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Part. 3 Capitulo 19

-Ahora mismo comenzaran a pasar mis recuerdos de mi segundo año-les dijo Spica, recibiendo un asentimiento por parte de todos.

Las escenas volvieron a cambiar, vieron como los amigos se reunían a las afueras de Gringotts, y después de separarse para cada uno poder tener su dinero. Al salir a las escaleras de mármol, todos se volvieron a separar. Percy el hermano mayor de los Weasley iria por otra pluma. Fred y George se fueron junto con Lee Jordan. La señora Weasley y Ginny fueron a una tienda de túnicas de segunda mano; El señor Weasley insistio en invitar a los Granger y al Swan a tomar algo en el caldero Chorreante.

-Nos veremos dentro de una hora en Flourish & Blotts para comprar los libros de texto-dijo la señora Weasley antes de irse-. ¡Y no se acerquen al callejón Knockturn!-gritó a los gemelos, que se alejaban.

Mientras que paseaban por las calles del callejón Harry les invito un helado de fresa y mantequilla de cacahuate, que devoraron con avidez mientras subían por el callejón, contemplando los fascinantes escaparates. Mientras que Harry, Ron y Spica se encontraban admirando diferentes escaparates de Artículos de calidad para el juego de quidditch, hasta que Hermione se llevó a la fuerza con ayuda de Spica a sus amigos a la puerta de al lado, donde debían comprar tinta y pergamino. En la tienda de Artículos de broma Gambol y Japes se encontraron a los gemelos Weasley y Lee Jordan, y en una tienda pequeña de trastos usados, encontraron a Percy; Al final salieron de aquella tienda dejándolo solo, ya que los corrió.

Pasada la hora acordada los cuatro se encaminaron a Flourish & Blotts. No eran, ni mucho menos, los únicos que iban a la librería. Al estar cerca se notaba a una multitud que se apretujaba en la puerta, tratando de entrar. 

"Es sumamente guapo y valiente"

"No existe un mejor mago que él"

"No existe mago más valiente que Lockhart"

"Espero me autografíe mis libros"

Todos esos eran pensamientos que le llegaban a Spica y por lo tanto se encontraban oyendo.

"¿Ese tipo no es que autor de los libros que nos pidieron?"

Ese fue el pensamiento de Spica. 

Los Cullen y la manada se encontraban asombrados de la cantidad de gente que había en un lugar que se veía tan pequeño, al escuchar los pensamientos las mujeres del clan Cullen, esperaban poder ver al mago para poder juzgarlo, mientras que la manada tenía un vago recuerdo las burlas que Spica había con referencia de ese profesor.

En la ventana del escaparate se podía leer:

GILDEROY LOCKHART

firmara hoy ejemplares de su autobiografía

EL ENCANTADOR

de 12:30 a 16:30 horas.

-¡Podremos conocerlo en persona!-chilló Hermione-. ¡Es el que ha escrito casi todos los libros de la lista!

La mayoría de las personas formadas eran mujeres de la edad de la señora Weasley. En la entrada había un hombre el cual decía:

-Por favor, señoras, tengan calma..., no empujen..., cuidado con los libros.

Los cuatro consiguieron al fin entrar. En el interior de la librería, una larga cola serpenteaba hasta el fondo, donde Gilderoy Lockhart estaba firmando libros. Cada uno tomo un ejemplar de Recreo con la bashee y se unieron con disimulo al grupo de los Weasley, que estaban en la cola junto a los padres de Hermione y al padre de Spica.

-¡Qué bien, ya están aquí!-dijo la señora Weasley. Mientras se arreglaba el cabello con las manos-. Enseguida nos tocará.

-¿Ese es el mejor mago?-pregunto asombrado Billy y Spica rio.

-En realidad es el mago más idiota que puedas conocer, además de petulante y pomposo.

-Fuera de aquí-gruño a Ron, un hombre de baja estatura que tomaba fotos con su gran cámara la cual sacaba humaredas de color púrpura a casa destello cegador del flash-. Es para el diario El Profeta.

-¡Vaya cosa!-exclamó Ron sobándose el pie en el sitio en el que lo habían pisado.

