Capítulo 9.
Lo que único que lograba entrelazar en la mente, era que debía cubrir su boca, debía cubrirla, si, eso debía hacer. Ella se agarró con fuerza de la mesa. Yo, en cambio, subí el ritmo. Dios, era embriagante. Escuché un leve grito sobre mi mano antes de morder mi labio.
Jadeos, jadeos y más jadeos, era todo lo que escuchaba. Me apoyé sobre su espalda, ella trataba de controlar su respiración al igual que yo. Acaricié la piel expuesta, era suave, me gustaba. Besé su nuca y me alejé de ella suavemente. Ella volteó la cabeza y me sonrió con lagrimas en sus ojos. Parecía feliz.
────── 〔♤〕──────
Acomodé la parte superior del uniforme antes de acomodar mi pelo. Miré hacia el costado y la vi sonriendo, se acomodaba la falda con delicadeza. Sonreí. Me acerqué a ella, levanté su cara con mi mano y la besé fugazmente. Abrí la puerta y la vi a ella parada con los brazos cruzados, con una cara de molestia. Mi sonrisa desapareció.
Rodé los ojos, harto de los sermones que salían de su boca. La persona de mi lado se encogió de hombros y agachó la cabeza por la culpa.
— ... pensado ustedes dos?! ¡Son unos inmaduros!.— Gritó molesta. Movía sus manos mientras caminaba en frente de nosotros en círculos. Su pelo turquesa se movía de un lado a otro. De pronto la miró amenazante.— ¿Qué diablos estabas pensando?.— Le dijo con una voz seria.
— ¡No!, lo siento, no debimos hacerlo.— La observé, tenía la mirada baja, noté que apretujaba su falda por el miedo.— Lo siento.— Susurró en un hilo de voz.
Arrugué el ceño.
— Nadie ha pedido tu opinión.— Crucé mis brazos.— Además de abrir los salones sin tocar la puerta es de mala educación. Te agradecería si lo hicieras la próxima vez, o ¿quieres que entré al vestidor de chicas sin tocar?.— La miré con burla.
— Lo siento señor degenerado. La próxima vez los interrumpiré en plena... asquerosidad. — Hizo una mueca de asco.— Tú.— Señaló a Yuzuki.— Puedes salir del salón, te ves culpable, yo... arreglaré esta situación. Solo aléjate de este idiota; pero.— Bajó su tono de voz.— Si lo haces otra vez, no será de la misma manera.
Yuzuki me miró a mi, a ella y luego a mi de nuevo. Buscaba una respuesta de mi parte. La ignoré, miré a otro lugar.
— Pero...
— Te está ordenando que te vayas, ¿quieres que te señalé la puerta?.— Hablé prestando más atención a la mesa arruinada que estaba a mi lado.
Ese "arreglar" significaba, cagar aun más las cosas entre... nosotros. Lo sabía, ya había escuchado esa palabra antes, nada había salido bien.
— Lo siento.— Mencionó otra vez antes de irse con silencio del salón.
— Eres un maldito idiota egoísta.— Su voz se volvió más fría.— Un egoísta que no merece nada. Maldito...
— Creo que te equivocas de persona, Miku.— La interrumpí, observando como una pequeña mariquita volaba por la mesa.— ¿Por qué no le preguntas a tu amiga? Seguro ella sabe cómo hacerlo mejor, ¿no crees?.— La observé con neutralidad. Ella ya tenía los brazos cruzados.— ¿No recuerdas que yo fui el afectado en toda su... obra?.— Me recosté en la silla tratando de buscar la palabra perfecta.— ¿Accionar?. ¿Mentira?. No lo encuentro.— Mentí con burla.
Mierda, es lo que más se ajusta a todo eso.
— Ella no te dijo que actuarás como un idiota. No fue su culpa.
Me levanté del asiento y caminé hacia la puerta.
— Fue suya. Al igual que tuya, tú sí sabías lo que pasaba.
Sin esperar su respuesta, salí del lugar.
— ____ pov—
—¿Cómo se te fue en las clases?.— Me pregunta al sentarse frente a mi con un vaso de agua, me mira con una sonrisa.
— Mi compañero de mi lado no dejo de mirarme.— Dejé el vaso en la mesa y con el tenedor separé el tomate de la deliciosa comida.
— ¿Mirarte?, ¿Cómo te miró?.
— Me miró como esos gatos enojados con su presa. Sentía que... — Me callé cuando el tenedor de mi tía volvió a poner a los tomates en los antiguos lugares.— Pero... — La miré.— Pero no me gustan.
