Amor de un Padre
— ¿Cómo te encuentras, Mary? — le preguntó Gilberto Corazón.
— Sí, solo... me preocupa mi Peter — le respondió — Y temo de Richard...
— La policía se encargará de él cuando volvamos... — le dijo Sofía — Trata de relajarte un poco...
El avión despegó y los pasajeros del jet privado estaban emocionados. El viaje iba bien, los Corazón trataban de mantener todo lo más calmado posible.
Hasta que la puerta del baño se abrió de repente.
— ¿Cómo están mis fieles compañeros? — saludo Richard Parker, mientras se acercaba al lugar.
— ¡Richard! — dijo Carl, poniéndose enfrente de él — ¡¿Qué demonios haces aquí?!
— Carl, siempre me has parecido alguien muy molesto — dijo el señor Parker, mientras apoyaba una especie de mango en el pecho del científico — Llevo esperando hacer esto por mucho tiempo...
La espada atravesó el pecho del señor, provocando que cayera al suelo, muerto.
Gilberto se levantó y trató de atacar a Richard, pero este hizo un movimiento y cortó la garganta del hombre. Este cayó al suelo, tratando de evitar la hemorragia. Su esposa fue con él, preocupada.
— ¿Les gusta? — pregunto Richard, mostrando su espada — Un invento personal... no muy útil en guerras, pero funcional para ataque cercano.
Movió su arma y provocó una rasgadura mortal en Sofía Corazón, matandola. Gilberto también había finalmente fallecido.
El piloto salió de la cabina, preocupado por el ruido, pero este fue amenazado por la espada del Parker.
Ya solo estaban Mary y Richard.
— No quiero hacer esto — dijo Richard.
— Más te vale hacerlo — dijo la señor Parker, mirando al vacío. Sus ojos no mostraban vida, como si ya hubiera esperado todo esto.
— ¿Dónde está Peter?
— ¿Crees que te lo diré? — le preguntó — ¿De qué te serviría? Ya sabes dónde está.
— Me conoces muy bien...
— Es una desgracia... — dijo Mary, apretando los dientes — Tenía la esperanza que... cambiaras, por tu familia...
— Yo lo hacía por...
— ¡Por ti mismo, maldito infeliz! — le gritó, mientras entraba en llanto — Sé que no puedo hacer nada para detenerte...
Mary, en ese momento, sacó un arma y apunto a Richard con ella.
— No cometas ninguna tontería — le dijo Richard.
— Estaba embarazada... — le respondió — Iba a ser una niña...
— No lo hagas...
— Lo lamento, Peter — dijo, mientras disparaba.
Una bala logró darle a Richard en el estómago, pero también al piloto, quien se tambaleó hasta la cabina y cayó muerto. Por desgracia, movió el timón y el avión empezó a descender a gran velocidad.
Richard se agarró su herida y logró sentarse en un asiento.
El avión descendía más rápido.
— Todo es tu culpa...
— No Richard, esto lo provocaste tu...
El avión se estrelló.
***
Las personas corrían de un lugar a otro.
El fuego ardía con intensidad alrededor del coliseo.
Y Peter se encontraba inconsciente en el piso.
— ¡Peter! — le gritaba Felicia, mientras trataba de despertarlo — ¡No me hagas esto, araña!
— ¿Qué...? — dijo Peter, despertando del lugar — ¿Qué pasó?
— ¡Yo! — gritó Richard Parker, detrás de los chicos.
El hombre ya tenía su traje del Duende. Él estaba listo para matar.
Casi no había nadie en el lugar, la mayoría ya había escapado y el fuego empezaba a aumentar.
— La hija de Walter Hardy... — dijo el Duende — Siempre creí que tendrías mejores gustos, hijo.
— ¡Cierra la boca! — le dijo Felicia, mientras corría en su dirección.
La chica iba a darle un golpe, pero inesperadamente se agachó y dio una fuerte patada en las piernas del científico, provocando que este caiga al suelo. Luego, de una brazalete que tenía en su brazo, disparó una descarga que inmovilizó por unos momentos al villano.
— ¡Peter! — le dijo Felicia — ¡Ve por tu "por si aca-
El Duende se levantó rápidamente y, de un golpe, mandó a volar a la peliblanca, estrellandola en una pared.
— Oh, Peter...
— ¡Detén todo esto! — le gritó, mientras se ponía de pie.
— Solo debías mantenerte alejado — le dijo — Igual a mi hermano, metiendo tus narices donde no debías...
— ¡No te atrevas a mencionarlo!
— Él siempre supo lo que yo hacía... pero nunca le dijo a nadie — le reveló — Es lo que hace la familia... es lo que creí que harías...
