Part. 3 Capitulo 17
Las escenas siguieron cambiando notaron como mientras que los tres amigos de Spica se encontraban afectados, Spica era la unica que parecía que lo que había ocurrido esa noche no le afectaba ya que se dieron cuenta que la mirada que le daban en realidad no cambiaba a como le veían con anterioridad la mayoría de las personas.
La mayoría de escenas lograron que Thomas se pusiera nervioso, estaba a nada de explotar y sabía que iría detrás de su hermano aunque este no tuviera en si la culpa, pero se parecía tanto a ese mago que no podría contenerse y más al verlo ayudarle a Spica a estudiar o pasando el tiempo con ella. Aunque todos se vieron interesados en algo que Spica había descubierto al leer "Historia de Hogwarts" y la veían como buscaba cualquier cosa que la llevara a "La cámara secreta" y "La sala de los herederos de las cuatro casas".
Ahora mismo la escena que estaba pasando frente a ellos mostraba en un pasillo, a Cedric junto con Spica, mientras que el mayor intentaba saber el como era tan buena en quidditch.
-Cedric, basta. No te diré porque soy tan buena en el quidditch, por una simple razón.
-¿Cuál es esa razón?
-Ni siquiera yo se el porque soy tan buena-Cedric la miraba con una ceja levantada-. Es verdad, lo único que se es por Hermione o bueno es una teoría al igual que con Harry.
-Yo te diré, si es una teoría.
-Bien... según ella es porque lo llevamos en la sangre-este la miro sin comprender-. En la sala de trofeos, hay una placa con el nombre del padre de Harry y otra con el nombre de mi madre, además de que Minie dice que mis dos padres fueron de los mejores jugadores, que ella a visto en la escuela.
Pero Harry apareció junto a ellos muy asustado tomando la muñeca a Spica y llevándose la sin dejar despedirse del Hufflepuff, cosa que hiso que Thomas se sintiera alegre. La escena volvió a cambiar y ahora se encontraban en la biblioteca junto a Hermione y Ron.
Harry les contó a sus amigos lo que había escuchado.
-¡Entonces Snape lo hizo!-dijo Ron-. Si Quirrell dijo cómo romper su encantamiento anti-Fuerzas Oscuras...
-Pero todavía queda Fluffy-dijo Hermione.
-Yo no estoy 100% segura de que sea Snape-menciono Spica por lo bajo, pero la ignoraron.
-Tal vez Snape descubrió cómo pasar ante él sin preguntarle a Hagrid-dijo Ron-. Seguro que por aquí hay un libro que dice cómo burlar a un perro gigante de tres cabezas ¿Qué vamos a hacer, Harry?
-Ir a ver a Dumbledore. Eso es lo que debimos hacer hace tiempo. Si se nos ocurre algo a nosotros solos, con seguridad vamos a perder.
-Hasta que alguno piensa con razonamiento-dijo Esme, al ver que por fin podrían pedir ayuda.
-¡Pero no tenemos pruebas!-exclamó Harry-. Quirrell está demasiado atemorizado para respaldarnos. Snape sólo tiene que decir que no sabía cómo entró el trol en Halloween y que él no estaba cerca del tercer piso en ese momento. ¿A quién piensas que van a creer, a él o a nosotros? No es exactamente un secreto que lo detestamos. Dumbledore creerá que nos lo hemos inventado para hacer que lo echen. Filch no nos ayudaría aunque su vida dependiera de ello, es demasiado amigo de Snape y, mientras más alumnos pueda echar, mejor para él. Y no olvides es demasiado amigo de Snape y, mientras más alumnos pueda echar, mejor para él. Y no olvides que se supone que no sabemos nada sobre la Piedra o Fluffy.
-Pero tampoco estamos seguros de que sea Snape quien la busca.
-Si no es Snape, quien más podría ser Spica-le dijo Ron.
-No estoy segura, pero tampoco creo que sea Snape. Tal vez y el sepa quien es el que de verdad quiere la piedra.
-Voldemort es quien quiere la piedra y Snape la conseguirá para él-le dijo Harry, Spica decidió ya no comentar nada más.
Spica solo soltó un suspiro y miro a sus amigos armar un plan.
-Si investigamos sólo un poco...
-No-dijo Harry en tono terminante-ya hemos investigado demasiado.
Luego de ello la escena volvía a cambiar mostrándolos en el gran comedor y mientras que desayunaban recibieron notas los cuatro en la mesa de Gryffindor y Malfoy en la mesa de Slytherin.
