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Capítulo 32

- Tn pov -

Leí un párrafo del libro para tener una idea más clara de ese subtítulo. Traté de aligerar los nervios por el examen y suspiré. Estaba en el salón para poder estudiar mejor al igual que otras pocas personas, Len se fue junto con Piko asegurándose, varias veces, que estaba a gusto aquí y Gumi me dio suerte para el examen antes de irse con Mayu. Bien, yo podía vencer este tema.

- ___.- Murmuró mi nombre.

Levanté la vista rápidamente y vi a Oliver sentando frente a mí, llevaba dos vasos en ambas manos, se paró frente a mí con una sonrisa. Cerré el libro y lo miré sorprendida.

- Me contaron que estabas esforzándote para un examen.- Se sentó en el lugar de Len.- Traje un poco de jugo de fruta para animarte. - Agarré el vaso de que me tendió y bebí un poco mientras lo escuchaba. Era de naranja y estaba delicioso, sonreí por ello.- ¿De qué tienes examen? - Preguntó mirando el libro.

- Historia.- Respondí mirando el jugo.

- Sé que lograrás tener la mejor nota.- Dijo con una sonrisa atrayendo el libro a su lugar y comenzó a hojearlo.- Eres la mejor persona que he conocido en este lugar.

- Gracias, tú también eres genial.

- Te quiero pedir algo.- Cerró el libro.- ¿Te molesta que te pida algo? - Negué la cabeza cuando me miró y sacó su celular.- ¿Podrías darme tu número de celular? Es decir, me encantaría hablar mucho más contigo y poder conocerte mejor.

Asentí. De esta manera tendríamos más cosas en común, ¿no? Podíamos acercarnos como sucedió con Len.

(...)

De: Gumiel de abeja Maya. (Lo hizo Mayu)

Asunto: Suerte!

Ya debiste terminar con el examen, así que ve a descansar por unos minutos, no te sobre-esfuerces! Y mandame mensaje cuando hayas llegado a casa, yo ya me fui por mis clases extra! Animos!

Al segundo recibí otro mensaje de un número no registrado. Abrí el mensaje.

De: Número desconocido.

Asunto: ¡Me alegro!

Realmente quería irme contigo, pero ni modo, el trabajo es primero, espero que nada arruine tu dia y te hablaré más tarde! Espero no te moleste D:

Sonreí y miré fijamente la hoja donde teníamos escrita la letra de nuestra canción de nuevo. Guardé mi celular en mi bolsillo.

Siguió tocando el piano produciendo una melodía suave y tranquila, como si tratara de calmar a alguien dentro de la habitación, lo miré y desde mi lugar podía ver como sus dedos se movían de manera ágil sobre el piano, estaba detrás de él, notaba como su espalda se movía de manera sutil con la melodía que creaba. Volví mi vista hacia el cuaderno que estaba sosteniendo.

Terminamos el examen y cuando todos salieron, quedábamos solo Len y yo recogiendo nuestras cosas, Piko volvió a entrar con una sonrisa y volvió pedir que Len jugara básquetbol, él se negó diciendo que tenía algo que hacer conmigo. Supe que era la canción, cuando minutos después entró Oliver, pidiéndome la oportunidad de irnos juntos a casa. Aunque Len no lo notó, yo vi como Oliver se enojó por ello y le dije que otro día sería para que se calmara.

- En tu hombro yo, una mariposa soy. Besos de pasión que vuelan por la habitación...- Murmuré mordiendo el lápiz mientras trataba de acomodar las oraciones.- Como una canción, mi alma resonó; aprendí... No, no, no.- Alcé la goma de borrar y borré la tercera oración. Escribí mientras murmuraba.- Aprendí el dolor... De un amor desgarrador y como una canción...

Sonaba mejor de esta manera. Asentí orgullosa lo que había hecho.

Estábamos en la sala de música de la preparatoria, el profesor Gakupo me dijo que solo iba a utilizar este salón un mes antes de acabar las clases o incluso unas semanas más antes, ya que por ahora solo quiere enfocarse en el proyecto final que es la canción que presentaremos el sábado, el cual era solo era el borrador.

- ¿Cómo te fue el día de ayer? No, el día antes de ayer- Me preguntó aún tocando una melodía más movida.- ¿Fue divertido estar con Oliver? Yo no hice la gran cosa después de que te vi, así que para mí fue aburrido.

