— Tía May — dice Peter, encontrándola entre las personas asustadas y agradecidas.

— Oh, Peter — dijo la castaña, abrazándolo — ¿Dónde estabas?

— Cuando salieron todos, un criminal me arrastró por atrás — le explicó — Pe-pero Iron-man me salvo y... el Hombre Araña...

— Uff, bien. Tuviste mucha suerte, chico listo — dijo la mujer, feliz — Vámonos-

— Sí, claro... — dijo Peter, pensando en que él debía encargarse de atrapar a Electro.

Llegando al departamento, Peter se encerró en su cuarto y saco el traje, abrió un compartimiento del interior del mismo y lo conectó a su computadora.

Luego de varias pantallas azules, logró hackear el traje. Lo hacia ya que necesitaba de Karen para detener a Electro. Desactivó el programa "Bebé en pañales" y también quito el rastreador que se le había puesto.

— *Bueno días Peter, veo que ya no necesitas el protocolo bebé en pañales, ¡felicidades!* Sí, oye Karen, varios de los criminales que atacaron mi escuela han escapado, ¿podrías rastrearlos? — preguntó el castaño — *Buscando caras... ¡Llamada entrante de Happy!* ¡¿Qué?! ¡No! Cuelga *No se puede colgar* No, no, no, no...

— Bueno, señor Parker — dijo Happy — Veo que ahora voy a necesitar que me informe lo que haga todo el día.

— ¡¿Enserio?! ¡¿Por que?! *Identidades localizadas* Ahora no, Karen...

— Pues parece que el señor Stark no confía mucho en usted, así que me encargo eso — le dijo — Bueno, esperó mañana a las 6 de la tarde su informe-

— ¿De verdad...?

— Así es, niño — dijo — Lo lamento.

Peter agachó la cabeza. No podía creerlo. Estaba esforzándose mucho y Stark seguía sin confiar en él.

Happy notó esto en la voz del castaño.

— Escucha, sí me envías tus reportes y no me fastidias mucho — dijo Happy — Tal vez pueda llamarte para una misión con los Vengadores, o lo que queda de ellos...

Después de decir eso, Happy colgó el teléfono

— Wow, ¡¿Enserio?! *¿Ahora quiere ver las identidades?* Espera a que procese esto.... Uff, uffff..... Bien, estoy bien, muéstrame *La identidad que reconocí es la de Aleksei Mikhailovich Sytsevich, alias Alex O'Hirn, con antecedentes penales de 4 robos, 2 intentos de asesinato y 1 asesinato* Así que tenemos a un tipo rudo, eh, necesitaremos intimidarlo *Desea que active el protocolo interrogatorio amenazador* — preguntó Karen — Sí, cuando nos encontremos con él, ¿sabes donde puede estar? *Habrá que pasear por la ciudad para saberlo* Muy bien Karen, mañana temprano lo haremos.

***

— Aunque ayer hayan estado en peligro, las clases seguirán normales — decía el tutor.

— Debes estar bromeando... — dijo Peter mientras veía como casi todo el salón estaba vacío, sólo estaban algunas cuantas personas.

Muchos iban a recibir faltas.

— Ahora, ¿alguien puede resolver este ejercicio de geometría?

— Tsk... — Peter levanta la mano — X es igual a 13.

— Error — dijo una chica de cabello blanco. Era Felicia Hardy — La respuesta es 14.

— Correcto señorita Hardy — dijo el profesor — Parker, te veo distraído.

— Sí, Parker, ¿en qué piensas? — se burló Flash.

El día transcurrió normal y aburrido hasta que toco el timbre de salida.

— Perfecto, ahora puedo irme a... — en ese momento, sonó el celular de Peter — Oh no, ¿buenas?

— ¿Señor Parker?

— Sí, diga.

— Soy el señor Jameson, necesito que venga a mi oficina, de inmediato.

— S-Sí señor Jameson, ahí estaré— dijo, colgando — Rayos, creo que no acepto mis fotos.

Luego de tomar el metro y llegar a la ciudad, Peter entró al Daily Bugle, listo para escuchar la negación de las fotos.

— Disculpe, el señor Jameson me llamó — dijo el castaño.

— Oh, así es, señor Parker — dijo su secretaria — Entre a su oficina.

— Bien...

Al entrar, la oficina estaba igual que la última ves que la vio, con los vidrios con polvo, varios periódicos guardados en cajas y un gran escritorio lleno de pastillas y lapiceros.

— ¡¿Por qué tardaste tanto?!

— Disculpe señor, verá...

— ¡Silencio! ¡No me cuente su vida! — Jameson miró su escritorio y tiró todas las fotos de Parker encima — ¡Basura! ¡Basura! ¡Mega Basura!

— Señor, lo lamen...

— Tienes el empleo chico.

— ¿Qué?

— ¡¿No me escuchaste?! ¡Ahora trabajas para mí! Dile a mi secretaria que te de tu nueva cámara a y...! — entonces, presionó un botón — ¡Llama a mi escritora estrella! ¡Esta chica te va a enseñar a usar la cámara!

— Señor Jameson, muchas gracias, enserio...

— ¡¿Qué parte de "no me cuentes tu vida" no entendiste?!

En ese momento, alguien entró a la oficina. Un chica de cabello blanco y ojos verdes.

— Ya vine, señor Jameson.

— Por fin, Parker, ella es...

— ¿Felicia?

— ¡¿La conoces?!

— Estudiamos en la misma escuela.

— Así es, señor — dijo Felicia, sonriendo, aunque algo sombría — Hola Parker.

— Ho-Hola...

—¡¿Por qué siguen de aquí?! — preguntó Jameson — ¡Largo!

Al salir de la oficina, fueron por la cámara y de ahí, al elevador.

— Te enseñaré a usar esta cosa — dijo Felicia, dándole la cámara.

— Sí, muchas gracias — dijo, nervioso — Es un gusto conocerte, por cierto.

— Como sea...

Ambos jóvenes estaban callados, observando la puerta del elevador y como los números iban disminuyendo.

Peter volteó y miró a Felicia. Parecía estar molesta por algo.

La peliblanca giró la cabeza y miró a Peter, obligándolo a mirar a otro lado.

Realmente se veía molesta.

— Y... ¿todo está bien? — preguntó el castaño.

— Sí, todo bien...

— Bien, bien...

Ambos se quedaron callados. Era una situación algo incómoda.

— ¿Estás segura de que estás bien? — preguntó Peter.

— De acuerdo... ya me cansé — dijo Felicia, mientras las puertas se abrían de par en par — Aprende tu solo.

Y la chica peliblanca se retiró de allí, molesta, dejando a un Peter confundido y sin idea de qué fue lo que le hizo enojar.

— ¿Uh? ¡Ah! Verdad, la búsqueda, rayos —dijo Peter, saliendo del elevador — Tendré que hacerla mañana.