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¿A dónde fue la Araña?

La vida de un héroe es una sumamente complicada. Ahora sé eso.

En las noticias, varios programas criticaban la desaparición del Hombre Araña, luego de no ser avistado por una semana.

No lo entendía, ¿Acaso un héroe no podía tener unas vacaciones?

Aunque, siendo honesto, solo fui el Hombre Araña por un día y ya estoy completamente exhausto...

Me pareció curioso como J. Jonah Jameson no decía nada acerca de todo esto. Ya me estaba esperando todas sus críticas, como si fuera el verdadero Hombre Araña...

— Oye, Yu... 

Me preguntaba donde estaría el héroe. Seguramente, no estaría de vacaciones, ya que su traje estaba en la basura...

Entonces, ¿dónde estaba?

— ¡Yu!

— ¡¿Ah?! ¡¿Sí?! — dije, despertando de mis pensamientos. Mi padre me estaba llamando desde la puerta de la lavandería.

— ¿Tú pusiste algo extraño en la lavadora? — dijo, mostrándome la ropa.

Tenía variados colores. Rojo, azul y rosa.

— ¡A-Ah! ¡Tengo que irme! — dije, mientras me levantaba de la silla, tomaba mi mochila y ve iba de allí — ¡Nos vemos más tarde!

— ¡Espera un momento, Yu! — dijo mi padre.

Pero yo ya había logrado escapar de ese lugar.

***

Seguía leyendo la noticia del Daily Bugle.

"A una semana del incendio, sólo queda una pregunta: ¿Dónde está el Hombre Araña?"

No podía creer que había logrado salvar a ese niño. Eso me hacía preguntarme que clase de peligros enfrentaba el héroe todo el tiempo.

Pero no podía distraerme. Debía devolverle el traje al héroe.

Caminé hasta llegar al gimnasio de bouldering. Había mucho más ruido de lo normal.

— ¿Por qué tanto ruido? — dije, entrando al lugar.

Había un montón de personas, apoyando a una chica escalando una pared. 

Ahí fue cuando lo recordé. Mi entrenador me había mencionado algo sobre una competencia.

Pero no había forma de que pudiera participar, así que ignoré el tema

— ¡Oh-ho! ¡Y ese es el momento! ¡El número de terminaciones de nivel 3 sigue siendo cero! — dijo el presentador, viendo como la chica caía al gran colchón del suelo.

Me empecé a acercar hasta la pared, para poder ver bien al siguiente participante.

Y entonces... la vi...

— ¡El siguiente para tirar el guantelete es...! — dijo el presentador — ¡La prometedora escaladora desde secundaria, Emma Pearson!

Una hermosa chica rubia de cabello corto. 

La razón por la que, en un principio, fui atraído por Emma es sencillo...

Fue porque ella es una campeona.

— ¡Bien! — dijo Emma, sonriendo, mientas pasaba un polvo en sus manos.

Sus amigos le apoyaban, gritando su nombre y dándole ánimos.

Ella saltó y empezó a trepar la pared. Iba escalando muy rápido.

— ¡Buen ritmo, Emma tiene la zona de espera! — dijo el presentador.

Era una escaladora radiante de mi misma edad.

Una "novata prometedora".

— ¡Debe ser duro, este es un diseño especialmente complicado! 

Al principio, estaba celoso.

— ¡Ella lo tiene!

Luego, pronto se convirtió en envidia...

— ¡Ahora sigue el obstáculo final más grande..! —decía el presentador — ¡Incluso al estirar sus brazos, nunca lo alcanzará! ¡La única elección para ella es saltar!

Emma respiró un momento. Y, de pronto, dio un gran salto.

Saltó y logró llegar al final de la pared.

— ¡Ella ha sacado el doble Dyno! — dijo el presentador, emocionado — ¡De todos los participantes, la única que completo el récord fue...!

La razón por la que no puedo quitarle los ojos de encima... no es porque sea una gran escaladora...

— ¡Emma Pearson!

Es porque me enamoré de ella.

Pearson cayó al colchón y todos sus amigos fueron a felicitarla. 

Yo la vi, riendo y gritando de emoción.

Estaba feliz por ella-

— ¿Estás bien, Yu? — preguntó mi entrenador — No te quedes aquí en la esquina, ¡ve y felicítala! Ella es una compañera de clases, ¿no?

