— Quisiera poder ayudar al Doc... — se dijo Peter a si mismo — ¿Quizás llamar a Harry? ¿Pedirle que hable con su padre...? No.... Norman nunca lo escucha....

El castaño se encontraba sentado en una cornisa de un edificio. Había estado pensando en formas de ayudar a Octsvius, que ya se había hecho de tarde.

— Hombre Araña, Shocker escapó — le dijo Yuri, llamándolo — Y ahora está robando un banco en la calle 31 este.

— ¡¿Qué pasó?! — pregunto el castaño — ¡Pensé que estaba tras las rejas!

— Lo estaba — dijo — Pero uno de los guardias se acercó a su celda y lo liberó. Y luego le devolvió su traje.

— ¡Sabia que Shocker trabajaba para alguien! — dijo, mientras empezaba a balancearse — ¿Interrogaste al guardia?

— Ojalá pudiera, pero está muerto — le respondió Watanabe — Quienquiera que haya liberado a Shocker, no quería cabos sueltos...

— ¡Maldición!

— En las grabaciones de seguridad, el guardia parecía estar en una especie de trance — rebeló Yuri — Y debió ser la iluminación, pero parecía que sus ojos brillaban.

— ¡Que escalofriante! — dijo el castaño, terminando la llamada — ¡Veré que puedo averiguar del propio Shocker cuando llegue al banco!

El héroe estaba cerca del banco, cuando recibió otra llamada. Era Felicia.

— Oye Peter, estuve investigando a los Demons — le dijo — Parece que establecieron una base de poder en el vacío dejado por Fisk...

— Un vacío que cree yo al encerrar a Fisk.... — se dijo Peter, recordando el periódico que su jefe había publicado:

"Nuevo desastre ocasionado por la amenaza arácnida. Prepárense para las guerras de pandillas"

— Jameson tenía razón... — dijo el castaño — Soy responsable por los Demons...

— ¿Y qué harías? — le dijo Felicia — ¿Dejar que Fisk siguiera jugando a ser el Padrino? ¿Estás bien? Suenas más deprimido de lo normal.

— Octavius y yo perdimos todo el trabajo... — le dijo Peter — La ciudad... Norman, en realidad.... nos quitó la financiación...

— Lo siento, Pete... — le dijo la peliblanca — Si Harry estuviera aquí, haría entrar en razón a su padre. Ya encontrarás otra fuente de ingresos...

— Sí, bueno... gracias Felicia... — dijo, terminando la llamada — Hablamos pronto...

El castaño colgó y llegó al banco donde estaba Shocker.

Al entrar, vio al villano entrar que la caja fuerte. Montana pudo un montón de fajos de billetes en dos grandes bolsas y se dio la vuelta para salir de ahí.

Lo que no se esperaba, era ver al justiciero colgado de cabeza y esperándolo.

— Montana, tiempo sin vernos — dijo, sarcásticamente — ¡No soy abogado, pero estoy seguro que violas tu libertad condicional!

El castaño dos de sus redes a los brazos de Shocker, lo que hizo que soltara las bolsas. Peter se impulsó hasta él y volvieron a entrar a la bóveda. El héroe se encargó de cerrar la puerta metálica antes de entrar.

— ¡Creo que nos quedaremos atrapados aquí por un rato! — bromeo el héroe — ¿Quieres jugar a algo?

Shocker trató de darle un golpe sónico, pero el castaño lo esquivó.

— ¿No? — dijo, extendiendo su mano — ¿Guerra de pulgares?

El villano lanzó una fuerte onda de choque que mandó a Peter a volar, destruyendo la puerta de la bóveda y terminando en el gran salón del banco.

— ¡¿Ahora tus guantes son digitales, no?! — dijo el castaño, levantándose del suelo.

— ¡De acuerdo! — dijo el sujeto — ¡Sí quieres pelear, pelea!

Shocker empezó a disparar sus ondas de choque, pero el castaño lograba esquivarlos con mediana facilidad.

— ¿Recuerdas nuestra primera pelea? — dijo Peter, recibiendo una de las ondas y estrellándose contra la pared — Yo era joven e ingenuo...  Tu solo eras ingenuo...

El arácnido empezó a envolver a Shocker en telaraña, pero las ondas lo liberaban del ataque.

— ¡Hablas demasiado! — le dijo Shocker — ¡Me agradabas más cuando estabas muerto!