— Tienes que comerlo, es para cuidar de tu salud. ¿Tiene cara de pocos amigos, tu amigo?.— Volvió a comer su ensalada con queso... Saqué la lengua, ¿realmente era necesario el tomate?— ¿Le preguntaste el porqué?
Moví el tomate hacia un lado disimuladamente.
— Si. Parecía que estaba molesto conmigo, y le pregunté,— De la forma más grosera sin darme cuenta.- Y... No me respondió, solo se quejaba en silencio.— Alcé con el tenedor el aguacate alejándolo del tomate.
— Tal vez tuvo en mal día.— Alzó el último trozo de verdura que estaba en su plato.— ¿Por qué no se lo llevas en día de mañana, un panqueque?
La miré con sorpresa, ¿llevarle uno de los más preciosos postres a un mentiroso? Negué con la cabeza varias veces. No, jamás, no tiene el privilegio de probar tal exquisitez.
— ¿Por qué te niegas?.— Se limpió con la servilleta y lo dejó cerca del plato.— ___, ¿qué te he dicho de momentos malos?
— Que... .— Jugué con mi trozo de berenjena, moviéndolo de un lado a otro.— Que las personas necesitan apoyo en los momentos malos, sin importar cuán pequeños sean.
— Bien, dicho, ser siempre educada y amable te dará grandes recompensas, ___. Tal vez algún día encuentres a tu príncipe azul.— Soltó una pequeña risita.
— Mientras no te haga enojar a ti, está bien. Y claro, a mi tampoco.
— ¿Y qué tal está Gumi?.— Movió el plato hacia un lado.
— No hablé con ella, no salió en el receso, supongo que tenía trabajos pendientes.— Comí la berenjena.— Mañana le preguntaré.
— Espero que no ande tan estresada esa niña.— Apoyó su rostro en una mano.
— Yo la llevaré de la oreja si es necesario para que despeje su mente.— Asentí con los ojos cerrados con orgullo.— Hablando de amigos, ¿viste el nuevo video que lanzó Luka?.— Me paré y me acerqué a ella con un gran entusiasmo.— ¿Lo viste?, ¿Lo viste?.— Salté de emoción esperando su respuesta.
— ¿Video?, ¿el que lanzó hace un día? ¿Just Be Friends?.— Me miró levemente confundida.
— ¡Exacto!, ¿viste como el quedaba el peinado en moño? ¡Le quedaba genial, era hermosa y su voz también lo era!
— Primero cálmate y deja de saltar, y termina con la ensalada.— Señaló al plato, miré el plato con desafió y me senté.— Lo vi, me gustó el ritmo, aunque la letra era triste, parecía que le dedicaba a alguien de una forma indirecta.— Movió sus manos como mago a punto de empezar la función. Me metí a la boca todos de los vegetales para hablar más a gusto después.— Con calma, niña.
— Pevo...
— También escuché que...— Jugó con la pulsera roja que colgaba de su mano izquierda.— Ella iba a venir a la ciudad para dar un pequeño concierto.
Juró que si no hubiera tragado poco a poco lo que tenía en la boca, me ahogaría ahora mismo, tragué todo lo que me quedaba en la boca de un tirón como un susto y grité de la emoción. Me acerqué a mi tía, le grité en la cara y balbuceé cosas sin sentido por la emoción. Quería saltar y bailar toda la tarde.
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— Ya no siento mi cuerpo y mi voz está rasposa...
— Nadie te dijo que corrieras por la calle como maniática y gritaras como si el espíritu santo se te hubiera aparecido en frente.— Me cubrió con las mantas.
— Era Luka. No me arrepiento de nada.— Sonreí con cansancio.
— Te va a conocer como la loca que casi choca con una fuente de agua tres veces.— Dejó la taza de chocolate encima de mi mesita de noche al lado de la cama. Soltó una pequeña risa.
— Fue culpa del heladero por quedarse ahí tres veces.
— Era su lugar de trabajo, ___. No puedes echarlo de ahí.— Cerró las cortinas al jalar del cordón de estos.
— Podía recorrerse un poquito.
Acomodó mi pelo y volvió a reír.
— Descansa. Y no podía hacerlo.— Salió de mi habitación después de apagar la luz.
Me acomodé en la cama hasta quedar sentada con una almohada detrás de mi espalda, prendí la lámpara de mi lado y agarré mi celular. Busqué el contacto y apreté la opción de mandar mensaje.
Para: Gumi "come zanahorias" M.
Asunto: Traidora de recesos.
Hola! Qué tal con... tu día? La verdad, quería preguntarte el por qué me dejaste sola en el receso, me sentí bien solita. ¿Acaso fuiste a Narnia?.
Y envié el mensaje, tome la taza de chocolate entre mis manos y esperé.
