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Capitulo 3: Difamación

╭──╯ °🐞° ╰──╮

En estos momentos, miles de sentimientos surgían en ella, la sensación de sentirse pequeña, vulnerable, frágil, e indefensa ante cualquier cosa, era lo que mas destacaba entre todo esto. El silencio en aquella oficina, la tensión que podría ser fácilmente cortada con un cuchillo, no hacia mas que alimentar su nerviosismo y ansiedad. Las manecillas del reloj de la pared retumbaba como tambores en sus oídos, era como si contará los segundos para que todo termine, para poder liberarse, para poder estar tranquila.. y disfrutar de su maravillosa mañana, todo había empezado tan bien, que ahora comprendía el porqué, todo lo bueno tiene su lado malo..

Alzo la mirada levemente, unos segundos nada mas, topándose con la de su director; el Sr Democles, que no demostraba más que seriedad y decepción, lo que inmediatamente hizo que la bajara de nuevo hacia sus manos, y se escogiera en su asiento. Todos conocían al director, no era alguien que se pudiera ver como alguien estricto, o que pudiera infundir miedo en algún estudiante, lamentablemente para ella en este caso, estaba viendo otro lado que sinceramente, le estaba dando pavor.

De pronto, el silencio en la oficina fue opacado por el sonido de sollozos, que fueron como picaduras de mosquitos para ella, una comparación muy acertada por el simple hecho de que eran muy molestos. Y los cuales, no le pertenecían a otra persona que a la causante de toda esta situación, Lila Rossi, quien estaba sentada en el asiento al lado suyo, con su rodilla vendada por el impacto de la "caída", secándose las lágrimas que se deslizaban por su mejilla con un pañuelo. Que le había entregado el director anteriormente, y como si fuera broma, noto perfectamente como el mismo la miraba con compasión.

Esto era algo que no podía comprender del todo, ¿En serio no era obvio que aquellas lagrimas solo eran actuación?, lagrimas de cocodrilos sin mas, y su actuación era tan pobre que hasta el mas novato de estudiante de actor lo notaria, en este caso, nadie parecía razonar con eso. Era obvio que el director estaba completamente cautivado por esto, y eso era malo para ella en todos los sentidos. Sus puños se cerraron con fuerza, el temblor de su mano se detuvo por un breve momento, siendo el enojo el detonante de todas las emociones, era algo injusto.

Pero aquellas emociones no duraron mucho cuando unos repentinos golpeteos proveniente de la puerta se dejaron escuchar, su cuerpo se tenso y un escalofrió la recorrió de pies a cabeza, junto con una respiración acelerada. Su mirada estaba fija en la puerta, queriendo, no, rogando que no sea lo que estaba pensando. Con un "adelante" proveniente del director la misma fue abierta, como si de una escena de una película de terror un rechinido la acompaño y comenzó a abrirse con un lento movimiento.
Dejando a la vista dos siluetas, la de un hombre grande y corpulento, una mujer de cabello azabache con rasgos asiáticos, ambos con un delantal y con algo de harina cubriéndolos.

― Bonjour. ―Tom y Sabine Dupain-Cheng habían saludado cuando la puerta se cerro detrás de ellos. Sus padres estaban aquí, ambos con la preocupación notoria en sus rostros, y ella.. sintiéndose mal, los había sacado del trabajo, y ahora tenían que pasar por esto. Ambos se acercaron a paso lento, no hacia falta verlos para saber que su atencion estaba completamente puesta en ella. Cuando se acercaron su papá fue el primero en brindarle su apoyo, sujetando su mano con la cuya, entrelazando sus dedos, dándole un beso en sus cabellos azulados.

Sintió su labio temblar, y como las ganas de llorar se apoderaban de ella, pero no por tristeza, no, era por la frustración, y por lo que estaba a punto de suceder, no quería que sus padres se vieran envueltos en esto. También influenciaba el hecho de pese a no saber nada, su papá.. le demostró su cariño, su apoyo, era lo que mas necesitaba ahora, contrario de su madre que se mostraba seria y firme ante la mirada del director.

