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El Capítulo Final

Destrucción.

Martín Li había provocado una senda de destrucción en el lugar.

Sus poderes se había descontrolado... ¿o solo estaba emocionado?

Finalmente tenía a Osborn en sus manos. Lo tenía frente a frente para vengarse, por la muerte de sus padres y por lo que sea que lo había convertido.

El Hombre Araña debía de salvarlo. Por su amigo enfermo. Pero también quería salvar a Li. Él estaba enfermo, necesitaba ayuda.

Peter debía de buscar al Martín Li que creó F.E.A.S.T. y ayudaba al necesitado. El tipo que le importaba la seguridad de las persona. El héroe debía encontrar a ese Martín Li. Debía hacer que luche contra el demonio que lo controlaba.

El castaño descendió por el elevador. La destrucción negativa hacia provocado que fragmentos del suelo empezaran a flotar.

Y entonces, escuchó un grito.

Era de Norman.

Cerca de donde estaba Peter. Morgan Michaels y Norman Osborn eran prisioneros de Li. Este, obligó al Dr. Michaels de abrir una compuerta.

Dentro de allí, había un frasco con un líquido azul. Era el antisuero. La cura del Aliento del Diablo.

— Esta es la única muestra — dijo Morgan, tembloroso.

Li solo agarró el frasco y empezó a sonreír. Luego volteó, y se dio un golpe a Morgan.

— ¡No! ¡No, Martín! — dijo Norman, tratando de calmar la situación — ¡Fue un accidente! ¡Estaba tratando de salvarte!

Mr. Negative guardó el antisuero dentro de su traje y luego agarró una espada.

— No ayudas a la gente... — dijo Li, acercando su espada — La usas.

Martín empezó a incrustar la espada en el hombro de Osborn, provocando que este comience a gritar de dolor. Li lo disfrutaba, ver al hombre que tanto daño le había hecho sufrir. Pero sus ojos no mostraban ese placer.

Dos telarañas alejaron el brazo con la espada de Osborn, salvandolo.

— ¡Martín! — dijo Peter, acercándose — ¡Esto no los traerá de vuelta!

Mr. Negative lo miró pensativo. Se refería a sus padres. Por alguna razón, le afectaba lo que le había dicho. Era la primera vez. Li lo volteó a mirar furioso y descargó una gran energía sobre el héroe, lanzandolo hasta otro cuarto.

El villano dio un salto y cayó enfrente de Peter, enseñando su espada. El villano estaba listo para pelear. Luces negativas desbordaban de su cuerpo y la furia se notaba en sus ojos.

— Sr. Li... por favor... — hablo el castaño, tratando de calmarlo — ¡Sé lo del accidente!

Li corrió y trató de atravesar al héroe con su espada, pero este esquivó el ataque.

— ¡¿"El accidente"?! — dijo Martín, volteando a verlo — ¡Suenas casi tan analítico como Osborn!

El villano disparo sus rayos y Peter los esquivaba lentamente. Su cuerpo estaba muy adolorido.

— ¡Mis padres murieron por mi culpa! — grito, dándole una patada — ¡Por lo que Osborn me hizo!

— ¡Eres más que tú pasado! — dijo el castaño, levantándose — ¡No dejes que te controle!

Mr. Negative comenzó a hacer tajadas en el aire, mandando ondas de corte en dirección de Peter. El cosquilleo del héroe logró hacerle esquivar, pero eso le cansaba más.

— ¡Me esforcé para que mis padres se sintieran orgullosos! — gritó — ¡Por honrar su legado! Pero para hacerlo... ¡Osborn debe ver la justicia!

— ¡No te dejaré hacerlo! — le dijo Peter — ¡Sé que estás ahí, Martín! ¡Lucha contra ese demonio!

El héroe lanzó sus redes y se acercó a él. Al llegar, le dio una patada, haciéndole estrellar contra la pared. Martín Li se levantó y trató de agarrar su espada, pero el héroe se la arrebató de las manos.

— ¡Piensa en F.E.A.S.T.! — dijo el castaño — ¡Realmente es esto lo que querrían tus padres!