Al parecer esto llamo la atención de Lokhart que levantó la vista. Vio a Ron y luego a Harry, y se fijó en él. Entonces se levantó de un salto y gritó con rotundidad:

-¿No será ése Harry Potter?

El chico paso al frente y le tomaron fotos junto al mago, aunque se le notaba demasiado incomodo; Antes de que Harry se pudiera ir de su lado este lo tomo por los hombros estrechándole:

-Señoras y caballeros-esto hizo que todos guardaran silencio-. ¡Éste es un gran momento! ¡El momento ideal para que les anuncie algo que he mantenido hasta ahora en secreto! Cuando el joven Harry entró hoy en Flourish & Blotts, sólo pensaba comprar mi autobiografía, que estaré muy contento de regalarle-todos aplaudían-. Él no  sabía que en breve iba a recibir de mí mucho más que mi libro El encantador. Harry y sus compañeros de colegio contarán con mi presencia. ¡Sí, señoras y caballeros, tengo el gran placer y el orgullo de anunciarles que este mes de septiembre seré el profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras en el Colegio Hogwarts de Magia!

Después de escuchar esa noticia Harry logro ir a l lado de sus amigos, todos se encontraban atentos en la discusión que tenían Malfoy y Harry; Hasta que vieron entrar a un hombre de cabella igual de rubia que la de Draco, el cual llamo al padre de Ron el cual se acababa de acercar a los chicos. 

Era el padre de Draco Lucios, después de escuchar la pelea entre los mayores y ver como el mayor de los Malfoy no dejaba de ver a Spica hasta que se retiraron. Al final todos regresaron al Caldero Chorreante donde se despidieron de los Weasley y de Harry, ya que Spica junto a su padre irían a la calle muggle al igual que Hermione y sus padres.

Ambas amigas iban juntas platicando mientras que los adultos solo las veían, aunque se encontraban recibiendo miradas de todos los transeúntes por la serpiente que portaba la pelinegra.

-Bueno Hermione, creo que aquí nos despedimos-dijo Spica a su amiga-. Nos vemos mañana en el expreso.

Se dieron un abrazo y despidieron de los mayores, para Charlie junto con Spica subir a su habitación de hotel.

Las escenas cambiaban con constancia, para los Cullen y la manada era asombroso, de verdad maravilloso el ver todo lo que sucedida ahí. Vieron como Spica subía al expreso, encontrándose con Hermione en el último compartimiento; Cuando ya estaban en la ceremonia y ambas preocupadas por sus amigos que no aparecían por ninguna parte.

Narra Thomas:

Ver todo lo que Spica había pasado era asombroso, era como ver una película que hablara sobre la vida de mi compañera. Lo único que odiaba era a ese chico que se parecía a mi hermano Edward; Siempre en cada oportunidad trataba de estar cerca de ella, de llamar su atención, como justo ahora que se encontraba lista para ir a dormir, pero fue interceptada por él.

-De verdad que no puedo esperar a que sea un nuevo día para hablarle-dije en voz alta mis pensamientos ocasionando las burlas de mi familia.

-Cedric para mi fue un gran apoyo en mi segundo año, Thomas... así que lo veras demasiado.

Quería preguntar el por qué, pero al mismo tiempo sabía que debía de esperar. Las escenas siguieron cambiando y vimos como Hermione se enojaba con los chicos hasta que llegaron los gemelos Weasley junto con Lee Jordan.

Uno de los gemelos abrazaba a Spica por los hombros y diciéndole "Es hora"

Narra Spica:

Podía ver como estaban entretenidos viendo todo lo que pasaba en mis pensamientos, justo en ese momento fue cuando me encontraba junto a Fred esperando escondidos en un pasillo a que George y Jordan, volvieran de a ver terminado los detalles de la broma que le hicimos a Filch.

Extrañaba demasiado a Fred, fue uno de mis más grandes amigos y pensar lo que habia pasado con el en la Guerra Mágica. 

-¡Fred! ¡Spica!

-¡Corran...!-los gritos de George y Jordan nos habían hecho salir corriendo de nuestro escondite a Fred y a mi.

-Debemos llegar al pasadizo George-dijo Fred dandole el mapa del merodeador-, revisa si no viene alguien más.