― Bonjour, Señor y Señora Dupain-Cheng. ―el tono del director era serio, y para nada despreocupado como se suele ver, eso fue una alerta para ambos padres, y mucho mas para Marinette. Notando esta, como una pequeña sonrisa se asomaba en los labios de Lila, cubriéndose con el pañuelo― Lamento mucho haberlos citado de forma tan repentina, mas aun al notar que se encontraban.. ocupados. ―claro que lo decía por la harina que los cubría― Pero la situación lo requería, y simplemente es algo que no puedo dejar pasar.

― ¿Y cual es la situación Señor?, ¿de que trata todo esto? ―su mamá pregunto, manteniendo aquel tono serio, impasible ante cualquier cosa que pudiera escuchar.

― Hace unos instantes, hubo un inconveniente en el cual lamentablemente se vieron involucradas dos estudiantes, su hija Marinette, y Lila Rossi. ―señalo a la mencionada, que como forma exagerada sobaba su vendaje con claro "dolor"― Qué lamentablemente llevo a la lesión de una de las dos.

Cerro sus ojos con fuerza cuando la bomba fue lanzada, cuando las palabras "Marinette empujo a su compañera por las escaleras" fueron dichas por el director recibiendo como respuesta una exclamación de sorpresa por parte de sus padres. Sintiendo la mano de su papá Tom temblar, y aun así, no la soltó, de hecho, se hizo mas fuerte el agarre, sabia perfectamente, que el escuchar eso era algo que no esperaban, de todas las cosas el que ella haya lastimado de forma física a alguien era algo impensable. Nunca les dio razones para creer eso, y ahora.. lo estaban escuchando por primera ves.

Todo lo que podía hacer era morder su labio, evitando de todas maneras la sensación de querer llorar, no podía hacerlo, no ahora, debía demostrarse fuerte y no dejar que Lila vea que le afecta, no.. no debía dejarla ganar así.

Pero el hecho de que ni siquiera pudiera ver el rostro de sus padres, lo hacia horrible al momento, si viera la decepción.. seria insoportable. Una ves las cosas fueron dichas, todo quedo en silencio total, nadie decía nada, ni siquiera Lila con su llanto falso era importante. Sus padres seguramente estaban procesando todo, y estaban mudos o no sabían muy bien como tomar esto. Pero ella.. ella no podía simplemente soportar esto, y exploto.

― Señor.. yo no hice nada. ―sin quererlo, sin querer sonar afectada, su voz salió con un tono tembloroso, y eso fue suficiente para regresar a la realidad a los presentes, los cuales se habían sumergido en su mundo― Todo esta sacado de contexto, ¿en serio le creerán a ella asi sin mas?, señor, jamás e hecho algo, o mostrado mal comportamiento para que tengan que dudar de mi asi.. por favor, tiene que creerme. ―fue sincera, fue directa, y eso pareció suficiente para hacer que los adultos reflexionen, o eso quería creer. Fue esperanza, de que todo se solucione, y que le den la oportunidad de aclarar todo.

Fue incrédula, por primera ves subestimo los dotes de actuación de Lila, y que tan lejos podían llegar sus mentiras. Claro que al ver que logro que ellos creyeran, aunque sea un poco en ella, haría algo para que todo estuviera a su favor.

― No se porque Marinette no me quiere.. ―Lila interrumpió, su voz entrecortada por el llanto provoco que los adultos dudaran nuevamente― Intente ser su amiga.. pero siempre me dice mentirosa, intente invitarla a comer, ¿Y que fue lo que recibí a cambio? que me empujara.. auch.. ―sujeto su rodilla con expresión de dolor― Desde que regrese no a hecho mas que tratar de poner a los demás en mi contra, incluso tratar de quitar la veracidad de mi condición auditiva, ella.. simplemente es mala.

