Part. 3 Capitulo 20
Para todos había sido una sorpresa la forma de actuar de Spica, de su forma de reaccionar ante lo dicho a su mejor amiga, pero al comprender que aquello había sido el peor de los insultos. Luego de esa escena y que se encontraran con Hagrid en su cabaña, para al final ver como Mcgonagall le explicaba a los dos varones del grupo sus próximos castigos por cumplir.
Spica se había escusado con sus amigos para no ir al gran comedor a cenar ese día, en realidad lo que ella deseaba hacer era el encontrar alguna de las dos salas de las cuales habia leído; La sala de los herederos o La cámara de los secretos.
Había estado en la biblioteca tratando de averiguar más sobre la primera, pero no había nada. Con ayuda del mapa del merodeador que era un objeto que mostraba todo Hogwarts trato de buscarla, pero no hallo nada. Su última opción fue preguntar al director, pero solo había recibido un: "Solo los herederos legítimos conocen su ubicación, pero aun así no todos la encuentran. La última en hallarla fue Lyra Slytherin, tu madre; Pero antes de ella trato de encontrarla Ignus Gryfindor el cual no la encontró... ahora que lo pienso podrías preguntarle a la dama de gris, ella podría llevarte por buen camino"
Por ello es que Spica ahora se encontraba más empeñada por hallar aquella sala que su madre descubrió su ubicación, la dama de gris no había sido de mucha ayuda ya que solo dijo: "Entre la oscuridad y la luz hallaras lo que buscas tras una puerta que no todos pueden apreciar como el ladrillo podrás hallar"
Las escenas ahora mostraban a Spica caminando por los pasillos de la escuela, con la unica compañía de su guardiana, ella en sus propios pensamientos hasta que se choco con alguien más; esto no agrado para nada a Thomas que estaba tratando de controlarse al ver los recuerdos de su compañera.
-Oh... Cedric perdón, me encontraba distraída.
El chico solo se rio y nego: -No te preocupes Spica, todo esta bien... de hecho estaba buscándote, no te vi entrar en el comedor con tus amigos... quería saber si estabas bien.
-Estoy bien, gracias... me encuentro buscando...-el chico la miró con duda, por lo que ella suspiro-. Encontré un libro que habla sobre una sala llamada "La sala de los herederos" es una sala para aquellos que son familiares directos de los fundadores de la escuela, pero ahora debo de descifrar una pista pero estoy perdida en ello.
-Si gustas podría ayudarte, no soy muy listo pero de algo podré ayudarte sino podría conseguir que algún Ravenclaw de cuarto te ayude.
-¿En serio?-su mirada se había iluminado-. En realidad es un acertijo, pero no quiero que nadie más lo escuche-el chico asintió, para que prosiguiera a decirlo-: "Entre la oscuridad y la luz hallaras, lo que buscas tras una puerta que no todos pueden apreciar como el ladrillo podrás hallar"
Ambos guardaron silencio por un rato hasta que el chico hablo: -La primera parte podría referirse a un lugar donde la luz no llegue por completo como una esquina, porque dudo mucho que se encuentre en el bosque prohibido-bromeo al final logrando que Spica riera un poco.
Pasaban las once de la noche cuando ambos amigos se despidieron; Cuando Spica estaba cruzando el pasillo que conectaba con el baño de niñas del segundo piso, cuando se encontró con Ginny Weasley. No le tomo mucha importancia al verla entrar en ese cuarto por lo que siguió con su recorrido; Al llegar a su habitación ya todas se encontraban dormidas, por lo que solo se cambio a su pijama y las imito.
Las escenas cambiaban al mismo tiempo en que los días pasaban en los recuerdos, en ellas se podían admirar como pasaban las clases o entrenamientos en los que Spica participaba, también pasaron escenas de como Cedric y ella se encontraban tratando de averiguar la segunda parte del acertijo.
En una de las de las escenas se pudo ver llegar a Spica justamente en el momento en que una salamandra pasaba frente a ella volando, mientras que los gemelos Weasley iban detrás de ella, Spica solo saludo a sus amigos y subía a su habitación.
El día de Halloween Spica se encontraba preparándose para salir de su habitación cuando Hermione la intercepto, ya casi no hablaban porque la Slytherin se la pasaba buscando la sala de los herederos.
