La Ley y el Orden
Peter llegó a la oficina de "Nelson y Murdock".
O "Murdock y Nelson". El nombre era realmente confuso...
— ¿Hola? — preguntó el castaño, caminando por el pasillo.
De pronto, el señor Nelson abrió la puerta y le sonrió, con nervios.
— ¡Hola, señor Parker! — dijo — Veo que llegó muy rápido.
— Sí, no había tráfico... — le dijo Peter — El señor Murdock me llamó, voy a...
— ¡Espere! — dijo Froggy.
El castaño se detuvo de golpe, confundido.
— ¿Pasa algo? — preguntó.
— No... bueno, el señor Murdock, él... — parecía que intentaba inventarse una excusa — ¡Oh! ¡Se está cambiando!
— ¿Enserio?
— Por supuesto.
La puerta detrás de Nelson se abrió y de allí se pudo ver a Matt, saliendo con una sonrisa.
— Me alegra su puntualidad, señor Parker — dijo el abogado — ¿Por qué no entra?
— Claro...
Peter pasó, mirando fijamente a Nelson. Él no entendió la actitud extraña del sujeto, pero tampoco tenía tiempo para pensar en eso.
Tenían un problema aún más grande.
— Señor Murdock, usted dijo que el juicio será en tres días... — dijo Peter — ¿Cómo solucionaremos eso...?
— Es una buena pregunta, señor Parker — dijo Matt, sentándose en una silla — ¿Cómo nos defenderemos...?
— Teníamos algunas ideas, como... como el registro de salidas del laboratorio o...
— Sí, y no son malas, pero... estoy un ochenta y nueve por ciento seguro que tocarán el tema de tu viaje — le dijo — Me dijeron que el fiscal es uno nuevo, pero prometedor, así que...
— ¿Tendremos oportunidad?
— Claro que sí — le respondio, sonriendo — No importa que tan prometedor sea, no le ganan a mi experiencia. Ahora dime, ¿cómo fue tu viaje a Europa? Con todo y detalles.
— ¿Mi viaje...?
— Sí, de eso hablamos.
— Sí, lo sé, ah... — Peter no sabía como explicarlo sin revelar su identidad — Bueno, primero fuimos a Venecia y... luego a Praga...
— Nunca has hecho esto, ¿verdad?
— Nunca me han acusado de asesinato a un héroe... o de cualquier cosa... — le dijo Peter.
Como Peter Parker nunca lo habían hecho. Pero, como el Hombre Araña, sí que lo habían acusado.
— Dime, Peter... ¿qué hicieron en Venecia? — preguntó Matt — Escuché que un monstruo de agua atacó esa ciudad.
— Sí, sí, es cierto... — le dijo, aunque eran drones — Estaba caminando con MJ y... de pronto el agua explotó. Todos corrimos luego de eso.
— Corriste y después llegó Mysterio...
— Y lo derrotó, exacto...
— ¿Nada más?
— No, nada más... bueno, creo que... había alguien más...
— ¿Alguien más?
— Sí, vi a una persona evitar que unos escombros me cayeran encima — mintió. Realmente, se refería a él mismo.
— De acuerdo... bien, si eso fue lo que pasó... — dijo Matt — ¿No pasó nada en la noche?
— No, fue una noche tranquila...
— De acuerdo... vayamos con el día dos de tu viaje...
Y así siguieron hablando.
Peter cambiaba algunos acontecimientos, mientras Matt sonreía y escuchaba todo atentamente.
Una verdad, llena de mentiras, pero medianamente coherente. Eso le bastaba a Murdock.
Aunque, el abogado parecía que quería reír ante la situación.
Estuvieron así por horas. Parecía que ya tenían una idea de como defenderse en el juicio.
Ahora solo debían de esperar a que sucediera la contienda...
***
— ¿Saben dónde está Peter? — preguntó la pelirroja, sentándose en la mesa.
Se encontraban en la hora del almuerzo y el trío de amigos estaban comiendo.
— Oh, sí... él está con su abogado... — dijo Felicia, moviendo su comidad con su tenedor — Lo llamó en la mañana... su juicio será en tres días...