— ¡No hables de mis difuntos padres! — dijo Li.

De pronto, la energía desbordante del cuerpo de Li se comenzó a acumular alrededor de él. Esta energía aumentó hasta crear a un demonio gigante. Martín, quien estaba dentro de la bestia, comenzó a gritar de dolor. El tipo allí, era el Martín Li amable que Peter conocía. Era Mr. Positive.

— ¡Pelea Martín! — le gritó Peter — ¡Puedes hacerlo!

— Yo.... — trato de decir Li.

"¡No! ¡Osborn debe sufrir!"

La bestia gruñó con furia y empezó a destruir todo el laboratorio. Agarraba mesas y las arrojaba al héroe. Arañaba los pisos y paredes, dejando energía negativa.

— No quiero hacerte daño — dijo Peter, poniéndose en alerta.

— ¡Yo, sí! — dijo la bestia, arrastrándose hasta el castaño, tratando de darle con sus garras.

El héroe dio un salto y se pegó a una pared, esquivando el ataque. Pero entonces, en las grietas que provocó Mr. Negative, comenzaron a salir entes negros, que agarraban con fuerza a Peter. Este intento liberarse, pero la fuerza de esos tipos, además del cansancio del héroe, no se lo permitía.

La bestia aprovechó esto y dio un gigantesco puño al castaño, estrellandolo fuertemente en la pared. El héroe sufrió antes ese golpe. Sentía como los huesos de su cuerpo de rompían. Realmente debió dormir en una cama ese día.

El Hombre Araña cayó al suelo, adolorido. La bestia de regocijaba al ver al héroe tumbado en el suelo.

Peter intentó levantarse, pero sus piernas no le respondían bien. Aún así, siguió intentando.

— Se acabó... — dijo Martín, incapaz de hacer algo para ayudarlo.

"NO TE QUEJES, LI"

La bestia empezó a hablar con Martín. Este lo veía aterrado.

— Detén toda esta masacre — le rogó Li.

"Tu quisiste esto, Martín. Yo solo lo hice realidad..."

— Yo jamás... — hablo Li — Jamás hubiera querido...

"OSBORN NOS QUITO A NUESTROS PADRES. NOS CONVIRTIO EN UN MONSTRUO..."

La bestia gruñona con furia. Parecía harto de Martín.

— Martín.... — dijo Peter, poniéndose de pie — El demonio está en ti... ¡Tu eres el demonio!

"ÉL TIENE RAZÓN. ACEPTAME Y ACABEMOS CON NORMAN OSBORN Y SU IMPERIO..."

— ¡No! — dijo el héroe — ¡Quiero decir, que puedes controlarlo! ¡Puedes acabar con él!

— ¡No puedo! — grito Martín, desconsolado.

— ¡Sí, puedes! — dijo Peter — ¡Recuerda quién eres! ¡El Martín Li que inspiró a muchas personas! ¡A May! ¡A mí! ¡Quién fundó F.E.A.S.T!

— ¡Él es muy fuerte! — gritó.

— ¡Tú lo eres más! — le gritó Parker — ¡Recuerda por todo lo que has luchado! ¡¿Esto querría May?! ¡¿Tus padres?!

"SILENCIO"

La bestia dio otro fuerte golpe, estrellando al castaño contra la pared.

Peter, siguió intentando levantarse, pero la monstruosidad siguió dándole golpes, uno tras otros, dañando más y más al héroe.

— ¡Detente! — grito Li, con desesperación — ¡Vas a matarlo!

"SOLO NOS HA ESTADO ESTORBANDO EN NUESTRO DESTINO"

— ¡Solo intenta hacer lo correcto!

"IGUAL QUE NOSOTROS"

La bestia dejó de golpear al castaño y miró cara a cara a Li.

"SOY UN REFLEJO DE TUS ACCIONES. TODO LO QUE HEMOS HECHO ES PORQUE TU LO HAS DESEADO. HEMOS LLEGADO LEJOS, ACABEMOS CON ESTO"

La bestia comenzó a moverse en dirección donde estaba Norman y Morgan. Era su momento de acabar con él. El momento de la venganza. Pero algo lo detuvo.

