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Capitulo 5: Renovación

╭──╯ °🐞° ╰──╮

¿En algún momento de sus vidas se han familiarizado con ese sentimiento de tranquilidad?, de paz total, provocado por un pequeño gesto en un día oscuro, donde solo piensas que todo puede ir de mal a peor. Pues eso es lo que sentía Marinette en ella ahora mismo, ya no habían lagrimas en su rostro, ya no había esa mirada sin brillo, deprimente y melancólica, además de no estar esa horrible mueca que para nada quedaba en su rostro.
Ahora lo que había era alegría, tranquilidad consigo misma, paz a su al rededor, con una sonrisa radiante que nada ni nadie puede quitarle. Tal cambio abrupto es de hecho, parte a lo principal comentado

Miraba fijamente el pequeño plato vacío con dos pequeñas cucharitas, donde anteriormente estaba aquel delicioso postre (flan con crema batida y una enrome fresa encima), sintiendo ese sentimiento cálido, fluir en su corazón. Como una luz que llego de la nada para iluminar sus penas, su papá fue esa luz, llego a socorrerla, a demostrarle que no todo estaba perdido y nada es tan oscuro como se cree. No, ahora sabia perfectamente que no estaba sola como creía, y para ella, era suficiente, era todo lo que necesitaba saber para poder darse ánimos a si misma, fuerzas, y no permitirse de caer como a muchos les hubiera gustado.

Estiro su cuerpo relajando completamente sus músculos tensos, el cambio de actitud claro que se dejaba notar, ahora completamente renovada, tenia la mente mas enfocada en los pequeños cambios que quería hacer. Ser alguien nueva, diferente a la Marinette que todos... rechazaron, no mas, no le daría el gusto a nadie.

El pequeño platito fue depositado sobre el escritorio, aun lado de una libreta donde tenia dibujado varios diseños de un vestido. Lentamente sus pasos la llevaron hacia un baúl, que al igual que todo su cuarto era de un llamativo color rosa pastel. Se agacho un poco, acerco su mano y abrió el baúl, sus ojos se entrecerraron y su ceño se frunció al ver el contenido. 
Que consistía únicamente en regalos, varios paquetes envueltos con diferentes decoraciones y etiquetas. Agarro uno en sus manos, y leyo su etiqueta que decía "feliz cumpleaños", luego otro que decía "graduación", "te deseo lo mejor", y demás, mucho, mucho mas, su estomago se revolvió de solo verlo, tanto que cubrió su cara con el regalo, molestia, vergüenza, y enojo son las emociones que estaba sintiendo ahora mismo con esto.

Un grito ahogado salió de ella, afretando fuertemente el regalo al punto de arrugar su envoltura. Repasando en su cabeza la misma pregunta, ¿Qué es lo que estaba pensando cuando hizo esto?.
Para contextualizar, los regalos que se encontraban guardados en dicho baúl, fueron todos preparados para una única persona, para Adrien Agreste. Cada regalo, es para un momento especial en algún momento de "sus vidas", por eso lo de Feliz cumpleaños, o de graduación, incluso había uno para el día de su "boda", diablos.. si tuviera que decir había como 300 regalos acumulados ahí adentro.. por no decir un numero mas alto.

¿Era normal decir que sentía pena ajena consigo misma por esto?. ¿Por caer en cuenta hasta ahora?, no puede ser mas horrible, además de que actualmente, estos regalos, ya no tienen el mismo valor sentimental. No.. ahora solo era dinero y tiempo desperdiciado, en su mayoría porque trabajo tiempo extras cuidando niños y haciendo pedidos además de hacer algunos a mano propia... era una lastima. Que tanto esfuerzo sea tirado a la basura, ¿Debería tratar de hacer algo bueno con esto?.

Surgió esa pregunta en su cabeza ante la inminente pila de regalos, incluso Tikki que se poso en su hombro le hizo la pregunta. "¿Qué es lo que harás con estos regalos?", la cual era una excelente pregunta. Y posiblemente, ahora mismo, se le estaba ocurriendo una solución mas que perfecta.

― ¿Sabes qué Tikki?, Invertí mucho tiempo y dinero en hacer todos y cada uno de estos regalos, desvelándome noches enteras con tal de que estén perfectos, incluso en elegir el mejor papel para envolverlos.  ¿No crees que merezco una compensación por tal esfuerzo?, recuperar un poco del dinero que perdí.  ―las pequeñas antenitas de Tikki se movieron, captando inmediatamente lo que quería decir su portadora, una pequeña sonrisa se formo en sus labios y asintió, completamente de acuerdo ante esta decisión― Decidido, recuperare lo que perdí, un poco de dinero extra no viene mal. Veré que es lo que contiene cada regalo; ya que no me acuerdo, y los venderé en linea.

― Los hechos a mano, como alguna prendas, puedes regalársela a tu papá. Aunque dudo que le quepan.

― Me gustaría, pero papá se merece cosas mejores, y no solo las sobras de.. una equivocación, no, a el le hare cosas nuevas, venderé todo y cada una de estos regalos. ―decidido, era la mejor ruta que podía tomar en un momento como este, donde poco a poco su mente estaba siendo aclarada. Donde ahora ella misma era su única preocupación.

Un gran suspiro escapo de ella, guardando nuevamente el regalo cerro el baúl de forma suave, dándole un pequeño golpecito en la tapa. Ya no lo estaba viendo como su "Baúl de desilusión" no, ahora era su pequeña mina de oro. Si, de algo a de servir, puede que este sea un pensamiento extraño proveniente de ella, pero como dijo, pensaría mas en ella y en su familia, que en extraños de afuera.

Al darle un vistazo a su cuarto, dándose cuenta que por todo lo que saco y quito se sentía de cierta forma.. vacío, una sensación diferente, pero aunque eso tendría que significar algo malo, la realidad era otra. Ya que el sentimiento que la invadía no era mas que familiaridad, porque finalmente este volvía a ser su cuarto, solo el de ella y de nadie mas. En todos lados solo decía Marinette, y eso era lo que mas le gustaba de todo esto. 
Claro que habían pequeños detalles que se podrían arreglar, como el hecho de los espacio algo marcados en las paredes donde solían estar los posters.. eso no podía estar así.

