El Merodeador pateó a Eddie, lo que hizo que este cayera a la mesa de la sala, destrozandola.

— Hora de la acción... — dijo Peter, mientras saltaba para impulsarse.

Rápidamente, lanzó dos redes y entró rápidamente, destrozando el vidrio de la ventana y golpeando al Merodeador.

— ¡¿Cómo se atreven a venir sin invitación?! — dijo Peter.

— ¡¿Lo conoces?! — le pregunto el Duende.

— Por desgracia — le respondió Merodeador, mientras amenazaba con sus garras.

— ¡¿Hombre Araña?! — dijo Eddie, mientras era ayudado a levantarse por Gwen.

— Yo los distraigo... — les dijo Peter, mientras lanzaba sus redes hacia ambos villanos y estos esquivaban los ataques — ¡Salgan de aquí!

Eddie tomó a Gwen y fueron directamente a la puerta, saliendo del apartamento. Pero Anya se quedó quieta, temblando de miedo.

— ¡Ve por ellos! — le dijo el Duende — ¡Yo me encargo de ella!

El Merodeador asintió y saltó por la ventana.

— ¡Demonios! — grito Peter, quien trató de ir por el villano morado, pero el Duende cayó encima de él, tirandolo al suelo.

— ¡Tienes algo que me pertenece! — le dijo el Duende.

— ¡Por favor, no digas tu corazón! — grito Peter, mientras lanzaba dos redes al techo y se impulsaba, tirando al Duende al suelo.

— ¡Mi espada! — le grito — ¡Devuelv...!

No pudo continuar hablando, ya que Peter le tapona boca con sus redes.

— ¡No dijiste por favor! — Peter volteo y vio a Anya, temblando de miedo, viendo al Duende — ¡Sal de aquí!

El Hombre Araña se abalanzó contra el Duende, dándole varios golpes. El villano con capucha lo agarró del cuello y lo estrelló contra una pared.

Luego, sacó una esfera de su cinturón y lo lanzo cerca de donde estaba Anya. Peter miró la esfera y vio como una luz roja parpadeaba cada vez más rápido.

El héroe golpeó al Duende en el rostro y lo lanzo hasta la cocina. Luego, fue corriendo hasta Anya y la agarro, balanceándose, mientras el apartamento explotaba detrás de ellos.

Peter llevo a Anya a una azotea, donde trato de calmarla.

— ¿Estas bien? — le pregunto Peter.

— Yo... sí, estoy bien... — dijo, mientras se daba dos palmadas en la cara — Escuchame, Richard Parker es quien se encuentra detrás de todo esto.

— ¿Richard Parker? — le dijo Peter, seguía sin creer lo que le decía — ¿Qué te hace pensar que él es quien planeo esto?

— Sí, ¡¿qué te hace pensar eso?! — dijo el Merodeador, quien aterrizaba de pie después de haber dado un gran salto — No te metas en esto, Araña. Son solo negocios.

— Creo que confundes las cosas, calabacita — le dijo Peter — Es momento de acabar con el Halloween.

El Duende lanzó una de sus granadas, a lo cual Peter lo agarró con sus redes y luego la tiró al aire. Esta explotó.

— ¡Ahora es un buen momento para que te vayas! — la dijo a Anya — ¡Yo me encargo de Jack el destripador!

Anya asintió y se fue corriendo, bajando por las escaleras del costado del edificio.

— ¡Eres un idiota, Hombre Araña! — le grito el Duende — ¡No te metas en mis negocios!

— ¡Lo lamento! — se disculpó Peter — ¡Pero soy experto metiéndome en negocios ajenos!

Peter corrió con rapidez, en dirección del Duende. Este villano esquivó la tacleada que el castaño iba a hacerle, y luego le dio una patada en el estómago.

Peter se retorcio un poco, pero el Duende le golpeó en la cara, haciendo que retrocediera.

— ¿Eso es todo lo que puede hacer? — le pregunto el Duende.

— Más o menos — dijo Peter, mientras recuperaba la compostura.

Este le lanzo una granada de telaraña, pero el villano naranja fue más rápido y lanzó su granada, haciendo que la telaraña volara en todas direcciones.

Peter decidió lanzar dos redes a los pies del tipo y jalarlo. El Duende cayó de espaldas. El joven se acercó al villano y pegó las manos de este al suelo.

— Esto se acabó, Duende — le dijo Peter.

El tipo miró en todas direcciones, buscando a Anya Corazón, pero no la encontró.

— No deberías preocuparte por mi, niño — le dijo — No me digas que te olvidaste de los otros dos...

Peter miró el vacío unos momentos. Eddie y Gwen, estaban siendo perseguidos por el Merodeador.

El héroe envolvió al Duende en telaraña y luego se fue balanceando, buscando a sus amigos.