- Ah, bueno...- Volví a prestar atención al cuaderno que tenía en manos. La letra, la letra, me repetí.- Al principio fue algo incomodo.

- ¿Incomodo? - No dejaba de tocar esa melodía que poco a poco se transformaba en una melodía que escucharías en un evento elegante.- ¿Acaso hizo algo estúpido? ¿Discutió con un mesero?

- No, fue porque no teníamos nada en común y los lugares a dónde yo quería llevarlo, a él no le gustaban por diferentes razones y cuando quise jugar un poco... No creo que le haya agradado.- Su melodía fue más alegre y viva con tonos más agudos, no le di importancia.- Sentía que no podía ser yo misma, pero, si salimos más veces quizás podamos encontrar cosas en común, ¿no?

- Mierda.- Murmuró al tocar un nota que desencajaba con la melodía alegre.- ¿Cosas en común? - Me preguntó cuando volvió a tomar el control.- ¿Cómo cuales?

- Ahm, no lo sé, tal vez las mascotas o los platos favoritos. Como tú y yo.- Decidí sentarme a su lado para seguir escribiendo.- Aunque...

- ¿Qué cosas tenemos en común? - Paró de tocar de repente, lo miré confusa por eso.- Yo no tengo nada en común contigo.- Me dijo mirándome a la cara.- ¿No recuerdas que el director dijo que éramos polos opuestos?

- ¿Y eso qué? - Dejé el cuaderno a un lado y volví a mirarlo.- Eso no nos impidió volvernos amigos, yo creo que lo vuelve más interesante.- Sonreí.- Tenemos en común que nos gustó la hora del té en el hotel. Aunque tal vez tenemos más de común en nuestro pasado, como que nuestros padres adoptaron un perro o algo así.

- Estoy seguro que eso es lo que nunca tendremos en común.

- ¿Adoptaron a un gato? ¿Quizá un conejo?

- Nunca tuve mascotas.- Confesó volviendo a tocar el piano.- Nadie de mi familia tenía tiempo para cuidar a un animal, todo estaba planificado y tener un animal arruinaría todo.

- ¿Qué tal cuando llegamos a esta ciudad? ¿Qué es lo primero que te gustó? Cuando llegué, dije que bonito es la noche con esos edificios tan llenos de vida.

- ¿Lo primero que me gustó? - Repitió.- Me gustó el árbol de navidad que hay en el centro, era tan grande y llamativo.

- ¿Llegaste en épocas navideñas? - Solté el cuaderno sobre mis piernas. Él asintió con la cabeza.

Antes de lanzar mi otra pregunta, él me interrumpió.

- ¿Cómo vas con la letra? - Rápidamente volví a mirar el cuaderno simulando que no lo estaba viendo sino estaba siempre sobre el cuaderno.

- ¿Te gusta como lo ordené? - Le pasé el cuaderno. Lo agarró y comenzó a leerlo atentamente.- Sabes, cuando llegué a esta ciudad aún era la temporada de Halloween, me dieron muchos sustos por las calles, una vez salió de un callejón un payaso con una sierra, grité como nunca y me quedé paralizada.

- ¿Por qué no huiste? - Me quitó el lápiz de manera suave.- ¿Te parece si repetimos este verso dos veces? - Señaló el primer párrafo con el dedo.

- Tenía miedo. ¿Dos veces?

- Escucha, puede ser de esta manera.- Comenzó a cantar de manera suave y lenta el primer verso. Asentí varias veces cuando me miraba, era un bonito ritmo.- Luego podríamos adornar esta parte. Mi alma resonó con un... Ah.- Reí al escucharlo que desafinaba en esa parte a propósito.

- Puede ser más movido.- Sugerí.- Que no solo sea una canción triste, es decir, más llamativa.

- Llamativa, ¿eh?- Dejó el cuaderno frente a él y comenzó a tocar y cantar a la vez el primer verso una y otra vez, hasta que pareció encontrar algo que le gustaba.