— ¡Aléjate de mi! — gritó Martín, tratando de separarse de su versión negativa.

"IDIOTA. NO PUEDES DESHACERTE DE MI. SOY TU"

— ¡Tal vez seas yo...! — dijo — ¡Pero eres un yo que no deseo dejar salir! ¡No te permitiré llenar con sangre mis manos!

"TU LAS LLENASTE. TU ERES EL RESPONSABLE"

— ¡Pues afrontare las consecuencias! — dijo Li.

La energía que conectaba a Li con la bestia comenzó a desmoronarse. El monstruo gruñó de dolor. Nunca había pasado eso.

"ME PERDERAS. PERDEREMOS ESTA OPORTUNIDAD. ¡DETENTE!"

— Esto es lo correcto... — dijo Li, logrando desprenderse de la bestia.

La energía se elevó en el aire, formando una gran bola de energía. la enorme bestia fue arrastrada a esa bola, siendo succionada por ella. Esta energía negativa estalló, dando una gran luz que iluminó todo el lugar.

La energía que se emitía desapareció y los Demons que estaban allí cayeron al suelo, siendo liberados del trance que habían sido impuestos.

Martín Li finalmente se había liberado de ese demonio. Había logrado el equilibrio que su padre le había dicho que debía alcanzar. A pesar del odio que sentía por Osborn, finalmente entendió que no debía llevarse a media ciudad con él.

Se dio cuenta, de todo el mal que había hecho.

Martín Li se levantó del suelo y fue corriendo a donde estaba el héroe, el cual se encontraba moribundo.

— ¿Estas bien? — pregunto Li, ayudándolo a levantarse.

— Nunca me había sentido mejor... — dijo el castaño, mientras se agarraba el estómago — ¿Eres el Martín...?

El señor Li sacó de su bolsillo el a antisuero y se lo dio al castaño, demostrando así que había vuelto. Finalmente el Li positivo había vuelto.

— Tenemos que... — Peter taro de seguir hablando, pero un estruendo lo interrumpió.

Era de afuera de las dos habitaciones. Se escuchaba como si alguien arrancara las puertas metálicas del lugar.

Y así, dos tentáculos metálicos abrieron el techo y dieron entrada al Dr. Octopus, quien se veía furioso.

Octavius se acercó a Li y lo agarró con uno de los brazos. Peter intentó detenerlo, pero su cuerpo lo hizo ponerse de rodillas.

— Inútil — le dijo Otto, acercándolo.

Entonces, una de las garras de los brazos de acercó rápidamente hacia Martín Li.

Y lo atravesó.

— ¡Martín! — gritó Peter, impotente al ver como Li era asesinado.

Octavius usó uno de sus tentáculos y empujó a Peter, provocando que este soltara el antisuero.

El antisuero cayó al piso y el héroe estaba siento atrapado por el tentáculo del doc. Peter volteo y vio como el antídoto había caído cerca del cuerpo inerte de Li, así que se decidió actuar con la poca fuerza que le quedaban.

El Hombre Araña empujó el tentáculo hacia un costado, provocando que Otto se moviera hacia allí. Luego, comenzó a correr lo más que pudo en dirección a la medicina. Otto trato de darle con alguno de sus brazos, pero Peter los esquivó con suerte.

El héroe dio un salto y agarró el antídoto. Luego, disparo una de sus telarañas y trató de irse balanceándose de allí, pero no pudo. Un tentáculo de Octopus lo agarró de la pierna y lo azotó contra la pared.

Pero Octavius no se detuvo ahí. Agarro bien el cuerpo de Peter y siguió estrellandolo contra el suelo y las mesas del lugar, dejándolo prácticamente moribundo.

El doctor acercó al héroe hacia él y tomó el antisuero de sus manos, dejando el cuerpo de Peter en el suelo.

— ¿Otto? — dijo Norman, viendo cómo era Octavius el que le había dado una paliza al Hombre Araña.

El doctor se acercó al alcalde, lleno de furia contenida, pero con gloria en su mirada.

— Esa mirada en tu rostro.... — le dijo Otto, riéndose — No te imaginas lo satisfactorio que es.