Su castigo tendrá lugar a las once de la noche. El señor Filch los espera en el vestíbulo de entrada.
Porf. M. Mcgonagall.
Pero antes de que pudieran irse del comedor, Cedric se acerco a Spica.
-¿Te veo después en la biblioteca Spica?
-Lo siento Cedric, hoy no podre-él chico la miro sin entender, por lo que ella extendió la nota-. Hoy cumpliremos con el castigo-sonrió de medio lado.
-Oh, esta bien. Nos veremos luego entonces-se despidieron y Spica alcanzo a sus amigos.
La escena volvió a cambiar y ahora los cinco alumnos se encontraban caminando junto al celador hacía la cabaña de Hagrid, donde partirían para cumplir con su castigo. Al llegar a donde se encontraba Hagrid los chicos notaron como lloraba y lo que pensaron que sería un castigo tranquilo, termino siendo el temor de todos los presentes ya que pudieron sentir el temor que Spica junto con Harry sintieron.
Ninguno de los presentes sabían que era esa cosa, pero los vampiros que se creían los depredadores más fuertes, en ese momento no podían negar que esa cosa les dio miedo, más aun al saber lo que pasaba a los que mataban unicornios, criaturas que ni ellos sabían que existían; Pero todos se sintieron aliviados al ver como ambos niños eran salvados por un centauro aunque no era no Ronan, ni Bane.
-¿Se encuentran bien?-pregunto el centauro, ayudando a Harry.
-Sí... gracias... ¿Qué ha sido eso?
El centauro no contestó. Observo a Harry con cuidado, para luego mirar a Spica y regresar su mirada a Harry, fijando la mirada en la cicatriz que se veía amoratada en la frente de Harry.
-Tu eres el chico Potter y tu debes ser la descendiente de Slytherin. Es mejor que regresen con Hagrid. El bosque no es seguro en esta época en especial para ustedes. ¿Pueden cabalgar? Así será más rápido... Mi nombre es Firenze-añadió, mientras bajaba sus patas delanteras, para que ambos niños pudieran montar su lomo.
Del otro lado del claro llegó un súbito ruido del cascos al galope. Ronan y Bane aparecieron velozmente entre los árboles, resoplando y con los flancos sudados.
-¡Firenze! ¿Qué estás haciendo? ¡Tienes dos humanos sobre el lomo! ¿No te da vergüenza? ¿Es que eres una mula ordinaria?
-¿Te das cuenta de quiénes son?-dijo Firenze-. Es el chico Potter y la última descendiente directa de Slytherin. Mientras más rápido se vayan del bosque, mejor.
-¿Qué les has estado diciendo? Recuerda, Firenze, juramos no oponernos a los cielos. ¿No has leído en el movimiento de los planetas lo que sucederá?
Ronan dio una patada en el suelo con nerviosismo.
-Estoy seguro de que Firenze pensó que estaba obrando lo mejor posible-dijo, con voz sombría.
También Bane dio una patada, enfadado.
-¡Lo mejor posible! ¿Qué tiene eso que ver con nosotros? ¡Los centauros debemos ocuparnos de lo que está vaticinado! ¡No es asunto nuestro el andar como burros buscando humanos extraviados en nuestro bosque!
De pronto, Firenze levantó las patas con furia y Harry tuvo que aferrarse a él para no caer y Spica tomo de la cintura a Harry para evitar caer ella.
-¿No has visto ese unicornio?-dijo Firenze a Bane-¿No comprendes por qué lo mataron? ¿O los planetas no te han dejado saber ese secreto? Yo me lanzaré contra el que está al acecho en este bosque, con humanos sobre mi lomo si tengo que hacerlo.
Después de ello tuvieron que escuchar como Firenze les relataba lo que pasaba al matar y beber la sangre de un unicornio, ambos chicos se encontraban absortos en sus pensamientos, pero los pensamientos de Spica los dejaron más confundidos.
"Lord Voldemort, esta en el bosque"
Y lo ultimo que el centauro dijo dejo pensativos a todos.
-Buena suerte, Harry Potter. Los planetas ya se han leído antes equivocadamente, hasta por centauros. Espero que ésta sea una de esas veces.
Las escenas volvieron a cambiar y con ello, vieron a los cuatro sentados en su sala común platicando acerca de lo que pasaba, aunque seguían sin comprender muy bien quien era Voldemort; aunque Spica seguía sin creer que fuera Snape su aliado y se los dejaba en claro a sus amigos.
