Las balas comenzaron a impactar en las alas mecánicas. Adrian se estaba protegiendo.

— ¡Jefe! — decía el Chapucero por un comunicador — Debe salir de allí, ¡Ya!

— ¡No lo haré hasta matar a esa chica!

En ese momento, una especie de desgarré comenzó a efectuar. Este era más fuerte de lo normal. Todos los sentimos.

Este dolor nos dejó confundidos. La gente ya comenzaba a preocuparse.

De pronto, una bala rozó la cabeza del Buitre por detrás.

Adrian volteó y vio un policía en la escena.

— Jefe Cooper — decía uno de los policías — ¡Aléjese de él!

El Buitre comenzó a acercarse hasta el jefe de policía. Los otros oficiales le disparaban por detrás, pero se protegía por sus alas.

Cooper trató de volver a disparar, pero su arma quedó atascada.

— Mierda... — dijo el jefe, viendo como el Buitre estaba enfrente suyo.

— Eso fue muy estúpido — dijo Adrian.

Levantó una de sus alas y atacó al jefe de policía. Tenía planeado partirlo en dos, para así asustar a los demás policías.

Pero, el Buitre no logró darle. Falló.

Acababa de salvar al jefe de policía. Había disparado una red y alejé unos centímetros de las alas.

El jefe se paró y se alejó un poco, mientras el villano me miraba fijamente.

Yo estaba temblando sin parar. 

No creí que sus alas fueran tan grandes. En televisión no se veían así.

Era justo como había dicho Black Cat.

Ese tipo... iba a matarme...

Y, aún así, seguía parado frente a lo aterrador que era este momento.

Era una pena que las cámaras de los noticieros lo estuvieran grabando. Seguramente todos iba a ver mi gran final. Incluso Emma.

El Buitre me golpeó con una de sus alas. El dolor del golpe fue abrumador.

Y el dolor de ser estrellado contra un automóvil era todavía peor.

Apenas podía moverme por ese golpe. Si con un golpe ya casi me deja K.O., ¿cómo rayos fue que Black Cat había sobrevivido a sus ataques?

No podía pelear con ese monstruo, y la gente de los edificios cercanos estaban en peligro. Aunque sea por poco, tengo que darles tiempo a evacuar a los demás... ¡debía hacerlo!

Empecé a disparar varias bolas de telaraña hacia el Buitre. Este se protegió con sus alas y después se acercó rápidamente hacia mí.

Cerré mis ojos, preparado para mi muerte, pero entonces el villano comenzó a quejarse del dolor. Por alguna razón se estaba electrificando.

Volteé a la izquierda y vi a Black Cat, quien apenas se apoyaba de la pared.

Después de eso, otro desgarre se hizo presente. La gente empezó a sufrir por esto. Todos lo sufríamos.

Aún así, el Buitre me tomó de las garras de sus pies y empezó a elevarme. Si iba muy alto, moriría. 

Tenía que pensar en algo y rápido...

Disparé una bola de telaraña en el casco del villano, lo cual hizo que me soltara.

Comencé a caer rápidamente, pero logré disparar una red a un edificio. Lastimosamente, esto no evitó que me estrellara contra este mismo, paro luego caer dos pisos al pavimento.

Era imposible. Si seguía así, moriría. Tenía que huir.

La policía me resguardaría y, aunque sea imposible, en algún momento vendrá un héroe que podrá derrotarlo.

Sí... si no soy yo, alguien más vendrá y...

En ese momento, vi como Cat trataba de ir a pelear, torpemente, contra el Buitre. Si yo huía, ¿qué iba a pasar con ella?

"Vete de aquí..."

Cuando me dí cuenta, ya me estaba agachando. El Buitre me había lanzado un vehículo policial, por lo que tuve que esquivarlo.

Estaba sorprendido de la fuerza de ese tipo. Esas alas era muy poderosas.

Pero ese asombro no me ayudó para nada. El Buitre me volvió a golpear con su alas, estrellándome en el edificio cercano.

Luego, este se acercó a mí y me agarró del traje.

— Arruinaste mi vida... — me dijo — Ahora me encargaré de arruinar la tuya.

— ¿Qué...? —dije, asustado.

El Buitre me elevó en el aire y me mostró frente a todos. Estaba asustado. 

— ¡Es hora de que el mundo sepa quien eres! — dijo, agarrando mi cabeza — ¡Pedro!

— ¿Pedro?

Y entonces, me quitó la máscara.

Las cámaras grabaron la gran exclusiva. Las personas miraron asombrados mi rostro de miedo.

El mundo me había descubierto. Todo el mundo.