Entonces, Octavius agarró a Norman con su tentáculo. Morgan Michaels trato de ayudar a Osborn, pero el Dr. Octopus acercó uno de los brazos hacia él. Michaels no tuvo más opción que irse corriendo de allí, por miedo.

— ¿Listo para tu acto final? — me dijo Octavius.

Norman lo miró con terror y ambos se fueron del lugar, dejando al castaño tirado en el suelo, a punto de morir.

Peter despertó. El dolor en su cuerpo era un perfecto despertador para él. Pero eso no fue lo que le despertó. Fue un sonido. Uno muy conocido para él.

Explosiones.

El héroe comenzó a escuchar explosiones.

Peter se levantó del suelo y trató de caminar. El héroe no sabía de dónde salía las explosiones, pero debía salir de allí.

Comenzó a arrastrarse por el suelo, intentando salir de allí, pero solo pudo moverse unos metros. Las explosiones seguían.

La cabeza de Peter se puso como loca. Sentía un gran cosquilleo.

Entonces, el héroe miró hacia arriba.

Y vio como el edificio se le caía encima.

***

Peter despertó.

El sonido del agua cayendo lo hizo despertar. Lastimosamente, eso fue un error. A los segundos de abrir los ojos, un horrible dolor punzante lo hizo comenzar a gritar.

Encima de él, tenía un gran escombro. Era enorme. Muy enorme. El castaño miró hacia arriba y vio que no tenía fin. Lo que quedaba de techo no le permitía ver que tan alto era, pero sin duda era muy pesado y doloroso.

Peter trató de moverse, pero le fue inútil. Su único brazo libre no le permitía hacer mucho. Todo su cuerpo estaba siendo aplastado por el escombro.

El héroe se quitó la máscara y la dejó caer. Por desgracia, al tirar la máscara al suelo, vio agua. Cerca de él, había unos conductos que tiraban agua sin cesar. No era demasiada, pero provocaría que el lugar termine inundado.

Ese era el final.

El final del héroe. Peter lo sentía. Ya no tenía mucho más que hacer. Aún si se liberaba por algún milagro, no estaba seguro si sus brazos o piernas le responderían. Era posible que se haya roto la columna o que haya perdido su brazo derecho.

— ¡Maldición! — gritó el héroe, furioso.

El chico comenzó a golpear el suelo con fuerza.

Estaba desesperado. Debía de haber una forma de escapar. El joven trató de moverse desesperadamente, mientras empezaba a gritar por ayuda.

— ¡¿Alguien?! — gritó el héroe — ¡Por favor, alguien ayúdeme! ¡Estoy atrapado!

Aún cuando gritaba con todas sus fuerzas, nadie le respondía. Estaba solo.

El héroe siguió golpeando al suelo y maldiciendo. No aguantaba más la presión ni el dolor. Todo lo que le había pasado en su vida, fueron desgracias.

Sus padres, su tío, Harry, Stark, Octavius... Peter no paraba de perder gente y de empeorar sus cosas.

Todo esto ocurrió desde la picadura de la araña.

Aquel día en Oscorp, cuando solo tomaba fotografías para obtener unos dólares. Si tan solo hubiera prestado atención a su entorno. Si no hubiera aceptado ese estúpido pedido. Si tan solo no lo hubiera mordido la araña.

Su tío Ben. Peter le contó a su tío sobre sus poderes y como debía aprovecharlos. Él sólo pensó en el dinero y en mejorar su situación económica. Eso era lo único que lo motivaba. Si hubiera escuchado a Ben. Si tan solo no hubiera ido a ese ring...

***

20:00 p.m.

— Tío Ben... — dijo Peter, tocando la puerta del despacho — Ben, ¿puedo pasar?

— Claro, por supuesto — dijo su tío, abriéndole la puerta — ¿Qué necesitas, hijo?

— No es que necesite...

El castaño entró y cerró la puerta con seguro, para que así su tía no se entre inadvertidamente.

— ¿Quieres hablar sobre lo que pasó en la escuela? — dijo Ben, directamente.

— ¿Te enteraste?