— ¡¿En tres días?! — dijo MJ, sorprendida — Vaya que será pronto...
— Sí, se veía preocupado... — dijo — Casi se olvida sus pantalones...
Felicia miraba su comida, inexpresiva. Se encontraba algo decaída por lo que pasó en la mañana.
— ¿Cómo sabes eso...? — preguntó Mary Jane.
— ¿El qué?
— Lo del día del juicio y... lo de sus pantalones...
La gata se despertó de sus pensamientos de golpe. Nadie, a parte de Miles, Ganke y Anya, sabía que vivían juntos.
— Él me lo... contó en la mañana — dijo Felicia, sonriéndole.
— ¿Hasta lo de sus pantalones?
— Sí, estaba... ¡estábamos...! en videollamada... — le dijo.
— A mí no me ha dicho nada...
— Seguro estaba apurado, tranquila... — le sonrió — Así es Peter, a veces se olvida de contarnos cosas, ¿o no, Kong?
La gata volteó para buscar ayuda de su amigo, pero este se encontraba volteado, saludando a su equipo de fútbol. De ayuda de él, no iba a recibir mucha.
— No importa, dime mujer... — dijo la peliblanca, entre risas nerviosas — ¿Cómo van las cosas con Peter?
— Bien, todo va bien... — dijo, tomando su jugo — Apenas hemos podido hablar por todo lo que está pasando...
— Oye, ser novia de un héroe no es algo fácil — le dijo — Puede pasar un montón de cosas que una no espera.
— ¿Tuviste un novio así? — le preguntó la pelirroja — Ya sabes, siendo... tú.
— Mi último novio era un chico normal y corriente — le respondió — Pero... no terminó muy bien...
— Oh...
Felicia volteó a verla. Había agachado la cabeza.
— ¡Pero, oye! — trató de animarla — Peter es un buen chico y... él siempre estará ahí para protegerte.
— Lo sé, solo... no sé, no creí que esto pasaría cuando fuéramos novios... — dijo la Mary Jane.
— Él te quiere — le dijo — Una vez que todo esto acabe... tendrán mucho tiempo para poder salir y hacer lo que quieran...
— Sí, eso espero... — dijo MJ, sonriendo — Gracias, Felicia.
— Cuando quieras... — le dijo, dándole una falsa sonrisa.
Era curioso como ella le daba consejos a la pelirroja. Después de todo, seguía enamorada de Peter.
Ella no podía con sus sentimientos en ese momento. Volver a hablarlo con el castaño iba a ser muy incómodo y, en esta situación, muy fuera de lugar. Debía de esperar a que acabara el tema del juicio...
O tal vez, era mejor solo seguir ignorándolo.
Mary Jane había notado lo decaída que estaba la peliblanca y tenía una idea del por qué.
— Oigan... — decía Kong — ¿Y Peter?
El grandote no había escuchado nada de la conversación.
***
El Hombre Araña destruyó una ventana del techo y entró a otra guarida de los Maggia.
Estos trataron de dispararles, pero todos fueron paralizados por la Bioelectricidad de Miles, quien se había camuflado.
— ¡Parece ser que mi estilo los deja... paralizados! — dijo Peter, viendo a todos caer al suelo.
— ¿"Paralizados"? ¿Enserio? — preguntó Miles, caminando hasta él.
— Trata de pensar en otro chiste cuando los malos caen al suelo por tu Poder de Veneno — le dijo Peter — Ahora, solo debemos esperar a los refuerzos y, si hay suerte, Hammerhead.
— Espero que venga. Ya estoy cansado de perseguir su dura cabeza — dijo Miles, sentándose sobre un piano — ¿No vino Cat?
— Así parece...
— ¿Por qué?
— No lo sé... últimamente actúa raro...
— Oh... entonces, ya sé que es — dijo Miles, sonriendo.
— ¿Enserio? ¿Qué?
— Es...
En ese momento, las puertas se abrieron en par. Varios hombres de los Maggia comenzaron a entrar, mientras que uno grande portaba una gigante ametralladora.