Sus dedos comenzaron a moverse rápidamente, la melodía que creaba era tan movido, alegre y... Era tan complicado de explicar... Pero era bonito. Ya no vi como tocaba las teclas, sino vi su rostro, sus ojos estaban fijos sobre las teclas y su voz que cantaba a murmullos. Sus ojos parecían brillar con lo que hacía, parecía estar tan a gusto en este momento, era... Él era genial. Su cabello rubio y sus ojos azules le hacían ver lindo, pero que él hiciera esas cosas que le gustaran lo hacían brillar aún más, como una estrella en el cielo, tan bonita y...

- ¿Te gusta? - Me pregunto mirándome.

Sentí los nervios subir por mi cuerpo cuando se dio cuenta que lo miraba. Santo panquesito, que vergüenza. Asentí varias veces con una risa nerviosa y pretendí ir a sacar algo de mi mochila que por suerte estaba a la otra punta de la habitación. Cuando metí mi mano en un bolsillo de mi mochila noté que estaban temblando como una gelatina.

- ¿Quieres cambiar alguna parte? - Negué con la cabeza. ¡Deja de temblar, ___! - ¿Por qué no dices algo?

- M-me gusta.- Volví donde él rezando que no se diera cuenta de mis manos temblorosas.- E-es g-genial, me gusta, me gusta... Es muy llamativo.- Me miró dudoso de lo que decía.- Es en serio, me gustó.- Sonreí cuando los nervios desaparecieron.

La puerta de manera sorpresiva se abrió y vimos que el chico de pelo rojo que estaba en nuestro salón, nos miraba con su ojo atentamente. ¿Cuál era su nombre? Lo vi una vez al lado de Oliver en el viaje... No lo recuerdo.

- Ars, el salón está lleno.- Dijo antes de volver a cerrar la puerta como si nada.

- Len pov -

Respiró hondo mientras trataba de controlar su ira. La chica de mi lado por fin reaccionó luego de varios minutos, le gritó varias cosas que no puse atención y trataba de limpiarse el vino que tenía en la ropa, pero el chico no dejaba de mirarme con enojo, listo para comenzar una pelea física dentro del restaurante.

Todas las personas nos miraban sorprendidos por la situación. Un mesero que dejaba la botella de vino fue recibido por gritos del chico y menosprecio a su novia, quien trató de proteger al mesero, mientras gritaba cosas sin sentido ¿Qué pasó? El chico encontró a la "pareja" anterior de su novia trabajando como un mesero y quería saldar cuentas, ¿qué más que menospreciar a la persona con la que lo engañó aprovechando que es un mesero? Se echó a apropósito la copa de vino sobre él mismo para protestar.

- ¿Los conoces, Lenard? - Me preguntó el supervisor apareciendo a mi lado.

- No.- Mentí.- El chico solo enloqueció cuando llegué.- Los ojos del chico se inyectaron de mas enojo del que tenia.

- Eres un desgraciado.- Volvió a gritar la chica.- ¿Estás loco? ¿Qué te pasa al lanzarme vino?

- ¿Vas a fingir que no sabes nada? - Dijo el chico tratando de aguantar su enojo.- Te acostaste con mi novia en la fiesta.

- Me estas confundiendo.- Sentí la mirada del supervisor en mi.- Yo no soy ese tipo de persona.

- ¡Vete a la mierda!

- Joven, le pido que se calme.- Le pidió el más mayor. Comenzó a decirle varias cosas para tratar aligerar el ambiente y que las personas volvieran a lo suyo, pero lo peor es que algunas personas estaban grabando la escena con sus celulares. Detestables.

Miré la hora, faltaba veinte minutos para acabar el turno. Volví mis vista a ellos cuando el chico volvió a gritar, la chica le confrontó de la peor manera, se fue del restaurante sin siquiera pagar la cuenta. Al seguirle con la mirada, choqué con la mirada de Gakupo junto con la chica de pelo rojizo. Volví la mirada hacia otro lado rápidamente. No me di cuenta que estaban aquí.

(...)

- No vuelvas a ocasionar una escena de esa manera.- Me regañó cansado, dejó su mandil sobre la silla. - Si lo vuelves a hacer te despediré.

- ¡Len! - Me abrazó desde atrás empujándome hacia adelante. Traté de no soltar mi mochila y caer. Sentí el olor a pan recién horneado cerca de ella.- No pensé en verte aquí.- Se paró frente a mí y bajé la mirada para verla.- ¿Aceptarás estar en el concurso que te dijimos? Comenzará en un mes.