— Agradece que no se lo haya contado a May — le respondió — ¡¿Golpeaste a un compañero en tu escuela?!

— ¡Él me provocó! — respondió Peter — Siempre estuvo fastidiandome.

— Peter, esos no fueron los valores que te inculcamos.

— ¡¿Qué más podía hacer?! — le dijo Peter — ¡¿Dejar que me siguiera acosando?!

— Ser más inteligente — respondió — No entrar en su juego. Hablarlo conmigo.

Peter quedó callado y bajo la cabeza. Su tío Ben no lo entendía. Lo que había hecho era lo correcto. Debía de defenderse, no siempre Harry iba a estar para ayudarlo.

— Lo siento, Ben — mintió Peter.

— Te pido que pienses mejor antes de actuar — le dijo Ben — Ahora, ¿qué es lo que querías?

— Yo...

Peter lo miró a los ojos. El chico no sabía como decirle lo que le sucedía.

— He experimentado... cambios — le dijo Peter — Cambios en... mi.

— Oh... — dijo Ben, quitándose los lentes — ¿Cambios? Bueno, sí. Estas a esa edad y.... ¿realmente quieres tener esta conversación?

— ¡No! — le respondió — ¡No me refiero a esos cambios!

Peter comenzó a mirar por todos lados en la habitación. Miro el escritorio y la laptop. Luego, miro la pared llena de trofeos de béisbol. Y al final vio el techo.

— Voy a mostrarte algo... y quiero que te mantengas tranquilo — le dijo Peter.

— Me tienes intrigado — dijo Ben, preocupado — ¿Qué sucede?

— Prepárate...

Peter separó un poco los pies y miro al techo. Se concentró....

Y saltó.

El castaño se pegó al techo cual araña y se quedó allí, mirando a la nada. Luego de unos segundo, volteó a ver a su tío.

Este tenía una cara de asombro e incredulidad.

— Pues si que es un gran cambio... — fue lo único que pudo pronunciar.

— Bastante loco, ¿no? — dijo Peter, bajando del techo — Puedo pegarme a las paredes. Además, tengo una increíble fuerza y velocidad. ¡Y ni te imaginas la agilidad!

Ben seguía mirándolo incrédulo. Era impensable para él pensar que su sobrino se pegara a la pared. Era imposible.

— Peter, ¿cómo....? — balbuceo Ben.

— Creo que fue en la visita a Oscorp — le reveló — Me picó una araña y.... bueno, tengo estos poderes.

— Increíble.... — dijo Ben, volviendo a la realidad — Eres como... un superhéroe. Como esos tipos en mallas de la televisión.

— Así es — le sonrío — Pensaba en como esto nos beneficiaría.

— ¿Qué?

— Camino a casa vi un anuncio de una lucha libre — le explicó Peter — Si duro tres minutos en el ring, ganaría cinco mil dólares.

— ¿Cinco mil dólares?

— ¡Sí! — respondió Peter — ¡Eso nos ayudaría a pagar las cuentas! ¡Podríamos incluso tener mejores cosas! ¡Mudarnos a una casa!

— Peter...

— Claro, no pienso dejar la escuela... pero podría volverme una celebridad de televisión — le dijo — ¡Imagina todo el dinero que haríamos!

— ¡Peter! — le interrumpió Ben — ¿Golpeaste a ese chico... por qué obtuviste la fuerza para hacerlo?

— Bueno.... sí, debía defenderme...

Ben lo miró incrédulo. No podía creer lo que su sobrino le estaba diciendo.

— Pensé... que te había educado bien — dijo Ben, triste — Creí haberte inculcado bien...

— ¿A qué te refieres?

— Eres idéntico a tu padre... — expresó — Pero yo tengo una filosofía. Un principio, en realidad. Si puedes hacer algo bueno por las personas, uno tiene la obligación moral de hacer esas cosas.

— ¡Pero no tuve otra elección que...!

— ¡No se trata de decisiones! — interrumpió — Sino de responsabilidades.

Peter se movió en forma de queja. Su tío limitaba su potencial. No podía ver lo que él sí.