De pronto, una enorme masa se abalanzó sobre Richard. Era Kong, con quien forcejeaba la espada de fuego.
— ¡Vete! — le gritó Kong — ¡Ponte tu traje, rápido!
— ¡¿Qué?! — dijo Peter, sorprendido.
— ¡Vete ahora! — dijo.
Peter salió corriendo hacia los pasillos. Mientras corría, el castaño sentía quitando su traje. Llegó hasta unos casilleros y sacó su mochila que había escondido y en donde estaba su traje.
***
— ¡Duende! — dijo el Hombre Araña, mientras corría por el coliseo.
Al ver el lugar, notó como Kong tenía una gran cortada en el pecho. Por suerte, seguía respirando, así que iba bien. Peter lo agarró de su hombro y comenzaron a caminar hasta donde estaba Felicia.
— ¿Ya te vas, Peter? — le preguntó su padre, sentado en una de las gradas — El ponche esta en su punto.
— ¡¿Por qué demonios haces esto?! — le grito Peter.
— Lo que cualquier persona cuerda hace... — dijo, levantándose — Cuido mi mundo de otros.
— ¡¿Matándome?! — gritó — ¡¿A mí?! ¡¿A mis amigos?! ¡¿A May?!
— No lo digo por hablar, Peter — dijo, sacando su espada — Si estuvieras en mi lugar... hubieras hecho lo mismo...
En eso, Kong despertó.
— Más te vale que le patees el trasero... — le dijo — O yo lo haré contigo, Parker...
Peter dejó a su compañero en el suelo, asegurándose de que no esté cerca al fuego. Luego, miró a Felicia. Parecía inconsciente, pero fuera de peligro.
Y al final, miró a su padre.
— ¡Última oportunidad! — le gritó Peter.
— ¿Me hablarás como cualquier criminal? — le dijo — ¡¿Después de todo lo que yo intenté hacer por ti?!
— ¡Cállate! — gritó — ¡Voy a cerrar tu boca a golpes!
— ¡¿Y tus chistes?!
Peter corrió sin detenerse, pero varios policías y bomberos entraron de golpes. El castaño se volteó al verlos, sorprendido de su llegada.
— ¡Policía! — gritaron — ¡Que nadie se mueva!
Peter volteó hacia su padre, pero este le dio una fuerte patada, que lo hizo estrellar en una pared del coliseo, destruyéndola.
El castaño siguió volando hasta que chocó contra el automóvil.
Los oficiales dispararon al Duende, pero la armadura lo protegió. El villano les lanzó una de sus granadas, matando a varios policías.
Peter se reincorporó rápido y, de un salto, se acercó al Duende. Al estar frente a frente, le dio un fuerte golpe en el casco, que lo hizo estrellar con la otra pared del coliseo.
— ¡Ese fue un buen golpe! — le dijo el Duende, levantándose — Me gusta que ya tomes la iniciativa...
Peter volteo y vió como los bomberos se llevaban a Felicia y a Kong, fuera del lugar.
— ¡Acabaré contigo! — le gritó su hijo.
El Duende presionó un botón de su guante, lo que hizo que el Planeador chocara contra el castaño. Luego, se acercó hasta Richard y él se subió a este.
Peter se levantó del suelo y disparó una cuerda de red al Planeador. Richard vio esto y salió volando de ahí, con el héroe agarrado de la telaraña.
Sobrevolaron los edificios. El Duende trató de hacer que Peter chocara con las estructuras, además de intentar cortar la red.
Richard logró cortar la red y Peter cayó sobre un techo.
— ¡Eres muy... fastidioso! — le dijo su padre.
— ¡Tu eras el Máster Planner! — le dijo Peter.
— ¡No es obvio! — dijo, mientras bajaba del Planeador — ¡Pero debo decir que el Merodeador no sabe hacer su trabajo!
Richard corrió hacia el héroe y trató de cortarlo con la espada, pero Peter esquivó cada ataque.
— ¡Engañaste a todos! — dijo Peter, agarrando con fuerza el brazo donde tenía la espada — ¡Para salvar tu estúpido trasero!
— ¡Es lo que un hombre hace! — gritó, pateando a su hijo — ¡Hace lo necesario para sobrevivir!
— ¡Así no!
— ¡¿Tú qué sabes de la vida?! — le cuestiono, mientras le lanzaba bombas.
Peter comenzó a saltar para esquivar los explosivos.
— ¡No tienes idea de lo que es la vida real! — le dijo su padre — ¡Vives en una estupida burbuja!
— ¡Cállate! — le gritó Peter.