— ¡Bueno, eso puede deducirse! — le dijo el castaño, recogiendo un gran escombro del suelo y lanzandolo al villano — ¡¿Hay una medida estándar para saber cuanto debe hablar una persona?!

El escombro hizo que Shocker se estrellara contra la pared, pero esto no hizo que se detuviera. El villano empezó a lanzar más ondas.

— ¡¿Por qué haces esto, Montana?! — pregunto el castaño, esquivando los escombros que caían del techo, debido a la destrucción.

El héroe se puso sobre una gigantesca estructura decorativa en el techo del lugar, a lo cual Shocker disparó, desestabilizandolo.

— ¡Porque si no lo hago, me matarán! — le gritó el villano.

Peter lanzó otro escombro, lo que hizo confundir al sujeto. Entonces se acerco lo más que pudo y lanzó sus redes a los brazos del villano. Luego, los puso en forma de equis, apuntando a la cabeza del tipo.

— Sabes, la gente ya no usa los bancos — le dijo Peter — ¡Tuviste suerte de encontrar efectivo!

El arácnido lanzó una de sus redes al techo y lo pegó a la pierna de Shocker, dejándolo de cabeza.

— Sí realmente quieres robar banco, invierte en la bolsa... Oh no...

Shocker logró liberar uno de sus brazos, atacando a la araña, mandando a volar. Luego, disparo a su otro brazo y finalmente, destruyó la red que lo mantenía colgando.

— Si me dices para quien trabajas, puedo ayudarte a hacer un trato — dijo, esquivando las fuertes ondas de choques.

— ¡Si hablo... estoy muerto! — dijo Shocker, golpeando al suelo y haciendo temblar el banco — ¡Lo dejaron muy claro!

— ¡Me asustas, Montana! — le dijo el héroe, acercándose y dándole golpes — ¡Tu no le temes a la gente!

— ¡Ni siquiera estoy seguro de que sean gente! — dijo el villano, mandando lejos al castaño — ¡No sé que hay debajo de esas máscaras!

— ¡Espera!... ¡¿Dijiste máscaras?! — dijo el héroe, envolviendo la pierna derecha  del villano — ¡Ríndete y podremos protegerte!

— ¡Ni hablar! — dijo, disparando a todos lados — ¡No has visto lo que vi!

El Shocker trató de levantarse, pero no podía. Su pierna estaba envuelta en redes.

— ¡¿Qué dem...?! ¡Hijo de...! — gritó Montana, sin parar de disparar.

— ¡Es tu última oportunidad! — le dijo héroe, protegiéndose detrás de una columna — ¡Y esta vez habló enserio!

— ¡Deja de moverte! — Shocker disparó y destruyó la columna donde estaba Peter.

— Bueno, estaba bromeando... — dijo, levantándose adolorido — Ahora si es tu última oportunidad...

Montana destruyó varias columnas, sin darse cuenta de que la gran estructura gigante del techo se estaba desprendiendo.

Al destruir la última columna, la decoración cayó. Shocker trató de esquivarla, pero no pudo evitar que terminara atrapado. El villano ya no podía escapar.

— Tu te lo buscaste... — dijo el héroe, algo cansado.

Peter se acercó al tipo y le arrancó los guantes de choque, lanzandolos a un lado. Trato de hablar con Montana, pero había quedado inconsciente.

El héroe solo se levantó y salió del banco.

— Hola, chicos — saludo el héroe a los policías — Tienen al buen Montana ahí dentro...

Peter lanzó una de su telaraña y se fue de ahí, balanceándose. No tardó mucho en recibir una llamada de Yuri.

— Bueno Yuri — dijo el arácnido — Shocker es todo tuyo.

— Buen trabajo. Tenemos una celda especial para él en Raft — dijo la capitana — Esta vez nos aseguraremos de que se quede tras las rejas.

— Además, no tengo dudas de que trabajaba para los Demons....

— ¿Los Demons? — se preguntó Yuri — Suena como un titular del Daily Bugle...

— Oye, el Bugle es una organización de noticias bastante honrada — bromeo el héroe.

— Yo no lo llamaría de "noticias" — le dijo la capitana.

— Bueno, he oído que tienen muy buenos reporteros — le dijo el castaño — Como sea, ¿te han llegado más informes sobre... eh... tipos con máscaras?

— Ya te avisaré... — dijo Yuri — Por cierto, ¿qué tipo de desastre hiciste dentro del banco?