— ¿Qué quieres que haga? — pregunto el castaño — ¿Qué use mis poderes para ayudar a gente como Flash? ¡¿A tipos que lastiman a otros?!

— No digo que lo hagas....

— ¡¿Ah, no?! ¡¿Entonces qué?! — le interrumpió Peter — ¡¿Quieres que me una a los Vengadores?! ¡¿Eso es lo que quieres?! ¡¿Qué los abandoné como mis padres me abandonaron?!

— ¡Oye, ¿con qué derecho...?!

— ¡¿Con qué derecho lo dices tú?! — gritó — Tú solo eres un anciano acabado. Yo aún puedo ser mejor que eso.

Peter abrió la puerta y salió del cuarto.

— No es muy difícil serlo — dijo el castaño, saliendo del apartamento.

21:14 p.m.

El joven de Queens tomó un autobús que lo llevó hasta la zona donde se llevaría a cabo la lucha libre.

Según el cartel promocional, uno debía durar tres minutos contra Crusher Hogan. Aquel que durará ese tiempo, lograría ganar los cinco mil dólares.

Peter llegó y se escabulló por los vestidores. Al meterse por una ventana, vio un traje rojizo, con una máscara azul y unos guantes sin dedos. El castaño se acercó y comenzó poniéndose la máscara.

— Hola — dijo un hombre flacucho, acercándose y sentándose a su costado — ¿Eres nuevo?

— Algo así — respondió Peter — Vine por el gran premio.

— Cinco mil dólares... — dijo — Me encantaría poder participar, pero....

— ¿Pero?

— Tengo una enfermedad, ya sabes — le dijo — La gente como yo solo puede sentarse y disfrutar del espectáculo.

— Será mejor que se prepare — dijo Peter, terminando de ponerse el traje — Yo me encargaré de darle el mejor espectáculo.

— Eso espero... — dijo — Esta noche esta siendo algo aburrida.

— ¿Sabe dónde uno se debe inscribir? — pregunto el castaño.

— Por allí hay una oficina — dijo el hombre — Entra, di tu nombre de luchar, firma y listo, estarás dentro...

— Muchas gracias, señor....

— Kasady — le respondió, sonriendole — Tengo esperanza en que me divertirás un poco esta noche.

22:15 p.m.

— ¿Veinte dólares? — dijo el castaño, recibiendo el dinero — El cartel decía cinco mil.

— Eso era si duraba tres minutos — le respondió el jefe — Tú lo venciste en dos, así que ahí está tu paga.

— Pero eso no es legal.

— Y tampoco lo es dejar luchar a menores — dijo el hombre — Por eso te doy veinte dólares. Así que, lárgate o llamaré a la policía.

— Pero necesito el dinero...

— Tus necesidades no son problema mío.

Peter apretó los dientes y se largó de allí. El castaño empezó a caminar por el pasillo, camino al elevador. Todo ese esfuerzo no le sirvió de nada. Pero apenas era el comienzo, solo debía esforzarse y pronto ganaría millones.

El elevador abrió sus puertas.

Y se escuchó un grito detrás de él.

Peter volteo y vio como una persona se encontraba corriendo en su dirección. Llevaba una bolsa repleta de dinero. El tipo sonreía y se reía sin parar, mientras que el dueño del lugar gritaba para que alguien lo detuviera.

El ladrón pasó enfrente de Peter. Ambos se miraron mutuamente. El castaño lo reconoció. Era el hombre que con quien había hablado antes de ir al ring.

Y Peter, solo lo dejo pasar.

Kasady entró al elevador y presionó el botón, dejando que se cerraran las puertas.

— Sí que fue un gran show — lo felicito el hombre, antes de que se cerrara el elevador.

El jefe fue corriendo y trató de abrir el elevador, pero fue tarde. Ya se había escapado.

— ¡Oye, ¿por qué no hiciste nada?! — le gritó.

— Tus necesidades no son problema mío — le respondió el castaño.

El hombre le sonrió, fastidiado. Y entonces se retiró.

Peter solo se dio la vuelta y llamó al elevador.

22:46 p.m.

El castaño se encontraba caminando hacia su edificio. Ya solo estaba a unas calles.