Al pensar un poco se le ocurrió una pequeña idea, una muy buena de hecho. Quitando la mayoría de cajas que estaban sobre su escritorio, aquel donde estaba su maquina de costura, rebusco en su interior, entre tantas hilos de cocer y demás cosas encontró una pila de papeles. Algo antiguos, que se dejaba notar por su color algo amarillento en lugar de blanco, pero eso no es que le quites la magia, porque estos dibujos con los que solía hacer de niña.

Recordaba las tardes, recostada en el suelo con sus inseparables crayones esparcidos a su al rededor, dibujando lo que según ella seria su gran "futuro". Saco una de las hojas, y el primer dibujo que encontró fue de ella "de grande" siendo un hada de la costura, si así es, no una hada mágica que cumple deseos como en los cuentos de fantasía, no, ella tenia que ser un hada de la costura. Una que con un movimiento de su varita pudiera crear grandes prendas y diseños, bufandas, gorros, boinas, suéteres, chaquetas, de toda clase.

No pudo evitar que una pequeña risa se le escapara al igual que Tikki que contemplaba aquellos dibujos de la pequeña Marinette con ternura, y lo era, era una ternura ver esto y recordar sus momentos de sueño infantiles. 

Dejo el dibujo sobre el escritorio y saco otro dibujo, este era un poco peculiar. El dibujo consistía en la Torre Eiffel; o un intento de Torre Eiffel, cuyo mas grande detalle era el enorme sombrero que tenia encima. Y aunque no lo parezca, este dibujo tenia un gran significado.

― De niña, soñaba con confeccionar un sobrero para la Torre Eiffel para protegerla de la nieve, del frio. Y creo que desde ese mismo momento todo lo que quería hacer era ser diseñadora de moda. ―le conto su pequeño secreto a Tikki, cuya reacción fue de enternecerse ante eso, era muy lindo el origen de su gusto. De imaginar a la pequeña Marinette preocupada por la Torre Eiffel, tan tierna a sus ojos― ¿Quieres ayudarme a pegarlos?.

La respuesta inmediata de Tikki fue ir en busca de la cinta adhesiva, completamente de acuerdo con ese pequeño plan. Y si, eso fue lo que hicieron en la mayoría del rato, pegar los dibujos en su pared, y acomodar alguna que otra cosa, una Renovación completa a su cuarto, a su entono, mas que nada para dar un ambiente diferente para si misma, algo nuevo.
Y vaya que fue algo que se logro, su cuarto ahora mismo tenia un brillo especial, encantador, diferente... Como si aquella pesadez que sintió, se desvaneciera, como ella, indicando un nuevo cambio.

Suspiro feliz, limpiando el sudor de su frente, y chocando su puño con la pequeña manita de Tikki, había tomado algo de tiempo, pero ya estaba listo, un trabajo que valió completamente la pena. Ahora se sentía mejor, renovada, y de cierta forma motivada a lo que quería hacer. Distraerse mas que nada, no dejar que aquella negatividad la invadiera de nuevo y como dijo su papá, será paciente a los nuevos cambios que lleguen, esto solo fue quitarse la venda, ver la realidad. Una dolorosa realidad.

Repentinamente pequeños golpes provenientes de su trampilla resonaron en el cuarto, Tikki se escondió en su chaqueta, y ella dio el permiso correspondiente para que dicha persona entrara. Era su papá, sonriente como cuando salió del cuarto, ahora cargando una pequeña caja en sus manos, seguramente de Maccarons o de algún postre similar.

― Hola pastelito, Perdón si te molesto de nuevo. ―negó con la cabeza sonriente, el no molestaba para nada― Pero tengo algo de lo que hablar contigo. ―entro a su cuarto, cerro la trampilla, y felizmente enseño la caja en sus manos― Tengo una pequeña tarea para ti.

―  ¿Tarea?. ―pregunto un tanto confundida y curiosa.

― Bueno no una tarea en si, mas bien, es algo para ayudarte. Veras, estuve pensando, y quizas lo mejor no sea que te quedes aquí a reflexionar en lo que ocurrió, encerrada como si fueras una prisionera, así que pensé que te gustaría tomar algo de aire fresco. Aunque se que tu mamá no estaría de acuerdo por dejarte ir a pasear después de lo que paso. ―suspiro deprimido, ese será un largo tema― Por lo que se me ocurrió una fantástica idea, ya sabes que suelo estar muy ocupado en la panadería, tanta masa que preparar, tanto pan que hornear. ―la forma exagerada y agotadora con lo que lo decía era gracioso― Y tantos pedidos que preparar, por lo que la mejor decisión que se me ocurrió, es tener algo de "ayuda", una mano extra para estas cosas. Así que por eso estoy aquí, hija, quiero que entregues el pedido. ―alzo la caja― Y puede que te "tardes" un poquito ya que los pedidos a veces son muy largos.

― Papá.. ―llevo una mano a su boca para ocultar una pequeña risa, en forma de complicidad.

― ¿Qué?, técnicamente estas trabajando, entregas un pedido, no sales para jugar. ―su papá le guiño por eso, y ambos rieron― Así que espero que cumplas con esa petición muy bien jovencita. 

― Lo hare papá, yo me encargo de que el "pedido" llegue sano y salvo, y como no tengo medio de transporte, tendré que usar el auto bus y demás.. lo que a veces puede ser muy tardío, en ir y venir. ―al igual que el, exageraba en sus expresiones, como si esto realmente fuera un gran desgaste. 

― Perfecto. ―y su padre le entrego la caja― Y una pequeña cosita mas, se que el transporte puede ser algo caro, o puede que el cliente necesite cambio. ―vio como su papá sacaba algo de dinero de su delantal― Así que toma este dinero por si las dudas, cómprate algo para ti preciosa. ―susurro lleno de cariño, besando su frente― Eso seria todo, nos vemos cuando vuelvas. 