-Spica ¿a donde vas?
-Cedric me pidió ayuda con algo y quedamos de vernos en unos minutos-Spica sabía que estaba mal mentirle a su mejor amiga, pero de verdad no quería meterla en problemas.
-Has pasado mucho tiempo con Cedric últimamente, acaso hicimos algo para que te molestaras con nosotros.
-No es eso Hermione, tu siempre serás mi mejor amiga... pero con Cedric estamos haciendo algo y no quiero que te metas en problemas por nuestra culpa, Harry ya tiene suficiente con Lockhart que no lo deja ni un minuto y Ron... es Ron.
-Segura que no hice nada malo-Spica abrazo a su amiga.
-Claro que no hiciste nada malo Herms, cuando termines Cedric y yo de hacer esto te lo contare, te lo prometo.
Sin más la chica salió de su cuarto dejando a su amiga y yendo a seguir buscando junto a Cedric la sala de herederos.
Ambos amigos cuando se vieron fueron rápido a la parte exterior del castillo. En el comenzaron a buscar todos los rincones en los que pudiera estar la puerta.
-Creo que deberíamos buscar en los muros de las esquinas de las torres-dijo Cedric y Spica asintió.
-Si, creo que seria lo más fácil, aunque la escuela es demasiado grande...
-Podríamos usar nuestras escobas de quidditch.
Las escenas siguieron avanzando con ambos amigos buscando por cada esquina del castillo en cada muro algo que pareciera una puerta, pero no hallaban nada ya eran pasadas las cinco de la tarde cuando Spica logro ver algo detrás de un arbusto.
-Cedric creo que hay algo ahí-dijo mientras señalaba el lugar para desmontar su escoba.
Al estar frente al arbusto entre los dos quitaron ramas que les estorbaban hasta llegar a la parte del muro, ahí Spica lograba ver la puerta.
-Aquí es-dijo emocionada.
-Segura yo no veo nada-dijo confundido.
-Por que no ve nada, si nosotros claro vemos una puerta del mismo color y diseño del muro del castillo-preguntó Seth.
-Recuerden que ustedes ven todo a través de mis recuerdos, por lo que ven lo que yo veía y bueno la puerta solo la podemos ver los herederos directos.
Spica abrió la puerta, dejándolos entrar sorprendiendo en el proceso a Cedric.
La sala era del color de la piedra, tenía los cuatro estandartes con las banderas de cada casa y en el centro la de Hogwarts, tenía estantes de libros divididos por cada familia y cuatro sillones; En el centro se encontraba un pensadero y desde ahí podían ver el segundo piso que se encontraba con cuatro camas, cada una de cada casa. Era un lugar sencillo pero acogedor.
-¡La hemos encontrado, Cedric!
Spica estaba más que emocionada, por lo que abrazo al mayor tomándolo por sorpresa pero no tardo en regresarle el abrazo. Al separarse del abrazo Spica no perdió el tiempo y fue a ver cada estantería, pero al tratar de tomar uno de los libros de Hufflepuff para que Cedric pudiera ver algo más de su casa, este mismo la expulso haciendo que callera en uno de los sillones que se encontraban en la sala.
-¡Spica!-Cedric corrió a ella-. ¿Estas bien? Creo que no deberíamos estar aquí, puede ser peligroso.
-Nunca antes un librero me había atacado-menciono con diversión-. Estoy bien y no creo que sea peligroso, solo creo que no puedo agarrar todo lo que quiera.
Spica se levanto y fue al área de Slytherin, acerco con cuidado su mano para tomar cualquier libro y ahora si pudo sin que este la volviera a expulsar.
Ambos se quedaron ahí en la sala un buen tiempo, se encontraban investigando más a fondo la sala, para Spica era muy interesante ya que ella podía ver más cosas de las que Cedric apreciaba y gracias a que los Cullen y la manada miraban por sus recuerdos veían todo lo que ella, había partes en las paredes que contaban historias, habia cuadros de cada uno de los herederos directos y algo que los sorprendió demasiado a ambos, es que al final de los cuadros pertenecientes a Slytherin ella aparecía junto al cuadro de su madre
-¿Cómo es posible que este cuadro este aquí? Nunca me han pintado o tomado una foto para este lugar.
