Lo que sucedió en el juicio no tardó en filtrarse por todas partes.

Ahora, la idea de que Peter Parker era un asesino y el que provocó uno de los mayores desastres en Nueva York comenzó a circular como la pólvora de los traficantes de armas.

Además, ahora todos creían que Felicia Hardy y Peter Parker estaban saliendo. Esto iba de mal en peor.

Pero ambos jóvenes lo estaban solucionando como unos campeones...

— ¿Quieres helado? — preguntó Felicia, acercándole el bote.

— Me ofendería que no preguntaras — contestó Peter, tomándolo.

Los dos héroes estaban en el sofá de la sala, mirando la pared que tenían enfrente.

— Sabes, ahora que todos lo saben... — decía la gata — Siempre quise hacer una fiesta.

— ¿Enserio?

— Sí... este lugar es perfecto para eso...

— Tendríamos que remodelar algunas cosas... — dijo el castaño, devolviéndole el bote — Podríamos mover este sofá a...

— El sofá se queda en su sitio — dijo, comiendo otra cucharada — Créeme, ya intenté cambiarlo de posición...

— ¿A sí...? Bueno... entonces, solo tendríamos que comprar la comida...

— Podríamos ordenar pizza, sí...

— Invitar a nuestros amigos...

— Si es que seguimos con amigos después de esto...

— Sí, es verdad...

— ¿Mary Jane ya te contestó? — le preguntó Felicia.

— No... ¿a ti? — preguntó Peter.

— Tampoco...

— Deberíamos empezar a esconder todo lo que nos delataría... para cuando vengan...

— Ni siquiera sabemos cuando será eso...

— Tal vez en unos minutos...

— O tal vez mañana...

— Lo que sea... hay que empezar...

— ¿Y dónde lo esconderemos, genio? — preguntó la gata — No podemos aquí y tampoco... tampoco podremos ponerlo en el techo...

— ¿Por qué no? Eso había pensado...

— El sol fundiría nuestras cosas...

— Lo envolvemos en telaraña.

— ¿No se disolvía al cabo de una hora?

— Dos horas, y sí... tienes razón...

El castaño comenzó a sobarse los ojos.

— Mañana escuela... — dijo el héroe.

— Al menos no estarás solo en eso de los murmullos... — dijo la ex ladrona.

— Todos creerán que somos novios y...

— Que engañabas a MJ conmigo...

— Supongo que es lo que ella pensará...

— Que problema... — dijo, echándose en el sofá.

— Sí... lo es... — Felicia dejó el bote en la mesa y volteó a ver al castaño.

La gata subió sus pies al sofá y los rodeó con sus brazos.

— De todas formas, creo que eso ya lo pensaban... — dijo la peliblanca.

— ¿El qué?

— Que estábamos saliendo y... eso...

— Ah... sí, lo sé...

— No es verdad.

— Cuando te me confesaste y... bueno, notar quienes nos relacionaba se volvió muy fácil...

— ¿Enserio...?

— Sí...

— Bueno, pues habías tardado un poco en darte cuenta — dijo, entre unas cortas risas.

— ¿Qué puedo decir?... soy lento en estas cosas...

— En eso, araña, tienes toda la razón — dijo Felicia, mirando hacia la terraza — ¿Sabes? Aún hay veces que me pregunto que hubiera pasado si...

— ¿Tú también? — preguntó Peter, sentándose.

— ¿También pensabas en eso?

— A veces, es... no sé, es raro...

— Sí, un poco — dijo Felicia, sonriéndole — Los dos somos un par de raros...

— Los raros se juntan — le dijo, también sonriendo — Es el porque podemos contra los malos.

— Sí... — dijo Felicia, bajando un poco la cabeza — Pero creo que ya no deberíamos de pensar en eso...

— No, no deberíamos...

— Digo, estás saliendo con MJ y...

— Sí...

— Bueno, ya no tenemos posibilidad de salir algún día...

— Sí... digo, no. No, creo que... que no...

Ambos chicos se miraron fijamente.

— ¿De verdad piensas eso...? — le preguntó la peliblanca.

— Yo creo... ah... — Peter comenzó a rascarse la cabeza y luego suspiró — Creo que pudimos haber tenido una oportunidad hace un año...

— ¿Enserio...? 