Y su papa salió de su cuarto, atravesando esa trampilla, dejándola con el paquete en mano y el dinero. Su emoción aumento, esto era mas que perfecto, justo lo que necesitaba para distraerse, un momento para ella, bueno ellas, porque obviamente Tikki vendría. Abrazo la caja en sus manos, su delicioso aroma podía sentirse, estaba claro que era una de las delicias preparadas por su papá, sea lo que sea que haya pedido este cliente, tenia un gran gusto.

No tuvo que prepararse mucho, ponerse sus zapatos y el pequeño bolso de Tikki siempre se metía, le puso algunas galletas que le sobraron, y listas para esta pequeña aventura. Con aquella caja en manos finalmente dejo su cuarto, tras cruzar esa trampilla y bajar las escaleras, se topo con su mamá, estaba concentrada cocinando, mirando por la ventana, con una taza de te en su mano. 
El silencio reino, ambas solo se quedaron inmóviles, Marinette con su mirada fija en ella, y su madre Sabine, mirando a la ventana, como si supiera que estaba allí, pero simplemente prefería ignorarla.

No iba a negar que este comportamiento le dolía, la poca confianza era como una daga que se le clavaba en el corazón, el trato silencioso podía ser lo peor del mundo.. al menos quería que le diga que hizo mal, que esta molesta, o que le hable cortante, todo era mejor que solo recibir silencio. Agacho su mirada, y solo dijo que saldría.. al menos eso. 

Nuevamente bajo las escaleras, a pasos lentos, y con una actitud mas apagada, pensando en ese pequeño momento. Siguió bajando, pasando aun lado de la cocina donde su papá estaba amasando, silbando una tonada de lo mas feliz, hasta que la vio, alzando su mano provocando que la harina de sus manos ensuciara su cara. Rodo los ojos, un poco mas animada devolvió el saludo y se fue.

Al salir el sol del medio día golpeo de forma abrupta su rostro a lo que tu que cubrirse la vista con su mano, un poco sorprendida al ver que ya había pasado bastante, el tiempo voló estando en su cuarto. Negó con la cabeza, debía completar el "encargo", pero claro, tendría que ser algo rápida para poder tener el "tiempo de espera" para si misma. Así que solo había una forma en la que podría.

 ― Tikki Transformación.. ―y ahí estaba, la heroína de traje rojo adornado con puntos negros. Con su poder de la suerte, y su presencia tranquilizadora, saltando por los tejados de todo Paris, saludando a uno que otro civil que la mirase― Según lo que anoto papá en el pedido, debe ser entregado en barrio "Les Olympiades", y su dirección es 95 Rue de Tobiac, listo. ―Hizo girar su yo-yo y lo lanzo para comenzar a columpiarse.

Para dar un poco las de información el barrio es conocido por el nombre "Les Olympiades", por el hecho de ser un conjunto de 8 rascacielos de 104 metros de altura y de 36 plantas. Y cada rascacielos tiene el nombre de una ciudad en la que se han celebrado Juegos Olímpicos. Y ahi es donde estaba ahora mismo, ya como civil, paciente dejando que la escalera eléctrica la llevara a su destino.

Mas o menos, estaba un poco perdida si era honesta, no es que tenga mucha familiaridad con este barrio, solo lo a visitado por encima en ocasiones siendo Ladybug, nada mas. Pero como dicen, el qué persevera lo logra, y fue una victoria para ella cuando finalmente encontró el local. Un buen par de minutos fue lo que tardo, pero se logro. Y su destino en si era un local, que reconocía de algo, era un local de arte, mas específicamente en el que su mamá compra sus materiales para sus clases de arte.

美術 (Arte) - Art

Ese era el nombre del local, se acerco para ver por una de las ventanas, pero no lograba ver a ningún empleado, estaba abierto, el cartel estaba ahí y no estaba ningún otro como "regreso luego" así que era un poquito extraño. Claro que lo mas obvio en esta situación era entrar y ver si realmente estaba vacío. El sonido de una campana anuncio su llegada al local. Y de nuevo, nadie la recibió, se paseo por los pasillos, mirando los miles de materiales que ahi vendían, e inmediatamente miles de ideas y diseños llegaron a ella, cosas que podrían funcionar muy bien. 

Llego al mostrador, que estaba completamente vacío, lo único que ahí se encontraba eran algunas envolturas de dulces.

― Em.. ¿Bonsoir?, ¿pedido de "Tom & Sabine Boulangerie Patisserie"? ―anuncio esperando algo― Qué extraño, ¿estarán en su descanso? ―se pregunto así misma, un tanto confundida por la situación, cuando de pronto hubo una respuesta.

― Ya voy, no se vaya!. ―fue la voz que pudo escuchar, proveniente de una puerta detrás del mostrador. La cual se agito un poco, para ser abierta de golpe por una chica, y detrás de ella cayeron algunos productos de arte― Necesito mas espacio para guardar la mercancía ―murmuro la chica, metiendo todo de nuevo para cerrar la puerta, y finalmente voltear hacia ella― Una disculpa por la espera, me entretuve mucho organizando las cosas y.. ¿Marinette?.

― ¿Socqueline?... ―Salió el nombre de aquella chica, sin darse cuenta, llena de incredulidad total por verla. Y fue casi instantáneo cuando la ahora conocida como Socqueline salió de su mostrador y se lanzo a abrazarla. Abrazo que si bien la tomo por sorpresa, lo devolvió gustosa, pues estaba completamente feliz.. al verla. De nuevo.

― ¿Cuánto tiempo?, un año sin saber nada de ti ―Socqueline Wang, era una antigua compañera de su escuela, y mas aun, su mejor amiga. Con la que paso momento maravillosos, y quien la defendió en varias ocasiones antes los constantes abusos e intimidaciones de Chloe.