— ¡Me alegra verlos! — dijo el castaño — ¡Llegan tarde! ¡Ya nos acabamos el postre!
— ¡Prepárate para morir, Parker! — dijo el tipo con la ametralladora.
— ¡¿Cuántas veces tengo que decir que no soy Parker?!
El tipo comenzó a disparar todas las balas que tenía.
Los dos héroes arácnidos comenzaron a saltar, esquivando las balas. Los demás criminales también siguieron disparando.
Miles se camufló y trató de acercarse a ellos, pero la lluvia de balas no le permitía.
— ¡Mi cosquilleo no para de zumbar! — dijo el moreno, protegiéndose detrás de una estructura de cemento.
— ¡Sentido Arácnido! — le corrigió Peter.
— ¡¿Qué?!
— ¡Se le llama Sentido Arácnido!
— ¡No me gusta el nombre!
— ¡Yo le puse!
— ¡Eso lo explica!
— ¡Tengo un plan!
Peter giró y disparó varias redes de telarañas, mientras esquivaba las balas.
Estas redes no lograban darles a ninguno de los malos, sino que daban a sus costados.
— ¡Parece ser que el chico no tiene buena puntería! — dijo uno de los chicos malos.
— ¡Creo que ustedes son nuevos! — dijo Peter, mirando su disparador — Sino... sabrían que lo hago a propósito.
Entonces, Peter detonó la telaraña eléctrica. Debido al aumento de la potencia de la detonación, la electricidad logró darle a casi todos los criminales, causándoles muchos daño y provocando que cayeran inconscientes.
El grandote con la ametralladora se sorprendió al ver esto.
— ¡Tu turno, Hombre Araña! — dijo Peter.
— ¡Bien! — dijo Miles, acercándose rápidamente.
El héroe activó su Poder de Veneno y logró darle un fuerte golpe, provocando que este saliera del local y se estrellara contra un vehículo.
Quedando inconsciente.
— Y eso fue todo... — dijo Peter, acercándose al grandote — Parece que solo se veía amenazante.
— ¡Nadie es rival contra mis puños Bioeléctricos! — dijo Miles.
— Sí, seguro... — dijo Peter — Parece ser que Hammie no quiere venir a vernos.
— ¿Y si usamos a Edith para encontrarlo?
— Ya lo intenté, pero... — dijo el castaño — Parece ser que Edith tiene un sistema de seguridad.
— ¿A qué te refieres?
— Aquellos que están siendo buscados por algún crimen no pueden usarla — dijo Peter — Así que, ahora Edith solo son unos bonitos lentes que me quedan mal...
— Que mal... y me refiero a como te quedan.
— Y que lo digas...
Ambos jóvenes saltaron y se fueron de allí, balanceándose.
Se estaba haciendo tarde.
Y mientras más tarde se haga... más cerca estaba su juicio.
***
— Parece que hay un conflicto en los Maggia... — decía Felicia, mientras escribía en su computadora.
Ya era de noche. Quedaba poco más de tres días para el gran juicio. Peter se encontraba en el baño, mientras la gata negra estaba en el sillón de la sala, junto al gato.
— Esos tipos me tienen cansados... — dijo Peter, cepillándose los dientes — ¿Cómo sabes...?
— Alguien que pertenece a ellos me localizó y... me está contando todo...
— ¿Enserio?
— Lo único que me dijo es que es un conflicto entre las dos familias... — dijo Felicia.
— Eso es malo... — dijo, saliendo del baño — Para ellos, no para nosotros... de hecho, eso nos beneficia.
— Mientras estén en conflicto, estarán dispersos — sonrió — Me dio una fecha para reunirnos, ¿vamos?
— Podría ser una trampa... — dijo, mientras se acercaba.
— ¿Te asustan las trampas?
— Siempre he caído en trampas.
— Entonces, iremos — dijo, cerrando su laptop — Espero que esto nos permita acabar con ellos de una vez.
— Una vez eso ocurra, nos quitaremos un gran peso de encima — dijo, sentándose a su costado.