― ¡Todo es mentira!. ―no pudo aguantar mas, grito con todas sus fuerzas, parándose de golpe casi tirando el asiento, golpeando sus manos contra el escritorio― Yo no lo hice nada. ―solo los adultos parecieron haberse sorprendido por su arrebato, exceptuando claro a Lila que sonrió con suficiencia por haber logrado esta reacción― Ella no esta diciendo mas que mentiras..

Trato de calmarse, pero era en vano, simplemente los sentimientos negativos la hicieron explotar, y se arrepintió al instante, cuando noto sus expresiones seria, mas bien la del director, y la preocupada en sus padres. Sus ojos se expandieron por la sorpresa, retrocediendo un paso, volteo hacia Lila, en sus ojos se notaba la satisfacción, cayo.. ella.. cayo en su trampa.

― Y.. y de hecho hay algo mas, Marinette me quito el collar que me dio mi abuela.. un pendiente de zorro.. ―ahora no solo la acuso de lastimarla.. la acuso de ladrona, eso fue lo primero que dijo el director Democles, preguntando si se refería a robar con "quitar", recibiendo claro un si de su parte.

Las quejas no se hicieron esperar ante la repentina acusación, para sorpresa de todos, quien se quejo primero fue su papá, Tom simplemente exploto indignado ante la idea de que ella fuera una ladrona, no creyendo para nada en lo que decía. Señalando a Lila de mentirosa por tal absurdez, y su mamá Sabine tampoco cayo en eso, ninguno de los dos creyendo esto por simple palabra, si tenia una forma de demostrarlo que lo hiciera. Era claro, que esto no terminaría bien.. ellos no la conocen como ella, por su forma de decirlo, sabia que Lila tenia algo planeado.
Y eso es lo que llevaba a esta situación, donde tanto sus padres como el director, como todos sus compañeros, se encontraban en la zona de los casilleros. Donde finalmente, se demostraría su inocencia o culpabilidad ante toda esta situación, orden del director para terminar de una ves con todo.

Ahí estaba , enfrente de su casillero, era tan sencillo como abrirlo y probar de una ves por todas que ella es inocente, pero había algo que la estaba deteniendo, el sentimiento del miedo. Si.. tenia miedo, miedo a lo que pudiera encontrar una ves lo abra, miedo a lo que pudieron pensar todos, miedo a la reacción de sus padres, y miedo a.. perder todo. Algo no se sentía bien todo esto, cerro sus ojos con fuerza y exhalo el aire que estaba reteniendo, con una orden del director no tuvo mas opción que hacerlo. Inicio colocando la contraseña en el candado, cada sonido desbloqueado era un tortura para ella, girando los números, hasta que el "click" se dejo escuchar, estaba abierto.

Temblorosamente su mano se fue acercando al casillero, cuando sostuvo el borde de la puerta, lo abrió de golpe, sin ver en su interior, y de pronto el sonido de un objeto cayendo retumbo con gran fuerza, a sus pies, había caído una pequeña cajita blanca que a la ves solto de su interior un collar. Un pendiente con forma de cola de zorro de un color anaranjado. Y claro, la reacción ante esto no se dejo esperar, un jadeo de sorpresa de todos los presentes, y un llanto de Lila tras ver su querido collar, fueron las reacciones, pero eso a ella no le importaba, no.. las reacciones que mas le dolieron, era la de sus padres. Lo que temía sucedió, la decepción en ellos, y cuando su mamá se abrazo a su papá ocultando sus sollozos, fue como si una aguja atravesara corazón.

Todo su mundo se hizo trizas en un solo segundo, fue agobiante, fue horrible, y de nuevo estaban sobre ella aquellas miradas, llenas de decepción y desaprobación ante lo que supuestamente había hecho. Los murmullos no hicieron mas que empeorar todas las cosas, el único tema que salía de estos, era sobre ella. Todos la señalaban como la culpable de tal horrible acto, ante sus ojos no era mas que una abusadora y una ladrona, ¿era en serio todo esto?, la pregunta por si sola no podía ser resuelta, nadie parecía estar su favor.