— Sí... pero, en esos tiempos pasaron muchas cosas y... — dijo, mientras volteaba a verla — Felicia, tú sabes...

Pero Peter no pudo seguir hablando. 

La gata saltó hacia la araña y lo besó. Peter la miraba, sorprendido, mientras Felicia tenía los ojos cerrados.

Le costó unos segundos reaccionar, antes de que el joven de Queens pudiera separar sus labios de los de ella.

— ¡Felicia! — dijo el castaño, aún sorprendido — ¡¿Qué...?! ¡¿Qué haces?!

La peliblanca le tomó unos segundos reaccionar.

— ¡Perdóname! — le dijo, cubriendo su boca de asombro — ¡Lo siento, de verdad! ¡No sé que pasó, yo...!

— ¡Ok, ok! Ah... — dijo el castaño, también cubriéndose la boca — ¿Por qué no...? Sí, podríamos suponer que esto no pasó y...

— ¡Sí, buena idea! — dijo Felicia, levantándose de su asiento.

— Bien, sí, perfecto... sí, bien... — dijo Peter, también levantándose — Yo creo...

— Tenemos que guardar varias cosas.

— Esconderlas, sí...

— Ok, bueno... ah... yo iré a mi habitación...

— Y yo a la mía...

— Bien.

— Perfecto.

— Sí...

— Ok... ya me... voy...

— Yo también...

Los dos jóvenes se fueron por lados opuestos, aún cuando debían de ir por el mismo camino.

Los dos estaban completamente sonrojados, incrédulos de lo recientemente acontecido.

Muy avergonzados.

Y tenuemente sonrientes.

***

— ¡MJ! — decía Peter, mientras corría por los pasillos.

Los murmullos de las personas se podían escuchar. Adolescentes criticándolo duramente a sus espaldas. 

Aunque había pasado mucho tiempo desde que alguien hacía eso, ya estaba acostumbrado a esos murmullos.

No le afectaban tanto.

Aunque, lo que si lo hacía era el que. 

El Hombre Araña era Peter Parker...

Ese era el problema.

Y también lo otro... pero Peter no quería pensar en eso.

— Mary Jane — dijo el castaño, logrando alcanzar a la pelirroja.

La chica se dio la vuelta y lo miró fijamente.

— MJ, escucha, lo que pasó en el juicio... — dijo Peter — Puedo explicarlo...

Mary Jane cruzó los brazos.

— Te escucho... — dijo.

Peter se sorprendió de la respuesta. Realmente no esperaba que lo escuchara.

— Bueno... realmente vivo con ella desde hace más de un año y... — empezó a decir Peter.

— Eso no te está ayudando...

— ¡Ok, ok! ah... déjame volver a empezar... — dijo Peter, acomodándose la garganta — Todo empezó después del Aliento del Diablo.

— ¿Del Aliento del Diablo...? — repitió la pelirroja — ¿No fue ahí cuando...?

— Sí, escucha, ah... luego de la muerte de mi tía May y que me desalojaran... — dijo el castaño — Felicia se me acercó y me ofreció vivir con ella...

— Y aceptaste.

— No estaba pasando por un buen momento... tenía muchas cosas en la cabeza... — dijo el castaño — Lo único que quería era un lugar donde dormir...

— ¿Y te quedaste ahí por más de un año?

— Sí... sí, ahí estuve...

Mary Jane siguió viéndolo, fijamente, mientras entrecerraba sus ojos, pero al final solo suspiró.

— Bien, entiendo, yo... — dijo la pelirroja — Todavía me cuesta un poco procesar eso, pero tiene sentido...

— ¿Enserio?

— Siempre llegan juntos a la escuela y... se van juntos...

— Oh... pues, sí que tiene sentido...

— Y entiendo el porque lo hizo, yo... ah... disculpa, mi actuar fue inmaduro...

— Ni tanto... actuaste justo como hubiera actuado yo... — dijo Peter — Lamento no haberte dicho antes.

— Está bien, solo... quiero que haya más confianza entre nosotros... — dijo MJ, suspirando — Yo confío en ti... quiero que tú confíes en mi.

— Lo lamento...

— Bien...

Ambos se miraron fijamente.

— Y... ¿nada pasó? — preguntó Mary Jane.

— ¿Qué cosa?

