asesino. Esta Plaza es un monumento a todo lo que él ha hecho. No permitiré que la habrán. Los UnderGround lo detendrán"

En ese momento, un montón de tipos de esa mafia joven cayeron al suelo y empezaron a atacar a los soldados de Roxxon.

Miles trató de ir por su madre, pero Ganke lo detuvo.

— ¡Te necesitan! — le dijo — ¡Yo ayudo a tu mamá!

— ¿De qué hablas? — le pregunto Anya — Tenemos que ayudar a la señora Morales.

— Prometo que te lo explicaré todo luego... — dijo Miles, corriendo de allí.

Los dos chicos fueron donde la madre del joven de Brooklyn, quien había caído al suelo y se agarraba el brazo con fuerza.

La ayudaron a levantarse y empezaron a correr lejos de allí.

Miles no tardó en ponerse su traje y en salir a la calle.

Los UnderGround tenían a los soldados de Roxxon tras las cuerdas, así que fue a ayudar.

— ¡Atacaron el mitín equivocado! — dijo Miles, empezando a golpear a los tipos.

Los trajes morados de los UnderGround resistían sus golpes, lo que le hacía más difícil.

Aún así, debía dar todo de sí para proteger a las personas.

Miles, llegamos a casa — le dijo Anya, llamándolo — Nadja llevará a tu mamá al hospital.

— ¡¿Qué?! — dijo Miles, recibiendo un golpe que lo estrelló contra la basura — ¿Está bien...?

Se lastimó el brazo al caer — le respondió — No te preocupes, la estamos cuidando...

— ¿Puedes pasarme con Gake?

Espera, dime dónde estás...

— Por favor, Anya....

La chica dudo por unos momentos y le dio el celular a su amigo.

¿Qué sucede?

— ¡Este ataque no tiene sentido! — dijo el joven, esquivando un golpe — ¡Creí que querían NuFrom, pero aquí no hay! Debo averiguar cuál es el siguiente paso de su líder y Tinkerer...

Bien, entraré a tus sistemas — le dijo — Te ayudaré como pueda.

— Llama al Hombre Araña — le dijo Miles — Su número está en mi escritorio.

¡Entendido!

— Y, ¿Ganke? — dijo el moreno — Gracias a ti y a Anya por ayudar a mi mamá...

Cuando quieras — dijo, colgando la llamada.

El moreno siguió luchando lo más que podía, junto a los tipos de Roxxon, pero entonces, hubo un pequeño temblor.

Eso fue extraño. Pero lo fue más, ya que venía junto al sonido de explosiones.

Miles saltó hasta arriba de un edificio u vio como el puente Braithwaite empezaba a estallar.

La cosa había comenzado a salirse de control. El joven empezó a saltar hasta el puente, tratando de llamar al Hombre Araña, pero sin recibir respuesta alguna.

Esto le preocupaba. No sabía lo que iba a pasar, pero no tenía tiempo que perder. Gente estaba en peligro.

El moreno aterrizó en la estructura del puente, viendo cómo todo estaba en llamas. Peor había un vehículo que no lo estaba.

Era uno de Roxxon.

Lo de la Plaza fue solo un calentamiento — dijo Ganke, comunicándose con él.

— O una distracción... — dijo Miles, viendo a los UnderGround cerca del camión.

Los pocos soldados de Roxxon se prepararon para atacar a los UnderGround, pero entonces, el joven cayo en medio de ellos, deteniendolos.

— No nos disparamos, ¿quieren? — les dijo Miles a ambos bandos.

Pero entonces, detrás de los UnderGround, hizo aparición Tinkerer, junto al Merodeador.

La chica con capucha saltó y pateó al joven héroe hasta el pasamanos del puente, donde dos tipos lo agarraron y lo mantuvieron allí.

Los tipos de Roxxon empezaron a disparar, pero los superaban en números y no tardaron en acabar todos derribados.

— No perdamos más tiempo... — dijo Merodeador a la chica.

— De acuerdo... — respondió, acercándose a las puertas traseras del camión.

En frente de estas, y usando sus partículas, formó dos cadenas que arrancaron las puertas.

Dentro, habían grandes cápsulas que contenían la sustancia de NuForm.

Tinkerer entro y reviso una de las cápsulas. Era justo lo que necesitaban para tener éxito en su plan.