Nos habíamos detenido detrás de una columna todos escondidos.

-¿Qué es eso?-les pregunte.

-Esto mi querida pelinegra, es nuestro mayor orgullo-dijo Fred.

-El mapa del merodeador-termino George mostrándome lo que decia al inicio.

Los Srs.

Lunatico, Colagusano

Canuto y Cornamenta

están orgullosos de presentar

"El mapa del merodeador"

-¿Para qué sirve?

-Con el podemos saber donde esta cualquier persona, y nos ayudo a encontrar varios de los pasadizos que hemos ocupado desde nuestro primer año en Hogwarts.

-Se lo robamos a Filch.

-Les debemos demasiado a ellos...

Las escenas siguieron cambiando hasta donde se encontraban ella y sus amigos yendo a clase de Herbología.

Toda la clase se encontraba en la puerta, esperando a la profesora Sprout. Al llegar con el resto de la clase, a lo lejos se apreciaba como ella iba llegando junto con el profesor Lockhart detrás de ella. La profesora llevaba un montón de vendas en los brazos.

"Eso es nuestra culpa. Nosotros dañamos las ramas del sauce boxeador"

"Seria mejor que quitaran a ese maldito árbol. Destruyo mi varita"

Eran los pensamientos de Harry y Ron.

Se podía apreciar el contraste entre ambos profesores, Sprout siempre fue una bruja que iba con la ropa manchada por su trabajo con las plantas; mientras que Lockhart siempre se cuidaba porque su aspecto era lo más importante para él.

-¡Hola, qué hay!. Estaba explicando a la profesora Sprout la manera en que hay que curar a un sauce boxeador. ¡Pero no quiero que piensen que sé más que ella de botánica! Lo que pasa es que en mis viajes me he encontrado varias de estas especies exóticas y...

-¡Hoy iremos al Invernadero 3, muchachos!-ella estaba claramente disgustada.

La escena siguió avanzando viendo como Lockhart se llevaba junto a el a Harry, mientras que ella y sus otros dos amigos entraban en el invernadero 3 con el resto de la clase.

Narrador omnisciente:

Spica se encontraba divertida con las caras que ponían los Cullen y la manada al ver y escuchar a las mandrágoras.

-Que feas plantas-menciono Quill cuando vio como las sacaban los niños.

-Parecen bebés gordos, aunque con el rostro de un anciano-menciono Paul.

-Chillán con demasiada fuerza e irritabilidad-habló Emmet.

-Aunque no son bonitas y su chillido puede ser hasta mortal son demasiado útiles en el área mágico-les explico Spica con tranquilidad.

Las escenas siguieron cambiando, Thomas se acerco más a donde se encontraba Spica ya que se encontraba celoso de ver como el chico Hufflepuff en cada hora libre o cambio de hora se acercaba a Spica con cualquier pretexto. Las clases continuaban con normalidad hasta que llegaron a la hora de DCAO.

-De verdad que me cae muy mal ese chico Malfoy-menciono Alice-. Es demasiado odioso y el pequeño Collin Creevey es muy tierno...

-Pero su obsesión llega a cansar-menciono Spica interrumpiéndola-. Siempre quería una foto con Harry o conmigo ese año, lo peor fue el 14 de febrero.

-¿Por qué?-quiso saber Seth, aunque no era el único interesado.

-Ya lo verán.

Todos estaban atentos al examen que les aplicaba el profesor Lockhart. Pero ninguno de los que presenciaba ese recuerdo pudo evitar hacer una mueca al darse cuenta de que trataba el examen exactamente.

Después de ver como hablaba sobre lo mal o bien que les fue en el examen, notaron como debajo de su escritorio sacaba una gran jaula, para al ser descubierta encontrar a las creaturas que creían más horribles, de nombre "Duendecillos de Cornualles"

-De verdad es un idiota-soltó Paul, al mismo tiempo en que la campana sonaba y todos salían corriendo.

-Bueno, ustedes cuatro meterán en la jaula los que quedan-Lockhart salió corriendo y cerrando la puerta, mientras que les decía a Spica y sus amigos lo que debían de hacer.