Entonces, cuando iba cruzando un parque, lo vio.

Era su tío Ben. Se encontraba afuera del auto, viéndolo fijamente. Era notorio que estaba molesto.

Peter solo camino y se acercó hacia él, con la cabeza agachada.

— ¿Ya terminaste? — preguntó Ben, al verlo.

— Sí, ya lo hice.

— ¿Cuánto ganaste?

— Veinte dólares.

— "Veinte dólares" — repitió Ben — Dime, ¿valió la pena?

— Ya vámonos — dijo el castaño, intentando abrir la puerta del auto.

Pero Ben lo detuvo.

— Sé por lo que estás pasando — le dijo su tío.

— Tú no sabes por lo que estoy pasando.

— Tal vez no exactamente — continuo — Pero sí se una cosa... estos son los años en los que un hombre se convierte en la persona que va a ser el resto de su vida.... fíjate en lo que te conviertes.

Peter solo bajó las cabeza. Había dejado escapar a un ladrón. Indirectamente, se había vuelto un criminal también.

— Ese chico... Flash Thompson, tal vez se merecía lo que le pasó — dijo Ben — Pero el hecho de poder vencerlo... no te da derecho a hacerlo. Un gran poder....

— ¿Temes acaso que me convierta en un criminal? — dijo Peter, interrumpiendole — Deja de preocuparte por mí. Hay algo diferente, yo sabré salir. Deja de sermoniarme ya.

— No quise molestarte, ni sermonearte... — le contestó — Y sé que no soy tu padre...

— Deja de pensar que lo eres, tío Ben.

Ben lo miró y solo bajó la cabeza. Eso sí que le había dolido. Y mucho. El señor volvió a levantar la vista.

— Peter... — dijo Ben, viendo a tres hombres acercándose rápidamente — ¡Cuidado!

El castaño trató de voltear, pero un fuerte golpe en la cabeza lo hizo caer al suelo.

— ¡Peter! — Ben trató de ir por su sobrino, pero los dos matones lo agarraron de los brazos y empezaron a darle golpes en el estómago.

Entonces, la tercera sombra se hizo presente.

Era Kasady, quien no dejaba de sonreír y reír.

— Pero si es mi luchador favorito — dijo, agachandose hacia un Peter mareado — Me gustó mucho la paliza que le diste a ese tal Crusher.

Entonces, Kasady sacó de su bolsa unos mil dólares y lo dejó a un costado.

— Tal vez te sirva de algo — dijo, burlándose.

— ¡Aléjese de mi sobrino! — grito Ben.

— ¡¿Que hacemos con él?! — pregunto uno de los matones.

— Hay que ser amables con él — dijo, sacando una pistola — Morir desangrado es la muerte más amables que puedo dar.

Peter solo miró confundido la situación. Sus parpados no podían mantenerse más tiempo abierto.

Y cerraron, al sonido de un disparo.

Lo último que escucho, fue el sonido de una risa, junto al del auto de su tío, yéndose a toda velocidad.

***

Peter empezó a llorar.

La impotencia le impedía moverse. Todo su cuerpo le dolía. Sus órganos seguro estaba sangrando. Seguro tenía más huesos rotos que cabello.

Pero eso no le dolía tanto, que recordar a su tío y su muerte.

Este era, el capítulo final del Hombre Araña.

El castaño no podía más. Solo lloraba desconsoladamente.

Lloraba por la impotencia de no poder hacer nada.

Lloraba por otra vez fallar. Otra vez perder a gente que quería.

Si tan solo hubiera escuchado a su tío Ben aquel día. Si no hubiera escapado de su casa.

Si no hubiera sido tan grosero, tal vez nada de esto hubiera pasado.

Y a pesar de eso, a pesar de no querer repetir sus errores. A pesar de no querer que nadie más muera. Seguía pasando.

Ahora, la ciudad entera estaba muriendo. Y todo por su culpa.

Osborn tenía razón. Era su culpa.

Y ahora lo había perdido todo.

A su tío.

A sus amigos.

A sus padres.

A Stark.

A su tía...