- Gakupo...- Murmuré cansado al verlo.- ¿Por qué están aquí?

- Vimos que el chico que te causo problemas vino hasta este lugar.- Se acercó a mi.- Intentó golpearte cuando salieras de trabajar. Lo espantamos.

- El premio te interesará, Len. Serás conocido por todo el mundo.- Siguió hablando animada.- Tu cara de modelo saldrá en la portada de la revista más conocida de la música. Muchas disqueras hablaran contigo, tendrás un video musical de...

- No estoy interesado, lo siento.- Contesté alejándola de mi.- Y gracias por protegerme, supongo.- Sentí mi celular vibrar en mi bolsillo.

- ¿Cómo que no te interesa? - Dijo ofendida.- Sé que estas interesado, yo veo en ti grandes cosas. Te imagino como un gran cantante famoso, como IA. Todo el mundo te pedirá fotos y te reconocerán en las calles, ganaras mucho dinero.

- Eso es lo que menos deseo.- Admití cargando mi mochilas en mis hombros.- Conozco personas que se corrompieron por el dinero. Yo no quiero ser igual a ellos.- Levanté la mano como despedida y me fui caminando hacia las calles repletas de gente.

- Gakupo me dijo que querías ser un pianista famoso.- Gritó ella detrás de mí. Me detuve y escuché sus pasos acercándose.

Pianista famoso, si, ese era mi sueño hace varios años. ¿Algo tonto, no?

- ¡Teto! - La regañó.- No te dije eso para que...

- Yo puedo cumplir tu sueño.- Puso su mano en su pecho al pararse frente a mí. Ignoró las palabras que soltaba Gakupo, yo también lo hacía.- Conozco personas que pueden ayudarte. En tres años serás conocido por varias personas, te lo prometo, tú solo confía en mi.

Retrocedí mientras seguía hablando. Lo miré confundido. ¿Qué es lo que quería de mí? Nadie se preocuparía tanto por... Recordé a Noraneko como una bala, al igual que Piko, los imagine sonriéndome. Ordené mis pensamientos para no concentrarme solo en ellos. Nadie excepto ellos dos se preocuparían por mí.

- ¿Qué es lo que quieres? - Pregunté cruzándome de brazos.- Nadie es tan terco con esas cosas. ¿Qué ganas de mí?

- Tn pov -

- No lo haré.- Le dijo sin siquiera mirarlo.

Gakupo estaba detrás de él, decías varias cosas que no alcanzaba a escuchar. Len, en cambio, hablaba fuerte y claro, tenía visiblemente en el rostro molestia al tenerlo cerca. Esta mañana en la clase de música, Gakupo trató de hablar con Len, pero él solo lo ignoro. No tuvo más oportunidades de hablar al llegar el profesor de matemáticas.

¿Qué es lo que querrá de Len? ¡Tal vez quiere que toque piano para él, o aún mejor, hacerlo crecer en la industria! Eso sería genial. Len sonrió cuando me vio parada cerca de la puerta de la sala de música.

- Pareces muy feliz.- Me dijo abriendo la puerta.

Sonreí con timidez. Lo seguí cuando entró a la sala de música, pero antes vi que Gakupo caminaba hacia nosotros al soltar un suspiro. No cerré la puerta por ello. Dejé mi mochila en un rincón junto con la mochila de Len, era de color negro intenso. En ese momento, noté que la mochila de Len siempre estaba llena, como si llevara varias cosas dentro.

- Solo fue una recomendación.- Habló Gakupo al llegar. Me paré derecha al escucharlo.- No voy a obligarte a hacerlo, Len.- Len no contestó sino se quedo quieto viendo al piano.- Pero sería una gran ayuda para nosotros, es algo serio.-No contestó y suspiró.- Sé que quieres arreglar tus problemas, primero y...

- No quiero hacerlo y eso es todo. No hay nada más de que hablar.- Finalizó Len.

Gakupo abrió la boca para responderle, pero la cerró de inmediato cuando me vio. Sonrió después de soltar un suspiro de cansancio, murmuró algo y se fue cerrando la puerta en silencio. Saqué mi cuaderno donde teníamos la letra y me senté al lado de Len.