-Sera parte de su magia, como el registro de los magos nacidos... la pluma mágica que nos anota para inscribirnos en Hogwarts cuando presentamos algún signo de magia.
El recuerdo siguió avanzando mostrando todo el tiempo que los amigos compartían en esa habitación, los recuerdos pasaban y veían como la chica pasaba la mayoría del tiempo en aquella sala, cuando regresaba a su sala común ya no se encontraba nadie despierto, por lo que nunca logro hablar con Hermione como ella quería.
Las escenas siguieron cambiando hasta llegar al día de Halloween.
Un día antes del día de Halloween, Harry se acerco a Spica en el entrenamiento de quidditch para preguntarle si quería acompañarlos a el cumpleaños de muerte de Nick Casi Decapitado, ella se nego excusándose conque había quedado con Cedric de ir a un lugar ese día.
El día de Halloween Spica al contrarío de sus amigos no asistió a la fiesta del fantasma de su casa y al contrario que todos los alumnos que fueron a la fiesta que se llevaba en el gran comedor, ella se encontraba sola en la sala de los herederos intentando encontrar algo que la ayudara a dar con la entrada de la cámara secreta.
Pero el tiempo pasaba y no encontraba nada, al mirar el reloj de pared que se encontraba en una de las paredes noto que ya era realmente tarde, para ese momento estaría terminando la fiesta de Halloween por lo que salió lo más rapido para lograr llegar a su torre sin ser vista.
Se encontraba llegando al vestíbulo cuando comenzó a escuchar una voz:
-... Desgarrar... Despedazar... Matar
"¿Por qué esa voz suena como Arminda? ¿Alguien más tendrá una serpiente? Es mejor que la encuentra antes de que alguien me culpe por lo que ella quiera realizar"
-... deseado... durante tanto tiempo...
Spica iba subiendo las escaleras con prisa, su cuerpo estaba reaccionando por si solo y eso le daba un poco de miedo.
-... matar... Es la hora de matar...
Pero para Spica eso no fue lo que la asusto, sino que escucho demasiado cerca los pensamientos de aquellas personas a las que ella quería más y se preocupo porque esa serpiente los pudiera atrapar o hacer algo, por lo que sus pasos se hicieron más rápidos.
-... huelo sangre... ¡HUELO SANGRE!
Cuando Spica por fin alcanzo a sus amigos, sin escuchar más a esa voz miró como se encontraban de pie frente a un muro, por lo que se acerco ganándose sus miradas de desconcierto.
-Chicos se encuentran bien, nadie los ha atacado-Harry negó y le señalo el muro.
LA CÁMARA DE LOS SECRETOS HA SIDO ABIERTA, TEMED, ENEMIGOS DEL HEREDERO.
-No puede... no puede estar abierta-se dijo así misma Spica, aunque Harry logro escucharla.
-¿Qué es lo que cuelga ahí debajo?-preguntó Ron, con un leve temblor en la voz.
Al acercarse más, Spica tuvo que sostener de un brazo a Harry que casi resbala con un gran charco de agua. Los cuatro se acercaron despacio a la inscripción, con los ojos fijos en la sombra negra que se veía debajo. Al comprender lo que era, dieron un brinco hacia atrás.
La Señora Norris, la gata del conserje, estaba colgada por la cola en una argolla de las que se usaban para sujetar las antorchas. Estaba rígida como una tabla, con los ojos abiertos y fijos
No se movieron, hasta que Ron dijo: -Vámonos de aquí.
-No deberíamos intentar...-comenzó a decir Harry.
-Hacerme caso-interrumpió Ron-; mejor que no nos encuentren aquí.
Antes de que se pudieran ir. Un ruido, como de trueno distante, indicó que la fiesta acababa de terminar. De cada extremo del corredor, llegaba el sonido de cientos de pies que subían las escaleras y la charla sonora y alegre de gente. Un momento después, los estudiantes irrumpían en el corredor por ambos lados.
De un momento a otro todo quedo en silencio. Los cuatro estaban solos, en medio del corredor, cuando se hizo el silencio entre la masa de estudiantes, que presionaban hacia delante para ver el espectáculo.
Una voz se elevo en medio del silencio:- ¡Temed, enemigos del heredero! ¡Los próximos serán los sangres sucia!
Draco Malfoy, con expresión alegre, avanzo hasta la primera fila.