***

— ¡Sigue corriendo! — le decía Eddie a Gwen, mientras entraban a un callejón — ¡Espero que lo hayamos...!

Eddie chocó con alguien en ese momento. Al ver bien, vio que era Miles Morales.

— ¡¿Miles?! — se preguntó Eddie — ¿Que rayos haces aquí? Estas internado en la academia Visions.

— Me escapo en la noches — le explico Miles — Quede con mi tío vernos por aquí, además vi a Anya salir de la academia, ¿todo esta bien?

— Miles, nos está persiguiendo un tipo...

— Chicos... — dijo Gwen, mientras veía la cima de uno de los edificios.

Ahí arriba, estaba el Merodeador, observandolos.

— ¿Quien es él? — les pregunto Miles.

— El que nos persigue... — respondió Eddie.

El villano se impulsó y empezó a caer en dirección de los tres chicos. Por suerte, el Hombre Araña logró atraparlo antes de que él llegara con ellos.

Peter lo tiró al suelo ya ambos forcejearon. Merodeador trató de golpear al arácnido, pero este esquivaba cada ataque.

— ¡Tienen que salir de aquí! — les dijo Peter a sus amigos.

Pero el héroe logró ser golpeado, provocando que se estrellara con la pared del costado, destruyendola.

— ¡Acabemos con esto! — dijo el Merodeador, mientras sacaba sus garras y se preparaba para atacar a sus presas.... — ¿Miles...?

El enemigo vio al moreno. Por un momento se quedó quieto, viendo al muchacho, pero Peter aprovechó para lanzarle un ladrillo, dejándolo inconsciente.

***

El Merodeador despertó luego de varios minutos. Se encontraba en el tejado de un edificio, rodeado de telaraña que no lo dejaban moverse.

— Tengo varias preguntas que hacerte, Merodeador — le dijo el Hombre Araña.

— Genial, atrapado por un niño — se quejó — Se verá mal en mi currículum.

— Creo que ya no te tendrás que preocupar por tu currículum, Daniel — le dijo el castaño.

— ¿Qué?

— John... ¿George?

— ¿Tratas de adivinar mi nombre? — le pregunto el Merodeador.

— Algo así, intenté todo pero no puedo quitarte esa máscara que tienes — le dijo — ¿Será tu verdadera cara?

— No, es una máscara.

— Muy resistente, te felicito.

— Gracias, me tomo mucho buscar una forma de hacerla.

— Y como veo que estas cooperativo... — le dijo el Hombre Araña — ¿Quién te contrató?

— Aunque te lo dijera, no te serviría de nada....

— No juegos conmigo, chico malo — lo amenazo.

— ¿Te haces el rudo? — dijo Merodeador — El Máster Planner.

— ¡Aja! Espera, ¿quién? — dijo Peter, algo aliviado — Por un momento pensé que dirías Richard Parker...

— ¿Richard Parker? — dijo el Merodeador — Él es otro de nuestros objetivos.

— ¿Richard Parker es un objetivo? — dijo Peter sorprendido — Demonios... ¡¿Dónde está él ahora?!

— No tengo nada que decirte... — le dijo Merodeador — Lo más seguro es que ya este muerto.

Peter se fue corriendo del lugar y comenzó a balancearse de edificio en edificio, en dirección a su apartamento. Peter llegó y vio por la ventana al Merodeador, enfrente de su tía.

El Hombre Araña entró por la ventana y le dio una patada al Duende.

— Cometiste un error... — le dijo Peter.

— ¿Qué rayos haces aquí? — dijo el Duende, sorprendido de ver el héroe.

— ¡¿Sorprendido de verme?! — le grito — ¡Deja en paz a esta familia!

— ¡Hombre Araña! — le llamo May.

— ¡Señora, necesito que se vaya!

May comenzó a correr, pero el Duende, en un movimiento rápido, la agarró del cuello.

— ¡Déjala maldito! — le dijo Peter.

— ¡Son negocios, Hombre Araña! — le dijo — No dejaré con vida a quienes me vieron, eso la incluye.

— ¡Acabare contigo! — grito furioso.

— ¡¿Por qué tan molesto, Araña?! — se burló — ¡¿No tienes más chistes que decir?!

— ¡Cállate!

— Acabare con ella después — dijo lanzándola hacia la pared, dejando inconsciente a la señora — Eres un gran dolor de cabeza.

Peter no le respondió y le dio un fuerte golpe al Duende, haciendo que se estrelle en la entrada, destruyendola. El  enemigo se reincorporó rápidamente y, molesto, fue en dirección del héroe.

El Hombre Araña esquivó varios golpes, pero no una patada, que hizo que se estrellara contra una pared. Peter se levantó y esquivó otro golpe que iba a recibir del Duende. El puño del enemigo había atravesado la pared.