- ¿Qué sucedió? - Pregunté sin dejar de observar la puerta.

- Nada importante.- Siguió tocando el piano sin verme.

- Parecía importante para él. ¿Te pidió un favor? - Dejó de tocar y soltó un suspiro sonoro.

- ¿Qué pasa con Oliver? - Cambió de tema.- Parecía que hablaron de algo importante en el receso, no dejaban de hablar.

- Hey, no me cambies de tema.- Me quejé buscando la hoja donde estaba la letra.- Yo te pregunté primero.

- Bien. Me ofreció participar en un concurso y lo rechacé.- Me miró esperando mi respuesta.

- ¡Oh, es asombroso! ¿De qué es el concurso? - Pregunté entusiasmada. Vi que entrecerró los ojos disgustado.- ¡Oh, la respuesta! Cierto, cierto. Oliver me dijo que no estaba de acuerdo con mi opinión sobre una película que le recomendé. Cree que esas cosas no pueden pasar.

Le recomendé una película sobre Peter Pan, cual lugar ha sido llenado por varios niños por varios años que al final se han ido convirtiendo en el malvado Garfio, siempre sucedía eso. Era un ciclo sin fin.

- ¿Le recomendaste una película? ¿Desde cuándo son tan cercano ustedes dos? - Por un segundo pensé que esas palabras las había dicho con un sentimiento de pánico.

Ah, no debí ver Peter Pan junto con Oliver, fue muy tarde para verlo de nuevo este mes. Carraspeé para que notara lo que estaba pensando, encontré la página y sonreí en mi interior.

- Es un concurso sobre composición.- Soltó sin rodeos.

- No somos tan cercanos.- Respondí.- Solo me pidió una recomendación y se la di. Si tú me la pides, también te la daré, escuché que Los Sacrificios de Alicia da mucho miedo. No sé si es verdad.- Murmuré.- ¿Por qué no quieres participar?

- ¿Tuvieron más citas? - Parecía que en sus pupilas había miedo, pero sus ojos estaban tranquilos. ¿Es un superpoder o me estoy volviendo loca? Es como una ventana al verdadero Len... Miré a otro lado como si no hubiera escuchado.

No habló como pensaba que haría, lo miré por el rabillo del ojo y vi que estaba mordiendo su labio con la cabeza baja. Como si luchara con algo para decirlo. Creo que no debí preguntar eso, cuando quise disculparme por mi curiosidad, él habló primero en voz baja como si fuera un secreto.

- Siento que no merezco ese tipo de cosas. - Vi que se esforzaba en decirme eso cuando noté que sus manos estaban aferrándose a él.- Esas cosas las merece personas que se esfuerzan en ello, que tienen el apoyo de toda su familia.- Soltó un suspiro de tristeza, Len ya no estaba aquí, estaba dentro de sus recuerdos, sus ojos ya no veían el piano.- No una persona inútil como yo...

Dejé el cuaderno a un lado y me paré al lado de él. No pensé que volvería ese Len que lloró esa noche en el hotel, cansado de sentir tanto odio y pidiendo paz; me prometí que nunca más lo vería de esta manera frente a mí. No tenía que sufrir. Así que lo abracé en silencio.

Sentí que el cuerpo de Len se tensaba cuando lo tocaba.

- ¿Qué haces? - Murmuró con la respiración cansada.- ¿Por qué lo haces?

- Verte tocar el piano es lo más bonito que he visto.- Susurré.- Me gusta todo lo que tocas.

- Nora, no... - Parecía nervioso.

- Me gustaría verte componer para ese concurso de piano, Len.- Me senté a su lado sin dejar de tener rodeado su cuello con mis brazos.- Me gustaría aplaudirte mientras tocas frente a mí, ¿no sería genial? - Vi que estaba sorprendido por mis palabras.- Honestamente, aunque no conocí a ningún pianista, siento que tú puedes ser el mejor de este lugar, de la ciudad, no, del país. - Estiré mis brazos.- Puedes conquistar el mundo, Len.

- No todo se trata de mi memoria...- Dijo decepcionado.

