Los cinco pasos del método científico. 

Existen cinco pasos a la hora de realizar una investigación científica.

Hay un sexto paso que es entrar en pánico, pero ese es uno que Peter añadió por su cuenta desde que fue mordido por esa araña...

Paso número uno: Observación.

Peter aterrizó en su ventana y entró. El primer paso era sumamente crucial.

Según como él había observado desde hace veinte minutos, una masa negra lo rodeó por completo y le había dado ese increíble nuevo traje.

Parecía ser que su traje no le permitía disparar ningún tipo de telaraña, pero a cambio, podía usar tentáculos que le permitían balancearse por los edificios.

En ese momento, vio como su traje se escondió a voluntad en él, formando una camiseta y unos pantalones de color negro. Eso era algo nuevo, y sumamente extraño.

Sobretodo, porque antes de que esa cosa estuviera en él, había tenido su nuevo traje puesto. 

¿Lo habrá desintegrado o algo así?

También había notado que su agilidad había aumentado mucho, al igual que su fuerza, pero eso era algo que aún tenía que probar.

Lo que lo llevaba al siguiente paso...

— ¡Peter! — dijo Felicia, entrando al cuarto de golpe.

El castaño se sorprendió al ver a su amiga.

— ¡¿Felicia?! — dijo — ¡¿Qué pasa?!

— Están aquí... — dijo la peliblanca.

— ¿Quiénes?

— ¡¿Quién más?! ¡Walters!

— ¡¿Qué?! — expresó, con aún más sorpresa — ¡¿Dónde están ahora?!

— En recepción, no tardarán en subir por el elevador.

— Ok, ok... calmémonos... — dijo Peter — La mayoría de nuestras cosas están en casa de Ganke...

— No nos olvidamos de nada, ¿verdad?

Peter la miró fijamente.

— Revisa tu cuarto.

— Y tú el tuyo.

Felicia salió corriendo del cuarto, mientras Peter comenzó a revisar sus armarios.

Debía de asegurarse de que no haya quedado cualquier cosa que pudiera delatarlo como el Hombre Araña...

No había nada en su ropero, ni en su escritorio, ni en sus cajones, ni...

Debajo de la cama, encontró un maletín grande. 

Lo abrió y allí encontró su viejo traje, junto con algunos bocetos de lo que se idealizó como su traje perfecto.

Era reconfortante ver ese dibujo de un traje rojo y azul.

Pero no era tiempo para pensar en eso.

El sonido de las puertas de elevador se abrieon y Jennifer Walters, junto a varios oficiales, comenzaron a entrar al lugar.

El castaño sabía que era cuestión de segundos para que llegaran a su cuarto... debía de pensar una forma de esconder ese maletín.

— Piensa, Peter... — dijo el héroe, viendo a todos lados — Usa tus instintos.

Y cuando escuchó como She-Hulk comenzaba a pasar por el pasillo...

Tiro el maletín por la ventana.

— Malos instintos... — se dijo a sí mismo.

Walters abrió la puerta del cuarto de Peter, sorprendiendo al castaño.

— Ahí estás, señor Parker — dijo la abogada — Necesito que usted y la señorita Hardy se retiren para realizar la investigación.

Felicia salió de su cuarto, con una cara de preocupación. Peter la miró.

Con sus ojos, la peliblanca dio a entender que había algo en su cuarto.

— ¿Hola? — volvió a decir She-Hulk, sonriendo, mientras volteaba y miraba a los dos jóvenes — ¿Ustedes estaban...? Oh, discúlpenme. Lo siento...

Expresaba, un poco avergonzada.

— Perdonen, la orden demoró tanto en salir que olvidé comunicarme con ustedes — dijo — Lamento haberlos interrumpido, sé lo incómodo que debió haber sido...

— De hecho, no estábamos... haciendo nada... — explicó Peter.

— No somos pareja, señorita Walters — dijo Felicia.

Jennifer los miró extrañada. 