El héroe agarró una de las bombas y se la devolvió a Richard, haciéndola explotar cerca de él.
— ¡Mataste a gente inocente! — le gritó Peter — ¡Tus amigos! ¡Ahora quieres matar a mis amigos!
— ¡¿Por qué te importa tanto?! — le grito Richard — ¡En unos años dejarán de hablarse y te dará igual si están vivos o no! ¡Es la realidad de la vida!
— ¡Sigue sin ser motivo...!
— ¡¿A quién demonios le importa?! — le dijo — ¡¿Por qué rayos no usas tus poderes para ti?!
— Porque un gran poder...
— ¡Otra vez la estúpida frase de Ben! — le dijo — ¡Lo decía un hombre acabado, sin empleo, ignorando lo que lo rodeaba!
— ¡No te atrevas a hablar así de mi tío!
— ¡Sí me atrevo! ¡Es mi hermano! — le dijo — ¡Y era un estúpido!
— ¡Cierra la boca!
Peter se acercó velozmente y le dio un fuerte golpe. El ataque fue tan fuerte que destruyó una parte de la máscara, cerca del lente.
— Ahora si me hiciste enojar... — dijo Richard, mientras lo apuntaba con su guante. De el, salió una onda de choque que mandó a Peter a volar.
Luego, Richard se subió a su Planeador y disparó varios misiles en dirección de Peter. Este empezó a columpiarse por los edificios, buscando evitar que estos le dieran.
Los misiles explotaron en el aire, pero la onda de la explosión hizo que Peter se estrellara dentro de un edificio, entrando a un apartamento y destruyendo una pared de este, acabando en el pasillo.
El castaño se levantó adolorido, pero un cosquilleo en su cabeza hizo que mirara para atrás. Allí, vio como el Duende, comenzaba a disparar una ametralladora de su Planeador.
El joven de Queens esquivó las balas volviendo a entrar al apartamento, pero los disparos eran tan potentes que atravesaron la pared. Las personas que vivían ahí corrieron despavoridos a una habitación, encerrándose ahí. Peter hizo lo mismo, entrando al baño.
— ¡Ya imagino a Jameson mañana! — se dijo a si mismo Peter — ¡"Amenaza enmascarada llena de huecos edificio de inocentes"!
Luego de unos segundo, los disparos cesaron. Peter sacó la cabeza del baño para dar un vistazo. No había nada.
Comenzó a caminar lentamente por la sala. No escuchaba el ruido del Planeador.
Era cierto.
Peter no escuchaba el ruido del Planeador. El castaño salió del apartamento y vio como el Duende se iba rápidamente de ahí.
Era seguro que buscaba matar a uno de sus conocidos, así que debía perseguirlo.
Peter se balanceo lo más rápido que pudo, persiguiendo a su padre. Este lanzaba las últimas granadas que le quedaban y el castaño las esquivaba.
Para tratar de distraer a su hijo, Richard lanzó su última bomba en el puente Brooklyn, provocando un fuerte choque. Peter bajó rápidamente, tratando de salvar a los civiles del accidente.
El héroe logró romper la puerta de una camioneta y sacar a los pasajeros, quienes tenían cortes y varias lesiones. Luego, fue donde estaba en otro coche, el cual podría caer del puente. Había un chica y una señora atrapadas en el.
Peter sacó primero a la señora y la alejo del vehículo. El coche sacaba humo y parecía que iba a estallar.
— Tiene que salvar a mi Abu... — le dijo la señora — ¡Kamala! ¡Salve a mi Kamala!
— Ese es mi trabajo, señora — dijo Peter, subiendo al vehículo.
El héroe trató de romper la puerta, pero hizo que el coche tambaleara. Entonces, el héroe volteó a ver a la chica.
— Te llamas Kamala, ¿no es cierto? — le dijo Peter, para tranquilizarse.
— Kamala Khan, sí.... — dijo la chica, adolorida y mirando el océano, debido a la posición del coches — ¿Qué está pasando?
— Escúchame, hubo un accidente — le dijo — Necesito que te acerques a mi con cuidado... o el coche caerá.
— ¡¿Caerá?! — dijo, viendo como el vidrio de la puerta, donde se estaba apoyando, se empezaba a romper — ¡No puedo hacer esto!
— ¡Sí pue...!
En eso, la baranda de metal que sostenía el coche se rompió y comenzó a caer al vacío.
La chica empezó a gritar, pero Peter disparó una red al puente y terminaron colgados. Peter agarraba el coche con una mano y la telaraña con la otra.