De hecho en su momento Socqueline era básicamente la única persona que no tenia miedo de enfrentarse a Chloé, quien a su vez parecía sentirse intimidada por ella al ser un año mayor y por precisamente no temerle. Pero eso fue un inconveniente, ya que una ves mas, al protegerla de Chloé por un hecho que prefiere no recordar, fue expulsada de la escuela.

Estaba igual que la ultima ves que la vio, con su cabello azabache atado en dos grandes coletas; que de ello es por ella que tiene el suyo atado de la misma manera, y su increíble humor.

― Si paso algo de tiempo.. ―la abrazo con fuerza― Desde aquella ves... perdimos contactos.. lo siento por eso, me ayudaste y yo.. no hice nada..

― Olvida eso, te ayude porque eres mi amiga, y no te iba a dejar ridiculizar por Chloé, además, el contacto perdido no es tu culpa, yo estaba concentrada en arreglar el tema de mis estudios, y claro, el de buscar trabajo y como puedes ver hice lo que quería. ―señalo toda la tienda― Pero dejemos de hablar de eso, cuéntame ¿Cómo te va?.

― Pues podría estar mejor, pero de momento creo que lo estoy manejando bien. ―su rostro mostro una expresión decaída, pero rápidamente cambio para tratar de disimular esta bien.

― Conozco esa expresión Niña, es la misma que tenias cuando caías en una de las bromas de Chloe. ―Socqueline frunció el seño, en muestra de que no iba a dejar el tema asi de golpe.

En verdad puede que haya pasado un año desde la ultima ves que se vieron. Pero ella no olvidaría el tiempo de amistad tan fácil, y lograba reconocer los comportamientos de Marinette de tantas veces que la protegió, esta no era la excepción. Pese a tener una actitud levemente animada, había algo que le decía que no todo estaba bien, y sus ojos, estaban rojos e hinchados levemente, Justo como las veces que la encontró llorando en el salón de clases o en el baño por los abusos de Chloe.

Era como estar  de nuevo ahi, Marinette lo sabe, su mente regreso de nuevo a ese horrible año escolar. Donde Socqueline la cuidaba, como una hermana mayor, y ahora, esta haciendo lo mismo, que fácil era de leer ante sus ojos. Obvio, la conocía mejor que nadie, sonrió levemente, pero... el miedo comenzó a invadirla. Pues la imagen de Socqueline cambio de pronto a la de Alya, con su mirada de enojo, echándole la culpa, diciendo su secreto frente a toda la clase, ¿Qué le dice que las cosas no terminaran igual?, no, no podía. Estaba feliz por ver a su vieja amiga, pero no estaba de ánimos para tener relaciones exteriores nuevamente.

― E-estoy bien.. solo, no es nada, tengo que seguir trabajando ―una gran y absoluta mentira, ya qué el único pedido que tenia que entregar era el suyo, pero sentía que no podía estar cerca de Socqueline, tenia ese temor, a ser traicionada de nuevo

Verdaderamente sus sentimientos estaban luchando entre si, debatiendo a cual de los dos debe escuchar, si su temor a ser traicionada de nuevo, o su alegria por ver a su "hermana mayor", de alguna forma se estaba sintiendo mal por pensar de esa manera de Socqueline, pero no podía evitarlo. No después de lo que le paso recientemente, pese a sentirse mas animada, no estaba del todo recuperada de ese Shock emocional.

Pero claro que las cosas no parecían ir como ella quería, era Socqueline de quien estaba hablando, la cuido durante un año completo, y la conocía en todo, literalmente en todo, y ahora mismo podía darse cuenta que Socqueline no tenia intenciones de dejarla ir sin haber abordado el tema. Es como si su instinto de hermana mayor hubiera regresado de gran manera.

― Marinette.. ―ahi estaba, el mismo tono de voz que utilizaba cuando la consolaba en sus momentos de necesidad, lo que se le viene a la mente fue cuando Chloé puso una goma de mascar en su cabello, y ella en el baño le corto ese mechón de forma tan perfecta que ni siquiera se notaba― Mari... ―Socqueline suspiro, con una pequeña sonrisa― ¿Quieres un poco?. ―ella agarro el pedido que le había traído, lo abrió, y dejo a la vista una caja de Macarrons de diferente colores y sabores.

Cuando menos se dio cuenta estaba sentada en una banca, frente al pequeño local de arte, compartiendo los Macarrons con Socqueline y bebiendo un poco de te que ella preparo. Charlando, o mas bien, escuchando lo que su vieja amiga tenia para contar, nada que se pueda decir nuevo, pues seguía practicando Gimnasia, Taekwondo y ayudando a su mamá con la tienda; si de su mamá es la tienda de arte, un pequeño negocio familiar. Luego le siguió un poco de los estudios, la secundaria en la que esta es buena según sus propias palabras, y mas relajada sin la pesada de Chloé.

Qué ese era otro tema, por encima, de forma sutil, Socqueline pregunto por como le iba, si seguía tratando con Chloé. Y bueno, contesto con honestidad, Chloé era lo menor de sus preocupaciones.

― Que alivio, estaba preocupada por dejarte con ese monstruo. ―Asintió levemente ante sus palabras, mirando los Macarrons, no sabia bien como estar en esa situación, su mente seguía en conflicto― ¿Y que tal tus padres?, Bueno se que siguen geniales, su panadería cada ves es mas reconocida, de hecho ya es la mejor, obviamente, pero nunca tuve tiempo de probar sus creaciones. ―agarro otro Macarrons― Y no me arrepiento de darme este gusto. ―y se llevo el postre a su boca, sintiendo el sabor a fresa endulzar su ser― Podría volverme adicta a esto.

― Ellos están bien, papá como siempre es un mago en la cocina, se la pasa creando postres, el pan con relleno de arroz fue idea suya, y sigue. ―una pequeña risa salió al recordar la emoción de su padre― Y mi mamá... mi mamá.. ―el trato que tuvo en la mañana llego a ella de forma contundente, y su animo se puso peor, incluso las coletas bajaron como pequeñas orejas ante un regaño― Ella creo que esta bien..