— Disculpen, yo creí... bueno, como vivían juntos... — dijo She-Hulk — Creí que estaban saliendo...

— No, no estamos...

— Solo amigos, nada más — dijo Peter.

— Sí, así es...

— Muy buenos amigos.

— Sí.

— Los mejores.

— Ya enfatizaste mucho.

— Perdona, quiero dejar claro el asunto.

— ¿A ella o a mí?

Peter se quedó callado.

— Debemos salir, ¿no? — preguntó el castaño.

— Claro... — dijo Walters, confusa — Pueden esperar en recepción, pareja... ¿de grandes amigos?

— Mejor no diga nada — dijo Peter.

— Por favor — volvió a decir Felicia.

She-Hulk soltó un par de risas nerviosas, mientras veía a los dos chicos caminar por el pasillo.

— Creo que ya no entiendo a los jóvenes... — dijo la heroína esmeralda.

Lo que ella no sabía era que ambos jóvenes se encontraban sumamente aterrados.

Los dos héroes entraron al elevador y comenzaron a bajar en él.

— ¿Qué sucede? — preguntó Peter, entre susurros.

— Quedó una cosa en ese cuarto... — le respondió Felicia, del mismo modo.

— Si, también en el mío.

— ¿Enserio?

— Tranquila, lo tiré por la ventana.

— ¡¿Por qué?!

— Seguí mis instintos.

— Que malos instintos.

— Ya sé... — dijo el castaño — Escucha, recogemos lo que tiré y luego subiré por lo tuyo.

— ¿Y si te descubren? — le preguntó la peliblanca.

— No pasará, créeme.

— Ok, claro... — dijo — Pero solo una cosa...

— ¿Qué?

— No quiero que veas que es.

— ¿Qué? ¿Entonces cómo voy a recogerlo?

— Está en una bolsa negra, semi abierta... — le dijo Felicia — No veas que es lo que hay dentro... 

— ¿Por qué no quieres que lo vea?

— Solo... hazme este favor, ¿sí?

Peter lo pensó un poco, pero al final terminaría accediendo.

— Ok, bien...  hagamos esto...

— Gracias...

— Para eso estamos...

Las puertas del elevador se abrieron y los dos jóvenes comenzaron a caminar hasta la parte trasera del edificio.

Allí, había un callejón vacío.

Y cerca de la basura, había caído el maletín.

— Esa cosa tuvo mejores momentos... — dijo Felicia, viendo como estaba repleto de basura.

— Y eso que no has visto mi primer traje casero...

— ¿No es ese que está ahí dentro?

— No, ese es el segundo... — le respondió — ¿Cómo sabes que mi viejo traje está ahí?

Felicia se quedó callada.

— Debes trepar, ¿no? — preguntó la peliblanca.

— Claro... — dijo Peter, preparándose para saltar — ¿En qué parte lo pusiste?

— Arriba del armario — le indicó — Lo más pegado a la pared.

— Bien, aquí voy...

Un perfecto escenario para el paso dos del método científico: Hipótesis.

Era el momento de averiguar las distintas maneras en las que podría utilizar su nuevo traje. 

Como se había dicho, una de las funciones que tenía ese traje, era el poder utilizar tentáculos para balancearse. Así que, tenía que probar si podía usarlos para agarrar el maletín y sacarlo de allí.

Peter trepó hasta la ventana y miró de reojo. Los guardias y la señorita Walters estaban revisando su habitación, pero todavía no empezaban con la de Felicia.

Era el momento de la verdad.

El formó su todo el brazo de su traje negro y después comenzó a usar los tentáculos. Eran increíblemente precisos a lo que quería realizar.

Los tentáculos avanzaron por debajo de la cama y comenzaron a elevarse lo más alto del ropero. 

Allí, abrió la puerta de arriba y sacó la bolsa lo más rápido que pudo. 

