— Oye Peter — le preguntó Harry, mientras revisaba una ficha médica — ¿Cómo te fue ayer?

— Parece que ya no me agrada Liz — respondió el castaño, guardando sus libros en el casillero.

— Wow, ¿enserio? — dijo el menor de los Osborn, guardando la hoja — Peter, lo lamento.

— No es nada, estoy bien

— Después de clase, iremos a comer algo — dijo Harry — Yo invito.

— Gracias, Harry...

De pronto, un cosquilleo en la cabeza de Peter lo hizo ponerse en alerta. Este le hizo voltear a todos lados, nervioso por lo que era. Realmente no sabía que significaba esa cosa... tal vez un efecto secundario de la mordida de la araña...

¿Tendría alguna enfermedad mental?

Entonces, bajó la cabeza y vio una caja al final del corredor.

La caja estalló en mil pedazos y los dos chicos salieron disparados hasta el final del corredor. Estas explosiones empezaron a escucharse alrededor de toda la escuela.

Peter vio cómo tipos con armas empezaron a correr por los pasillos y a disparar hacia el techo. 

Los alumnos comenzaron a correr hacia todas las direcciones posibles. El pánico y la incertidumbre se apoderó de todo ellos en unos cuantos segundos.

Peter se quedó quieto, en el suelo, viendo como estos tipos armados empezaban a disparar a todos lados. Nunca había pasado esto... un ataque terrorista en su escuela.

Se suponía que solo ocurría en la televisión... algo ajeno a su vida.

No podía pensar bien en ese instante. Estaba temblando... hasta que Harry lo tomó del hombro y lo metió al cuarto del conserje.

— Parece que Stan no vino hoy... — bromeó Harry, nervioso.

— E-Esto es muy malo— dijo Peter, asustado — La escuela esta llena de terroristas...

— No te preocupes, no matarán a nadie — lo trató de tranquilizar su amigo — Cuando mi padre se entere de todo esto, él les pagara todo lo que quieran y...

De pronto, varios tipos armados empezaron a caminar por el pasillo, mientras hablaban.

— Esto será grande — dijo uno de los tipos.

— Sí Norman Osborn es tan tonto para venir a salvar a su hijo... — dijo el otro — Lo mataremos sin dudar.

— Creo que esto se puso de mal a horrible — dijo Harry, empezando a asustarse.

Peter tragó saliva, intentando para de temblar, pero fallando en el intento. Aún así, debía mantenerse firme.

Tenía varios problemas en ese momento. Su traje se encontraba en su casillero, por lo que no podía cambiarse. Su amigo Harry estaba con él, por lo que no podía usar sus poderes arácnidos... a menos que le revelara su secreto.

Era algo sumamente arriesgado, pero en esa situación...

Era lo único que tenía en mente.

— Harry, escúchame bien... — dijo Peter, tratando de no sonar nervioso — P-Puedo sacarnos de aquí...

— ¿De qué hablas, amigo? — preguntó el pelirrojo.

El castaño volvió a tragar saliva.

— V-Verás, yo... — empezaba a decir Peter.

De pronto, uno de los terroristas abrió la puerta de golpe y, al verlos, les golpeó con su arma en la cabeza.

***

— Peter, despierta... — dijo una voz conocida. Era la de Gwen — ¡Peter!

— ¿Qu-Qué? — dijo Peter, despertándose — ¿Dónde estamos?

— En el coliseo... — respondió la rubia — Esos tipos nos trajeron aquí...

— ¿Y Harry?

— Aquí estoy amigo — dijo el menor de los Osborn — Desperté hace poco.

— Bien, por lo menos no...

De pronto, un sujeto armado hasta los dientes entró de golpe al coliseo. Se encontraba temblando y con una cara de miedo.

Avisó que el jefe de todos ellos estaba a punto de entrar.

— ¿Jefe? — susurró el joven de Queens.