Al seguir escuchando la conversación todos descubrieron quien habia matado a la madre de Spica, mirándola sorprendidos al ver que ella con tan solo once años ya sabía quien quería muerta a su madre y a ella misma. Aunque estaban más sorprendidos al ver como Spica y Harry peleaban y hablaban sin temor de que en un futuro a corto tiempo ambos podrían ser asesinados.
Pero lo que más los sorprendió fue lo que Spica encontró en su cama al abrirla; en ella un libro con una nota, que decía:
"Léelo, te servirá para hallar lo que buscas.
Las escenas cambiaban y en ellas se podía ver como los exámenes daban inicio, al igual que Spica al estar leyendo aquel libro que había aparecido en su cama, sabiendo que era un diario redactado por los antepasados de los cuatro herederos de los fundadores, cada uno contaba con un apartado. En este pudo encontrar claves para lo que ellos llamaban la cámara de los secretos, además de una sala en la cual se reunían los cuatro.
Al salir de su ultimo examen, el cual fue: Historia de la Magia.
-Esto ha sido mucho más fácil de lo que pensé-dijo Hermione en el parque soleado-. No necesitaba haber estudiado el Código de Conducta de los Hombres Lobo de 1637 o el levantamiento de El frico el Vehemente.
-Te lo dije Hermione, Cedric me había dicho que eso no era necesario, que el profesor Binns nunca lo preguntaba-dijo Spica.
Caminaron al lago y se dejaron caer bajo un árbol. Los gemelos Weasley y Lee Jordan se dedicaban a pinchar los tentáculos de un calamar gigante que tomaba el sol en la orilla.
-Basta de repasos-suspiró aliviado Ron, estirándose en la hierba-. Puedes alegrarte un poco, Harry, aún falta una semana para que sepamos lo mal que nos fue, no hace falta preocuparse ahora.
-¡Me gustaría saber qué significa esto!-Harry se frotaba la frente enfadado-. Mi cicatriz sigue doliéndome. Me ha sucedido antes, pero nunca tanto tiempo seguido como ahora.
-Ve a ver a la señora Pomfrey-sugirió Hermione.
-No estoy enfermo. Creo que es un aviso... significa que se acerca el peligro...
-Harry, relájate, Hermione tiene razón, la Piedra está segura mientras Dumbledore esté aquí. De todos modos, nunca hemos tenido pruebas de que Snape encontrara la forma de burlar a Fluffy. Casi le arrancó la pierna una vez, no va a intentarlo de nuevo. Y Neville jugará al quidditch en el equipo de Inglaterra antes de que Hagrid traicione a Dumbledore.
-Eso son los exámenes-dijo Hermione-. Yo me desperté anoche y estuve apunto de mirar mis apuntes de Transformación, cuando Spica me recordó que ya habíamos hecho ese examen.
-Estabas haciendo demasiado ruido, sino te detenía yo, alguna de nuestras otras compañeras lo hubiera hecho y eso hubiera terminado mal-menciono con gracia, mientras que miraba a Harry tallarse la cicatriz.
"Me duele y esto no es por los exámenes."
Ese era el pensamiento que se repetía con fuerza, provocándole dolor de cabeza.
"Hagrid nunca traicionaría a Dumbledore. Hagrid nunca le diría a nadie cómo pasar ante Fluffy... nunca... pero..."
Con eso Spica y Harry se levantaron y corrieron a la cabaña de Hagrid siendo seguidos por sus amigos.
-¿A dónde van?-Ron preguntó con aire soñoliento.
-Acabo de pensar en algo. Tenemos que ir a ver a Hagrid ahora-dijo Harry pálido.
-¿Por qué?-suspiró Hermione.
-¿No les parece un poco raro-dijo Harry, subiendo por la colina cubierta de hierba- que lo que más deseara Hagrid fuera un dragón, y que de pronto aparezca un desconocido que casualmente tiene un huevo en el bolsillo? ¿Cuánta gente anda por ahí con huevos de dragón, que están prohibidos por las leyes de los magos? Qué suerte tuvo al encontrar a Hagrid, ¿verdad? ¿Por qué no se me ocurrió antes?
-¿En qué estás pensando? ¿Y por qué pareciera que tu ya lo sabes?-preguntó Ron, todos corrieron siguiendo a Harry.