— Entre tú y Felicia... ya sabes, viviendo juntos... — dijo — ¿Nada de nada?

Cuando le dijo eso, Peter recordó lo que había sucedido la noche pasada y también... lo de las otras ocasiones.

Y se estaba quedando callado por demasiado tiempo.

— No... — dijo Peter.

— No es cierto...

— No pasó nada.

— ¡¿Es enserio?!

Mary Jane lanzó un quejido y se dio la vuelta.

— Espera, MJ, no pasó nada — dijo Peter, empezando a seguirla — ¡Por lo menos no las cosas que estás pensando!

El joven de Queens comenzó a seguir a su novia, aún con la preocupación latente.

Definitivamente, esta no era su semana.

Su suerte no paraba de empeorar.

***

Según había hablado con Daredevil, el que el Hombre Araña saliera a las calles y comenzaba a combatir el crimen podría jugar en su contra.

Si el héroe cometía algún error, entonces Peter Parker podría salir perjudicado en el juicio.

Pero no podía quedarse de brazos cruzados. Debía de salir y salvar a las personas.

Era su responsabilidad.

Así que, el castaño estuvo pensando en algunos nombres alternativos para distintos trajes.

Tal vez un traje blindado. Podía pedirle a Anya que modifique el Iron-Spider para eso, pero ella estaba ocupada tratando de desbloquear el seguro de Edith. Así que, el héroe Hornet no podía ser posible.

Quizás un héroe que se guíe por la oscuridad y que defienda el crimen con un traje negro y una capa o gabardina, pero... era una idea tonta, incluso para él. Así que el héroe Dusk estaba descartado.

También pensó en los nombres de Ricochet y Prodigy, pero ninguno le convencía. Además, no podía costearse un disfraz.

No tenía dinero para pagar algún material costoso.

El castaño solo suspiró, cansado. No sabía como podría salir a enfrentar el crimen. Aún así, seguía llevando su disfraz del Hombre Araña consigo.

Era ya una tradición para él.

Entró al laboratorio de Connors y allí vio a sus compañeros de trabajo. Era bueno poder verlos, por lo menos le darían tranquilidad.

— Tarde, Parker — dijo Anna Maria.

— "Hola Peter, ¿cómo fue tu día en la escuela?" — dijo Peter, tratando de imitar a Anna — "Me alegra ver que sigues respirando luego del desastrozo juicio de ayer"...

Anna Maria solo se le quedó mirando.

— Te veo respirando, así que estás bien — fue lo único que le dijo.

— Sí, claro... — dijo Peter, agachando la cabeza.

— Ya basta ustedes dos — dijo Connors, sonriendo — Estoy seguro que Peter podrá con esto. Él es fuerte y a logrado demostrar...

— ¿Qué te dijo el abogado? — preguntó Anna.

— No muchas cosas... solo que podremos salir de esta — dijo Peter — Ya sabes como es...

— A veces no sé si ese sujeto sabe hacer su trabajo.

— Me están ignorando... — dijo Connors, viéndolos de lejos.

Y así, las horas comenzaron a pasar en el laboratorio.

Investigando el V-252...

El Sentido Arácnido de Peter no paraba de encenderse cuando este estaba cerca. Era extraño.

Ni siquiera lo estaba atacando.

Era muy raro estar cerca de esa cosa. Demasiado, pero... por unos instantes, sentía como si lo estuviera llamando...

— ¡Parker! — grito Anna Maria, despertando al castaño de sus pensamientos — ¡¿Sigues ahí?!

— Perdona — dijo el castaño, entre risas nerviosas.

Ya había anochecido. Se habían quedado hasta tarde trabajando.

Peter había sentido volar el tiempo. No se dio cuenta que ya era tarde.

— Serás alguien muy prometedor en el futuro, Peter — dijo Connors — La ciencia es tu mayor...

— El V-252 parece ser estable — le decía Anna Maria — Aunque sigo diciendo que su reacción hacia ti es rara.

— ¿Crees que sienta mis poderes arácnidos? — le preguntó Peter.

— Es una posibilidad... tal vez de donde venga, haya seres vivos con genes como los tuyos.

— ¿Un lugar lleno de gente con mis poderes?

— No seas rídiculo — dijo Anna, riendo.

— ¿Qué les pasa hoy? ¿Por qué me ignoran? — se preguntaba Connors.