-¿Han visto?-bramó Ron, cuando uno de los duendecillos que quedaban le mordió en la oreja haciéndole daño.

-Sólo quiere que adquiramos experiencia práctica-dijo Hermione, inmovilizando a dos duendecillos a la vez y metiéndolos en la jaula.

-¿Experiencia práctica?-dijo Harry, mientras trataba de atrapar a uno que bailaba fuera de su alcance sacando la lengua-. Hermione, él no tenía ni idea de lo que hacía.

-Mentira-defendió Hermione-. Ya has leído sus libros, fíjate en todas las cosas asombrosas que ha hecho...

-Que él dice que ha hecho-añadió Ron.

-Saben, Lockhart es un inútil como profesor y debemos de apurarnos si queremos terminar con esto rápido-dijo Spica, todos asintieron-. ¡Petrificus totalus!

Con ello todos los duendecillos quedaron inmóviles, todos los que se encontraban volando comenzaron a caer al suelo y entre los cuatro los volvieron a meter en la jaula sin mayor inconveniencia.

-Lo ves Hermione, Spica si es una gran bruja y eso que solo va en segundo año. Lockhart es un inútil que ni siquiera logro controlar a los duendecillos.

Las escenas cambiaban al igual que avanzaban los días en los recuerdos y ahora podían comprender lo que Spica había dicho del pequeño Colin Creevey, el cual parecía saberse los horarios de Spica y Harry de memoria. El niño era tierno, pero conforme pasaban los días notaban lo insistente que era, incluso era feliz cada vez que Spica le dirigía la mirada; mientras que con Harry trataba de hablar.

La escena paro en cuanto todo estaba oscuro o eso creyeron, pero al final se dieron cuenta de que era porque Spica había estado dormida, hasta que alguien la despertó con sacudidas.

Frente a ella se encontraban Angelina y Katie, sus compañeras de Quidditch, ambas portando su uniforme del equipo y escobas en mano.

-¿Qué sucede chicas?

-¡Entrenamiento de quidditch-respondió Angelina con una mueca-. Vamos antes de que Oliver comience a gritarnos para que bajemos.

-Pero... apenas comienza a amanecer-dijo sentándose en su cama.

-Según Wood, forma parte de nuestro nuevo programa de entrenamiento. Ahora, toma tu escoba y andando-dijo Angelina, para que Spica se levantara.

Bostezando las tres chicas bajaron a la sala común ya vestidas con sus uniformes y escobas, ahí se encontraron con Wood quien les regalo una sonrisa.

-Ningún equipo ha empezado a entrenar todavía. Este año vamos a ser los primeros en empezar... Nos vemos en el campo dentro de quince minutos.

Harry que se encontraba recargado en uno de los sillones de la sala común se acerco a su amiga para saludarla.

-Hola Spica, ya le he dejado a Ron una nota explicándole donde estaremos.

-Hola Harry. Que bueno, a mi se me olvido dejarle una a Hermione... Lo mejor sería que fuéramos yendo a al campo.

Pero antes de que el par de amigos lograra salir por el retrato, oyeron tras de ellos unos pasos, vieron llegar corriendo a Colin Creevey, con la cámara colgada del cuello, además de que en su mano llevaba algo. Al detenerse frente a ellos, los vampiros vieron como el niño miraba a Harry para luego posar su mirada en Spica logrando que sus mejillas se tiñeran en rojo.

"Que linda se ve, me dejara tomarme una foto con ella"

"Que adorable"

-¡Oí que alguien pronunciaba tu nombre en las escaleras, Harry!-dijo cuando dejo de mirarla-. ¡Mira lo que tengo aquí! La he revelado y te la quería enseñar...

Sostuvo una foto frente a la nariz de Harry provocando que Spica soltara una pequeña risa.

>>¿Me la firmas?-le pidió con fervor.

-No-dijo rotundamente Harry y recibió un codazo de parte de Spica-. Lo siento Colin, pero tenemos prisa. Tenemos entrenamiento de quidditch.

Y jalo a Spica por el retrato.

-¡Eh, espérenme! ¡Nunca he visto jugar al quidditch!

El niño los seguía apresurado.

-Será muy aburrido-dijo Spica al notar como Harry no tenía paciencia, pero Colin no hizo caso solo se puso más rojo.