She-Hulk y los demás comenzaron a caminar hasta el cuarto de Felicia, cuando Peter logró sacar el maletín por la ventana.

El castaño suspiró al haberlo logrado.

Sus tentáculos le eran muy funcionales. De hecho, también flexibles...

El héroe lo pensó un momento y vio como su brazo con el traje se hizo más grande, formando un gran puño.

— Esto es increíble... — murmuró Peter.

El maletín, casi abierto, llamó la atención del castaño. Pero, por temor de que fue lo que hubiera allí, decidió mantener el misterio e ir a devolvérselo.

Peter saltó y fue en dirección de donde estaba Felicia.

***

Tardaron un buen rato hasta que Jennifer Walters y sus hombres salieron por el elevador.

Finalmente había terminado todo su trabajo.

— ¿Cómo estuvo? — preguntó Felicia, levantándose del sillón de recepción.

— Tienen un hogar muy lindo — dijo Walters, sonriente — Me dan hasta algo de envidia, pero supongo que es la ventaja de haber tenido una fortuna...

— ¿A qué se refiere? — preguntó Peter.

— Cuando mi padre fue a prisión, recibí una gran herencia — le respondió la peliblanca — Así compré el penthouse.

— ¿Te gastaste todo eso en el penthouse?

— No sabía como usar el dinero en ese tiempo, ¿ok...?

— Tranquila, Hardy — le dijo Walters — Cuando era niña, llegué a realizar grandes gastos sin querer.

— ¿Enserio?

— Claro, mis padres a veces me mimaban mucho...

— Sí, así fue con el mío... — dijo Felicia — Lamento que todo lo que me diera haya sido por dinero robado...

— Oye, no te sientas mal por eso — dijo Walters — Aquí entre nos, tu padre fue muy bueno en usarlo para hacerte feliz. No todos pueden decir eso...

Peter se sentía algo confundido. She-Hulk era muy agradable cuando no estaba en su contra. En el día del juicio, esa mujer le hacía temblar de miedo.

— ¿Y no encontraron nada? — preguntó Peter.

— No puedo decirte eso, señor Parker — dijo Jennifer — De hecho, no deberíamos ni siquiera de hablar.

— Oh...

— Nos veremos luego — dijo, mientras se retiraba — Supongo que en el siguiente juicio.

Ambos jóvenes vieron como ella se retiraba del lugar.

— Esa mujer es extraña — dijo Felicia.

— Lo sé... — dijo Peter — Me da miedo...

— ¿Volvemos... "amigo"?

Peter cerró los ojos antes el comentario.

— Sí... "amiga".

Y ambos subieron al elevador, y presionaron el botón hacía su piso.

***

Tercer paso del método científico: Predicción.

Este paso era fácil. La predicción que Peter Parker podía hacer era que usaría este nuevo traje y estas nuevas habilidades para ayudar a las personas, igual que como lo había estado haciendo desde que le mordió la araña.

El problema de que el Hombre Araña no debía de salir había sido resuelto. Un nuevo héroe finalmente aparecería en esta ciudad.

O viejo héroe, pero con un cambio.

Y ahora, este detenía un robo a mano armada.

— ¡No puedo darle! — decía uno de los tres ladrones, mientras le apuntaba con sus armas.

— ¡¿Quién demonios es este sujeto?! — dijo el otro, disparando al azar.

— ¡Ustedes son muy lentos! — dijo Peter, esquivando los disparos, fácilmente.

— ¡Cierra la boca! 

El héroe saltó y estiró dos tentáculos contra uno de los ladrones, envolviendo sus dos manos y estrellándolo contra la pared.

El tercer ladrón trató de golpearlo, pero, de la espalda del castaño, otros tentáculos se formaron y lo agarraron de los brazos y la pierna, estrellándolo contra la pared.

— ¿Puedo hacer eso? — dijo Peter, sorprendido — Que genial...

Más tentáculos salieron de un costado de su espalda y tomó al otro, estrellándolo también contra la pared.