— Solo porque somos compañeros de clase, no significa que somos... — dije, algo decaído, dando una sonrisa de pena — Es obvio que venimos de mundos completamente distintos...

Me di la vuelta y caminé hasta la salida.

— Pisé en otra mina terrestre, yo no... — dijo el entrenado, algo avergonzado.

Entre un chico que llegó aquí solo para saltarse las clases y una chica como Emma, existe una distorsión de gravedad que no puede ser explicada por los poderes de la ciencia.

Nunca había hablado con ella. Sería muy creído de mi parte asumir que incluso conoce mi nombre...

— ¡Yu! — dijo una voz, desde dentro del gimnasio.

La reconocí de inmediato. Era la voz de Emma.

— ¿Y-Yo? — dije, dándome la vuelta.

— ¡Sí, tu! — dijo Emma, saliendo del gimnasio.

Se había cambiado y llevaba una casaca de deportes.

Le quedaba muy bien.

— Escuché del entrenador que has venido aquí a menudo — me dijo — Quise hablar contigo, pero nunca he corrido con suerte.

Yo me senté un uno de los asientos con plantas que había afuera.

— ¿Has estado saltándote las clases últimamente? — me preguntó — ¿Hay algo mal?

La verdad, estaba todo 100% bien. Aunque, hablando de problemas, no es que pudiera hablar de mis estudios... y no tenía amigos. No podía decirle que iba allí durante el día para saltearme las clases y escapar de la realidad... ¡Pero realmente quería mostrar mi lado bueno también...!

Tal vez podía hablar con ella "Felicidades por ganar la competencia"... Es un poco usado en este momento... "¿Qué tal si practicamos juntos la próxima vez?" No, eso tampoco es bueno... ¡Realmente quiero mostrar mi lado bueno!

— Hola, ¿hay alguien allí? — preguntó Emma, acercándose a mí.

— ¡Ah! — me asusté al verla tan cerca. Me hizo ponerme muy nervioso — ¡Es-Estoy bien...! ¡Todo bien!

— ¡Hey, Emma! — dijo la voz de un chico, desde un vehiculo. Dentro, estaban los demás amigos de Emma — ¡Vámonos, tenemos que ir a celebrar!

— ¡Date prisa! — dijo una de sus amigas, desde el auto.

— ¡Culpa mía, estaré allí en un segundo! —dijo Emma, dándose la vuelta — Que aburrido...

"Que aburrido".

Esas palabras me hizo sentir como una pequeña hormiga que era aplastada por un gran meteorito.

— ¿Por qué? — me dije, tirándome de espaldas hasta las plantas — ¿Por qué tengo que ser yo?

Pero un sonido estrepitoso me hizo levantarme de golpe.

Un auto de policía chocó contra un vehículo, haciendo que este se estrelle contra un poste de luz.

Los ladrones salieron rápidamente del carro y empezaron a disparar al vehículo policial.

— ¡Está destrozado, robaremos otro! — dijo uno de los ladrones.

— ¡Esto es porque tu plan fue una mierda! — dijo otro, empujándolo.

— ¡¿Qué dijiste, Flint?! — se quejó su compañero — ¡¿Quién es el imbécil que tenía el plano de la tienda equivocada, otra vez?!

— ¡Podrán quejarse después de haber perdido a los policías! — dijo el tercero, acercándose hasta el coche más cercano.

— ¡Date prisa! — decía Emma, viendo como se acercaban hacia ellos.

— ¡Si no quieres que te haga mierda, sal del auto! —dijo el ladrón, con el nombre Flint.

— ¡De ninguna manera, mi madre se enojará! — dijo el amigo de Emma.

— ¡3!

— ¡Bien, está bien! 

Emma intentó salir del auto, pero otro de los ladrones le apuntó con su arma.

— ¡Tu puedes quedarte! — le dijo — Señorita, ¡serás nuestra rehén!

— ¡¿Qué?! — dijo ella, sorprendida.

Todos sus amigos fueron sacados de auto y se fueron rápidamente del lugar. Sus amigos estaban asustados y preocupados por su amiga.

Y yo, empecé a correr despavorido, con el traje del Hombre Araña puesto.

Sin saber... ¿por qué estaba corriendo?