Por desgracia, el vidrio se rompió y Kamala casi cae al vacio, pero logró agarrarse de la puerta, que se abrió. Si se quedaba por más tiempo así, perdería sus fuerzas y ella caería.
— ¡Escúchame! — le dijo Peter — ¡Es muy importante que me escuches!
— ¡Esto no es posible! — gritó la chica, mientras lloraba — ¡No quiero morir!
— ¡No morirás! — le dijo el héroe — ¡No dejaré que eso te pase!
— ¡No! ¡No! — seguía gritando la chica, mientras miraba el océano.
— ¡Mírame! ¡Kamala, mírame! — gritó el héroe de Queens.
La chica solo giró su cabeza hacia arriba, mirando al castaño.
— ¡Por favor, trata de escalar hasta los asientos!
— ¡No puedo!
— ¡Sí puedes, Kamala! — le dijo — ¡Yo... yo lo hago todo el tiempo!
— ¡Por favor, yo no quiero...! — dijo mientras lloraba.
— ¡Si un idiota como yo puede trepar el Empire State, tú puedes trepar una puerta! — le gritó — ¡No es tan difícil!
— Yo no quiero... — dijo, mientras perdía fuerzas — Me duele...
— ¡Sé que duele! ¡Debe doler mucho, pero debes de hacerlo! — le dijo — ¡Solo inténtalo! ¡No te rindas!
— Yo... — Kamala intentó agarrar el otro extremo de la puerta, pero se resbaló y no pudo alcanzarlo. Casi cae — ¡Ayúdame!
— ¡No puedo hacer mucho ahora, Kamala! — dijo Peter — ¡Solo si te acercas, podré ayudarte!
Kamala volteó a verlo.
— ¡Tu puedes lograrlo! — le dijo.
Khan, con las fuerzas que le quedaban, agarró el otro extremo de la puerta. Luego, puso su pie en donde estaba la ventana y se impulsó para entras en el auto. La chica logró entrar en el coche, manteniendo el equilibrio.
Así, tomaron un descanso.
— Lo haces muy bien, Kamala — le dijo el héroe — Eres muy valiente, como un superhéroe...
— ¿Un superhéroe...? — dijo la chica, mientras trataba de recuperar el aliento — ¿Cómo los Vengadores o... lo héroes de los suburbios?
— ¿Eres fanática?
— Me gustan mucho... — le dijo Kamala — Tengo todo un... cuarto lleno de posters y figuras de ellos...
— ¿En serio? — le dijo, sonriendo debajo de la máscara — Me encantaría tener un cuarto así... ¿algo del Hombre Araña?
— Un peluche que venden en el mercado... — le dijo la chica — No hay muchas fotos de tu traje...
— Desventajas de no aparecer en las cámaras — le respondió el héroe — Nunca encuentran mi mejor lado...
Ambos rieron. A pesar de la situación, un momento de calma era mi necesario.
De pronto, la puerta de donde Peter sostenía el auto se empezaba a romper.
— Kamala, escúchame bien — le dijo Peter — Quiero que te acerques lo más que puedas...
En ese momento, el motor del coche comenzó a prenderse en llamas.
— ¡De preferencia ahora! — le dijo Peter — ¡Ven ahora!
La chica comenzó a moverse lo más rápido que pudo. Trepó hasta poder salir por el otro lado del coche, pero entonces, la puerta se rompió.
Sin pensarlo dos veces, Kamala saltó y logró llegar a los brazos del héroe enmascarado, mientras el coche explotaba debajo de ellos. La chica tenía los ojos cerrados.
— ¿Kamala? — preguntó el héroe.
— ¿Estoy muerta?
— Por desgracia para los dos, tendremos que ir a la escuela mañana — le dijo Peter, calmándola.
El héroe se balanceo y subieron los dos de nuevo al puente, donde su madre se acercó rápidamente y abrazó a su hija bien fuerte.
— Creí que te había perdido... — le dijo la señora.
— Estoy bien, ammi — le dijo la chica a su madre.
— Señora, su hija fue como una superhéroe — le dijo el Hombre Araña, mientras se despedía — ¡Cuídense mucho!
— Gracias, Hombre Araña — le dijo la señora — Que Alá te bendiga.
Peter se alejó y empezó a balancearse hasta Brooklyn.
Kamala veía como su héroe se iba de ahí, luego de salvarla.
— Ojalá pudiera agradecerle — se dijo a si misma — Me encantaría ser una héroe....
***
Gracias por ver el capítulo señores ^^. Espero que les haya gustado y nos vemos en otro.
Publicado el 05/08/20
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"Creo que debo tomarme un descanso... y pensar en la oferta de esta empresa..."
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