Fue entonces que un ligero cosquilleo volvió a aparecer en su cabeza. Fue algo tan ligero que solo duró un segundo.

Comenzaba a preocuparle un poco... 

— ¡¿Dónde está?! — una voz eléctrica se escuchó fuertemente, mientras entraba destruyendo las puertas. Se trataba de Electro —  ¡Harry Osborn!

— Es ese sujeto... — susurro Harry.

Peter estaba nervioso. No podía hacer nada sim su traje.

— ¡¿Dónde rayos estás, Osborn?!...  ¡¿Serás tú?! — dijo, mientras levantaba a una chica con rasgos asiáticos con su electricidad — ¡¿O tú?!

Al decir eso, empezó a elevar a Flash.

— ¡A-Aquí estoy, Electro! — dijo Harry, nervioso — ¡D-Déjalos tranquilos!

— El hijo pródigo... — dijo Max, dejando caer a los otros alumnos — Señor Osborn, ¿le importa si lo acompaño mientras esperamos a su padre?

En ese momento, Electro empezó a elevar a Harry con su electricidad.

— ¡Déjalo en paz, monstruo! — gritó Flash, reincorporándose — ¡El Hombre Araña acabará contigo!

— ¿Hablas del tipo en mayas que me tiró agua la última vez? — pregunto el villano —  Si se atreve a aparecer, le ordenaré a mis hombres que acaben con todos ustedes.

— ¡Harry! — gritó Gwen, viendo como Electro se retiraba de allí.

— ¡Harry, no! — gritó Peter.

***

A las afueras de la escuela, varias patrullas se encontraban pensando en una manera de ingresar, sin dañar a los alumnos.

— Esto es malo, muy malo... — susurraba el comandante Stacy.

— Oficial — dijo Norman Osborn, mientras bajaba de su limusina — ¿Qué diantres está pasando?

— Algo muy malo — le dijo el capitán — Piden su vida por la de los alumnos

— ¡¿Qué?!

***

Mientras tanto, Flash y varios alumnos se acercaban donde estaban MJ, Gwen y Peter.

— ¿Cuál es el plan, cerebritos? — preguntaba Flash.

— Es sencillo — dijo Gwen — Los más fuertes se encargarán de los tipos armados, mientras los demás escapamos por las puertas de emergencia

— ¿Y qué hay de Harry? — preguntaba Liz.

— Él estará bien... lo salvará el Hombre Araña — le respondió Peter.

— Oh, bueno...— dijo, mientras apartaba la mirada.

— Bien — dijo Flash a los demás — Hagamos lo que dicen los genios.

El plan sucedió con éxito. Flash y todo su equipo de fútbol se acercaron sigilosamente hacia los guardias y empezaron a golpearles hasta dejarlos inconscientes. 

Luego, empezaron todos a correr, menos Peter.

— Debo salvar a Harry... — susurró Peter.

Peter corrió lo más rápido que pudo hasta su casillero. 

Al llegar, tomó su mochila y se volvió a meter en el cuarto del conserje.

***

— Mírame bien, pequeño Osborn — le intimidaba Electro — Fue en esto en lo que me convertí...

— ¡¿Qué?! — dijo Harry, asustado.

— ¡Caí en una pecera de anguilas eléctricas experimentales! — dijo Electro, molesto — ¿Y qué hizo tu padre? Trató de matarme.

Electro empezó a apuntar con su mano al menor de los Osborn.

— Me quitó mi humanidad — dijo Electro — Y ahora yo le quitaré a su hijo...

— ¡Alto ahí, lunático! — dijo el castaño, lanzándole una red a su mano — ¡No creas que lastimarás a ese chico!

— Hombre Araña... — dijo Electro — Te estaba esperando.

— ¿E-Estás listo para volver a empaparte? — dijo Peter, nervioso. Su amigo Harry estaba a un costado del villano.

— La última vez me ganaste porque no podía controlar bien mis poderes... — expresó — Ahora... ¡No tendrás oportunidad!