Un taxista curioso estaba parado por un semáforo, viendo como el vehículo corría a gran velocidad. Este hombre era moreno y llevaba una camisa azul.

— Pero que... — dijo, sorprendido.

— ¡Esa Van! — le dije, cansado y con pocas fuerzas para seguir corriendo — ¡Por... por favor... síguela!

— ¡Hombre Araña! — dijo el taxista, viéndolo — ¿No es más rápido si usas tus telarañas?

— ¡¿No ves que si pudiera hacer eso, no te estaría preguntando?! — dije, entrando al vehículo — De cualquier forma, ¡rápido!

— ¡Bien! — dijo, sonriendo.

El taxista presionó el acelerador con todas su fuerzas y el taxi salió disparado en dirección de la Van.

— Oh, diablos... mi billetera está... — dije, viendo que la deje entre mis ropas.

— No te cobraré, Araña, sino mi sobrina me regañaría — dijo el señor, sacando su celular — ¿Qué tal una foto en su lugar?

Entonces, puso la cámara y saco la foto.

— Y... enviar — dijo el señor.

— No hay de que, señor...

— Llámame Lee.

— Sí, Lee... ¡Va a chocar!

— ¿Tienes puesto el cinturón?

— ¿Cinturón?

En eso, Lee dio un giro inesperado y comenzó a avanzar aún más rápido. Estaba seguro que iba a vomitar por los giros bruscos.

Pero, estaban logrando acercarse al vehículo.

— ¿Qué mierda le pasa a ese taxi...? — dijo uno de los ladrones 

— ¡Nos está siguiendo a una gran velocidad! ¡Es como si fuera una película! — dijo Flint, emocionado.

— ¡Cállate y deshazte de él ahora, idiota! — dijo el que conducía.

El otro ladrón salió por la ventana y apunto al taxi con su arma. Le apuntaba a Lee.

Pero, de pronto, Emma lo empujó, haciendo que falle el disparó y desestabilizando el vehículo.

— ¡¿Qué fue eso?! — pregunté, viendo como la Van iba moviéndose de un lado a otro.

— ¡Es el momento de alcanzarlos! — dijo Lee, posicionando el taxi a un costado de la Van — ¡El resto depende de ti, Araña! ¡Acaba con esas escorias!

Ahora, me encontraba temblando.

¡No tenía ningún plan! ¡Estaba tan concentrado en la persecución que no llegué a pensar en uno!

En una situación como esta, si fuera el Hombre Araña...

Si fuera el Hombre Araña...

Salí por la ventana y apunté el disparador al coche.

Porque si yo fuera el Hombre Araña... dispararía mi red al vehículo para acercarme.

— ¡Espera, no! ¡Yo...! — dije, siendo disparando del taxi — ¡No soy el Hombre Araña!

Comencé a ser arrastrado por el coche, causándome un dolor indescriptible. No paraba de repetirme que estaba muerto.

Pero entonces, vi como Emma sostenía mi telaraña, tratando de jalar de ella.

— ¡Ya basta! — dijo uno de los ladrones, golpeándola.

— ¡Emma! — dije, desesperado.

Disparé otra red y entonces, comencé a surfear, sin tabla, por el pavimento de la calle. Y, en eso, se me ocurrió que hacer.

Era imposible, pero...

Debía de intentarlo. De lograrlo.

Por una vez.

— ¡Maldición! — dije, doblando mis piernas — ¡Doble Dyno!

Di un gran salto y me sostuve por la ventana de la puerta trasera. Había logrado llegar al coche, así que trepé hasta el techo.

— ¡Es el Hombre Araña! — dijo Flint.

— ¡Dispárale! — dijo el otro ladrón, siendo golpeado por Emma.

— Pero, no puedo — dijo Flint — Soy... ¡un fan suyo!

El ladrón se enojó y comenzó a disparar al techo. Pretendía matarlo, pero solo quedó sordo de sus oídos.

— ¡¿Le diste?! — preguntó el conductor, mirando hacia atrás.

— ¡Mira! — gritó Flint, señalando enfrente.

— ¡Mis oídos están tapados! — grito el ladrón.

— ¡Mierda, mira! 

— ¡Ya cállate! — dijo el conductor, volteándo.