Nadie.. ni siquiera su mejor amiga, Alya aparto la mirada, como si no pudiera verla a los ojos, como si ante sus ojos fuera una extraña. Eso.. fue doloroso, creía que al menos tendría un poco de apoyo, que al menos ella diría algo para que pudiera sentirse mejor ante todo esto, pero no fue así, estaba sola. Así se sentía pese a estar rodeada de todos, su ultima esperanza fue aquel rubio de ojos verdes, creyendo enormemente que el creería en ella, se aferraba a la idea de que al menos Adrien Agreste le diría que ella es inocente de todo... nada... absolutamente nada, silencio total es lo que recibió de su parte, mirando únicamente el suelo el rubio menor de los Agreste, se mantenía rígido en su lugar.

Su corazón dolía como nunca antes, como si fuera pisoteado de miles de maneras, hecho trizas y destruido en pequeños fragmentos. ¿Cómo debes reaccionar cuando el amor de tu vida ni siquiera es capaz de creer en ti?, al menos como amiga, de ni siquiera poder verte a la cara.. ¿Qué debe de sentir?, un dolor profundo que azotaba su ser, provocando que después de mucho las lagrimas se hicieran presente, ¿de que serbia llorar ahora?, de nada, no cambiara nada que gotas de agua se estén deslizando por su mejilla.

― Ante las pruebas de todo esto, no me queda mas remedio que anunciar que Marinette Dupain-Cheng, queda completamente expulsada. ―las palabras del director fueron directas y contundentes, no dejando paso a cualquier queja que tuviera. Pero aun asi, no podía aceptarlo, no asi.

― Yo no hice nada.. Alya.. por favor.. por favor diles que yo no hice nada. ―Rogo, suplico con todas sus fuerzas que Alya se pusiera de su lado, que dijera algo para apaciguar las aguas, cualquier cosa, solo quería sentir a alguien de su lado.

― Te dije que te estabas pasando Marinette.. ―Alya finalmente volteo a verla, pero no dijo nada de lo que esperaría― Te advertí, no dejes que tus celos nublen tu juicio, todo este problema.. solo porque no puedes controlar tu enamoramiento hacia Adrien.. ―fue como si una bomba se hubiera lanzado para terminar con una enorme explosión toda esta horrible situación.

Quedo estática, completamente muda sin poder decir o hacer algo, y es que realmente no tenia nada que decir, todo estaba hecho, y todo como esta mentirosa quería que fuera. No hace falta aclarar que Lila se regocijaba ante el desenlace de estos hechos, ella oculta detrás de todos los presentes, sonreía con burla, susurrando un claro "te dije", si sabia a que se referia, y lo consiguió, por más que quisiera decir lo contrario, perdió ante esto.

Se sentía impotente ante todo, y avergonzada en extremo, por decepcionar a sus padres aunque claramente ella no hizo nada de lo que se le acusa, y porque de una y otra forma sus sentimientos fueron confesados de una forma inesperada. Ni siquiera podía ver a la cara a Adrien ante este hecho, solo quería irse, largarse de ahí, y no ver a nadie.. porque nadie de ahí valía la pena.

¿Estaba enojada?, por supuesto que estaba enojada, lo único que deseaba ahora es.. devolverle el mismo daño a Lila, ¿la acuso de golpearla?, bueno entonces le daría más razones para hacerlo, su lado heroico lo pedía a gritos. Más sin embargo, lucho contra ese impulso, simplemente no valía la pena, y no quería empeorar más la imagen que tienen sobre ella, sobre todo sus padres.

Lo único que le quedo fue aceptar finalmente esto. En silencio siguió al director junto con sus padres de nuevo al aula para que recogiera sus cosas, pasando por entre medio de sus compañeros, ignorandolos por completo, sobre todo a Alya.. a quien con una última mirada, y un movimiento de negación, le dio a entender que esto acabó, esto no era algo que pudiera perdonar.