— Tu... probablemente no quieras saberlo...

— Eh, no debí preguntar — dijo, colgando la llamada.

La batalla contra Shocker había durado tanto, que la luna se encontraba en lo alto del cielo negro. Otra vez había perdido la noción del tiempo.

"Peter, creo que me precipite cuando te recomendé que buscaras un nuevo trabajo. Tengo un plan... dame algo de tiempo ¡Espero que vivamos para inventar otro día!"

— El indómito Otto Octavius... — dijo el castaño al terminar de escuchar el mensaje de voz — Espero que signifique que recupere mi trabajo...

El héroe saltó y empezó a balancearse por la ciudad, tomándose fotos y mandándole a Jameson por correo.

— Oye, vi que hay informes sobre... "Demons"... — le dijo Yuri, llamándolo.

— ¡Sabía que entrarias en razón!

— Han estado muy ocupados visitando propiedades de Fisk...

— ¡¿Van tras Fisk?! ¡Maldita sea! — dijo el castaño — ¿Estas pensando lo mismo que yo?

— ¿Guerra de mafias?

— ¡Adelantémonos! — dijo — ¡¿Hay alguna propiedad de Fisk que no hayan atacado esta noche?!

— Déjame ver.... la patrulla reportó actividad en uno de sus astilleros en Portside...

— ¡Gracias Yuri! ¡Revisare! — dijo, dirigiéndose al lugar — ¡¿Tienes idea de para qué usa Fisk ese astillero?!

— Ni idea... enviaré a un oficial para que se reúna contigo — le dijo Yuri — Su nombre es Jefferson Davis. Buen policía, trabajo en el caso de Fisk por años... si alguien sabe lo que pasa en ese astillero, es él.

Yuri colgó y el arácnido fue al lugar. Al llegar, vio como algunos hombres de Fisk trataban de mantener el lugar vigilado, pero no fue ningún problema para el castaño acabar con todos ellos.

Parecía que el imperio de Fisk se caía a pedazos, y los Demons ayudaban en eso, peor no de la mejor forma.

No tardo muchos minutos hasta que llegó el oficial en su auto policiaco.

— Sabes que no podemos tener justicieros entrando a este sitio de forma ilegal... — dijo el oficial.

— Sí, lo sé... — respondió el arácnido, acercándose al oficial.

— Por eso traje una orden — le dijo, mostrándole unos papeles — ¿Qué dices si hacemos una inspección completamente legal?

— Me gusta como suena eso — le dijo Peter — ¿Cómo te llamas?

— Oficial Davis — dijo, dándole la mano — Dime Jeff, ¿y tu eres?

— Eh...

— Es broma — dijo, pero el castaño no la entendió — Mi hijo te admira mucho... le salvaste la vida a su amiga cuando ese tipo volador atacó su academia.

— Y... ¿esa orden cubre derribar puertas?

— No sin un montón de papeleo extra...

— Muy bien — dijo, viendo el lugar — Hallaré otra entrada...

El castaño empezó a revisar toda la estructura del gran almacén. Se veía bien asegurada y con difíciles lugares donde escabullirse. Lo habían asegurado bien.

— Un lugar así de feo debería tener un agujero en la pared o una ventana rota — dijo Peter, empezando a trepar por la pared.

— Mira por detrás — le dijo el oficial — Iría, pero no soy el Hombre Araña.

Peter rodeo el astillero y encontró una rejilla, donde logró entrar al lugar.

Dentro, había barcos destruidos y abandonados, además de varios contenedores gigantes. El castaño le sorprendió la vista del lugar, pero no tenía tiempo para desconcentrarse.

Se acercó a la puerta y, usando su telaraña eléctrica, logró abrirla y permitir el pase del oficial Davis.

— Me encanta la telaraña eléctrica — dijo Peter al aire.

— Un inventor, ¿eh? — dijo Jeff — Me recuerdas a mi hijo. Desmontó la tele cuando tenía cinco, ¡Ja! Ahora desbloquea los teléfonos de sus amigos.

— Podría enseñarme algunas cosas — dijo Peter.

Jeff miró alrededor del lugar.

— Muy bien... nada ilegal a simple viste...

— Vaya decepción, ¿no?

— A primera vista — dijo Davis, acercándose a un contenedor — Veamos de cerca...

— ¿Buscas algo en concreto?