De: Gumi "come zanahorias" M.
Asunto: Traidora de recesos.
No fue intencional, nos castigaron, castigaron a todo el salón por no trabajar en equipo, y nos obligaron a convivir con otras personas.
Al menos tu comiste algo. Yo sufrí y rogué al cielo que no me tocará con Rin.
Bebí el deliciosos chocolate caliente y empecé a escribir.
Para: Gumi "come zanahorias" M.
Asunto: Peticiones cumplidas?
Oh! Y te tocó? Espero que no. Y... Quién es Rin?
De: Gumi "come zanahorias" M.
Asunto: Peticiones incumplidas
Es la hermana de Len. Y sí me tocó, fue incómodo al principio pero al menos tratamos de convivir. Luego, me tocó con otra chica, la verdad no recuerdo su nombre, pero me agradó, te la presentaré en cuanto recuerde su nombre...
Vete a dormir, son casi... es la media noche.
Para: Gumi "come zanahorias" M.
Asunto: Oportunidades de castigos
Genial! Mas amigos! Eso es genial! Pero primero recuerda su nombre. Yo trataré de hacer amigos también en mi salón aparte de LI
Deje de escribir, ¿Len era un amigo? Es decir, no convivíamos como unos amigos normales donde preguntábamos lo que hacíamos o sucedía el día anterior. Solo era un saludo a veces, y otras pasaba todo eso. Es como si Len parara ese proceso. A veces era cortante como esta mañana y, otras era bromista y coqueto. Eliminé la mitad del mensaje.
Para: Gumi "come zanahorias" M.
Asunto: Oportunidades en castigos
Genial! Mas amigos! Eso es genial! Pero primero recuerda su nombre. Me alegra de que entables conversación con Rin, así retoman la antigua amistad poco a poco ;)
De acuerdo mamá, me voy a dormir. Cambio y fuera.
Bebí todo lo que tenía la taza y me acomodé en la cama para poder dormir.
────── 〔✿〕──────
Levanté de golpe mi cabeza, pestañeé varias veces para acostumbrar a mis ojos a la luz. No podía dormirme, no, tenía que empezar el día con el pie derecho, tengo que admirar las calles... el cielo... los perros... Sentí que mis ojos pesaban de nuevo.
— ¡___!— Abrí los ojos de golpe de nuevo.
— ¡Estoy aquí, Capitán!.— Grité mirando a todos los lados. Solté un bostezo.— Aún tengo sueño, ¿por qué necesitamos salir de nuevo temprano?
— Ya te dije que no quiero más llamadas de atención. Tienes que llegar temprano.— Me dijo aún mirando la carretera con atención.— No te molestes. Te daré otro postre.
— Quiero un panqueques con forma de gato.
— No exijas demasiado.- Se detuvo frente a la secundaria.
— Lo siento.— Agarré mi mochila y bajé del auto.— Ten un lindo día en el trabajo. ¡Buena suerte!.— Grité suavemente mientras alzaba los brazos como si festejara algo.
Entré a la secundaria y lo primero que escuché fue el grito de varias personas, el patio estaba repleto de chicas que pitaban con alegría. Otros abucheaban, y esos otros eran los chicos que estaban en el otro extremo del... ¿patio? Estoy segura que ya no es un patio. Traté de ver sobre la gente que era lo entretenido o lo interesante, pero no logré ver absolutamente nada. En su lugar visualicé a... si no mal recordaba, Miku. Me acerqué a ella lentamente.
— ¿Qué está sucediendo?.— Pregunté lo más casual que pude, mi corazón quería escapar.
Me miró sorprendida y me sonrió. Se acomodó el pelo turquesa y me contestó.
— Solo están jugando un par de...— Me miró por un momento y volteó hacia atrás, como si buscara a alguien.— Están jugando un partido de tenis.
— ¿Quién contra quién?.— Traté de mirar de nuevo sobre la gente. Lo único que logré ver fue una mano que sostenía una raqueta.
— No recuerdo muy bien sus nombres. No creo que sea necesario recordarlos. — Soltó un pequeño grito de alegría. Miré donde estaba observando. Era una chica de pelo corto rubio.— ¡Buenos días! ¿Como estás? ¿Desayunaste?.— Creo que se tragaron a la Miku seria.
La chica asintió con elegancia, le sonrió y se acomodó la mochila que colgaba sobre su hombro. Se me hacía muy familiar algo de ella.
— Buenos días.— Le respondió con una voz chillona y baja a la vez.— Estoy bien, no te preocupes, ¿qué sucede allá? Pensé que se estaban matando.
— Nada importante, ¿por qué no nos vam...