— Deshaganse de él — dijo Merodeador, viendo al joven héroe — Luego, agarren todo lo que puedan.

Miles, da la impotencia de no poder hacer nada, logró activar su Poder de Veneno y dejar fuera de combate a los dos tipos que lo sujetaban.

Luego, saltó hasta Tinkerer y trató de quitarle el NuForm, pero no desactivó su Veneno. Seguía activo.

Esto no sólo comenzó a afectar al combustible, sino también al traje de Tinkerer.

La electricidad lo hizo empezar a fallar, hasta que, de pronto, la mascara de la villana se apagó, dejando ver su rostro.

Se trataba...

De su amiga, Phin.

— ¡¿Qué rayos haces?! — dijo Tinkerer, viendo el extraño cambio del NuForm.

— ¿Phin...? — fue lo único que pudo decir Miles.

Merodeador se acercó rápidamente y, de una patada, lo estrelló dentro del vehículo de Roxxon.

Dentro del camión, la Bioelectricidad de Miles se transmitió a todo el combustible del lugar, sobrecargandolo.

Los UnderGround lo miraron, temerosos a que sucediera algo malo.

Pero, aún así, ese temor se cumplió.

Todo el combustible estalló en mil pedazos, haciendo volar el camión y provocando que se destruya varios cables que mantenían firme el puente.

Todo el lugar empezó a estallar.

— Esto no era parte del plan... — dijo Tinkerer, viendo cómo todo se destruia.

— Tienes un NuForm — dijo Merodeador — Luego pensaremos en algo. ¡Hay que irnos!

Los UnderGround empezaron a saltar y a huir de allí.

Miles logró levantarse de los escombros, adolorido, pero vivo.

Al ver como se iban, trató de seguirlos, pero el sonido de los cables desprendiéndose, más los gritos de las personas asustadas, lo hizo ir hacia donde estaban.

Mientras corría, notó como la Bioelectricidad seguía en sus manos. Esto le preocupó, ya que podría dañar a las personas con tocarlas.

Pero entonces, se desactivó.

El joven Morales paró en seco y vio sus manos. Luego, pensó en encender su Veneno y así sucedió.

Finalmente tenía un control a ese extraño poder.

En eso, el grito de un camión, a punto de caerse porque el puente se estaba partiendo en dos lo hizo reaccionar y correr hacia ellos.

El bus iba a caer por la gravedad, así que Miles lo sostuvo con todas sus fuerzas, deja el todos salieran.

Lastimosamente, el vehículo descendió más, no dejando al conductor bajar.

Miles los sostuvo con todas sus fuerzas, pero se iba a romper el metal desde donde lo sostenía.

Se le ocurrió una idea, pero era una loca.

Aún así, no le quedaba más opción que intentarla.

El moreno jalo el bus hacia el luego se estrelló contra el vidrio, agarrando al señor y estrellándose contra la ventana trasera.

Ambos estaban en el aire, cayendo, pero el joven vio una estructura de madera e hizo que ambos se estrellaron allí, poniendo al conductor a salvo.

Pero entonces, el puento colapsó por otro lado, dejando un pedazo de este colgando.

Y en ella, había gente. Estaba en peligro.

Miles saltó hasta llegar allí. Del suelo, agarro un gran pedazo de fierro y lo puso como un camino, para que cruzaran.

Pero esto no funcionó.

La zona donde estaba parado colapsó, provocando que Miles casi cayera al agua.

La situación definitivamente se le había salido de las manos. No podía salvar a estas personas.

Todos iban a morir, e iba a ser por su culpa.

Todo a su alrededor empezó a volverse negro. Iba a ocurrir otra vez. Una tragedia, igual que en el ayuntamiento.

Otros niños iban a perder a sus padres por su culpa.

Esto no podía estar pasándole.

No podía...

— ¡Hola, Hombre Araña! — dijo una persona, disparando sus telarañas.

El héroe, que vestía un traje rojo y azul, había llegado. El Hombre Araña original.

Este disparo sus telarañas entre el pedazo y lo que quedaba del puente, acercando ambos hasta una distancia que pudieran cruzar.

— ¡Hombre Araña! — dijo Miles, levantándose del suelo.

— ¡Ayuda a las personas a cruzar! — le pidió el héroe.