-¿Qué pasa aquí? ¿Qué pasa?-el conserje se abría paso a empujones. Vio a la Señora Norris y se echó atrás, llevándose horrorizado las manos a la cara.
-¡Mi gata! ¡Mi gata! ¿Qué le ha pasado a la Señora Norris?-chilló. Con los ojos fuera de las órbitas, se fijó en Harry y Spica-. ¡Tú! ¡Ustedes!-chilló-. ¡Tú! ¡Tú has hecho que tu amiga matara a mi gata! ¡Ustedes la han matado! ¡Y yo los mataré a ustedes! ¡Los...!
-¡Argus!-la voz de Dumbledore, seguido de otros profesores. En unos segundos, pasó por delante de los cuatro amigos y sacó a la Señora Norris de la argolla.
-Ven conmigo, Argus. Ustedes también, Slytherin, Potter, Weasley y Granger.
Todos llegaron al despacho de Lockhart, notaron como las fotografías del profesor trataban de esconderse de la vista de los demás. En el despacho se encontraban la profesora Mcgonagall, el profesor Snape, Lockhart, Argus Filch, el director y los cuatro amigos.
Dumbledore acercó la punta de su nariz larga y ganchuda a una distancia de apenas dos centímetros de la piel de la Señora Norris. La profesora Mcgonagall estaba casi tan inclinada como él, con los ojos entornados. Snape estaba muy cerca detrás de ellos, con una expresión peculiar, como si estuviera haciendo grandes esfuerzos para no sonreír. Y Lockhart rondaba alrededor del grupo, haciendo sugerencias.
Todos prestaban atención a lo que Lockhart decía, mientras que los demás profesores se encontraban concentrados en la gata, hasta que la voz del profesor Dumbledore se escucho.
-No está muerta, Argus.
-¿Qué no está muerta? ¿Y por qué no está rígida?
-La han petrificado-explicó Dumbledore.
-Ah, ya me parecía a mí...-dijo Lockhart.
-Pero no podría decir como...
-¡Pregúntele!-chilló Filch, volviendo a Harry.
-Ningún estudiante de segundo curso podría haber hecho esto-dijo Dumbledore con firmeza-. Es magia negra muy avanzada.
-¡Lo hizo ella!-saltó Filch, con rostro enrojecido-. ¡Ya ha visto lo que escribió en el muro!-todo lo decia viendo a Spica, para luego dirigir una mirada a Harry, para ver nuevamente a Dumbledore-. Él encontró... en la conserjería... Sabe que soy, que soy un... ¡Sabe que soy un squib!-concluyó.
-¡Ninguno a tocado a la Señora Norris!-dijo Spica con voz potente.
-Spica tiene razón, ninguno de los dos le ha echó algo a su gata, y no siquiera sé lo que es un squib-hablo Harry con incomodidad por las miradas que les mandaban todos en la habitación.
-¡Mentira!-fruñó Filch-. ¡Él vio la carta de Embrujorápid!
-Si se me permite hablar, señor director-dijo Snape-, Slytherin, Potter y sus amigos simplemente podrían haber encontrado en el lugar menos adecuado en el momento menos oportuno-dijo, aunque con una leve expresión de desprecio en los labios-; sin embargo, aquí tenemos una serie de circunstancias sospechosas: ¿por qué se encontraban en el corredor del piso superior? ¿Por qué no estaban en la fiesta de Halloween?
Todos notaron como Spica guardaba silencio mientras que Harry, Ron y Hermione se pusieron a dar a la vez una explicación sobre la fiesta de cumpleaños de muerte.
-... había cientos de fantasmas que podrían testificar que estábamos allí.
-Pero ¿por qué no se unieron a la fiesta después?-preguntó Snape. Los ojos negros le brillaban a la luz de las velas-. ¿Por qué subieron al corredor?-después paso su mirada a Spica la que se encontraba más atrás de sus amigos.
-Porque..., porque...-dijo Harry-, porque estábamos cansados y queríamos ir a la cama.
-¿Sin cenar?-preguntó Snape-. No sabía que los fantasmas dieran en sus fiestas comida buena para los vivos.
-No teníamos hambre-dijo Ron con voz potente, pero sus tripas sonaron en ese preciso instante.