En ese momento, el Sentido Arácnido de Peter se prendió. Eso llamó su atención. 

Giró la cabeza y vio como dos personas comenzaban a caer sobre el techo de vidrio.

— ¡Cuidado! — dijo Peter, empujando  a Anna Maria y a Connors.

Ambos cayeron al suelo, mientras el vidrio era destruido y las personas entraban al laboratorio.

Uno tenía un largo cabello hacia arriba, mientras que el otro tenía un traje amarillo. Peter logró reconocer a uno.

Entonces, uno de ellos se sorprendió de la presencia de personas.

— ¡Me dijiste que no habría testigos! — dijo Shocker, quien parecía molesto.

— Cálmate... — dijo el otro ladrón — Yo me encargo de ellos...

El Sentido Arácnido comenzó a activar todas las alarmas de Peter. Vio como, de la gabardina que tenía, sacaba una especie de carta.

— ¿Qué está haciendo? — preguntó Connors.

— Creo que no quiere jugar a las cartas... — dijo Peter, ayudándolos a levantarse.

Este ladrón provocó que su carta comenzara a brillar de un color morado.

Y entonces, la lanzó hacia ellos. Peter previó eso y tomó una silla, lanzándola hasta la carta. Cuando ambos objetos se tocaron, explotaron.

Eso sorprendió al castaño. Era seguro que se sujeto era un mutante.

Por suerte, los tres lograron escapar.

El mutante trató de seguirlo, pero fue detenido por Shocker.

—¡No tenemos tiempo que perder! — dijo el viejo villano del Hombre Araña — ¡Hay que robar esa cosa!

— ¿Siempre eres tan amargado, Montana? 

— Solo quiero terminar este trabajo y retirarme...

— De acuerdo... vamos...

Los dos ladrones comenzaron a caminar hasta el lugar donde estaba el V-252. Entonces, Shocker sacó un recipiente de su cinturon.

— Con cuidado... — dijo el ladrón — No queremos que esa cosa caiga al suelo.

— Me da asco de solo verla... — dijo, acercándose.

Pero entonces, la luz de la luna reflejó una sombra sobre ellos.

Y al darse vuelta, vieron al arácnido enmascarado.

— Hola, tengo una pregunta — dijo Peter — ¿Tengo que romper mi propio cristal o puedo entrar por este?

— ¿Ese es...? — preguntaba el ladrón.

— ¡El Hombre Araña! — gritó Shocker, sorprendido.

— Hola, Shocker — dijo el héroe, entrando al lugar — Me alegra ver que haces amigos.

— Así que ese es el héroe de Nueva York... — dijo el acompañante.

— Oh, lamento mis malos modales — dijo — ¿Y tú eres?

— Me conocen como...

— ¡Gambito, acábalo! — dijo Shocker, dándose la vuelta — ¡Yo me encargo del alien!

— Que aburrido — dijo Gambito, lanzando sus cartas.

Peter comenzó a saltar y a esquivar las explosiones que estas cartas provocaban. El como lanzaba las cartas no era natural.

Era un movimiento extraño. Como si las controlaba.

— ¡Esto acabará rápido si dejas de moverte! — decía Gambito, mientras seguía atacando.

— ¡Esa no es una de mis prioridades! — expresó el castaño, mientras disparaba bolas de telaraña a las cartas — ¡¿Por qué quieres terminar con esto?! ¡Apenas nos vamos conociendo!

— ¡Cierra la boca, niño! — dijo, lanzando otra carta.

— ¡Cumpliré dieciocho el año que viene! — dijo Peter, esquivando esa carta.

El Hombre Araña volteó y vio como Shocker abría la estructura de vidrio donde estaba el V-252.

El héroe disparó dos redes y se impulsó hasta él. El villano notó esto.

Logró atrapar al Hombre Araña antes de que lo pudiera atrapar y lo estrelló hasta la estructura de vidrio. 

Esta se destruyó en cientos de pedazos, mientras Peter era estrellado contra el suelo de la estructura.

Justo donde estaba el V-252.

— ¡Tarado! ¡El alien! — gritó Gambito.

— ¡Diablos! — dijo Shocker, al darse cuenta.

— ¡No dejaré que se lo lleven! — gritó el héroe.

Entonces, le dio un fuerte golpe al villano, lo que lo hizo estrellarse contra varias mesas.