-Ustedes han sido los jugadores más jóvenes de la casa en los últimos cien años, ¿verdad, Harry? ¿Verdad que sí?-Colin ya estaba al lado de Harry-. Tienen que ser estupendos. Yo no he volado nunca. ¿Es fácil? ¿Ésas son sus escobas? ¿Son las mejores que hay?

Harry mantenía un agarre cada vez más fuerte en la muñeca de su amiga, la verdad era que ambos ya estaban cansados de que siempre Colin los estuviera siguiendo, aunque para Spica era más como tener a alguien tierno siguiéndola.

-No sé cómo es el quidditch, en realidad-reconoció Colin, sin aliento-. ¿Es verdad que hay cuatro bolas? ¿Y que dos van por ahí volando, tratando de derribar a los jugadores de sus escobas?

-Si-Harry de mala gana le contesto-. Se llaman bludgers. Hay dos bateadores en cada equipo, con bates para golpear las bludgers y alejarlas de sus compañeros. Los bateadores de Gryffindor son Fred y George Weasley.

-¿Y para qué sirven las otras pelotas?-preguntó Colin.

-La quaffle, es una pelota grande y roja, con ella se marcan los goles. Somos tres cazadores en cada equipo, entre nosotros nos pasamos la quaffle de uno a otro e intentamos introducirlas por los postes que están en el extremo del campo, tres postes largos con aros al final-le respondió Spica, para que Harry no se fuera a desquitar con el pequeño a su lado.

-¿Y la cuarta bola?-pregunto con una gran sonrisa.

"Le gustaría ir a un paseo conmigo si le pregunto"

Toda la manada se burlo de su amiga al ver como se ponía nerviosa en el recuerdo al captar el pensamiento del niño.

-No solo a los mayores sino también a los menores los tienes a tus pies-dijo Jacob con burla, logrando que Thomas soltara un gruñido.

 -Y olvidaste mencionar a los de mi edad-le siguió la broma Spica-. Debo de agradecerles a mis padres por ello.

El niño los siguió hasta que entraron en los vestuarios y les gritó:

-¡Voy a buscar un buen lugar!-mientras se iba alejando.

-Debo de admitir que para mi es impresionante el manejo que tienen con la escoba ¿Cómo es posible aguantar tanto tiempo sentado en el palo de una escoba?-hablo Carlisle con duda.

-Ni yo misma sabría como explicar aquello, pero es muy fácil tener el control de una escoba solo tienes que tener la confianza. Harry lo compara con montar a un caballo, aunque ninguno a cabalgado.

-¿Nosotros podrías montar en escoba?-quiso saber Emmet.

-No, la escoba solo es mágica cuando la ocupa alguien con sangre mágica, sino simplemente es una escoba la cual se romperá a la hora que intentes barrer con ella-dijo recordando como su padre había roto su Nimbus 2.000 al tratar de hacer la limpieza en su hogar.

Todos asintieron a la explicación de Spica y poniendo nuevamente atención a los recuerdos donde vieron como la niña no pudo poner la suficiente atención por culpa de sus compañeros de equipo que pensaban en lo que podrían estar desayunando en ese momento, en el que Wood los tenía encerrados en los vestidores.

Cuando Wood por fin los dejo salir al campo de juego para que pudieran practicar Spica junto con Harry iban hablando, hasta que la chica miró a las gradas encontrándose con Hermione y Ron en ellas.

-¿Aun no han terminado?-preguntó Ron, perplejo.

-Aún no hemos empezado-respondió Harry.

-Wood nos ha estado enseñando nuevas estrategias-les explico Spica.

Ambos montaron sus escobas y se elevaron en el aire. Dieron una vuelta por el estadio a toda velocidad, haciendo una carrera con Fred y George.

-¿Qué es ese ruido?-preguntó Fred, al volar a toda velocidad.

Colin estaba sentado en uno de los asientos superiores, con la cámara levantada, sacando una foto tras otra, y el sonido de la cámara se ampliaba extraordinariamente en el estadio vacío.

-¡Mira hacia aquí, Spica! ¡Aquí Harry! ¡Aquí!-chilló.