— Este patio lleva aquí mucho tiempo... — dijo, revisando el suelo, cerca de un contenedor — Solía ser de contrabandistas...

— Entiendo....

— A ellos les encantaban las habitaciones ocultas — dijo Jeff, señalando el suelo y las grietas que tenía.

Parecía como si una puerta hubiera si abierta ahí mismo. Jeff se acercó a un contenedor y, con sus dos manos, abrió la puerta. Dentro, había varios fusibles y botones.

— Veamos si esto... funciona...

Jefferson rompió y reajustó algunos cables, hasta que logró activar la maquinaria. A un costado del lugar, el suelo se abrió y se vio una escalera secreta que daba para abajo.

— ¡¿Una trampilla?! — dijo el arácnido, asombrado.

— ¡Estupendo! — dijo Jeff, acercándose — ¿Me puedes ayudar? Esto pesa.

— A la orden, oficial.

El castaño se acercó y ambos levantaron la trampilla.

La escalera daba para abajo, así que no tenían más opción que seguir ese camino.

— Es un poco espeluznante... — dijo el héroe, bajando las escaleras.

— Debe ser un túnel de contrabando...

— Y parece que nadie lo ha limpiado desde... Al Capone...

Mientras bajaban por las escaleras, ambos escucharon el sonido como explosiones. Al principio creyeron que fue el metro, pero la segunda dio notar que no era así.

Peter abrió una puerta y vio toda una armería escondida en el lugar. Pero tenía un detalle, no había ninguna arma. Todas había sido saqueadas.

— ¡Rayos! ¡Los Demons ya se fueron! — se quejó la Araña — ¡¿Cómo nos ganaron?!

— Debe haber una puerta trasera, ¡Vamos tras ellos!

Caminaron hasta el otro extremo de la armería y vieron como las puertas estaban quemadas. Parecía que había volado los cerrojos para entrar.

El castaño abrio lentamente la puerta y vio como los Demons guardaban las cajas llenas de armas en varios camiones.

— Quedate, Jeff...

— Claro que no — le dijo el oficial — Me necesitas para detenerlos...

El oficial buscó entre las cosas que habían quedado en la armería y agarró varias granadas de humo y pistolas eléctricas.

— Y también un poco de esto... — dijo, mostrando las granadas.

Peter asintió con la cabeza y salieron rápidamente de ahí.

— ¡Policía de Nueva York! — les gritó Jeff — ¡Están bajo arresto!

Los Demons trataron de huir en los camiones, pero el Hombre Araña los detuvo con su telaraña. Lastimosamente, uno de los Demons tenía una espada, así que cortó una de las redes y pudo escapar un camión.

— ¡Cubrete! — le ordeno Peter a Jeff.

Los Demons que se quedaron en el camión se bajaron de el y empezaron a atacar a Peter.

El héroe logró esquivar sus ataques y golpes brillosos, pero el de la espada lo hacía más complicado. Afortunadamente, Jeff empezó a lanzar sus granadas y bombas de humo, lo que confundió a los Demons y dio la oportunidad de Peter de contraatacar.

Logro someter a varios dándoles golpes en la cabeza y dejándoles inconscientes. También, envolvió a varios y los pegó a las paredes.

Un de los Demons logró levantarse y tomar el volante, mientras otro se encontraba dentro del camión y agarraba el lanzamisiles.

Arranco y comenzó a irse. Además, unos autos habían llegado a la zona y más Demons se encontraban ahí.

— ¡¿Estas bien?! — preguntó el castaño.

— ¡Ve! — le dijo Jeff — ¡Yo te alcanzo!

Peter obedeció y comenzó a balancearse para perseguir el camión.

El Demon trasero empezó a disparar los misiles que poseía. Al Hombre Araña le costaba esquivarlos, pero hacia lo que podía.

— ¡Si llego a perder dos camiones de matones en un día, es hora de colgar la toalla! — se dijo a si mismo el héroe, acercándose al camión, pero siendo detenido por la explosión de un misil.

Peter cayó al suelo, pero no se detuvo y siguió balanceándose.

Peter aprovechó la velocidad de esquivar un misil y logró ponerse encima del camión. Luego, se pegó a una de las paredes de fuera del vehículo y lanzó al Demon por los aires.

El héroe fue donde estaba el piloto y logró quitarle el arma al sujeto, pero debido a la sacudida, el Demon perdió el control del vehículo y se estrelló contra un camión de gasolina. Este vehículo se estrelló y la cabina del conductor cayó a las vías del tren subterráneo.