Gambito intentó lanzar algunas de sus cartas, pero el castaño le disparó varias granadas de telaraña, envolviéndolo. Ya no podía moverse.

Pero, no se dio cuenta como Shocker se levantaba y se impulsaba con sus guantes de choque.

Estaba empezando a huir.

Peter volteó y no vio al V-252 por ningún lado.

— ¡Maldición! — dijo el castaño, saltando.

Se lo acababa de llevar.

El Hombre Araña, por mucho que se balanceara, no podía alcanzarlo. Hasta que, de un momento para el otro, lo perdió de vista.

Había escapado con la sustancia.

— No es cierto... — dijo Peter, sentándose en un edificio — Maldita sea...

Había perdido, otra vez.

Así había sido durante los últimos días.

Una pérdida, tras otra.

***

Peter llegó a la terraza del penthouse. 

Felicia se encontraba comiendo en la mesa. Los dos se vieron en ese momento.

Estaban avergonzados.

— Hola... — dijo Felicia, cerrando su laptop y levantándose — ¿Cómo...?

— Bien... bueno, bien... sí... — dijo Peter — Creo que... estuvo bien...

— Sí, me alegro por eso... — dijo, mientras se acercaba.

— Sí... sí, sí...

Era demasiado incómodo.

— Iré a mi cuarto — dijo Peter.

— Yo también...

Ambos jóvenes caminaron callados hasta sus habitación, en un trayecto silencioso, donde ni su vista se cruzaba por accidente.

Una vez llegaron a sus habitaciones, ambos trataron de decirse algo, pero no pudieron. Nada salió de sus bocas.

Peter entró a su cuarto y se encerró allí.

Había sido un día bastante agotador y necesitaba descansar. 

Últimamente había sido así sus días.

Apagó la luz y se tiró en su cama. 

Si tan solo pudiera liberarse de sus problemas...

Ahora, debía de investigar que había ocurrido con el V-252.

Pero no podía hacerlo siendo el Hombre Araña. 

Peter solo decidió cerrar los ojos...

Y ponerse a dormir.

Tal vez la peor idea de su vida...

_________________________________________

Buenas a todos!

Espero que les haya gustado el capítulo!!

Después de este, pasaré unos días sin actualizar, porque comenzaré a escribir los siguientes cinco capítulos!!

Gracias por todo el apoyo!

Hasta la próxima!

Publicado el 02/05/21

***

Todo comenzó hace miles de millones de tus años terrestres...

Un ser antiguo y casi inmortal, cuya existencia precede al universo mismo...

Recibía muchos nombres...

Rey de Negro.

El Señor del Abismo.

El Vacío...

Pero su nombre verdadero era...

"KNULL"

Una voz susurrante comenzó a ser escuchada por toda la cabeza de Peter,

Knull estaba en guerra con otros seres cósmicos llamados: Los Celestiales.

Ellos decidieron brindarle luz al universo, pero Knull era la oscuridad misma...

La nada.

Mientras hubiera más oscuridad que luz en el cosmos, Knull sería más fuerte que los Celestiales...

Pero ellos eran muchos, así que... de su propia sombra, creo millones de armas perfectas.

Estas armas no eran solo herramientas... eran seres vivos...

Sirvientes inteligentes y confiables que representaban el vacío... la oscuridad...

Creados para el solo propósito de apoderarse de lo Celestiales. Convertir la luz de estos en sombras...

Cubrir al universo de una negra oscuridad...

Satisfecho con sus creaciones, les otorgó un nombre... Klyntar...

Una mancha negra comenzó a apoderarse de todo el traje del Hombre Araña

Una palabra, en su antigua lengua, que significa jaula...

Los enemigos de luz jamás lograrían escapar de su poder destructivo...

Y en una épica batalla que hizo temblar el universo, Knull salió victorioso.

Los Klyntar provocaron una oscuridad tan oscura que incluso la luz provocada por cualquier ser vivo sería absorbida por esta...

Incluso ahora, la gran mayoría del universo contiene más espacios oscuros que de luz...

La araña de su traje desapareció en una negrura tan oscura como la oscuridad del universo.

Gracias al poder que había obtenido, pudo despedazar y aniquilar a casi todos los Celestiales que intentaron frenarle...