— ¡___!.— Gritó una voz muy familiar. La miré lentamente era Gumi con un trozo de pan en las manos.— Buenos días, no te encontré en los salones, pensé que llegarías tarde...
Se calló abruptamente. Las dos chicas la miraron y Gumi las miró en silencio, sentí como el ambiente alegre se convertía en una de tensión cortante. Trague ruidosamente. Debí irme antes. Las observé cada movimiento suyo. La chica rubia -que aún no sabía de donde me era familiar- sonrió y se acercó a Gumi.
— Hola Gumi, ¿cómo estás?.— Le preguntó mientras Miku se acercaba a ellas. Noté las ojeras que la chica rubia tenía.
— Eh... bueno... — Podía notar lo incomoda que estaba. Me miró por un segundo antes de sonreír de manera forzosa.
Antes de que diera un paso para acercarme, sentí un fuerte golpe en la cabeza , grité inconscientemente, y me toqué la cabeza. Vi caer un pequeña pelota de tenis de mi cabeza, la alcé y miré hacia donde estaban jugando.
— ¡Lo siento!.— Gritó un chico con una voz relajante. Volteé hacia la voz.
Todos me estaban mirando con cara de impaciencia, la personas se alejaron creando un pequeño camino desde del espectáculo hasta mi. Salió la única persona que no pensé que era el jugador. Piko. El chico de pelo blanco que jamás alzaba la voz con enojo, era el mero ejemplo de paciencia y amabilidad, el que estaba antes en mi salón como parte de la mesa directiva. Se acercó a mi y me miró atento a lo que hacia.
— ¿Estás bien?, ¿No te dolió?.— Miró mi rostro en busca de un moretón.
Otra persona salió del mismo lugar que Piko. Tenía el pelo rubio y llevaba una gorra sobre la cabeza. Lentiroso,
— ¿Ya agarraste la pelota?.— Le preguntó limpiándose el sudor con el antebrazo.
Negué con la cabeza. No podía hablar, no pensé que se hablaban ellos dos. ¡No pensé que convivían ellos dos!
— Len, no seas tan malo. Golpeamos a una chica.— Le riñó.— ¿Estás realmente bien?.— Me volvió a mirar.
Asentí. Cruzamos la mirada con Len por un momento y una sonrisa se dibujó en su rostro.
— Pero si es...— Su sonrisa se borró de su rostro.— Podemos irnos ahora.
Por primera vez escuché las pequeñas risas que soltaban las chicas por mi situación.
"Es tonta por quedarse en ese lugar", "no va agradarle a Len de esa manera", "podría haber soltado la pelota". Piko se dio cuenta de ello y soltó un suspiro. Me agarró del brazo y me alejó de aquella situación. Me llevó a un lugar sin personas alrededor, dónde solo había una banqueta, me hizo sentar y se disculpó por la situación.
Antes de responderle, me di cuenta que Len estaba junto con nosotros con los brazos cruzados, como un niño castigado. Me miraba por unos momentos luego parecía que no le importaba. Fruncí el ceño, era un completo egoísta por dejar solo a su amigo. Negué con la cabeza.
— No tienes de que disculparte.— Grité la última palabra para que él la escuchara.
— Gracias, ¿____?. Soy muy malo recordando nombres.
— Vámonos, la campana ya ha sonado y debemos cambiarnos.— Miraba por donde habíamos entrado.— Ya se fue la gente.
— De acuerdo. Lo siento de nuevo. Nos vemos luego.— Se despidió con la mano y salió del lugar, pensé que Len se iba a ir con él; pero se quedó parado en el mismo lugar mirándome fijamente.
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Ohayo! Cof cof Aunque no es mañana... no importa! Aquí se rompen las reglas ù v ú.
¿Cómo han estado panditas? Espero que muy bien, espero que estén sonriendo. Me costó hacer, bueno, re-hacer éste capítulo. Tuve que dar lo mejor para pensar en que todo esté bien relacionado y que tenga consecuencias bien... bonitas(?)
Si hay algún error, perdón, es lo que puedo hacer con mis ojitos de chabacano. Perdón xD
Comentarios de por qué no actualizo aquí . Al igual que duditas, aunque no creo que tengan, es muy temprano, pero por si acaso!
En fin, espero que tengan una semana bien padre con dragones, papas, gatos y oxígeno que no se acabe el día de mañana por la mañana :,c Mensajes ocultos en todo el capítulo xD (por qué soy así?) SJCSKJCLSKC -Huye sobre el polvo-
Nos vemos en mil años! <3
- vuelve lentamente-
Un saludo a jennicrepypastera u v u <3
Gracias por el apoyo
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