Peter se acercó al camión y, con sus redes, empezó a jalar del vehículo, mientras el tren empezaba a acercase con más intensidad.

— ¡Genial, la línea 3 decide pasar a tiempo! — se quejó el héroe.

Afortunadamente, logró levantar el vehículo a tiempo y lo salvo de explotar contra el tren.

Pero en ese momento, el cosquilleo en la cabeza de Peter hizo que volteara y viera como el Demon iba a rápida velocidad contra él.

El héroe solo cerró los ojos, pero no recibió el impacto.

Jefferson Davis se había estrellado a si mismo contra el camión. El Demon salió del camión y trató de dispararle a Peter, pero Jeff fue más rápido y le dio un puñetazo, dejando inconsciente al Demon y recibiendo un disparo en el torso.

El castaño dejó el camión de gasolina en perfecto estado y fue donde Jeff. Al acercarse a él, vio como este le sonreía.

— Jeff, me acabas de salvar la vida... — le dijo Peter, mientras lo ayudaba a levantarse.

— Es el trabajo de un oficial.

La gente comenzó a aplaudir, pero Peter retrocedió e hizo que Jeff se llevara toda la gloria.

Realmente, el oficial había salvado el día.

***

Pasaron varios minutos y los paramédicos, junto a los noticieros se habían acercado, para tratar de grabar la exclusiva de aquel accidente.

Felicia Hardy se encontraba ahí también, tratando de acercarse a Jeff, quien tenía paramédicos viendo sus heridas.

— Perdón, señorita — le dijo Peter, aún con su traje — ¿Debería estar aquí?

— Más que tu, sí — le dijo Felicia, viendo a Jefferson — Por cierto, gracias por avisarme que tenías una misión heroica.

— Te lo dije, no estás lista para esas cosas — le dijo Peter.

— Eso no tiene sentido, tu saliste a ser un héroe con catorce años — le dijo Hardy — No importa, le hable a J. J. sobre este caso y me dijo que lo aceptaría si obtenía una entrevista con alguien que estuviera en contacto con los Demons.

— Sí, bueno... eso es genial, pero... — trató de decir Peter, preocupado — ¿Sabes que mientras más te acercas, más te ven como un objetivo?

— Mientras más me acerco, nuestras posibilidades mejoran — le dijo Felicia, yendo donde Jeff.

— ¿"Nuestras"?

Felicia logró escabullirse hasta la camilla del oficial, a quien lo estaban subiendo a una ambulancia.

— ¡Oficial Davis! — saludo la gata — Soy Felicia Hardy, del Daily Bugle.

— Sin comentarios... — dijo Jeff, mientras era subido.

— No lo culpo — le dijo — Pero estos tipos contarán su historia, con o sin usted. Y les encantan las controversias...

— ¿Y qué busca?

— No tengo — le respondió — Solo quiero escuchar.

Jefferson la miró un momento y decidió aceptar — Muy bien, suba...

Felicia se acercó y entró en la ambulancia.

Las puertas del vehículo se cerraron y se fueron al hospital, mientras hacían la entrevista.

— Es buena... — se dijo Peter a sí mismo, retirándose del lugar.

El castaño se encontraba agotado, así que decidió ir al apartamento, para poder descansar un poco.

El héroe llegó lo más que pudo a su casa.

Camino hacia la cocina por un vaso de agua, pero entonces vio una carta en la entrada. Era del casero del lugar, así que decidió abrirla, para ver que era.

"ORDEN DE DESALOJO"

No una buena primera impresión del sobre. Peter se preocupó por lo que decía el mensaje.

Según el mensaje, tenían varios alquileres sin pagar y, si no pagaban cinco mil dólares en dos semanas, los sacarían del departamento.

Peter se apoyó en la pared y cayó al suelo.

May no le había dicho nada sobre eso. No sabía que debían tanto dinero. De hecho, Peter no sabía que debían dinero.

¿Desde cuándo había estado acumulando?

El héroe decidió dejar el papel en la mesa del comedor y se desplomó en su cama.

Cerró los ojos y se durmió.

_________________________________________

Bueno chicos, hasta aquí otro capítulo más!!

Honestamente no creí que lo terminaría hoy, pero parece se que si lo logre jajaja.

Espero que les haya gustado y nos veremos en otro más!

Publicado el 18/09/20