- ¿Memoria? Yo no me refiero a eso. - Abrió los ojos.- Lo que tocas, es lo que sientes ¿no? Nadie es un inútil por tratar de tocar lo que siente, el inútil es la persona que critica esas cosas, porque no lo entiende.- Soltó una pequeña risa como un niño.- Si ese concurso puede ayudarte en el futuro, quiero que participes, Len.- Sonreí.- Voy a apoyarte siempre, te lo dije, ¿no?

- ¿Siempre vas a apoyarme? - Acercó su cara hacia la mía y sonrió pesadamente.- No llames mi atención con esas palabras dulces y amables, Nor...

Se abrió la puerta y vimos que una chica de pelo rosa asomó su cabeza tímidamente, cuando vio a Len sonrió y se acercó a nosotros. Pude ver, por un segundo, al chico de pelo rojo de nuevo asomándose por la puerta segundos después de que ella entrara, cuando nos vio, bufó molesto, rodó los ojos y se fue molesto. Al dirigir mi mirada hacia la chica, vi que se acercaba demasiado a él, me ignoraba y solo susurraba para él.

Len trataba de poner distancia entre ellos de manera incomoda, pero que la chica no notaba.

- ¿Tienes planes para esta noche? Quiero que me ayudes a estudiar anatomía.- Sonreía de oreja a oreja esperando su respuesta.

- No, no tengo tiempo.- Respondió.- Si quieres puedo decirle a mi amigo que te ayude con ello.- Sacó su celular y mientras miraba la pantalla le hablaba.- Conozco a Rinto, es muy bueno con el cuerpo humano, ¿deseas que te pase su número?

- Tú sabes a que me refiero, cariño.

¿A qué se refería? Incliné la cabeza confundida por sus palabras. ¿Era algún mensaje en clave? Anatomía, anatomía... ¿Estaba en problemas? ¿Quería ir al hospital? Pero, quería estudiarlo... ¿Algún examen clínico?

- No lo entiendo. ¿Podríamos discutirlo en otro momento? - Le sugirió.- Tengo trabajos que hacer.

La chica le miró sorprendida y volvió su expresión a uno de "¿estás bromeado?" Torció los ojos y se cruzó de brazos, esperando algo. No se movió por varios minutos. Me sentía incomoda al estar cerca de ella, deseaba que ella se fuera para poder hablar normalmente con Len. Él se puso frente a frente con el piano, esperando estar a solas conmigo.

- ¿Deseas algo más? - Preguntó Len al escuchar que no se iba.- Necesito hacer un trabajo, así que, ¿podrías retirarte?

- Dell, me dijo que el rumor de que estabas con varias...

- ¿Materias pendientes? - La interrumpió de inmediato.- Es cierto, necesito tener la mejor nota de todas las materias para tener de nuevo la beca. Es cierto. ¿Ahora podrías irte?

Sonó mi celular mientras ella lo fulminaba con la mirada realmente molesta. Me paré y salí del lugar para contestar la llamada. Cuando abrí la puerta, vi al chico de pelo rojo hablando por teléfono mientras miraba la ventana, me miró y siguió con lo suyo restándome importancia. La llamada era de mi tía Meiko.

- ¡Kamui, estás en graves problemas! - Gritó.- ¡Teto me dijo que no la ayudaste anoche con el chico pianista! Sabes que ella...

- ¿Pasó algo? - Pregunté en voz baja sin entender sus gritos.- ¿Teto está bien?

- ¿Cariño? - Preguntó.- ¿Estás con Kamui? Oh, espera, llamé a la persona equivocada. Bueno, no importa.- Cambió su tono de voz para hablarme.- ¿Cómo estás, cariño? ¿Todo va bien con tu trabajo?

- S-si.- Respondí al ver que la chica no salía del salón y el chico de pelo rojo aún seguía hablando por teléfono.- Creo que todo va bien.

- Me alegro. Recuerda siempre estar de buenos ánimos para animar a los demás y ten cuidado al volver, yo te esperaré en la parada, ¿bien?

- Está bien. - Sonreí al que el sol se escondía tras una gran nube.

(...)

- Oye, Len.- Lo llamé feliz. Tuve la segunda mejor nota del examen de historia, claro, él era el primero, por eso estaba feliz. Éramos los primeros lugares con mejor nota. Me entere al entrar en el sistema de la preparatoria.- Oye.- Me miró.- ¿Qué tal si hacemos un juego? - Dejé mi celular sobre el asiento.