Peter se encontraba en el pasillo y el Duende, luego de sacar su puño, se dispuso a lanzarle tres granadas. El héroe las agarró rápidamente y, de un salto, rompió la puerta de su cuarto. Al estar ahí, vio la ventana y lanzó las granadas, escuchando dos explosiones en el aire.

— Eso estuvo cerca... — se dijo a si mismo el héroe.

Peter agarró el mango que había puesto debajo de su cama y activo la espada de fuego.

El Duende entró a la habitación y vio como Peter lo amenazaba con su propia espada.

— Devuelvemela — le dijo el Duende — Tu no sabes como usarla...

— Aprendo rápido — dijo Peter, mientras movía el arma — Ahora responde, ¿por qué perseguían a esas personas?

— Solo me contrataron para matarlos — le respondió — Pero eso seguro te dijo Merodeador.

— ¿A quiénes debían asesinar?

— Tenía a tres objetivos: Eddie Brock, Anya Corazón y a Richard Parker.

— ¡¿Que hay acerca de Max Modell?!

— ¿Modell? — dijo el Duende — A ese panzón lo mato Merodeador, te lo aseguro.

— En tal caso, ¿quién rayos es el Máster Planner? — le pregunto Peter.

— Es muy fácil... — dijo el Duende — Curt Connors...

— ¡¿Connors?! — dijo Peter sorprendido. Él tuvo la razón, su padre no estaba detrás de esto, pero Connors sí — ¡Es imposible que sea Connors!

— Creelo, él ha actuado muy extraño los últimos días — le dijo — ¿Aceptando su pasado? Nadie hace eso...

Peter se quedo callado, el Duende tenía razón sobre eso, Curt había actuado muy extraño la vez que fue a visitarlos.

— ¿Cómo sabes que actúa extraño?

— Siempre investigo a mis clientes — dijo el Duende — Son los gajes del oficio.

Peter bajó la cabeza. Todo lo que decía tenía sentido — Espera, ¿por qué me cuentas esto?

— Necesitaba hacer tiempo — le respondió. En ese momento, la espada de fuego se apagó y ya no servía de mucho.

— ¿Cómo?

— Calcule el tiempo y no le quedaba mucho combustible — el Duende sonrió por debajo de la máscara.

Peter tiró la espada al suelo y, agarrando al Duende del traje, lo estrelló contra una pared.

— Te olvidas de algo, Araña... — le dijo el Duende — ¿No debieron ser tres explosiones?

Peter abrió los lentes de par en par al ver como el Duende presionaba un botón del traje. El joven castaña saltó por la ventana. Mientras caía, buscaba el lugar donde pudo haber caído la granada.

Peter cayó al suelo y empezó a correr por todas direcciones, buscando el aparato. En ese momento, un cosquilleo en su cabeza hizo que viera entre unos arbustos. Al ver la granada, la lanzó lo más rápido que pudo, estallando segundos después.

Peter cayó de rodillas, por lo cerca que estuvo esta vez. El héroe se tomó unos segundo de descanso para volver a subir al apartamento.

Al llegar, vio como el Duende ya no estaba en su hogar, ni la espada. Peter corrió hasta la sala, donde vio a su tía, aún tirada en el suelo, pero viva.

El castaño tomó aire y se sentó en una silla. Vio a su alrededor y vio como su hogar estaba completamente destruido. Definitivamente había mucho que reparar.

Peter de cambio rápido de ropa y corrió donde su tía, para despertarla.

— ¡Tía May! — dijo Peter mientras se acercaba.

La mujer logró abrir sus ojos un poco, pero luego los cerró.

Eso a Peter lo hizo entrar en desesperación y decidió llamar a Yuri, y a una ambulancia.

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Bueno, aquí hay otro capitulo de esta serie ^^.

Lamento mucho la tardanza y sale un día tarde >.<

Estuve muy ocupado y apenas tuve tiempo para escribir. Además, mis finales son la próxima semana, así que debo esforzarme mucho.

En fin, espero que les vaya bien y nos vemos en la próxima.

Publicado el 02/07/20

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"La vida se ha vuelto muy monótona. Salgo, voy al trabajo, regreso, duermo... incluso las noticias tambien se han vuelto así. Siempre noticias de cómo los héroes callejeros, como el Hombre Araña o Daredevil son una amenaza para la seguridad pública. Es cierto, sus métodos no son los más eficientes, pero mantienen la ciudad libre del caos. Es horrible saber como hombres, tales como Norman Osborn, se aprovechan de estos actos heroicos y tratan de obtener el mayor porcentaje de favoritismo. Ahora que las elecciones se acercan, no me sorprendería que Osborn hiciera lo mismo..."