Electro salió disparado, dándole un poderoso puñetazo al Hombre Araña, provocando que se alejara varios metros por el pasillo.

Peter cayó al suelo, adolorido. Sentía como toda su cara se adormecía por la electricidad.

— D-Diablos... — murmuró el castaño — N-No vi venir eso...

— ¡Ni tampoco esto! — gritó Electro, posicionándose detrás del héroe, tomándolo por sorpresa.

El joven de Queens intentó darse la vuelta, pero un golpe de Electro lo hizo estrellarse contra los casilleros que tenía al costado.

Otro golpe que le había dolido mucho.

El Hombre Araña se levantó del suelo, apoyándose en la pared, solo para que su cabeza vuelva a ser estrellada contra esta.

Max Dillon tomó a Peter de traje y lo estrelló rápidamente contra el techo, para arrastrarlo por ahí y estrellarlo contra el suelo, nuevamente.

Harry Osborn, aprovechando esa pelea, salió corriendo de allí, muerto de miedo.

Electro notó esto y trató de ir tras él, pero el castaño no se lo permitió.

Tomó a chispitas de la espalda y trató de mantenerse ahí. Por desgracia, no pudo hacerlo por mucho tiempo.

Aquel villano se liberó, con facilidad, del agarre del castaño, dándole un fuerte golpe en el mentón. Este golpe levantó del suelo al castaño, dejándolo unos segundos suspendido en el aire.

Dillon no perdió ningún segundo e, impulsándose gracias a las paredes del pasillo, comenzó a golpear al castaño en el aire.

Lo golpeaba, se posicionaba en una pared y lo volvía a golpear. Era un ataque constante para el joven de Queens.

Peter no podía preveer de donde era que venían los golpes de Electro. Para él, se movía tan rápido que sus ojos no le permitían verlo bien.

En el tiempo que no se habían visto, Electro había logrado dominar, casi a la perfección, todos sus poderes.

La diferencia de fuerzas era claramente notoria.

Mientras el castaño recibía una paliza sin igual, Electro disfrutaba cada golpe que daba. Cada puñetazo y electricidad que tocaba el cuerpo del joven era un gusto para el azulado.

Lo único que le fastidiaba era que no podía romper el traje. Era muy resistente.

Y mientras el castaño seguía recibiendo golpe tras golpe, perdiendo cada vez más la consciencia... el cosquilleo volvió.

Aquel extraño cosquilleo lo hizo moverse, casi instintivamente, hacia un lado, esquivando uno de los golpes de Electro.

Peter cayó al suelo, debilitado, pero finalmente descansando de la paliza de Electro.

Pudo tomar un pequeño respiro...

— ¡No te confíes! — gritó Max, volando rápidamente hasta él.

Era una pena que su respiro no durara mucho.

El villano lo tomó del cuello, avanzando rápidamente por el pasillo y arrastrándolo por lo pasillo, causando un gran grito de dolor del castaño.

Muy fuerte.

Lanzó al Hombre Araña hasta otros casillero, provocando que sottara otro grito de dolor.

Definitivamente no tenía oportunidad. Era el sujeto más poderoso al que se había enfrentado.

La primera vez que lo derrotó solo había tenido suerte... y ahora que lo tenía enfrente, sabía que no tenía ningún tipo de oportunidad.

Estaba perdido.

— ¡¿De verdad creíste que tenías oportunidad?! — preguntó Electro, cargando una gran cantidad de energía en sus manos — ¡Eres un idiota, niño!

— M-Maldición... — tartamudeó el castaño — ¡M-Maldición!

Por impulsó, por adrenalina... o por cualquier otra cosa, el Hombre Araña se levantó del suelo y trató de golpear a Electro.

Tenía miedo y no quería estar ahí, pero lo estaba. No tenía otra oportunidad que intentar vencerlo.

Levantó su puño y trató de acercarlo hasta el rostro de Electro.