Socqueline observo con tristeza este actuar, conocía como era Marinette. Y ya tiene suficiente experiencia en este tipo de situación. Cuando Marinette pasaba por un mal momento, ella estaba ahí para darle un abrazo, un hombro donde llorar, y a tratar de subir su animo de alguna forma. En el mejor de los casos si quería expresarse, hablar, la escucharía y aconsejaría si es necesario. 
Para esta ves, es lo que a intentado, hablar de cosas del pasado, alguna que otra anécdota, lo que sea para levantar ese animo que trataba de ocultar con pequeñas sonrisas sutiles. No era tonta, obviamente se dio cuenta de la expresión de terror que tuvo al verla, y el como buscaba escaparse, como si le fuera a hacer daño.

Algo realmente malo paso, y la reacción cuando pregunto por su mamá le afirmaba eso. Bueno, sabia que Sabine no estaba enferma, ni nada por el estilo, de ser así se sabría puesto que la panadería de los Dupain-Cheng era muy conocida, y casi nunca cierra, eso seria muy raro. Pero eso no era lo que debía preocupar ahora, sino..  ¿Cómo mejorar ese animo?, pensó y pensó hasta que le salió humo por las orejas, casi fundiendo su cerebro, pero... había algo que Marinette amaba además de diseñar; cosa para la que ella es inexperta lamentablemente.

 ― Y dime ¿Qué tal los Videojuegos? ―si eso era, para nadie es sorpresa que Marinette era una gran amante de los videojuegos. De hecho era muy buena para estos.

Pero lo que nadie sabe que este gusto surgió porque el mundo virtual era como una escapada para ella cuando tenia un mal dia en la escuela. Tras cada incidente con Chloé, Marinette se encerraba su cuarto, y se adentraba en ese maravilloso mundo donde solo era ella, sin abusos, sin molestias, vergüenza, solo ella completamente libre. 

 ― ¿Los Videojuegos? ―y ahí Socqueline pudo ver un pequeño cambio en la actitud, un interés, y un pequeño brillo en sus ojos― Bueno.. no e podido jugar mucho últimamente, cielos, creo que ni siquiera puedo recordar cuando fue la ultima ves que jugué, creo que fue con mi papá una revancha, pero nada mas.. ―entre sus responsabilidades de ser Ladybug, la escuela, su trabajo de niñera y demás, no a tenido tiempo para si misma.

― Ya veo, así que estuviste un tiempo desconectada, entonces con eso puedo saber que no estas enterada de la nueva noticia.

― ¿Noticia?, ¿Cuál noticia? ―pregunto un tanto extrañada. Y Socqueline había logrado su objetivo, al llevar ese humor hacia otro lado.

― Pues mira esto. ―la vio sacar su teléfono, buscar por unos momentos, y acercar la pantalla para que ambos vieran juntas.

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¿Estás listo para unirte a la batalla?. ¡No te quedes fuera de la acción!

Estar estupefacta es decir poco, estaba anonadada, su boca estaba abierta, tanto que podría tocar el suelo como si de una caricatura antigua se tratase. Y sus ojos brillaban como el de una niña pequeña al ver algo que les emocionada. Y Socqueline por su parte, sonreia con suficiencia, pues su objetivo estaba hecho, cambiar los ánimos de Marinette de una forma esplendida.

― ¡¡¿Una actualización?!!, ¡¡¿un torneo?!! ―pregunto Marinette rápidamente, sin apartar la mirada de la pantalla del celular.

― Asi es, últimamente se a hablado de esta actualización por los desarrolladores, y el modo Online tiene enloquecidos a todos, y no hay que olvidar el torneo. Aun no hay muchos datos de esto, pero se sabe que las inscripciones para las clasificaciones será dentro de unos días. 

― Quiero jugarlo.. ―susurro casi hipnotizada, causando cierta gracia en Socqueline, quien fue la que le cerro la boca con su mano.

― Entonces vamos por el juego. ―Marinette la miro como si tuviera dos cabezas ante lo repentino de esa decisión― No me mires de esa forma, es obvio que te interesa, por primera ves desde que hablamos puedo ver de nuevo ese brillo en ti, y quiero preservar eso.

― Socqueline.. ―murmuro, apenada, arrepintiéndose por los pensamientos anteriores que tuvo, que aun seguían ahi― Pero.. ¿Y la tienda?

― Ya estoy en eso ―rio nerviosa cuando Socqueline le mostros que le había mandado un mensaje a su madre para decirle que dejara la tienda un momento, quizas sea poco, que volvería luego y ella acepto.

Bueno con eso, ya no tenia razones para negarse, y Socqueline parecía que no daría marcha atras a todo esto. Sus sentimientos le estaban jugando en juego, sus manos temblaban por los nervios, pero estos no eran por que iria por el juego. Era porque pasaría rato con Socqueline, muy de golpe, luego de que en la mañana paso por esa mala experiencia. Se hacia la pregunta, ¿estaba bien hacer esto?, con sus miedos dando lo peor de ella, y con la desconfianza llenándola de inseguridad. 
¿Queria seguir?, la verdad no tenia respuesta a ello, ¿Puede darse el lujo de confiar en un lapso corto de tiempo?, le aterraba la respuesta. Le aterraba todo esto.

Pero.. Socqueline se mostraba segura, le sonreía con naturalidad, y... actuaba en base a su sentir. Como en antaño, cuando se sentía segura a su lado, ese sentimiento era igual. Puede que este sobre pensando todo esto, pero es normal cuando alguien tiene miedo. 

― ¿Vamos? ―Socqueline pregunto, extendiendo su mano para ser estrechada, como si le estuviera pidiendo permiso para estar con ella. Dudosa, miro su mano, y lentamente acerco la suya, podía sentir a Tikki animándola desde su bolsito.

― Vamos. ―Una ves mas.. solo quería tener una esperanza mas.