La peliblanca se le quedó mirando fijamente. No esperaba que se sentara a su lado.
— ¿Qué haces? — le preguntó.
— Nada... — le dijo el castaño — Siempre vemos películas los viernes, ¿no?
— Sí... es verdad... — le respondió, ruborizada — Pero... no tenemos que hacerlo hoy, si no quieres...
— Quiero relajarme un poco — dijo Peter, sobándose el cuello — Últimamente, estoy muy estresado...
— Entiendo... claro, sí, tiene sentido...
— Sí...
Ambos se quedaron callados un momento, mientras el gato caminaba y se sentaba entre ambos, echándose y poniéndose a dormir.
— ¿Pasa algo?
— ¿De verdad quieres ver películas...? — preguntó Felicia.
— Sí te pasa algo.
— Claro que no — le sonrió, nerviosamente — Todo está bien.
— Te conozco, Felicia — dijo Peter — Sé cuando algo te pasa.
— No... no lo sabes...
— Sí, lo sé... ¿no quieres hablar de eso?
— No quiero porque no es nada.
— Es raro que no hayas venido a detener a los Maggia — le dijo — Estoy completamente seguro que algo te pasa.
— Detener a los Maggia no es algo que tenga que ver con lo que me pasa...
— Entonces, sí te pasa algo.
— Peter... — pausó Felicia — Dejemos está conversación aquí...
La peliblanca se levantó del sofá y comenzó a caminar hasta las escaleras.
— Sabes que cuentas conmigo para hablar de lo que sea — le dijo Peter, también levantándose — Somos amigos...
— Sí... lo sé... — dijo Felicia, al pie del primer escalón — Si me pasa algo, te lo diré...
— Y sí... tiene que ver con lo que pasó hace seis meses...
— ¡No! — dijo, casi gritando, la peliblanca, sonrojada — No tiene que ver con nada de eso...
— Sí, claro... claro, sí, perdón...
— Tranquilo... Peter, todo bien — dijo, sonriendo y subiendo las escaleras.
El castaño suspiró y se tiró en el sofá. Estaba muy cansado mentalmente. Esa araña debió darle super fuerza mental para soportar estas cosas.
El gato se levantó, se estiró y comenzó a lamerle la cara al héroe.
— ¿Tú crees que tenga que ver con eso...? — preguntó Peter al gato.
Este lo miró confundido de la situación.
— Creí que ya habíamos superado ese tema... — dijo, suspirando.
"Peter, escúchame..."
— ¡No, no pienses en eso! — se dijo Peter, dándose golpes en la cabeza — Estás saliendo con MJ, Peter, no lo olvides...
***
Los días fueron pasando en un abrir y cerrar de ojos.
Peter no podía creer que ya había llegado finalmente el día.
Estaba demasiado nervioso.
— Cálmate — decía Murdock, en el vehículo — Todo va a salir bien, recuerda que soy un experto.
— Lo sé... eso no es lo que me preocupa...
— ¿Entonces qué?
— No suelo tener la mejor suerte...
— Eso es fácil de notar.
— Y estoy seguro que algo va a pasar que arruinará todo esto... — dijo el castaño — Es algo común en mi vida.
— No me ofendas — dijo Matt, sonriéndole — Confía en mí... todo estará bien.
— Eso espero...
El vehículo se detuvo enfrente del juzgado. El sol ardiente del acercamiento del verano les dio con todo.
Hubo un instante en el que el héroe no pudo ver nada... hasta que su vista se acomodó.
Había un camino, rodeado de rejas, mientras un montón de personas se encontraban a los costados. La gran mayoría tenía carteles con las palabras "Yo creo" y la imagen de Mysterio.
Habían personas abucheando y gritando groserías.
Peter empezó a caminar por el camino, escuchando todo eso.
No podía creer que eso estuviera pasando.
Finalmente, entraron al lugar donde se realizaría el juicio. Allí, Peter se encontró con sus amigos.
— Casi llegas tarde — le dijo Anna Maria, viéndolo entrar.