— ¡Sí!

Miles se acercó a las personas y empezó a ayudarlas a llegar hasta el otro lado, tomándole de la mano o cargandoles.

Pero entonces, otro cable se soltó, provocando que la última mujer en cruzar empezara a caer.

Miles gritó de desesperación, viendo como caía al vacio, mientras Peter, impulsandose con sus telarañas, fue disparado hacia ella.

El joven la atrapó en el aire y se balanceo, tratando de salir de subirla al puente.

— ¡Gracias por viajar en aerolíneas Araña! — dijo Peter — Por favor, abrochese sus brazos contra mi cuello.

Pero este ya empezó a colapsarse por completo.

Los vehículos empezaban a caerse al río, al igual que los escombros.

— ¿El viaje de hoy será muy agitado debido a los problemas en el tránsito! — dijo el castaño, esquivando los vehículos — ¡Por suerte, este viaje cuenta con un seguro contra accidentes, pero no contra caída de puentes!

El héroe logró subir a la señora hasta el otro extremo del puente, donde Miles lo esperaba con los demás.

Los ciudadanos aplaudieron antes este hecho, felicitando al Hombre Araña por salvarlos.

Mientras Miles, veía toda la destrucción que él mismo había provocado.

— Yo hice esto... — dijo Miles — Mis poderes... lo hice explotar...

— Hey, chico — le dijo el héroe — Tranquilo, todo estará bien... solo....

Un cosquilleo hizo a ambos voltear.

Los soldados de Roxxon empezaron a acercarse hasta ellos.

— Caballeros... — dijo Peter, viendo a los soldados — Supongo que no vienen por un autógrafo.

— ¡Todos están a salvo! — dijo Miles — Tras la explosión, el puento comenzó a...

— Los dos Hombres Araña están en la mira, ¿cómo procedemos? — dijo, uno de los soldados.

Peter entre cerro los ojos, preparándose para luchar.

— ¿Se puede saber de que hablan? — les pregunto el héroe.

Los soldados apuntaron sus armas, listos para disparar.

— ¡No! — dijo Miles, levantándo sus manos — ¡No somos el enemigo!

La gente empezó a quejarse, debido a que fueron ellos quienes salvaron sus vidas.

Los soldados de Roxxon se empezaban a distraer por eso.

Mientras Miles, temblaba de miedo. Si lo atrapaban, todos descubririan la verdad y sería el fin para su vida.

Estos pensamientos empezaron a llenar su cabeza, sin darse cuenta que sus manos empezaban a desaparecer de la vista de todos.

Luego sus piernas.

Cuerpo.

Hasta desaparecer por completo.

Se había vuelto invisible.

— Vaya... — dijo Peter, quien había desaparecido por completo — Es todo una caja de sorpresas.

Miles, aprovechando este nuevo poder, saltó y se fue de allí, rápidamente.

Peter se quedo mirando el lugar donde había estado Miles, por unos segundos.

— Sigues aquí, ¿cierto...? — pregunto el héroe. Luego, volteo hacia los soldados de Roxxon — ¿Alguno conoce el juego de las traes? ¡Las traes!

El Hombre Araña saltó y se fue de allí, balanceándose, mientras era disparado.

El joven moreno estaba cerca de allí, viendo el puente destruido.

— ¡¿No qué Roxxon estaba para servirnos?! — dijo Miles, llamando a Ganke — ¡Iban a dispararme!

Lo sé, Miles — le respondió Anya.

— ¡Anya! Yo me refería...

Lo vi todo desde la computadora de Ganke...

— ¿Incluso lo de Phin...?

Sí... — le dijo — ¿Estás bien?

— No lo sé...

***

Finalmente había amanecido. La mañana del 26 de diciembre.

En las noticias, Simón Krieger se había encargado de echarle toda la culpa a los dos héroes por la destrucción del puente.

Ni siquiera había estado el Hombre Araña cuando estalló el camión.

De todas formas, el daño ya estaba hecho y la imagen del verdadero Hombre Araña había sido perjudicada, por su culpa.

Miles había pasado toda la noche explicándole a Anya sobre sus poderes y como los había obtenido.

Ella estaba sorprendida como su amigo le había ocultado toda esa información tan bien.

— ¿Quieres desayunar? — pregunto Ganke, entrando al cuarto del joven.