— ¡¿Qué?! — dijo el Buitre, acercándome a él — ¡Tu no eres Pedro! ¡No te pareces en nada a la foto que nos mostró Octavius!

— ¿El Dr. Octopus...?

— ¡Eres un impostor!

El Buitre me soltó y caí sobre un auto, adolorido y cerca de las cámaras. Estaba sangrando por dentro.

Pero el tipo no me dejo descansar. Cayó sobre mí y me apretó el pecho. Ahí fue que grité de dolor.

— ¡¿Quién diablos eres tú?! — dijo el Buitre.

En ese momento, escupí sangre. Todo estaba dando vueltas.

— ¡Dilo!

— ¡Soy Yu Onomae! — grité de dolor.

— ¡Tu no eres el Hombre Araña...!

— Yo...

Miré a todas las cámaras que grababan el suceso. El mundo estaba viendo mi gran fracaso. Mi final.

— Yu... — decía Cat, intentando acercarse.

— ¡Dilo! — dijo, apretando su garras contra mi pecho.

— ¡Yo no soy el Hombre Araña! — grité, finalmente.

Estaba al borde de las lágrimas. Ahora el mundo conocía la verdad. Todo el mundo.

Incluso Emma.

— ¡Inútil! — dijo, mientras me lanzaba hacia otro lado.

Las cámaras me enfocaban. Enfocaban mi vergüenza. Debí suponer que esto pasaría algún día. El día en el que me descubrirían.

No se de que me sorprendo...

— Ahora... — dijo el Buitre, mirando a Black Cat — Acabaré contigo.

Este comenzó a caminar hacía la gata. Ella apenas podía moverse bien. Iba a morir si el Buitre iba con ella.

En todo caso...

Esta era mi oportunidad para huir. Me puse de pie y comencé a correr.

Era la oportunidad para alejarme del peligro.

Pero...

Era lo suficientemente tonto.... 

Como para saltar encima del Buitre...

Y tratar de salvarla.

Sí, soy un impostor.

Emma y los demás se alejarán de mí. Pero... Emma también me dijo que le di el coraje para confesarse, aunque su mundo cambiara...

Si yo le di el coraje, debía mantener ese mismo valor.

O por lo menos fingir que lo tenía, como lo había hecho hasta ahora.

Ya que, mi cuerpo había sido el que se había movido por si solo.

— ¡¿Qué estás haciendo?! — dijo el Buitre, tratando de quitarme de encima.

Ni yo tenía idea. Solo me había abalanzado contra él. Estaba improvisando.

Entonces, vi los propulsores en las alas del Buitre y recordé a Screwball.

Había logrado derrotarla disparando telarañas a unos de sus propulsores. Debía de intentarlo. 

Disparé varias bolas de telaraña en el propulsor derecho, haciendo que este deje de funcionar y que ambos cayeran al suelo.

— ¡Miserable infeliz! — dijo el Buitre, levantándose.

— ¡Sé que vas a matarme...! — dije, levantándome adolorido — ¡Pero no moriré sin antes intentar golpearte!

— ¡Idiota!

El Buitre comenzó a arrastrarse por el suelo, intentando alcanzarme. Yo corrí de miedo. Las alas filosas trataron de darme.

Por suerte, los policías comenzaron a dispararle al villano, a lo cual este tuvo que protegerse.

Yo pensé en dispararle mi redes, pero no tendría tiempo para intentar envolverlo.

— ¡Maldición! ¡Necesitaría una granada! — grité, cerrando lo ojos.

En eso, disparé una bola de telaraña. Pero no fue una cualquiera. Era una especie de granada de telaraña.

La granada cayó sobre una de las alas y lo envolvió, inutilizándolo.

Adrian elevó la vista y sacó una pistola de su cinturón.

Me estaba apuntando. Tenía miedo.

Pero una cuerda le envolvió el cuello y tiró de él, haciendo que cayera de espalda y la bala diera a un costado mío.

Black Cat había logrado levantarse y hacer ese movimiento. El Buitre había quedado inconsciente en el suelo.

Caí al suelo, sorprendido.

Había ocurrido todo muy rápido, pero... habíamos ganado...

Hubo un gran silencio por varios minutos.

Hasta que las personas comenzaron a gritar emocionados y tomando fotos. Los policías trataban de calmarlos, pero no podía.

Caminé hasta Cat y traté de ayudarla a levantarla.

Pero se provocó otro desgarre. Uno más fuerte que nunca. Todo el mundo sufrió ese dolor, incluido yo. Creí que iba a morir.

Creo que todos creímos eso. No sabía como era que Black Cat seguía respirando.