Así que eso las lleva a la siguiente situación, tan desastrosa.. Pues todo era un caos, no había otra palabra para describir lo que veían. La gente estaba acumulada en la entrada de la tienda, cuyo nombre es "Stock Games, luchando por entrar, algunos metiéndose por la ventana, y otros hasta robándose un cartón promocional del juego. ¿Qué se supone que hagan con una figura de cartón?, para ser honestas no estaban sorprendidas por este tipo de reacción de la gente. El juego se ve que era una sensación, y muchos competían por el, incluso sin ser el torneo lo cual realmente era cómico.
Claro que para los empleados de la tienda no lo era, estaban en la puerta, luchando en vano para acomodar a la gente, pero solo eran atravesados como agua, y solo recibían el dinero directo en sus rostros.

Se hicieron aun lado cuando vieron aun chico salir volando, estrellándose contra el suelo en medio de ellas. El chico se veía sucio y golpeado, pero con sed de batalla, se quito su chaqueta, se la ato en la frente, y fue con todo para volver a entrar.

Ambas intercambiaron sonrisas nerviosas, era demasiado... y muy, muy peligroso. Querían el juego, pero ni locas entrarían a la boca del lobo, así que necesitaban buscar otras formas. Y por suerte, Socqueline era una chica firme, no se iría tan fácil de aquí sin el juego. Una idea rápida llego a ella, si no se podía entrar por la puerta principal, se debería poder por una trasera, claro si es que había. Por lo que eso hicieron, alejándose de la multitud de gente enloquecida, rodearon el local, yendo a la parte trasera, que estaba completamente solitaria, al parecer a nadie se le ocurrió hacer esto. Mejor para ellas.

Marinette estaba un tanto nerviosa por eso, técnicamente estaba allanando un local, aunque.. al escuchar el desastre que había adelante, esto era mas legal sin dudas. Cuando Socqueline se acerco a la puerta y trato de abrirla pero claro, estaba cerrado, estaba... porque de una patada la puerta fue abierta. Socqueline solo alzo sus hombros con desinterés ante su mirada acusadora.

Pero ya estaba hecho, estaban en la parte oculta del local, podían notar suministros de limpieza, las cámaras de vigilancia, y demás cosas comunes, como algunas cosas de descanso. A pasos lentos se fueron acercando a donde se escuchaba el grupo de gente, algunos habían logrado entrar y ya estaban comprando el juego, un poco apurados, mirando hacia todas direcciones como si fueran animales asustados porque le quiten sus presas.

La cosa importante a todo esto es que ellas lograron entrar sin problemas, y debido a todo el ajetreo nadie se dio cuenta que entraron por la puerta de atras, ni siquiera los empleados cuestionaron nada, solo querían atender a los clientes los mas rápido posible para que se fueran y ellos estuvieran en paz. Mientras Socqueline tomaba el juego; de unos pocos que estaban en los estantes casi vacíos, ella presto atencion a la puerta, que poco a poco estaba cediendo.

― ¿S-Socqueline? ―llamo un tanto nerviosa, y como no.. aterrada. 

Y paso, la puerta se abrió de par en par, dando paso a la manada de gamers hambrientos, listos para obtener "su precioso". Como se puede imaginar, ellas quedaron envueltas en medio de todo este problema. Marinette eran empujada por algunas personas, incluso juraría que alguien le toco la parte trasera, y otro jalo sus coletas.
Llamaba a su compañera, pero Socqueline estaba en la misma situación, aunque claro que ella no estudio Taekwondo por nada, se defendía bastante bien. 

Necesitaba encontrar la manera de escapar de esto, y de salvar a Socqueline, pero esto era difícil, no es como si tuviera las habilidades de Ladybug. La estaban apretando, y el aroma corporal de un grupo de gente no era algo realmente agradable de soportar ahora.

― T-Tikki. ―murmuro el nombre de su pequeña kwami al sentir como su bolsito era jalado. No dejo que esto pasara, lo agarro y lo abrazo a su cuerpo. Esperando alguna forma de salir, y sus plegarias fueron escuchadas cuando de pronto sintió que un jalón de su chaqueta. Todo paso muy rápido, un golpe a la gente de aquí por haya, tirones de cabello, y finalmente... aire fresco.

La libertad fue hermosa, el sol golpeando sus rostros y mejor aun, nada de gente tocando no deben. Estaban tiradas en el suelo, agitadas ambas, luchando por recuperar el aire, sus ropas estaban arrugadas, sus cabellos desordenados, y hasta Socqueline tenia los lentes un poco mal acomodados. Literalmente fue una gran lucha, pero a este momento lo único que pudieron hacer... fue reir, porque al final de todo, resulto algo divertido toda esa experiencia.

― Hace rato que no me sentía tan viva. ―comento Marinette, sentándose en el suelo― Es una lastima que no pudiéramos obtener el juego. ―era un poco decepcionante ya que en serio quería jugar, pero al ver todo ese desastre, preferiría quedarse con la anécdota.

 ¿Quién dice que no? ―y ante eso Socqueline saco la caja del juego debajo de su chaqueta, sonriendo con insuficiencia― No me iba ir de ahí sin esto, creo que deje dinero de mas, pero no importa.

― ¡¡Socqueline!! ―emocionada se puso de pie y la ayudo a levantase― ¡¡Eres increíble!! espera, espera, ¿Qué dejaste dinero de mas? entonces tu... te lo devolveré espera. ―intento sacar el dinero que le entrego su papá y de paso su propio dinero para pagar el precio del juego, pero fue detenida por la mano de Socqueline.

― Marinette, no es necesario, no me importa el dinero. Es mas, acepta esto como un regalo. ―coloco el juego en sus manos― Te e visto deprimida en los momentos que hablamos, ahora es cuando veo a esa Marinette que cuidada, y es suficiente para mi, asi que acepta esto como un regalo, y como una muestra.. de comenzar nuestra amistad de nuevo.