Hagrid estaba sentado en un sillón, fuera de la casa, con los pantalones y las mangas de la camisa arremangados, y desgranaba guisantes en un gran recipiente.
-Hola-dijo sonriente-. ¿Han terminado los exámenes? ¿Tienen tiempo para beber algo?
-Sí, por favor-dijo Ron, pero Harry lo interrumpió.
-No, tenemos prisa, Hagrid, pero tengo que preguntarte algo ¿Te acuerdas de la noche en que ganaste a Norberto? ¿Cómo era el desconocido con el que jugaste a las cartas?
-No lo sé. No se quitó la capa.
-No es tan inusual, hay mucha gente rara en el Cabeza de Puerco, el bar de la aldea. Podría ser un traficante de dragones, ¿no? No llegué a verle la cara porque no se quitó la capucha.
-¿De qué hablaste con él, Hagrid? ¿Mencionaste Hogwarts?-quiso saber Spica.
-Puede ser-dijo Hagrid-. Sí... Me preguntó qué hacía y le dije que era guardabosques aquí... Me preguntó de qué tipo de animales me ocupaba... se lo expliqué... y le conté que siempre había querido tener un dragón... y luego... no puedo recordarlo bien, porque me invitó a muchas copas. Déjame ver... ah sí, me dijo que tenía el huevo de dragón y que podía jugarlo a las cartas si yo quería... pero que tenía que estar seguro de que iba a poder con él, no quería dejarlo en cualquier lado... así que le dije que, después de Fluffy, un dragón era algo fácil.
-¿Y él... pareció interesado en Fluffy?-preguntó Harry.
-Bueno... sí... es normal. ¿Cuántos perros con tres cabezas has visto? Entonces le dije que Fluffy era buenísimo si uno sabía calmarlo: tocando música se dormía en seguida... ¡No debí decir eso! ¡Olviden que lo dije! Eh... ¿a dónde van?
La escena cambio y ahora se encontraban en el vestíbulo de entrada.
-Tenemos que ir a ver a Dumbledore. Hagrid le dijo al desconocido cómo pasar ante Fluffy, y sólo podía ser Snape o Voldemort, debajo de la capa... No fue difícil, después de emborrachar a Hagrid. Sólo espero que Dumbledore nos crea. Firenze nos respaldará, si Bane no lo detiene ¿Dónde está el despacho de Dumbledore?
"No creo que sea Snape, pero las pruebas están en su contra y ellos no me escucharan"
Spica salió de sus pensamientos al sentir el toque de Harry.
-Tendremos que...
-¿Qué están haciendo los tres aquí dentro?-pero la voz de la profesora Mcgonagall cruzó el vestíbulo.
-Queremos ver al profesor Dumbledore-dijo Hermione con valentía.
-¿Ver al profesor Dumbledore? ¿Por qué?
"¿Y ahora qué?"
Fue el pensamiento de Harry-. Es algo secreto-dijo, pero se arrepintió al ver a la profesora la cual se enfadó.
-El profesor Dumbledore se fue hace diez minutos-dijo con frialdad-. Recibió una lechuza urgente del ministro de Magia y salió volando para Londres de inmediato.
-¿Se fue?-hablo desesperado, Harry-. ¿Ahora?
-El profesor Dumbledore es un gran mago, Potter, y tiene muchos compromisos...
-Pero esto es importante.
-¿Algo que tú tienes que decir es más importante que el ministro de Magia, Potter?
-Mire-Harry dejando de lado toda precaución-, profesora, se trata de la Piedra Filosofal...
Los libros que cargaba la profesora se deslizaron al suelo y no se molestó en recogerlos. Luego miro a Spica, la cual estaba sorprendida porque Harry hubiera dicho la verdad. La profesora los miro a ambos.
Spica no fue la unica sorprendida, los Cullen y la manada estaban igual o más sorprendidos que su amiga.
-¿Cómo es que sabes...?-farfulló, para luego fijar su mirada en Spica-. Señorita Slytherin, sabe que tiene prohibido el uso de la legeremancia en profesores.
-Yo no la he ocupado en ningún profesor, Minie-menciono rápido, mientras que Hermione y Ron la miraban sorprendidos, Harry trato de seguir con el tema principal.
-Profesora, creo... sé... que Sna... que alguien va a tratar de robar la Piedra. Tengo que hablar con el profesor Dumbledore.
La profesora lo miró entre impresionada y suspicaz.