— Escúchame bien... —dijo la gata, dándome mi mochila — Cámbiate... llévale el traje... no sé lo que pasa pero él podrá arreglarlo.

— ¿Cómo estás segura de eso?

— Confío en él... — me dijo, dándome la máscara — Y en ti...

Y ella ya no pudo aguantar más, quedando inconsciente.

Yo seguía impactado por todo lo que había ocurrido hoy. No pensaba con claridad.

Hasta que ocurrió otro desgarre. Duro más y dolía más. No sabía que era esa cosa, pero debía devolverle el traje al Hombre Araña para solucionar esto.

Me levanté y comencé a correr, mientras me quitaba el traje.

No sabía ni siquiera si es que el Hombre Araña estaba en ese lugar.

Pero debía tener esperanza.

Me puse mi ropa, guardé el traje en la mochila y seguí corriendo.

***

Emma, lo siento tanto.

Toda nuestra amistad se basa en mentiras. Nunca tuve el valor para decirte la verdad.

No soy alguien valiente como dices.

Soy un perdedor.

Un torpe.

Un falso Hombre Araña.

Pero, alguien como yo... estaba corriendo a través de la ciudad. 

Seguía corriendo, a pesar de los distintos desgarres que se hacían cada vez más presentes.

Todos a mi alrededor tenían miedo de esto.

Estaban aterrados de lo que sucedía.

Pero yo seguía corriendo, a pesar de que caía al suelo.

Me volvía a levantar cada vez que mis piernas caían por este desgarre...

Era alguien intimidado y sin amigos...

Un cobarde...

Pero, desde que encontré este traje... recibí el coraje que el Hombre Araña tenía.

Y ahora era mi turno de regresárselo.

Era mi turno de devolver al Hombre Araña el valor que este me había dado.

Comencé a gritar cuando entre al edificio.

Comencé a llorar cuando abrí las puertas de elevador.

Temblé de miedo cuando presioné el botón del piso.

Y me mantuve firme con mi espíritu, cuando todo comenzó a volverse negro..

***

"¿Sabes qué nos hace ser Spider-Man?"

Unas voces se escuchaban en la negrura de mi subconsciente. 

Como sí estuviera escuchando una conversación... pero, respondiendo a la pregunta...

Supongo que esos súper poderes ayudan mucho a ser un héroe, además del traje y...

"No es eso."

Entonces, ¿qué es?

"No nos rendimos."

Bueno, yo no soy así...

No paraba de temblar cada vez que me ponía el traje y trataba de ser un héroe... Solo jugaba ser como el Hombre Araña.

Tuve suerte...

Improvisaba cada cosa que hacía.

Incluso ahora... no sé cómo es que llegué hasta aquí...

"No quieres rendirte"

¿Realmente hice las cosas bien?

Fui un héroe. Mis piernas se movían solas cuando había peligro. 

Corría en dirección de las amenazas para proteger a las personas...

Incluso... corrí desesperado con tal de llegar aquí... para devolverle el traje...

Para salvar al... mundo...

Porque sentía que era mi deber.

Es  como decía el Hombre Araña...

Un gran poder, conlleva una gran responsabilidad...

"Esa frase no es una carga... es también un motivante."

Creo que tienes razón... salvé a ese niño en ese incendio...

Salvé a Emma de esos ladrones...

Derroté a Screwball en un combate...

Ayudé a derrotar al Buitre...

Y ahora, debo devolverle la máscara al Hombre Araña real.

Porque, aunque sea un Hombre Araña falso... sigo siendo un Hombre Araña...

Un héroe...

"¿Cómo piensas solucionar esto?"

Haciendo lo mejor que sabemos hacer...

Improvisando.

***

Abrí los ojos de golpe.

Seguía en el elevador, subiendo hasta el piso que marqué.

El desgarre en mi cuerpo era continuo. Dolía mucho.

Pero me puse de pie y me mantuve firme.

Ya no temblaba, ni lloraba, ni gritaba.

Solo estaba firme, tratando de no desmayarme del dolor.

Y entonces... las puertas se abrieron...

Entré de golpe y vi a un chico castaño, parado en medio de la sala del penthouse.

Y de alguna forma...

Sabía que se trataba de él.

— Black Cat me pidió que te diera esto... — dije, con mis últimas fuerzas, tirando mi mochila al suelo.

Yo ya no podía más...

Y caí al suelo.

Pero, finalmente tenía paz. En mi ser.

Había logrado mi cometido...

Le había devuelto el traje.

Y ahora, solo me quedaba la esperanza...

De que él nos salvaría.