Su sorpresa fue demasiada, por el gesto y por sus palabras, por escuchar aquello que no esperaba pero que de igual manera; a pesar de sus inseguridades y temores, deseaba escuchar, una ultima esperanza. Volver a comenzar su amistad.. eran palabras realmente bonitas, una luz que estaba iluminando su camino, su segunda luz en este dia. Asi lo estaba sintiendo, como si finalmente despues de tanto tropiezos, la buena suerte... la estaba guiando por un merecido descanso.
¿Pero si termina igual?, ¿Si al final le hace lo que los demás?, ¿Si la deja solo porque si?, ¿Si es un error?, estaba comenzando a cuestionarse y a tener esas dudas. Eran cadenas que no podía soltar, que la mantenían atada, impidiendo dar el paso de su "zona segura" donde nadie mas podria lastimarla...

Pero al verla a los ojos, notaba el cariño y el verdadero sentimiento de amabilidad y emoción dichas en aquella pequeña frase. Ahi estaba viendo.. "A su hermana mayor", quien la cuidaba de todo mal en la escuela.

Las lagrimas se hicieron presente, deslizándose por sus mejillas levemente sonrojadas por este sentimiento. Incapaz de poder articular alguna palabra, que no fueran jadeos, o deseos de gritar, de la emoción, de la liberación, muchas cosas pasaban por su mente. Pero agarro el juego entre sus manos, y se lanzo a abrazarla, como si fuera su lugar seguro. Donde sabia que no la lastimarían

Es como si hubieran regresado a un año atrás, donde Socqueline vio la imagen de una despistada Marinette, jeans azules, y su cabello atado en un rodete. Su pequeña y torpe amiga, que siempre creía que había un bien en cada persona, sin entender muy bien lo complicada que son las personas. La abrazo con fuerza, y acaricio su cabeza, como si de una niña pequeña se tratase.

― Siempre seremos amigas.. ―susurro Socqueline.

― Si.. si.. ―apenas pudo pronunciar Marinette, trabada por el llanto, y por finalmente, sentirse liberada de todo lo acontecido. 

•●●●●•

Era tarde, muy tarde en verdad, la gente a esta hora dormía y la ciudad del amor se encontraba en un silencio total. En la oscuridad de su cuarto, siendo iluminado únicamente por una pantalla pequeña, estaba Marinette recostada en su cama, con su pijama puesto, sonriéndole felizmente a su celular en frente, donde se mostraba un chat de conversación. Qué no era con nadie mas que Socqueline, al final ambas habían intercambiados números, y prometieron volver a verse pronto, o tener otra salida igual de divertida.
Claro que preferia una salida tranquila, y no algo que este relacionado con estar luchando contra personas que la agarran de todos lados, fue incomodo. 

En estos momentos, si la vieras bien, podías notar el pequeño cambio en su actuar, y en su expresión. Tenia una sonrisa imborrable en su rostro y sus ojos tienen de nuevo ese brillo encantador. Era lo que pensaba Tikki, recostada aun lado de ella, sobre un pequeño cojin, muy feliz.
Uno nunca sabe que caminos los esperan, puede que después de una tormenta, salga el sol, e ilumine tu camino mojado haciendo que los charcos que te hacen caer se sequen.

Hace rato que se despidió de Socqueline, pero no podía dormir, estaba muy feliz para hacerlo, y la ves.. emocionada, se sentó en la cama, desde ahi arriba pudo ver el cartucho del juego posado sobre su escritorio. Las ansias de probarlo eran demasiadas, quería jugar.. no podía esperar hasta mañana. Y por supuesto que eso iba a hacer, después de todo no había nada que se lo impidiera.

Obviamente no tenia clases al dia siguiente, su papá no le a confirmado ningún pedido, y ellos aun no saben que hacer, si se pone a trabajar con ellos mientras ven donde inscribirla, y mas. Por lo que, no tiene que preocuparse por ninguna repercusión.

Lo tenia decidido, el reto fue bajar de su cama haciendo el menos ruido posible, pero claro, no hacia falta decir que... "La suerte-Nette" hiciera su jugada, su pie resbalo en el primer escalón para bajar y cayo, deslizándose por toda la escalera hasta caer sentada en el suelo, con un dolor agudo en su parte baja. No se quejo, no podía hacerlo si es que quería despertar a todo el mundo, asi que toco aguantar.

El golpe no la detuvo, a pasos lentos y adoloridos llego a su escritorio, encendió su computadora y abrio el cartucho del juego, donde el disco se dejaba ver con el logotipo del juego. Coloco el juego en el gabinete correspondiente, y conecto uno de sus controles para poder jugar.

Claro que bajo un poco el volumen, no le molestaba estar en silencio, valía la pena. Despues de una larga espera, por la presentación y la cinemática del juego, finalmente apareció lo que esperaba "Bienvenido jugador a Ultimate Mecha Strike III Re-Evolution", y abajo la indicación que decia que presione cualquier botón para empezar

No era muy diferente al Ultimare Mecha que ya tenia, casi, pues este apenas iniciar le indicaba que cree un perfil, primeramente, un "Ninck-name", que seria el mismo que llevaría su mecha.

― Qué difícil.. ―estaba en blanco, el Nick seria algo que los posibles jugadores vieran, y no quería tener algo tonto como "Marigamer" o similar necesitaba algo que la hiciera sentir orgullosa. Necesitaba encontrar algo que la definiera, fue asi que al rascarse la oreja noto sus aretes.. y donde la idea perfecta le llego. Algo que la defina, algo que la haga sentirse orgullosa.. pues era fácil ahora que caía en cuenta― Este sera.. mi nombre de jugadora. ―miro la pantalla con gran orgullo.

MiracleLady_151

Con el nombre hecho quedaba la creación y personalización de su propio mecha, donde habían limitaciones, ya que como todo juego, lo bueno se desbloquea con la mágica tarjeta de crédito.. pero podía trabajar con lo que tenia. Y la imagen que tenia era mas que perfecta.