- ¿Un juego? Pensé que acordamos en acabar la canción cuanto antes- Dijo subiéndose las mangas del deportivo de la preparatoria, con su mano peinó su flequillo que parecía ser rebelde ante él.

- Vamos, ganamos al cruel examen. Debemos distraernos por hoy.- Me senté a su lado con una sonrisa.- Festejar después de todo ese estrés que pasamos estudiando para el examen.

- ¿Te estresaste? - Me preguntó acercando su rostro al mío.

- No soy buena recordando fechas y nombres.- Admití nerviosa por su acercamiento.- Tener la segunda nota alta fue un logro para mí.

Escuché la vibración de su celular por varios segundos, era una llamada, ambos miramos hacia esa dirección esperando que se detuviera. Su celular estaba sobre el piano junto a su cuaderno que tenía algunas partituras hechas a lápiz. Soltó un suspiro de cansancio y de mala gana agarró su celular, se paró y salió del salón para contestar.

Len parecía que tenía muchas que hacer, siempre recibía llamadas todos los días, pero eran a diferentes horas. ¿Será su padre? Tal vez...

- No, ahora no. - Escuché que dijo molesto desde los pasillos.- Escucha, tengo demasiadas cosas que hacer por... No, estás exagerando las cosas. No puedo ir hasta ahí en la noche, tengo que... - Gritó frustrado por lo que le estaba pasando.- Bien, bien, puedes...

¿A dónde iría en la noche? Meneé la cabeza para disipar ese sentimiento de curiosidad creciente en mí. Le di la espalda a la puerta y fijé mi vista en el piano. Toqué una tecla por curiosidad de saber que tono saldría de ahí. Salió un tono grueso. Conté las teclas que lo separaban de la primera tecla de la izquierda e hice lo mismo con el lado derecho, toque la tecla que tenía el mismo espacio en el izquierdo. Era agudo.

Comencé tocar teclas al azar donde salían tonos agudos. Me imaginé como la escritora de la cantante Luka, no, me imaginé ser una cantante que cantaba al lado de Luka, frente a muchas personas. Escuchaba aplausos y gritos de alegría. Hice reverencia al público y sonreí saludando con la mano. Sentí cosquillas en mi estomago pero traté de estar bien al tener al lado de Luka.

- Sí la noche silenciosa puedes oír, el tiempo avanzar con el tic tac sin lograr dormir. - Canté bajito para que Len no escuchara, ni interrumpiera su llamada.

- Un hada llegara, te habrá de invitar... - Cantó en murmullos cubriendo mis ojos. Sentí su respiración cerca de mi oído y sentí escalofríos en esa zona.- "A un sueño eterno" A Nunca Jamás ven...

Sentí mis mejillas arder cuando me cerebro se dio cuenta que Len me había escuchado y visto mis actuaciones de mi fantasía. Alejó sus manos de mí. Escuché una pequeña risa y volvió a murmurar.

- ¿Sabías que te ves linda de esa manera, querida Nora? - Dijo ronca.

La sangre se me fue a la cabeza por la vergüenza. Miré hacia otro lado.

- E-es un juego, me gusto lo que hicimos el lunes pasado de crear una canción improvisada. Así que...

- También me gustó hacerlo.- Sonrió frente a mi.- Pero, primero debemos terminar la canción para el día de mañana.

Es verdad, debemos ponernos las pilas el día de hoy para mostrar el borrador frente a los dos profesores de música y el director. Traté de aliviar esa pequeña preocupación que venía cada vez que era consciente de la fecha de entrega. La alegría de la nota me hizo olvidar que mañana era sábado.

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HOLA UWU Me extrañaron? Okya xD Espero que hayan tenido un bonito mes en mi ausencia, porque no quiero que les pase nada malo, los hamo <3 Quiero que esten bien y felices como Nora! Siendo optimistas y un poco jala-orejas(??) Espero estar tejiendo bien las cosas y que se den cuenta de las cosas subliminales como ir al video de Mafu y darle amor Okya xD 

No es eso, pero espero que tenga coherencia las cosas que hago porque mi mente está trabajando a mil! (O W O) 9 Nos vemos en el siguiente cap! Adiuh!! Besotes grandotes en la mejilla -se va rodando-

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