-¿Quién es ése?-preguntó Fred.

-Ni idea-mintió Harry-. Puede que sea uno de los nuevos admiradores de Spica-acelero para alejarse lo más posible, aunque no sabían si del niño o de su amiga que lo veía con ganas de tirarlo de la escoba.

-¿Así qué... un nuevo admirador?-dijo con burla Fred cuando su hermano se alejo.

-Y sabes que la lista es larga y sigue creciendo-ambos rieron, pero se detuvieron al ver como Wood aterrizaba con molestia en el campo.

-Creo que deberíamos ir-menciono Fred, para ir junto con su hermano, capitán de equipo y Harry al encuentro con los Slytherin.

-¡Flint!-Spica escucho el grito de Wood-, es nuestro turno de entrenamiento. Nos hemos levantado a propósito. ¡Así que ya pueden largarse!

-Hay bastante sitio para todos, Wood-replicó Marcus Flint capitán contrario.

La diferencia más notable de cada equipo, era que mientras en Gryffindor habían tres chicas, en el de Slytherin todos eran hombres, los cuales miraban con burla a Wood.

-¡Pero yo he reservado el campo!-Wood escupiendo de la rabia-. ¡Lo he reservado!

-¡Ah!-dijo Flint-, pero nosotros traemos una hoja firmada por el profesor Snape.

"Yo, el profesor S. Snape, concedo permiso al equipo de Slytherin para entrenar hoy en el campo de quidditch debido a su necesidad de dar entrenamiento al nuevo buscador".

-¿Ya tienes un nuevo buscador?-pregunto Wood-. ¿Quién es?

Detrás de seis corpulentos jugadores, apareció un séptimo, más pequeño, que sonreía: Draco Malfoy.

-¿No eres tú el hijo de Lucius Malfoy?-preguntó Fred, mirándolo con desagrado.

-Es curioso que menciones al padre de Malfoy-dijo Flint-. Déjame que te enseñe el generoso regalo que ha hecho al equipo de Slytherin.

Los siete presentaron sus escobas "Nimbus 2.001" es lo que se leía en las placas de oro.

-Ultimísimo modelo. Salió el mes pasado-dijo Flint con un ademán de desprecio, quitando una mota de polvo del extremo de la suya-. Creo que deja muy atrás la vieja serie 2.000. En cuanto a las viejas Barredoras-sonrió desdeñosamente a Fred y George-, mejor que las utilicen para borrar la pizarra.

Nadie dijo nada por un rato.

>>Miren. Invaden el campo.

-¿Qué ha ocurrido?-preguntó Ron a Harry y Spica-. ¿Por qué no juegan? ¿Y qué está haciendo ése aquí?

-Soy el nuevo buscador de Slytherin, Weasley-dijo Malfoy, con petulancia-. Estamos admirando las escobas que mi padre ha comprado para todo el equipo.

Ron miraba asombrado las sietes escobas.

-Son buenas, ¿eh? Pero quizás el equipo de Gryffindor pueda conseguir oro y comprar también escobas nuevas. Podrían subastar las Barredora 5. Cualquier museo pujaría por ellas-los Slytherin rieron.

-Pero en el equipo de Gryffindor nadie ha tenido que comprar su acceso-observó Hermione agudamente, haciendo que Spica sonriera-. Todos entraron por su valía.

Draco borró su mirada petulante:-Nadie ha pedido tu opinión, asquerosa sangre sucia-espeto él.

Los Cullen y la manada captaron que lo dicho por el niño fue un insulto, ya que las reacciones obtenidas fueron agresivas. Notaron como el capitán del equipo Slytherin cubría a Malfoy, para evitar que los gemelos Weasley saltaran sobre él. Mientras que otros solo gritaban, pero antes de que Spica lograra hacer algo todos vieron a Ron.

-¡Pagarás por esto, Malfoy!-sacó la varita por debajo del brazo de Flint, la dirigió al rostro de Malfoy.

Un estruendo resonó en todo el estadio, y del extremo roto de la varita de Ron surgió un rayo de luz verde que, dándole en el estomago, lo derribó sobre el césped.

-¡Ron! ¡Ron! ¿Estás bien?-chilló Hermione.