-Tengo la impresión, señor director, de que Potter no está siendo completamente sincero-dijo-. Podría ser una buena idea privarle de determinados privilegios hasta que se venga a contarnos toda la verdad. Personalmente, creo que debería ser apartado del equipo de quidditch de Gryffindor hasta que decida no mentir... y por otro lado Slytherin, ella no a dicho donde a estado ya que ella al igual que sus amigos no apareció en la fiesta de Halloween; por lo que creo conveniente tenga los mismos castigos que Potter.
-Francamente, Severus-dijo la profesora Mcgonagall bruscamente-, no veo razón para que el muchacho deje de jugar al quidditch. Este gato no ha sido golpeado en la cabeza con el palo de una escoba. No tenemos ninguna prueba de que Potter o Slytherin haya hecho algo malo.
Dumbledore miraba solo a Harry de forma inquisitiva. Mientras que Spica solo era ignorada por él o eso pensaban.
-Son inocentes hasta que se demuestre lo contrario, Severus-dijo con firmeza. Snape y Filch se les apreciaba lo furiosos que se encontraban.
-¡Han petrificado a mi gata!-gritó-. ¡Exijo que se castigue a los culpables!
-Podremos curarla, Argus-dijo Dumbledore-. La señora Sprout ha conseguido mandrágoras recientemente. En cuanto hayan crecido, haré una poción con la que revivir a la Señora Norris.
-La haré yo-acometió Lockhart-. Creo que la he preparado unas cien veces, podría hacerla hasta dormido.
-Disculpe-dijo Snape con frialdad-, pero creo que el profesor de Pociones de este colegio soy yo.
Un silencio incómodo apareció.
-Pueden irse-dijo Dumbledore a los chicos, pero antes de que se fueran volvió a hablar-. Señorita Slytherin puede quedarse un momento más.
Spica asintió con tranquilidad, ella sabia que no hizo nada malo por lo que no tenia nada que temer.
>>Profesores, señor Filch, si me disculpan-ahora se dirigió a los mayores, Dumbledore comenzó a caminar-. Señorita Slytherin sígame.
Ambos salieron del despacho de Lockhart y pasaron el salón de DCAO, al llegar al pasillo se encontraron con los otros tres chicos, que al ver al director con su amiga estaban sorprendidos; trataron de acercarse pero ella se los impidió con una mirada.
Director y alumna llegaron hasta el despacho del director, hasta no estar dentro de este el mayor no pronuncio nada, al igual que ella.
-Profesor...
-Señorita Slytherin, ¿podría decirme que sabe acerca de la Cámara de los Secretos?
-Bueno señor, se que Salazar Slytherin fue quien la creo... también que por ser yo una Slytherin se me considera la principal sospechosa de haberla abierto; pero yo no se donde se encuentra ni que secretos oculta-hablo con firmeza.
-¿Sabe quien fue el ultimo en abrir dicha cámara?
-No, señor. Pero al ver las reacciones que los profesores han tenido me imagino que no fue nada agradable.
-En efecto, la última vez que la Cámara de los Secretos fue abierta, termino en desgracia. Yo en ese entonces aun no era director y el colegio estuvo apunto de cerrar, por eso es que me gustaría que me dijera donde se encontraba en esta noche... así podre ayudarla si la situación lo llega a meritar.
-Bueno... me encontraba en la sala de los herederos, encontró hace unas semas su ubicación y me a gustado, contiene realmente demasiadas cosas sobre mis antepasados.
-Ya veo... sabe que esa sala no puede ser mostrada a nadie más verdad-ella asintió-. Bien, no le contara la verdad de donde estuvo a nadie esta noche ni siquiera a sus amigos, si le preguntan diga que se encontraba en su habitación-el profesor Dumbledore la miró con mayor seriedad-. ¿No hay otra cosa que me quiera contar acerca de esta noche?
-Yo... yo escuche algo-dijo no muy convencida-. Me dio pánico e intente llegar a mis amigos rápido, pero luego paso lo del escrito en el muro y ya no escuche aquello.
-Bien, puede retirarse. Si vuelve a escuchar aquello no dude en avisarme.
-Gracias, director.
La escena volvió a cambiar ahora se mostraba a Spica cruzando el cuadro de la dama gorda y encontrándose a sus amigos sentados en los sillones de la sala común.