— Eres alguien que le importa la puntualidad, ¿no? — preguntó Ganke.
— Algo así... — dijo.
— ¿Estás listo? — preguntó MJ.
— Por su puesto, señorita Watson — dijo Matt — Le aseguro que su pareja no será encarcelada hoy.
— ¿Hoy? — repitió Peter.
— Es un decir.
— Eso no es cierto — dijo Felicia.
De pronto, el suelo comenzó a vibrar lentamente. Eso era extraño, ya que en Nueva York no era normal los temblores.
Todos se miraron entre sí.
Entonces, Matt volteó la cabeza. Ya sabía quien se estaba acercando por detrás de ellos.
— ¡Mira quien está aquí! — dijo la voz de una mujer.
— Vaya, vaya... — dijo Murdock, dándose la vuelta.
Todos miraron hacia donde volteaba y allí la vieron.
Una mujer de más de dos metros de altura, con una piel y cabello de un mismo color: verde.
Todos la reconocieron, ya que era sumamente famosa.
— Les presentó a... — empezó a decir Murdock.
— Jennifer Walters — dijo la mujer, sonriendo de oreja a oreja — Suelen conocerme como She-Hulk.
Peter la conocía. Había visto varias de sus hazañas en la televisión. Además, era conocida por ser una gran abogada defensora.
— Hola, señorita Walters — saludó Matt — Ha pasado tiempo desde que nos vemos...
— Así es, Matt... ¿aún recuerdas nuestro último caso?
— Lo recuerdo muy bien, pero comentarlo aquí lo veo un poco... impropio.
Ambos abogados se sonreían entre sí.
— Esto es incómodo... — murmuró Miles.
— ¿Y este...? — dijo She-Hulk, viendo a Peter — Creí que serías más alto, Hombre Araña.
— Yo no... — trató de decir el castaño, nervioso.
La mujer era muy imponente. Le daba miedo.
— Hoy voy a demostrar que el joven Parker es inocente — dijo Matt — Supongo que ya habrás notado que soy su abogado.
— Por supuesto, de hecho, esa fue la razón por la que vine a saludar — dijo Walters — No puedo esperar para ver como termina esto.
— Bueno, lamento decepcionarte, pero también obtendré la victoria en este caso — dijo — Me dijeron que el fiscal es uno novato. Ya sabes como son.
— Siempre tan confiado, Murdock — dijo, seriamente — No deberías subestimar a tus oponentes...
Murdock borró la sonrisa de su cara en ese momento.
— ¿Qué te trajo a Nueva York, Jennifer? — preguntó el abogado.
— El caso de asesinato de Quentin Beck — respondió.
Matt volvió a quedarse en silencio.
— Pero, eres abogada defensora...
— Me volví fiscal hace poco.
— Oh... pues, felicidades... — dijo Matt — Será un honor enfrentarme contra ti...
— Igualmente, Murdock... igualmente.
Entonces, las puertas del juzgado se abrió y las personas comenzaron a entrar.
— Creo que es hora... — dijo She-Hulk, caminando hasta dentro.
Matt empezó a sudar un poco.
— Tranquilo, aún podemos hacerlo... — le dijo.
Peter suspiró ante eso, aliviado.
— No suspires, que ella esté aquí no es algo bueno... — le dijo Murdock.
— ¿Qué? — dijo Peter — Pero, usted dijo que podía con los novatos.
— Pero está novata es una fiscal con experiencia en este mundo — dijo Matt — No quiero asustarte, pero... la señorita Walters no es alguien cualquiera...
— Así veo...
— De todas formas... creo que aún podemos... — dijo, empezando a caminar — Vamos, señor Parker, defendamos su inocencia...
Peter tragó saliva con dificultas.
Y comenzó a caminar hasta dentro del lugar.
Solo esperaba que nada malo sucediera...
Por una vez, no quería que su suerte le pasara factura.
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Buenas invocadores!
Espero les haya gustado mucho este capítulo!!!!
Si así fue, apoyen dándole a la estrellita jeje.
Gracias por todo el apoyo ^^
Publicado el 01/05/21
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