Cuando tuvo su mochila en mano se aseguró de que todo estuviera ahí adentro, no vaya a ser que Lila le haya robado algo solo porque si, afortunadamente parecía intacta, incluso..  Los croissant preparados por su papá estaban ahí, abrazo su mochila contra su pecho, bajo con cuidado el escalón, y salió del aula, siguiendo al director hacia la salida de la escuela.

Una ves cruzo la puerta, finalmente cayó en cuenta que todo había terminado, incluso cuando la misma se cerró detrás de ella y con la últimas palabras del director deseándole un buen día, no sintió nada. Su mirada estaba perdida en la nada, no tenía deseos de hablar, ni siquiera cuando su papá coloco una mano sobre su hombro y le indicó que fueran a casa. No tuvo reacción.

Su mente estaba desconectada de todo,  ¿esto era un sueño?, ¿se despertaría y estaría de nuevo en su cuarto teniendo una mañana desastrosa como siempre?, por favor que así fuera. Nadie de la familia Dupain-Cheng tenía algo que decir al respecto, era fácil de aclarar que.. fue muy de golpe.

Tom y Sabine iban delante, y ella siguiéndolo de cerca, miraron a los lados y cruzaron la calle por la senda peatonal hasta llegar a su panadería. La puerta fue abierta con un sonido de una campanilla por encima y sin más entraron, quedándose Marinette unos segundos afuera para contemplar el cartel de la panadería, donde una telaraña se mostraba completamente destruida.

Aquella tela que fue tejida en la mañana por el aterrador arácnido, estaba arruinada como si la hubieran rasgado con algo. Recordaba que Tikki había dicho que al ver una telaraña podria representar el equilibrio y la armonía.. y ahora ese equilibrio y armonía estaban destruidos, tal y como ella ahora mismo

Marinette Inhalo y Exhalo, intentando vagamente de relajarse, abrió la puerta y sin más demora se adentro al interior de su casa, fue un poco aliviante el no toparse con ninguno de sus padres, de hecho ni siquiera parecían estar en la panadería. Para ser más claros, su papá Tom estaba encerrado en la cocina, haciendo lo único que saber hacer para distraerse, que es hornear y preparar pan, lo pudo ver cuando se asomo un poco por la puerta. Ya no tenía esa chispa que lo caracterizaba, se veía más apago y sin ánimos, lo que se veía reflejado en la creación de sus delicias.

Cerro la puerta y se encaminó hacia las escaleras, llegando a la parte de arriba, el living de la casa, en la cocina pudñ ver a su madre, lavando los platos, en completo silencio, lo cual en definitiva era raro puesto que ella siempre ponia algo de música cuando se trataba de hacer algo. Agachó la cabeza y a pasos apresurados se fue hacia la escalera para subir lo más pronto a su cuarto.

- Marinette.. te avisaré cuando el almuerzo esté listo. -se detuvo en medio camino al escucharla, su tono fue seco. Asintio y siguió, una ves atravesó la trampilla de su cuarto tiro su mochila hacia cualquier lugar.

Se quito sus zapatos y con mucha pesades fue directo hacia su cama, subió los escalones y se tiro de golpe, hundiendo su rostro en su almohada, soltando finalmente.. todo los sentimientos que la abordarán, lloro.. lloro porque era lo único que le quedaba  por hacer en estos momentos.

Abrazada a su almohada, en la completa oscuridad de su cuarto, Marinette Dupaing-Cheng estaba rota ante la difamación, siendo su pequeña kwami la única testigo de todo su pesar, no encontrando las palabras correctas para poder animarla, ni siquiera con su conocimiento de décadas, la kwami de la creación por primera ves no sabia como actuar. Por lo que lo único que le quedo, fue brindarle su apoyo abrazando su mejilla por donde se deslizaban sus lágrimas.