Y una ves finalizar, su mecha tubo la siguiente descripción dada por todo lo que llevaba:

Mecha humanoide femenino con temática de catarina que combina la elegancia y la agilidad de una catarina con la poderosa presencia de un Mecha. Su diseño se inspiraba en el exoesqueleto de una catarina, con una estructura aerodinámica y curvas suaves que le otorgan una apariencia estilizada y futurista.

El Mecha estaba pintado en tonos oscuros y brillantes, con un patrón de puntos en su superficie que imita los distintivos colores de una catarina. Su armadura, fabricada con materiales resistentes y ligeros, proporciona una protección sólida sin sacrificar su capacidad de movimiento ágil y rápido.

Este Mecha femenino está equipado con una amplia gama de armas y herramientas especializadas. Sus manos cuentan con garras retráctiles, perfectas para escalar paredes y agarrarse a superficies irregulares. Además, dispone de alas mecánicas que le permiten desplegarse y volar a gran velocidad, brindándole una ventaja táctica en el campo de batalla.

El Mecha cuenta con una interfaz de inteligencia artificial avanzada que le permite comunicarse con su piloto de manera fluida y realizar movimientos y ataques precisos. Su armamento incluye cañones de energía, misiles guiados y una poderosa espada de energía, capaz de cortar a través de cualquier material con facilidad.

En resumen, este Mecha humanoide femenino con temática de catarina combina la gracia y la agilidad de una catarina con la fuerza y la potencia de un Mecha. Su diseño único y su arsenal de armas hacen de ella una máquina formidable en el campo de batalla, lista para enfrentar cualquier desafío que se le presente.

Esa fue la descripción dada por la inteligencia artificial del juego, y estaba conforme, no era una experta en mecánica, pero cuando se trataba de diseño, se conocía todo. Su mecha era bonito y funcional, lo que le interesaba. Ahora, con eso listo, todo estaba completo, y ahora estaba en lo que parecía ser un menu, o una sala de espera. Donde estaban las siguientes opciones.

Lucha en solitario, lucha en dúos Online, Entrenamiento, amigos, Crear Partida, unirse a una partida, opciones y tienda.

La tienda era curiosa, se podian comprar miles de mejoras para el mecha, con una cantidad de puntos asignados que eran otorgados, ya sea comprándolos, o en el mas facil de los casos derrotando a oponentes Online. Ademas estaba una zona donde le mostraba el nivel de su mecha, que obviamente es 1, y el maximo nivel es 4.

Hasta ahora le gustaba lo que veia, y quizas la mejor solucion seria pero.. queria probar algo nuevo, queria intentar lo que le llamo la atencion desde el inicio. Por lo que su opción fue "lucha en dúos Online", y era interesante, al tocar esa opción se le abrieron algunos carteles con la información necesaria.

En el modo online, tendrás la opción de participar en partidas aleatorias. Una vez que te conectas al modo online, el sistema buscará automáticamente un oponente para ti. El emparejamiento se realiza de forma aleatoria, asegurando así que cada partida sea una nueva y emocionante experiencia

Cuando encuentres a tu oponente, podrás enfrentarte en intensos combates uno a uno. La emoción y la adrenalina estarán presentes en cada momento, ya que no sabrás qué estrategia utilizará tu rival ni qué habilidades desplegará. Cada batalla será un desafío único y emocionante.

Además, el modo online también te permitirá formar equipos con otros jugadores. Podrás invitar a tus amigos o unirte a un grupo existente para luchar en emocionantes batallas por equipos. Juntos, podrán coordinar estrategias y demostrar su poderío en el campo de batalla.

Básicamente era eso, nada difícil de entender. Entonces presiono en aceptar, y solo espero que la maquina la emparejara con alguien. La imagen de una pequeña tierra con una señal que cargaba se mostro en la pantalla, "buscando oponente espere por favor" se ve que se tardaría un poco, así que espero pacientemente. Al ser un juego nuevo, no se tardo tanto, eso porque los servidores no estaban saturados, ahora un cartel de "oponente encontrado" y un símbolo de carga se mostraron.

Para que ahora en su menú se mostrara otro mecha acompañado al suyo. Este era uno especial y bastante llamativo a su parecer. Y su descripción era la siguiente:

Un Mecha humanoide masculino con temática de araña de color rojo y azul es una potente y fascinante creación tecnológica. Con un diseño inspirado en las características de una araña, este Mecha combina la elegancia y la agilidad de estos arácnidos con la fuerza y la resistencia de la tecnología avanzada.

Su esqueleto metálico está cubierto por una armadura roja y azul brillante, que le brinda una apariencia imponente y llamativa. Sus extremidades están diseñadas para imitar las patas de una araña, con articulaciones flexibles y garras afiladas que le permiten moverse con precisión y agilidad en cualquier terreno.

Este Mecha cuenta con una amplia gama de capacidades y habilidades. Sus sensores altamente sensibles le permiten detectar cualquier amenaza o movimiento a su alrededor, mientras que sus potentes motores le otorgan una velocidad impresionante. Además, está equipado con sistemas de armamento avanzados, como lanzadores de redes y cañones de energía, que le permiten enfrentarse a cualquier enemigo con eficacia.

La combinación de su diseño arácnido, su armadura de colores vivos y sus capacidades tecnológicas lo convierten en una presencia imponente e intimidante en el campo de batalla. Este Mecha es tanto una obra de arte como una máquina de guerra, capaz de enfrentar desafíos y proteger a sus aliados con eficacia.

― Así que...

Spectacular_Spider_616

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Se que la historia parece ir lenta a este punto. Pero para los que leyeron todo, y no solo se "saltaron" los parrafos por el simple hecho de detallar muchas cosas, sabran que me estoy enfocando mas en el desarrollo de Marinette y de Peter respectivamente, en su evolucion personal antes de juntarlos, y de empezar a tocar temas como los villanos y demas. La historia se centra mas en eso, en ellos dos. Asi que si te gusto, gracias por ller

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