"Él es el héroe que esta ciudad necesita"

Peter abrió los ojos.

Su tía May seguía viva. Y estaba tosiendo. La última vez que la vio, casi se caía por estar tosiendo.

¿Estaría infectada?

Ella seguía viva. Seguía con vida.

Y necesitaba su ayuda.

"Para mí, tú te volverás el héroe más grande..."

Felicia seguía con vida.

"Mi papá solía decir: "Un héroe solo es alguien que no se rinde"

Miles seguía con vida.

Eddie seguía con vida. Gwen seguía con vida. Anya seguía con vida. Kong seguía con vida. Mary Jane seguía con vida.

Es verdad, Peter había perdido a varias personas, pero aún así, había mantenido con vida a otras.

A pesar de que estuvieran en peligro, habia logrado salvarlas. Había logrado mantenerlos con vida.

Seguían vivos y confiaban en él.

¿Qué clase de héroe sería si se rindiera ahora?

¿Acaso no le había demostrado a Stark que podía ser un héroe sin su traje?

¿No había demostrado que las personas pueden cambiar?

¿Qué nunca había que rendirse?

Peter bajó la cabeza y vio su máscara. La mitad de ella estaba hundida en el agua. Así, pudo ver el reflejo de la mitad de su cara.

El era Peter Parker. Un chico que a los catorce años había sido picado por una araña. Un chico que luchó contra distintos rivales. Alguien que forjó amistades y aliados.

Alguien que tenía un deber.

Alguien que debía ayudar a quien lo necesitara.

Porque un gran poder...

"... conlleva una gran responsabilidad"

Peter agarró su máscara y se la puso.

Luego apoyo su brazo al suelo.

Y entonces, comenzó a hacer fuerza.

Empezó a intentar levantarse, apoyando todo su peso en su brazo izquierdo.

Intentó levantarse. Lo intentó con todas sus fuerzas.

De pronto, varias rocas empezaron a caerse.

Se empezaron a caer de lo que fuera que lo estaba aplastando. El peso se aligeró un poco.

Peter se estaba levantando.

El héroe, logró zafar su otro brazo y, con ambos, intentó ponerse de rodillas.

El gigantesco escombro tambaleaba y se elevaba poco a poco.

Peter empezaba a gritar del dolor, pero continuaba. Lo único que podía pensar era en sus seres queridos.

De pronto, otras rocas gigantescas cayeron sobre Peter, aumentando aún más el peso que tenía que levantar.

Pero no se rindió.

El héroe pudo levantar una rodilla.

Y luego la otra.

El joven se encontraba de pie, erguido, pero aún levantando sobre sí el escombro.

Y con un fuerte grito, el sorprendente Hombre Araña dejó todo ese escombro detrás de él.

Pero no era un escombro.

Peter acababa de levantar todo el edificio con sus propias manos.

El edificio se estrelló encima de un abandonado, sin dejar a nadie lastimado o muerto.

Peter mantuvo los brazos levantados. Estaban temblando.

Silver Sable y Morgan Michaels se encontraban viendo al Hombre Araña en el gran agujero en el que estaba. Estaban sorprendidos por lo que le pasó.

Entonces, el héroe bajó los brazos, cerró los ojos, y cayó al suelo, moribundo.

Los dos despertaron del asombro y fueron de inmediato hacia donde estaba tirado el castaño.

— Oye.... — dijo Sable, acercándose a él — ¿Sigues vivo?

— ¿Donde está... Otto...? — balbuceo Peter — ¿Se fue...?

— No te preocupes por él ahora... — le respondió.

— Necesita un hospital... — dijo Morgan, ayudando a levantar a Peter.

— No... hospitales no... — dijo el castaño, con esfuerzo — F.E.A.S.T....

Silver Sable y Morgan Michaels se miraron fijamente y decidieron obedecer a Peter.

Lo llevaron a F.E.A.S.T.

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Bueno señores, espero que les haya gustado ^^.

Por fin mostré cómo fue que Ben terminó muriendo.

En el siguiente cap acabará este arco, así que prepárense.

Nos vemos en un próximo capítulo :D.

Publicado el 25/11/20

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