-¡Spica! ¿Estas bien? ¿Te han castigado?-la primera en hablar fue Hermione.
-Estoy bien, el profesor Dumbledore solo quería hablar unas cosas conmigo y del porque no me encontraba en la fiesta de Halloween.
-Spica... me preguntaba-hablo Harry, se le notaba nervioso- ¿Cómo nos has encontrado?
-Ya sabes, escuche sus pensamientos y como escuche que estaban muy agitados pensé que Malfoy los había asustado con alguna de sus estúpidas bromas, yo solo me quería asegurar que estuvieran bien... chichos de verdad me encuentro cansada, hablamos mañana.
Sin más se fue a su habitación siendo seguida por Hermione.
Las escenas comenzaron a cambiar en ellas se podía notar como Spica les mentía a sus amigos cada vez que le preguntaban a donde iba sin ellos, pero la razón era que no podía decirles que se encontraba buscando la entrada a la cámara secreta por medio de los libros que se hallaban en aquella sala a la que ellos no debían de conocer.
Pero al mismo tiempo que pasaban las escenas también notaban como los alumnos que era de padres muggles como ella los llamaba se alejaban cada vez que ella pasaba, al igual que varios magos de sangre pura.
Pero todo empeoro después de la clase del profesor Binns en la que a Hermione se le ocurrió preguntar por la leyenda de la cámara de los secretos; Ahora todos en la escuela miraban con mayor temor a Spica, por ser la unica descendiente conocida del mago oscuro Salazar Slytherin.
Los entrenamientos de quidditch ahora eran una tortura para ella por culpa de que todos la creían la culpable del suceso con la gata de Filch; aunque la profesora Mcgonagall trato de hablar con los estudiantes de su casa para que supieran que Spica no tenia nada que ver.
Llego el sábado en que sería el primer juego de quidditch siendo ella y Harry los principales sospechosos de abrir la cámara de los secretos, toda la afición se encontraba ya en sus puestos y los jugadores montando a sus escobas.
Spica se encontraba ya en su escoba jugando con sus otras dos compañeras, el problema radicaba en que le tenían miedo y ya no confiaban en ella; Las jugadas se veían afectadas por ello.
Para Harry no iba mejor el juego ya que era perseguido por una de las bludgers, por lo que Wood hizo que todo el equipo bajara al campo.
-¿Qué ocurre?-pregunto Wood, cuando el equipo se reunió, mientras que eran abucheados por Slytherin-. Nos están haciendo papilla. Fred, George, ¿Dónde estaban cuando la bludger le impidió marcar a Angelina?
-Estábamos ocho metros por encima de ella, Oliver, para evitar que la otra bludger matara a Harry-dijo George enfadado-. Alguien la ha manipulado..., no dejará en paz a Harry, no ha ido detrás de nadie más en todo el tiempo. Los de Slytherin deben de haberle hecho algo.
-Pero las bludgers han permanecido guardadas en el despacho de la señora Hooch desde nuestro último entrenamiento, y aquel día no les pasaba nada...-Wood estaba perplejo.
La señora Hooch iba hacia ellos.
-Escuchen-Harry habló-, con ustedes dos volando todo el rato a mi lado, la única posibilidad que tengo de atrapar la snitch es que se meta por la manga. Vuelvan a proteger al resto del equipo y déjenme que me las arregle solo con esa bludger loca.
-No seas tonto-dijo Fred-, te partirá en dos.
Wood miraba a Harry como a los Weasley.
-Oliver, esto es una locura-dijo Alicia Spinnet enfadada-, no puedes dejar que Harry se las arregle solo con la bludger. Esto hay que investigarlo.
-¡Si paramos ahora, perderemos el partido!-argumentó Harry-. ¡Y no vamos a perder frente a Slytherin sólo por una bludger loca! ¡Vamos, Oliver, diles que dejen que me las arregle yo solo!
-Esto es culpa tuya-dijo George a Wood, enfadado. Pero antes de que pudiera seguir con su reclamo Spica habló.
-Podríamos dejar a Harry con uno de los gemelos para que le cubra la espalda de la bludger loca, mientras que el otro gemelo nos cuida a nosotros... pero yo diría que debería de cuidar mas a Oliver ya que si perdemos al guardián Slytherin tendrá más oportunidad de meter puntos.