Los tres ladrones estaban sorprendidos de esto.

— ¡Es un monstruo! — gritó uno de ellos, asustado.

— Oye, no me ofendas... — dijo el castaño, suspirando — Este traje es lo más genial del mundo.

Y esto lleva al cuarto paso del método científico: Experimentación.

Por lo que, al experimentar lo que es usar estos poderes contra unos simples ladrones resultó ser todo un éxito. Los tenía controlados.

Y sí así podía con los simples ladrones, entonces cualquier supervillano no iba a ser ningún tipo de problema.

Y el último paso: Conclusión.

Era sencillo... el traje negro era sorprendente.

Y muy funcional. Increíblemente funcional. Y muy intuitiva 

El castaño entregó a los tipos malos a la policía y se fue de allí, balanceándose.

Aún así, y después de haber pasado por los cinco pasos del método científico, tenía que averiguar exactamente que era esa cosa que lo envolvió.

No le preocupaba mucho, pero la textura y la forma de la que estaba hecha era muy parecida al V-252.

Así que, los únicos que podían ayudarlo... eran Anna Maria y el Doctor Connors.

Al llegar al laboratorio, vio como había varias personas arreglando los destrozos del día de ayer. Decidió desactivar su traje, viendo como volvía a formar la misma ropa de la noche.

Peter comenzó a caminar hasta entrar al laboratorio y entró al lugar. Allí, encontró a Connors hablando con varios trabajadores de la Fundación Vida y trabajadores de construcción.

— Hola, Doctor... — dijo Peter, saludándolo.

— Peter — dijo el científico, caminando hasta él — ¿Qué haces aquí? Les dije que tenían que reparar el laboratorio...

— Tengo que contarle algo importante...

— Sí, espera un momento... — dijo Connors, volteando hasta otro científico.

— ¿Dónde está? — preguntó el científico.

— En mi oficina.

El científico caminó, junto con varios guardias, hasta el lugar indicado por Curt.

— ¿Doctor? — preguntó Peter.

— ¿Sucede algo, Peter?

— ¿Qué está pasando?

— Ah... bueno, verás... — dijo Curt, acercándose a él — Luego del robo, Fundación Vida vino a revisar al  V-252.

— ¿Qué? Pero... — trató de decir Parker, quien sabía que él tenía ese alien — Doctor, se lo llevaron...

— Un pedazo del V-252 — dijo — Ayer logré dividir la sustancia en dos. 

— ¿En dos? 

— Sí...

— Vaya, ah... guau, no esperaba eso.

— Tuvimos suerte de que no se llevaran todo... — dijo Connors, algo preocupado — Sobretodo por algo que descubrimos...

— ¿Descubrieron?

— Sí, nosotros — dijo Curt — ¿No lo recuerdas?

— Creo que lo olvidé — dijo Peter, entre risas — Esta cosa del juicio está ocupando toda mi cabeza.

— Tienes que descansar un poco.

— Sí, lo sé...

— Bien, verás... — dijo Connors — Ayer descubrimos que-

...

***

— ¡Toma esto! — dijo Peter, golpeado a Rhino.

El grande se estrelló contra un camión, destruyéndolo.

— ¡Miserable! — dijo Rhino, levantándose — ¡No sé quien eres pero acabaré contigo!

— Los malos siempre dicen eso, pero al final son derrotados...

— ¡No podrás con mis puños!

Rhino comenzó a correr rápidamente y trató de golpear, pero el castaño saltó hacia atrás. 

— ¡¿Ese es el tú mejor golpe?! — preguntó Peter, aterrizando en el suelo.

— ¡Idiota!

— ¡Es hora de mostrarte mi mejor golpe! — dijo el héroe.

Entonces, el puño de Peter se agrandó y golpeó fuertemente a Rhino, mandándolo a volar hasta el cielo. 

El castaño no perdió el tiempo y lanzó varios tentáculos hacia el villano, agarrándolo desde el aire y atrayéndolo hasta el suelo, estrellándolo.