•●●●●•

Un sonoro bostezo fue lo que salió de su boca, cubierta por aquella tela de color roja con patrones de telaraña, extendiendo su mano disparando una fina red de color semi trasparente que se vio pegada en la ventana de un edificio para impulsarse así mismo hacia lo alto de un edificio.

Que no era otro más que el rascacielos más conocido de Nueva York, el Empire State, bastante turístico e interesante para muchos, pero para el no era mas que un buen lugar para estar solo, fuera de todo problemas, con la única compañía que son sus pensamientos.

Se sentó en el borde, con los pies colgando hacia ese vacío casi interminable, las luces de la ciudad se veían magníficas, y los autos que aún circulaban parecían pequeños juguetes desde arriba. Se quito su bolso, lo dejo a un lado y luego se saco la caja de pizza que tenia pegada en su espalda con telaraña. La máscara fue retirada dejando su alborotado cabello castaño a la vista, y sus ojos brillantes cuando vieron aquel círculo de masa lleno de salsa y condimentos, su estómago gruñó, estaba hambriento.

¿Quien no lo estaría después de trabajar todo el día?, no era broma con decir que estuvo todo el día de repartidor, entregando todos y cada uno de los pedidos en tiempo y forma, ¿fue difícil?, un poco, al menos para Peter Parker, pero no para Spider-man, pero eso no era importante, sino que logro completar el trabajo, y lo mejor de todo, es que recibió su paga.

Si, eso lo pensó emocionado tras sacar un sobre blanco de su bolsa. Agarro una porción de pizza; que fue su última entrega para si mismo, y comenzó a sacar los billetes del sobre.

― Bien.. lamentablemente el salario promedio de un repartidor de pizza ronda entre los $11 y $15 por hora, yo trabaje durante ocho horas así que mi paga de este día es.. $120, sumándole las horas extras serian.. $60 más así que en total seria.. $180 este día.. ―mordio un trozo de su pizza, frunció el seño ante lo que acababa de contar― Todavía tengo que vender algunas fotos de Spider-man al Clarín, claro, suponiendo que J.J las acepte y me pague lo que debe, si logro que me pague $40 por cada una, por las seis, serian $240.. si lo consigo y le sumo lo de hoy serian.. $420 ―termino su trozo de pizza, y guardo el sobre con el dinero de nuevo en su bolsa― Es muy poco.. no me alcanza para pagar las cuentas, y muchos menos la del hospital.

Para que se hagan una idea, El costo de una hospitalización por un ataque al corazón en Estados Unidos puede variar según varios factores, como la región, el hospital, la duración de la estadía y los tratamientos necesarios, ademas de que incluyen servicios médicos como los medicamentos, exámenes de laboratorio, estudios de diagnóstico y cuidados intensivos.

Y como si no fuera suficiente el costo promedio de una hospitalización por un ataque al corazón en Estados Unidos puede oscilar entre $20,000 y $200,000, agradecía a quien sea que al menos su cuente de hospital esté entre la primera cifra.

Pero aun asi era mucho.. entre el Clarín y el repartir Pizzas no seria suficiente, necesitaba más, al menos lo suficiente para dejar una seña. Cerro un momento sus ojos, dejando que el viento de la noche se llevara sus pensamientos y problemas, que el silencio y la tranquilidad de ese momento sean el calmante para su agobiado corazón.

¿Que es lo que haría Ben Parker en este momento?, si, exacto, su tío haría hasta lo imposible para conseguir ese dinero, trabajar de cualquier cosa, cualquier hora, lo que sea por su ser querido, pero su tío no estaba, ahora estaba el. Tenía que buscar maneras.. de hecho, había algo que tenía en mente. Pero era arriesgado.

― Por May soy capaz de hacer cualquier cosa.. ―susurro, comiendo otra pocion de pizza, dejando que el queso derretido colgara de su boca― Me preguntó, haya afuera.. ¿habrá alguien que la esté pasando mal en estos momentos?, espero que no.. aunque nunca se sabe...

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