Cuando terminó la guerra, los Klyntar... siempre obedientes, preguntaron a Knull cómo podían seguir sirviéndole...

"Los creé para un solo propósito... y ese propósito se ha cumplido..."

Knull trató de destruirnos, pero los Klyntar eran más... mucho más fuertes... mucho más poderosos.

Absorber toda la energía vital que poseía nuestro creador, requirió la ayuda de todos.

El rey de negro fue destruido, viendo a sus creaciones como una última cosa...

Pero, una vez que Knull fue aniquilado por los Klyntar, un Celestial apareció. Uno que era diferente a cualquier otro visto...

Más poderoso...

"El que está por encima de todos"

Peter despertó del susto, al sentir algo como su Sentido Arácnido comenzaba a vibrar como nunca antes.

Aquél ser, atacó a los Klyntar con un misero movimiento de uno de sus dedos.

Y de aquél movimiento, exterminó a todos y a cada uno de los Klyntar que Knull había creado... 

Yo era uno de ellos... uno de los Klyntar exterminados...

El ser por arriba de todos los Celestiales me miró y me atacó... siendo el último de mi especie, modifico mi infraestructura.

Modificó mi forma física... me convirtió en una masa negra y casi líquida, y me dejó allí.

Varado por toda la eternidad, en un vacío oscuro que ayude a formas...

Pasaron eones y pude ver como una estrella comenzaba a formarse cerca de mi ubicación. Fue atraído hacia ella y comencé a girar a su alrededor por millones y millones de años...

Hasta que... terminé sobre una especie de máquina. Hacía tiempo que mi mente y mi consciencia habían desaparecido...

Los seres a los cuáles les pertenecían estás máquinas me llevaron a su mundo... comenzaron a experimentar conmigo...

Y gracias a lo que sea que me hicieron... pude despertar. Millones de años de recuerdos perdidos me llegaron a la mente y entonces... te vi...

Un ser con un potencial desperdiciado... un ser... al cual podía ayudar...

Y su nombre... Peter Parker...

Tu eres el anfitrión perfecto para que nos unamos, como una vez nos unimos a Knull...

Una simbiosis perfecta...

Una unión perfecta...

Un solo ser...

Puedo sentir tus preocupaciones, Peter Parker... acepta mi ayuda...

Y todo... todo...

Se solucionará...

Tú eres el anfitrión perfecto...

Y sin poder reaccionar a tiempo...

Todo se tornó oscuro...

— ¿Dónde estoy...? — se dijo a sí mismo, mientras se veía al espejo.

Pero no estaba enfrente de un espejo...

Estaba de cabeza, mirándose fijamente, enfrente del vidrio de uno de los edificios de la ciudad de Nueva York.

Su traje, antes de dos colores, era completamente negro... un negro incapaz de poder dejar pasar alguna luz.

El castaño se soltó de lo que sea que estaba agarrando... era un tentáculo que inmediatamente regresó a su traje.

El Hombre Araña se posó sobre la gran ventana de vidrio y se miró fijamente.

No entendía que era lo que pasaba... no sabía que sucedía...

— ¿Qué es esto...? — se volvía a preguntar el castaño

Su Sentido Arácnido comenzaba a vibrar sin control, pero... un pequeño tentáculo por su nuca golpeó la parte trasera de la cabeza del castaño.

Desactivando la constante alerta del Sentido Arácnido...

Y también... eliminando cualquier preocupación de su mente...

— Vaya... — expresó el héroe, viendo todo su trajo — Se siente diferente...

Una gran araña blanca se formó en su pecho y espalda, mientras, en la máscara, dos ojos blancos y grandes se formaban.

Peter solo sonrió por debajo de la máscara.

— Esto me gusta... — expresó, mientras se preparaba para saltar.

Y entonces saltó.

Con un grito de celebración, comenzó a caer rápidamente hacia el suelo. El héroe intentó disparar una telaraña, pero en vez de redes, salieron tentáculos, los cuales lo ayudaron a balancearse.

Parecía que ese traje no poseía telarañas.

Aún así, siguió moviéndose a gran velocidad.

Había pasado tiempo desde que no disfrutaba tanto un balanceo. 

Era como si fuera más ágil... más fuerte...

Más poderoso...

Se balanceó una vez más.

Y volvió a gritar de euforia...