Todos la miraron impresionados, Harry iba a hablar pero fue interrumpido por los gemelos que se miraron para luego ver a el equipo.
-Yo cuidare de Harry-hablo George-. Fred cuidara de Wood y ganaremos.
Llegó la señora Hooch.
-¿Listos para seguir?-preguntó a Wood.
-Bien-dijo-. Fred y George, harán lo que dijo Spica..., uno cuidara a Harry y el otro al equipo; Pero... la prioridad es el equipo, ya que Harry cree lograrlo el solo.
Ninguno se pudo negar ya que el partido se reinicio de inmediato.
La lluvia volvió a arreciar. Al toque de silbato de la señora Hooch, Spica se propulso por los aires, y enseguida pudo sentir como sus compañeras confiaban más en ella, ya que los pases aunque más complicados por la lluvia, sus técnicas eran las mejores, ya que las tres eran una gran combinación de rapidez, agilidad y estrategia.
Las anotaciones iban en aumento para el equipo de Gryffindor, mientras que los Slytherin cada vez se frustraban más al notar que las tres cazadoras estaban jugando enserio.
Los Cullen y la manada que miraban todo con atención se sorprendían por lo que veían que pasaba en el partido, para ellos era sorprendente. De un momento a otro escucharon el sonido que hacia un hueso al romperse, y notaron que venia de aquel que habia caído frente a ellos.
Todo el equipo de Gryffindor bajo de sus escobas y se acercaron al chico que seguía en el suelo, para su sorpresa era Harry con la snitch entre sus dedos de la mano que se encontraba sana, ya que la otra se encontraba en una posición indebida.
Los Cullen se asombraron de ver que el chico siguiera consiente después de tal caída y fractura, la manada miraba asombrados al chico al saber que el dolor que debería estar sintiendo era lo suficiente fuerte como para que se desmayara.
Pero como pensaban ellos el chico no tardo en desmayarse.
-Ajá-dijo sin fuerzas Harry-, hemos ganado.
Y se desmayó.
Spica se coloco sosteniendo la cabeza de Harry en sus piernas, mientras que todos se acercaban a donde se encontraban, pero el primero en llegar fue el profesor Lockhart; La lluvia caía en sus cabezas, Spica trataba que a Harry no le cayera demasiada por estar inconsciente, mientras ella trataba de hacer que el chico reaccionara y esperando a que alguien llamara a la señorita Pomfrey.
Harry reacciono de un momento a otro, mirando a Lockhart y diciendo: -¡Oh, no, usted no!
-No sabe lo que dice-explicó Lockhart en voz alta-. Que nadie se preocupe: voy a inmovilizarle el brazo.
-¡No!/¡Ni se le ocurra!-gritaron ambos chicos, para Harry continuar hablando-, me gusta como está, gracias.
Cuando Spica trato de ayudar a su amigo a levantarse al verlo batallar en ello. Oyeron cerca un "¡clic!" que le resultó familiar.
-No quiero que hagas fotos, Colin-dijo el chico.
-Vuelve a tenderte, Harry-dijo Lockhart, tranquilizador-. No es más que un sencillo hechizo que he empleado incontables veces.
-¿Cómo el de la clase con los duendecillos?-inquirió Spica logrando que Lockhart la mirara con desagrado.
-¿Por qué no me envían a la enfermería?-masculló Harry.
-Así debería hacerse, profesor-dijo Wood, lleno de barro y sin poder evitar sonreír-. Fabulosa jugada, Harry, realmente espectacular, la mejor que hayas hecho nunca, yo diría.
Spica dejo a Harry nuevamente recostado en el suelo cuando ya no lo pudo sostener más, momento que Lockhart aprovecho.
-Apártense.
-No... ¡no!-pero Lockhart no le hizo caso apuntando su varita al brazo de Harry.
-¡Aaah!-Spica no pudo evitar ahogar un grito y alejarse de Harry, al ver su brazo.
-¡Ah!-dijo Lockhart-. Sí, bueno, algunas veces ocurre esto. Pero el caso es que los huesos ya no están rotos. Eso es lo que importa. Así que, Harry, ahora debes ir a la enfermería. Ah, señorita Slytherin, señor Weasley, señorita Granger, ¿pueden ayudarle? La señora Pomfrey podrá..., esto..., arreglarlo un poco.