Estaba seguro que iba a poder golpearlo...

Pero estaba equivocado.

La energía que Electro cargaba fue liberada en dirección del castaño estrellándolo contra la pared, atravesándolo y siendo enviado hasta varios salones.

Atravesó varias paredes hasta terminar en otro pasillo de la escuela, sumamente adolorido y cansado.

Cuando vio a Electro aproximarse velozmente hacia él, disparó una telaraña en su dirección, desesperado.

Pero chispitas la tomó, electrificando la red. Enviando toda la electricidad hasta el disparador derecho del castaño.

Y haciéndolo estallar de golpe.

— *Lanzared derecho destruido* ¡I-Imposible! — expresó el castaño, recibiendo otro golpe de Electro que lo estrelló contra la pared.

Trató de volverse a reincorporar, pero un poderoso golpe en el estómago lo dejó tumbado en el suelo.

Alzó la vista, débil y derrotado, mientras veía como Electro sonreía victorioso.

Sabía que iba a matarlo.

Electro se preparó para dar su última estocada.

Y pudo haberlo hecho... pero fue interrumpido.

Un rayo repulsor salió de la nada, dándole a Electro y mandándolo varios metros lejos.

Peter volteó la vista y vio quien había disparado eso.

— S-Señor Stark... — murmuró el castaño, viendo a su héroe aterrizando a su costado.

Iron-Man había llegado a la batalla.

— ¿Qué hay, niño? — saludó Stark, ayudándolo a levantarse del suelo — Te dije que hicieras un volcán de papel maché para tu proyecto de ciencias.

— Y-Yo...

— ¡Stark! — gritó Electro, levantándose del suelo — ¡No te metas en esto!

— Déjame pensarlo... no.

Chispitas gruñó y saltó hacia Tony.

Stark comenzó a lanzar sus rayos repulsores, logrando darle a Electro, quien gritaba de dolor al recibir esos ataques.

Él no tenía oportunidad contra la energía que reactor Arc le proporcionaba a Tony. La única opción que tenía era huir de ahí.

Posó su mano sobre una luz del techo y desapareció de allí, dejando a los dos héroes solos.

— Me he enfrentado a tipos más raros — dijo Stark, volteando a ver a Peter.

— V-Vaya, es... vaya... — dijo el castaño, de rodillas, recuperando el aliento — G-Gracias...

— ¿Estás bien?

— S-Sí, yo... estaré bien, señor...

— ¿Qué fue lo que te dije cuando nos vimos la última vez?

— A-Ah...

— El pequeño lugar donde puedes operar...

— ¡Oh, claro! ¡Sí, lo recuerdo! — dijo Peter, apoyándose en la pared para mantenerse de pie — S-Sí, es lo que he esta haciendo.

— Ah... no, no es así.

— Sí, yo...

— ¿Desactivaste el protocolo "bebé en pañales"?

— ¿A-Así se llama?

— Código de voz — dijo Tony — Activa el protocolo "bebé en pañales" y bloquéalo.

— ¿Q-Qué? *Protocolo activado. Hasta luego* N-No puede...

— Sí puedo, niño. Es por tu bien.

— S-Señor Stark, yo puedo encargarme de estas cosas, yo...

— Así no me pareció, Parker. Sí no fuera por mí, ya estarías muerto.

— P-Pero...

— Sin "peros".

Peter terminó asintiendo. No estaba en condiciones para iniciar una conversación que claramente no ganaría.

— Y veo que te destruyeron un lanzatelaraña — suspiró Tony — Te enviaré uno por correo. Mantente atento.

— C-Claro...

— Hasta luego, Petey.

Iron-Man salió volando de ahí, dejando a un exhausto Peter

El castaño sentía como se iba a desmayar en cualquier momento, pero debía irse de allí.

Disparó las telarañas del disparador que le quedaba... y se fue de allí, balanceándose lo mejor que podía.

Mientras la amenaza de Electro seguía suelta en las calles.