Allí, vio como todo el parabrisas estaba tapado de telarañas. El vehículo iba directo al río.

Yo aproveché y saqué a Emma por la ventana de atrás, saltando y disparando una telaraña a un poste.

La Van destruyó la baranda y cayó al río.

Los ladrones no tardaron en salir del fondo del agua, quejándose.

— ¡No sé nadar! ¡Alguien ayúdeme! — dijo el conductor.

— ¡¿Qué?! — dijo el otro ladrón — ¡Te dije que no puedo oír!

Flint se sostuvo de la baranda y trepó, donde varios policías le ayudaron a salir del agua.

— Gracias... — dijo, desmayándose.

Mientras que yo, con las pocas fuerzas que que quedaban, comencé a descender del poste, con Emma en mis brazos.

— ¡Gracias, Araña! — dijo Emma, feliz — Fue realmente terrorí... ¿te encuentras bien?

Yo, estaba en el piso, tomando el mayor aliento que había tomado en mi vida.

— Por supuesto... —dije, levantándome como podía — Fue fácil...

Emma agachó la cabeza y vio mi brazo. Una bala me había rozado, rasgando el traje y creándome una dolorosa herida.

— ¡Estás sangrando!

— Ah... — en eso, vi como un montón de vehículos de policías se acercaban — ¡Tengo que salir de aquí!

Trepe una pared y salte, disparando una red y "yéndome" de allí.

— Hombre Araña... — suspiró Emma, viéndome irme

Y yo acaba de caer del otro lado del muro, aunque por suerte caía sobre un arbusto. Al menos algo había mejorado de esto.

Y, mientras tanto, el taxista se encontraba viendo su taxi. Estaba lleno de abolladuras.

— Ahora como le explicaré a Clementine sobre esto... — dijo Lee, suspirando.

***

Ya había pasado un día desde aquella gran persecución. Yo solo quería quedarme en mi cama, durmiendo, y no levantarme nunca más.

Pero, entonces, el sonido de mi despertador me hizo levantarme de mi cama.

— No importa cuánta vitalidad tenga... — me dije a mi mismo — Si sigo así, no duraré...

Me acerqué y apague mi alarma.

— No puedo seguir usando ese traje... hacer boulder, el día de hoy, es impensable...

Y, de pronto, mis ojos se abrieron como platos.

— ¡Diablos! ¡Tengo una prueba hoy! — dije, levantándome de golpe — ¡Mi espalda!

Llegue de alguna forma a la universidad Empire State. Me dolía absolutamente todo mi cuerpo.

Abrí mi casillero y todos mis libros cayeron al suelo.

Me agaché y traté de levantarlos, pero mi espalda me estaba matando.

— Cielos, no puedo seguir viendo eso — dijo Emma, levantando algunos libros — Ten.

— ¡Gra-Gracias, Emma! — dije, tomando los libros.

Ella se acercó un poco a mi y me miró fijamente.

— ¿Acaso envejeciste en un día...? — preguntó Emma.

— Fue un día muy agotador... — le dije, riendo y sufriendo por respirar.

— Lo mismo digo, muchas cosas pasaron ayer... — dijo, dándose la vuelta — Bueno, no es algo que deba contarte...

Ella empezó a caminar y a irse de allí, pero notó algo.

Unas vendas en mi brazo.

— ¡Esos rasguños! — dijo Emma, parando en seco y viéndolo fijamente — Yu...

— ¡¿Ah?!

— ¡¿Acaso tú?!

***

"El Hombre Araña lo vuelve hacer. ¡El gran regreso del Hombre Araña!"

Felicia Hardy estaba confundida. No tenía sentido. Peter había estado con ella en el hospital a la hora que ocurrió esa persecución.

¿Cómo era posible?

Aunque hubiera sido ese nuevo héroe de las noticias, los ciudadanos decían que tenía el mismo traje que había estado usando durante todo este tiempo. Ese traje que le había hecho Tony Stark.

¿Acaso alguien había tomado el traje?

Felicia intentó levantarse, pero no podía. Su cuerpo estaba muy adolorido y las heridas aún no  curaban. El Duende Verde si que le había dado una gran paliza.

Solo podía quedarse en su cama del hospital.. y seguir investigando sobre ese chico.

Tenía que averiguar de quien se trataba.

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