Antes de que Ron pudiera decir palabra alguna, emitió un tremendo eructo y le salieron de la boca varias babosas que le cayeron en el regazo.

Al Spica ver como el equipo de Slytherin se partía de risa. Mientras que los Gryffindor rodeaban a Ron, que seguía vomitando babosas grandes y brillantes.

-Lo mejor es que lo llevemos a la cabaña de Hagrid, que está más cerca-dijo Harry a sus amigas, ambas asintieron, entre Hermione y Harry lo tomaron por los brazos.

Colin se acerco con su cámara aun colgando de su cuello, pero justo cuando Harry se iba con Hermione que ayudaba a cargar a Ron, se giraron a ver a Spica que no los seguía.

-¿No vienes Spica?-le preguntó Hermione.

-En un momento los alcanzo, solo debo de hablar con Draco un segundo.

Todos se encontraban sorprendidos al escuchar a Spica, su voz sonó más profunda ya no tenía ni una pizca de diversión o alegría que normalmente ella tenía.

Con paso decidido se acerco a donde los Slytherin seguían muriéndose de la risa, tomo a Draco de la túnica para levantarlo del suelo donde se encontraba carcajeándose y lo apunto con su varita.

-¡Expulso!-Draco salió volando por el campo, pero Spica no dejo que tocara el suelo cuando ya estaba lanzando el siguiente hechizo-¡Wingardium Leviosa!

Draco comenzó a gritar, ya que de verdad tenía miedo, Spica lo mantenía en el aire flotando; Ahora los que reían eran los Gryffindor, Harry y Hermione que habían comenzado a escuchar gritos, miraron con sorpresa a un Draco flotador. La mirada de Spica era de diversión, mostraba una sonrisa de lado, que podría descifrarse como una de diversión y venganza.

Spica podía escuchar como Colin Creevey sacaba fotos con su cámara, ningún Slytherin se atrevía a intervenir, ya que la mirada que ella les mostro cuando trataron de detenerla los hizo congelar. De un momento a otro Spica se detuvo en su lugar y bajo a Malfoy.

"¿Por qué tanto alboroto?"

Era la profesora Mcgonagall, Spica había logrado escuchar como se acercaba, por lo que sin dar explicación de nada, solo una mala mirada dedicada a todos los Slytherin; salió corriendo a casa de Hagrid.

Cuando llego a la cabaña de Hagrid ni siquiera toco, solo entro y se junto a Ron, el cual seguía expulsando babosas por la boca, mientras que el semigigante la miraba con curiosidad y Hermione la veía desaprobatoriamente; aunque la mirada de Harry fue la mejor, ya que el la miraba divertido, pero preocupado a la vez.

-¿Qué paso?-dijo Hagrid.

-Spica hiso que que Malfoy flotara después de que nos lleváramos a Ron-dijo Hermione con los brazos cruzados.

-¿De verdad?-Hagrid lucia asombrado.

-Se lo merecía, te dijo sangre sucia y Ron termino expulsando babosas al quererlo hechizar, no podía quedarme sin hacer nada, son mis amigos.

-¿Por qué has venido corriendo entonces, Spica? No digo que estuviera bien lo que has hecho, ¿pero porque venir así?

-Oh, bueno... puede que casi me atrapara Minie.

-¡Spica!

-¡Logre irme antes de que me viera! Además dudo que alguno de los del equipo de Gryffindor me delate, los de Slytherin estaban asustados y Malfoy si quiere conservar el poco orgullo que le queda, dudo que hable.

Los amigos se quedaron un rato más con Hagrid mirando como estaban las calabazas para la fiesta de Halloween. Cuando regresaron al castillo, Spica se asusto al ver a la profesora Mcgonagall en el vestíbulo.

-Conque están aquí, Potter y Weasley-la profesora caminaba hacia ellos con gesto severo-. Cumplirán su castigo esta noche.

-¿Qué vamos a hacer, profesora?-preguntó Ron, asustado, reprimiendo un eructo.

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Pido una disculpa por no actualizar, pero la verdad es que no e tenido mucho tiempo, así que espero que les guste este capitulo no olviden votar y comentar.

-ortiz6acosta

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