Miles estaba decaído, mientras trazaba dibujos en su cuaderno de posibles trajes.

— Phin es Tinkerer... — dijo Miles, finalmente — Se robó el NuForm... no sé por qué... y es mi culpa que el puente explotara.

— Eso no es... — trato de hablar Anya, pero entonces, tocaron a la puerta de la habitación.

Río Morales entró allí.

— Tengo que ir a la sede de la campaña — le dijo su madre — ¿Necesitan algo mientras estoy afuera? Podría traerles dulce de coco...

Miles la miro extrañado ante la noticia.

— Pensé que renunciarías después de anoche — le dijo su hijo.

— ¿Por qué lo haría? — pregunto — Dije que lucharía por mi hogar, y es enserio.

— Pudiste... pudiste haber muerto.

— Nuestra familia no se rinde — le dijo Río — Ya lo sabes...

Su madre se dio media vuelta y se dispuso a salir de la habitación.

— ¡Mamá! — le dijo Miles, deteniendola — El dulce de coco estaría genial. Si no te molesta...

— Para nada...

La señora le sonrió y salió de la habitación.

Cuando lo hizo, el moreno se sentó en su cama, cansado. Miraba su cuaderno sin parar.

— Cuando obtuve estos poderes, pensé que podría arreglar.... hacer lo que fuera, como el Hombre Araña.... — se quejó Miles.

De repente, una telaraña fue disparada hacia su cuaderno, siéndole arrebatado.

En la escalera de emergencia, se encontraba Peter Parker, sonriendole y sorprendiendo a todos los presentes.

— Peter... — dijo Anya, viéndolo entrar a la habitación.

— Cuando dices "Hombre Araña", siempre te refieres a mí — le dijo Peter, devolviendole el cuaderno — Tú también eres el Hombre Araña. Puedes arreglarlo.

— Eres el Hombre Araña... — dijo Miles, sorprendido.

— ¡Increíble! — grito Ganke, de emoción.

Peter miró a todos, incluso a Anya quien tenía una mirada de enojo.

— Necesito que me acompañen.

Peter los llevó a un callejón cercano del departamento de Miles, donde había un gran camión.

El castaño realizó cuatro toques a la puerta y se abrieron. Dentro del vehículo, se encontraba Happy, esperándolo.

— ¿Por qué tardaste tanto? — le pregunto Happy.

— Quise hacer una buena entrada — respondió Peter.

Dentro del camión, había una gran tecnología Stark, con varias pantallas y mesas de trabajo, junto a máquinas extrañas.

Los tres amigos miraban sorprendidos todo el lugar.

— Un traje no te hace un héroe — dijo Peter — Pero sí que necesitas uno urgentemente.

— ¿Me harás un traje? — pregunto Miles.

— Haremos uno — le dijo Peter — Juntos.

Miles sonrió ante esto y sacó su cuaderno.

Y así, las horas empezaron a pasar volando.

Los tres chicos empezaron a trabajar en alguna tela que pueda soportar el Poder de Veneno del joven de Brooklyn.

Mientras, Peter el enseñaba a Miles a disparar telarañas. Al ver que era desde una máquina, el joven rió por lo tonto que fue el pensar que en algún momento segregaria.

El color del traje fue también otro dilema para los jóvenes.

Morado, rosa, naranja, azul o verse.

Muchos de estos colores pasaron por las mentes de los chicos, pero ninguno les convencía. Hasta llegar al negro y rojo.

Ganke se encargó de carga el Amistoso Vecino, no solo al nuevo traje de Miles, sino al del Hombre Araña.

Miles trató de tomar café de cabeza, pero terminó derramando todo en el suelo y haciendo enojar a Happy.

Pero todo este trabajo, dio sus frutos.

Alguien, además de Peter Parker, se encontraba balanceándose por las calles de Nueva York.

Un nuevo héroe, que no usaba el característico rojo y azul.

Su nombre, era Miles Morales.

Y era, el nuevo Hombre Araña.

— ¡Hola, Nueva York! — grito Miles, emocionado de balancearse por la ciudad.

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Muy buenas, señores!!!!

Como pueden ver, hubo cambios con respecto a la historia del videojuego ^^.

Espero les este gustando!!

Y nos vemos en el próximo capítulo!

Publicado el 10/02/21

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