Dos personas se encontraban caminando por la acera del lugar. Uno era más joven que el otro.

El mayor llevaba lo que parecía ser una cápsula, con una sustancia dentro.

— El nombre es Horizon High — dijo el joven.

— ¡¿Estudias en Horizon High?! Eso es sorprendente — le dijo sorprendido al chico moreno.

—Sí que lo es, lo malo es que es solo para genios — le respondió — Aparte de los costos, que son muy caros... tuve suerte de ganar una beca.

— Ya veo — dijo, mientras se aseguraba de no tirar la máquina de Miles — ¿Y esto qué es?

— Es el V-252 — le empezó a explicar — Es un.... Ah, ¡Lo siento! Es un secreto.

— Vamos, Miles, dime — le pidió.

— Lo siento, pero Max Modell me dijo que no se lo dijera a nadie.

— ¡¿Conoces a Max Modell?!—  gritó, sorprendido.

— Sí, es el director de...

— Eso ya lo sé — le interrumpió — Solo pensé que el no era muy... amigable.

— No, así lo hace ver en televisión o cualquier sitio web, pero la verdad, es una muy buena persona... ¡oh!, llegamos — dijo Miles.

La escuela Horizon era muy grande. 

Tenía varios vidrios que decoraban el exterior y estaba pintado de blanco. El interior era lo mejor. El piso era blanco con puntos negros y las paredes tenían colores blancos y naranjas.

Los dos caminaron por dentro de la escuela, cruzando varios pasillos.

— ¿Dónde ponemos esto, Miles? — le preguntó.

— De momento, en mi laboratorio — le respondió, mientras se paraban enfrente de una puerta — Es aquí.

— Vaya, tienes laboratorio propio... genial — comentó, asombrado.

— Sí, ahora....¿Max? — dijo Miles, al ver a Max Modell en su laboratorio.

— Oh, hola, Miles — saludó Max —  Estaba buscando el proyecto de Anya, ¿Lo has visto?

— Sí, lo deje en mi armario.

— Bien — el señor peligroso fue al armario y sacó una especie del guantes — Uh, ¿Tu amigo...?

— Ah, sí, él me ayudó a defenderme de unos abusivos — respondió Miles — Es Eddie Brock.

— Es un gusto, señor Modell — le extendió la mano.

— Por favor, llámame Max —  le apretó la mano — Ayudaste a uno de mis mejores estudiantes, así que te mereces mi respeto.

— Gracias, Max — respondió Eddie, feliz.

— Y Miles, ¿trajiste lo que te pedí?

— Sí, la NASA fue muy amable por darnos el aparato de choque — le dijo Miles mientras sacaba dos guantes de las maletas que traía — Nos sera de mucha ayuda para trabajos difíciles.

— Digamos que me debía unos favores.

— Y aquí esta el V-252 — le dijo Eddie, sosteniéndolo.

— ¿Como sabes del...? — comenzó a ver a Miles y Eddie lo notó.

— Ah, no es culpa de Miles, yo fui quien le insistió — le dijo — Lo único que sé es el nombre...

— Bien, supongo que eso no es nada grave...

— Sí, lo lamento — se disculpo Miles.

— Por cierto — dijo Brock — Mencionaron una Anya... ¿se apellida Corazón?

— Sí, así es... — respondió — ¿La conoces?

— Vaya, sí que ha pasado tiempo... — dijo Eddie — Fui amigo suyo cuando eramos niños. La defendía a ella y a un amigo de los bravucones.

— Siempre salvando al indefenso — dijo Miles, sonriendo. Pero entonces, la cara de Miles se llenó de miedo — ¡Max, cuidado!

— ¿Qué?

De pronto, la ventana del laboratorio se destruyó y un tipo con alas entró.

Allí, moviendo sus alas, empujó a todos los presentes, tirándolos al suelo.

Tomando lo primero que veía, agarró los guantes de choque y el V-252, retirándose de allí.

— ¡No!—  gritó Max.

— Rayos, ¡hay que seguirlo! — dijo Eddie, mientras salia del edificio.

— ¡Vamos! — dijo Max, siguiéndolo.

Pero entonces, vieron a alguien balanceándose enfrente suyo.

— ¿Acaso...? — dijo Miles.

Aquel que se balanceaba con rapidez, persiguiendo al tipo alado, no era más que el Hombre Araña.

— ¡Jamas pensé ver esto en mi vida! — manifestó Peter — ¡Aunque luego de enfrentar a un tipo que controla la electricidad, un tipo que vuela con alas que roba cosas de una escuela no es tan raro!

Aquel sujeto volador no se había percatado de que el Hombre Araña lo perseguía.

Peter comenzó a impulsarse, gracias a sus telaranas, hasta que finalmente logró dar un gran salto y aterrizar encima suyo.

— ¡Estás arrestado! — le gritó Peter.

— No es cierto... — dijo el Buitre.

El tipo se dio la vuelta y comenzó a moverse para que Peter se soltara.

— ¡No caeré tan fácil! Las arañas son muy buenas sujetándose — dijo Peter mientras subía por su red y se trepaba encima del tipo — Ahora dame lo que te llevaste.

Ambos comenzaron a forcejear los dos objetos que se había llevado. 

El castaño logró darle un puñetazo en la cara del villano, confundiéndolo.

Aprovechando esto, logró tomar el V-252, pero no los guantes de choque. 

Al hacerlo, Buitre giró velozmente y tiró a Peter.

El héroe, antes de estrellarse contra el pavimento, disparó una telaraña, tratando de evitar morir. Lo logró, pero terminó estrellándose contra un camión de "envió consolidado".

— Soy muy bueno estrellándome contra cosas — exclamó Peter, saliendo del camión — Espero que esto no retrase la cartas con nuestras cuentas.

El tipo alado escapó, pero no pudo llevarse todo.

El joven héroe miró la sustancia, la cual parecía mantenerse en perfecto estado.

— Que cosa más asquerosa...

***

— Tengo esto, señor Modell — le dijo Peter entregándole el V-252, algo nervioso por conocerlo — No pude recuperar lo otro...

— Descuida, la policía buscara al tipo, pero esto era mas importante — dijo agarrando el V-252 — Gracias, Hombre Araña.

— No hay de que — dijo Peter, riendo y balanceándose de allí.

— ¡Guau!, el Hombre Araña es muy genial — expresó Eddie.

— Sí, me encantaría tener sus poderes — le dijo Miles.

— Bueno, a ordenar, ¿puedes ayudar, Eddie? — dijo Max.

— Para mi, será todo un placer.