Aleksei trató de levantarse, pero terminó desmayándose en el suelo.

— Vaya... — dijo Peter, acercándose al cráter — Debo medir más mi nueva fuerza...

Los policías comenzaron a llegar, por lo que el castaño decidió irse de allí. Aún no había decidido su nuevo nombre de superhéroe.

Había pensado en varios nombres: Black, Dusk, Klyntar... pero ninguno le gustaba.

Parecía que se iba a quedar como el superhéroe sin nombre.

De todas formas iba a ser solo temporal, hasta que termine el juicio. Si es que termina algún día.

Aún no tenían fecha para el siguiente juicio, por lo que tenía tiempo suficiente para estudiar y poder dar sus exámenes.

Y así, finalmente graduarse.

Tenía todavía una semana para estudiar. Podía hacerlo.

El castaño aterrizó en la ventana de su cuarto y su traje volvió a formar esa ropa.

— Debo tener cuidado con usar otra ropa — dijo Peter, caminando hasta la puerta de su cuarto — Te la podrías comer.

Peter abrió la puerta y caminó hasta el escalera. Allí vio como Felicia se encontraba estudiando para los exámenes.

El héroe saltó y aterrizó cerca de ella.

— El negro es tu color — dijo Felicia, cerrando uno de sus libros.

— También el tuyo — dijo Peter, sentándose a su costado — Aunque, no quiero robarte tu estilo...

— Nunca lograrás hacerlo, niño — dijo, escribiendo en su libreta.

— Sí, claro... — dijo, soltando una pequeña risa — ¿Y qué estás estudiando, Fel?

Felicia, sin despegar su vista de su libreta, apuntó el lápiz a la cabeza del castaño.

— Nunca vuelvas a decirme... "Fel" — dijo la peliblanca.

— ¿Por qué? — preguntó el héroe — ¿No te gusta?

— No.

— ¿Enserio? 

— Sí.

— Yo pienso que te queda bien...

— Pues piénsalo tú, porque yo lo odio... — dijo Felicia — Suena tonto...

— Está bien, está bien... 

Peter se inclinó en el sofá y siguió mirando los libros.

— "Fel"... — soltó Peter.

Su Sentido Arácnido se activó y esquivó un disparó eléctrico del brazalete de Felicia.

— ¡Oye, ten más cuidado! — dijo Peter, sudando frío.

Felicia vio al Peter asustado y comenzó a soltar varias carcajadas.

— No te rías, pudiste volarme la cabeza — dijo Peter, suspirando.

— ¡Perdón, perdón! — dijo Felicia, limpiándose algunas lágrimas — Es que... mi padre solía llamarme así...

— ¿De verdad? — dijo —¿Y también le disparabas electricidad?

— Una vez... — le respondió — Pero nadie me ha dicho "Fel" desde... bueno, ya sabes, desde que murió...

— Oh... perdona...

— Está bien, no lo sabías — dijo Felicia — No me gusta cuando alguien más me llama así... lo mismo le expliqué a Ryan.

— Tu ex, ¿no? — dijo Peter — Es una lástima que terminaran por el blip...

— Sí... el blip...

— Fue por eso, ¿verdad? — preguntó — Oh... al menos así me lo dijiste.

— Es un poco más complicado que eso, araña — dijo la peliblanca — Algún día te lo contaré...

— Sí... bien... — dijo Peter, viendo su camiseta.

Pensó en contarle acerca de su nuevo traje alienígena, aunque estaba seguro que iba a ser lo que le respondería.

Que debía de quitárselo.

Y era verdad, tenía que hacerlo. Era muy peligroso usarlo.

Si seguía así, po-

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Buenas a todos!!!

Espero les haya gustado mucho este capitulo ^^.

Si así fue, pueden darle a la estrellita jeje :).

Hasta la próxima!

Publicado el 03/05/21