-Por algo ella es la enfermera y no usted-menciono con enojo Spica-. Ella no hubiera dejado el brazo de Harry como un brazo de goma, es un completo inútil.
Dijo mientras ayudaba a Harry nuevamente a levantarse con ayuda de Ron y Hermione. Todos los que veían la discusión se asombraron de escuchar como Spica le hablaba al mayor, ella siempre fue respetuosa con todos incluso con Snape.
La escena cambio ahora se encontraban en la enfermería, con una Pomfrey enfadada.
-¡Tendrían que haber venido enseguida aquí! Puedo recomponer los huesos en un segundo..., pero hacerlos crecer de nuevo...
-Pero podrá, ¿no?-dijo Harry, lo único que lo mantenía en calma era que Spica se encontraba sosteniendo su mano buena en muestra de apoyo.
-Desde luego que podré, pero será doloroso-dijo en tono grave la señora Pomfrey, dando un pijama a Harry-. Tendrás que pasar aquí la noche.
Mientras que Ton ayudaba a cambiarse a Harry; Hermione miraba a su amiga.
-Pregunta lo que quieras Herms, no me molestare por nada de lo que digas.
-Oh, bueno... quería saber el porque ya no te juntas con nosotros... pasas ahora demasiado tiempo en algún otro lado y me preocupo por ti.
"No puedo decirles la verdad, pero Hermione nunca diría nada y además Cedric ya lo sabe, Hermione es mi mejor amiga ella lo entenderá"
-Debes de prometer que no le dirás nada a nadie-hablo de manera seria.
-Lo prometo-respondió con rapidez.
-Bueno... hace un tiempo descubrí una sala en la escuela, se llama la sala de los herederos. Es un cuarto que solo puede ser descubierto por aquellos que sean descendientes directos de cualquiera de los fundadores de la escuela; Cedric me ayudo a encontrarla y cada vez que desaparezco o no me encuentro con ustedes es porque estoy en ella, leyendo sus libros para tratar de encontrar la entrada a la cámara secreta...
-¿Por qué no lo dijiste antes, pudimos ayudarte?
-Porque Dumbledore me lo prohibió, nadie puede saber de ella. El me advirtió y dijo que no podía decirles a ustedes ni a nadie; además solo yo puedo tomar los libros que ahí se encuentran-Hermione la miraba asombrada-. Debes de prometerme que no dirás nada, estoy segura que en algún momento todos pensaran que yo soy la culpable de abrir la cámara de los secretos, no solo unos pocos sino que todos lo creerán, en ellos estoy más que segura se encontraran los chicos... aun así no les diré lo que de verdad estoy asiendo, solo espero lograr descubrir quien abrió la cámara y poder cerrarla antes de que ocurra algo malo.
Hermione no pudo más que asentir porque Ron comenzó a hablar.
-¿Te atreves ahora a defender a Lockhart, Hermione? Si Harry hubiera querido que lo deshuesaran, lo habría pedido.
-Cualquiera puede cometer un error-dijo Hermione-. Y ya no duele, ¿verdad, Harry?
-No-respondió Harry-, no duele ni sirve para nada. Spica tuvo razón en todo lo que le dijo.
Las dos amigas y la señora Pomfrey cruzaron la cortina. La señora Pomfrey llevaba una botella grande cuya etiqueta ponía "Crecehuesos".
-Vas a pasar una mala noche-dijo ella-. Hacer que los huesos vuelvan a crecer es bastante desagradable.
La señora Pomfrey se retiró, dejando que Ron, Hermione y Spica ayudaran a Harry a beber un poco de agua.
-¡Pero hemos ganado!-le dijo Ron, sonriendo tímidamente-. Todo gracias a tu jugada. ¡Y la cara que ha puesto Malfoy... parecía que te quería matar!
-Yo lo que me preguntó, es como logro hechizar la bludger-dijo Spica.
-Yo también lo quiero saber-concordó con ella Hermione.
-Chicos tengo que irme... los veo mañana, te vendré a hacer compañía en la madrugada Harry. Nos vemos-dijo de un momento a otro Spica corriendo a la salida de la enfermería, pero antes de salir gritó-. ¡Nos vemos Poppy!
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