-El profesor Dumbledore regresará mañana-dijo finalmente-. No sé cómo han descubierto lo de la Piedra, pero deben de quedarse tranquilos. Nadie puede robarla, está demasiado bien protegida.
-Pero profesora...
-Harry sé de lo que estoy hablando-dijo en tono cortante, mientras levantaba los libros-. Les sugiero que salgan y disfruten del sol. Hablare después con usted señorita Slytherin.
"Ahora que les voy a decir. No quiero perder su amistad por ser una legeremante"
-Será esta noche-dijo Harry, cuando la profesora Mcgonagall no podía oírlos-. Snape pasará por la trampilla esta noche. Ya ha descubierto todo lo que necesitaba saber y ahora ha conseguido quitar de en medio a Dumbledore. Él envió esa nota, seguro que el ministro de Magia tendrá una verdadera sorpresa cuando aparezca Dumbledore.
-Pero ¿Qué podemos...?
Hermione tosió. Spica, Harry y Ron se volvieron.
Snape estaba allí.
-Buenas tardes-dijo amablemente. Lo miraron sin decir nada-. No deberían estar dentro en un día así-dijo con una rara sonrisa torcida.
-Nosotros...-comenzó Harry.
-Deben de ser más cuidadosos. Si los ven andando por aquí, pueden pensar que van a hacer alguna cosa mala. Y Gryffindor no puede perder más puntos, ¿no es cierto?
Se dieron media vuelta para irse, pero Snape los llamó.
-Tengan cuidado, Potter, Slytherin, otra noche de merodeadores y yo personalmente me encargaré de que los expulsen. Que pasen un buen día.
Una vez fuera, en la escalera de piedra, Harry se volvió hacia sus amigos.
-Sigues pensando que es inocente Spica-ella no dijo nada-. Bueno, esto es lo que tenemos que hacer. Uno de nosotros tiene que vigilar a Snape, esperar fuera de la sala de profesores y seguirlo si sale. Hermione, mejor que eso lo hagas tú.
-En serio se enfrentaran a su profesor-menciono Edward.
-Si... no fue nuestro mejor plan, pero... éramos niños de once años a los cuales no les creyeron.
-¿Por qué yo?
-Es obvio-intervino Ron-. Puedes fingir que estás esperando al profesor Flitwick, ya sabes cómo-fingió la voz-: "Oh, profesor Flitwick, estoy tan preocupada, creo que tengo mal la pregunta catorce b...".
-Oh, cállate. Eso también lo podría hacer Spica-dijo Hermione.
-El me odia Hermione, si me encuentra no pensara dos veces en quitarme puntos-respondió de manera veloz-. Pero podría acompañarte.
Ambas chicas se fueron a seguirlo. Se dirigieron a la sala de descanso de los profesores, al llegar ahí, Spica soltó a Arminda, esta se metió por debajo de la puerta de entrada.
-Ahora a esperar-dijo.
-¿Cuanto tiempo crees que tengamos que estar aquí?
-No lo se, yo sigo creyendo que Snap...
No termino porque justo pasaba frente de ellas, hasta que las miro y hablo:
-Slytherin, no estarás merodeando ¿verdad?-la miraba con severidad.
-De verdad te odia-dijo Emmet.
-En realidad nunca me odio a mi, odiaba el recuerdo de mi padre al verme-le explico-. Aunque si me odiaba en algunas ocasiones por mi forma de ser.
-No profesor, estoy acompañando a Hermione.
-¿Qué necesita Granger?
-Oh... bueno, yo quería... preguntarle al profesor Flitwick algo sobre el examen.
-Iré a buscarlo, no deberían de estar en esta área.
Spica silbo atrayendo a Arminda y cuando ya la tuvo en su brazo, ambas corrieron hasta su sala común.
-Esperemos que los chicos tuvieran mejor suerte que nosotras-menciono mientras daba la contraseña.
Al entrar vieron a los chicos y Hermione se empezó a quejar.
-¡Lo siento, Harry! Snape apareció y nos preguntó qué estábamos haciendo, así que Spica le dijo que me estaba acompañando, no tuve de otra que decirle que esperaba al profesor Flitwick. Snape fue a buscarlo, tuvimos que irnos y no sabemos a dónde habrá ido Snape.
-Bueno, no queda otro remedio, ¿verdad?-lo miraron asombrados-. Iré esta noche y trataré de llegar antes y conseguir la Piedra.
-¡Estás loco!-dijo Ron.
-¡No puedes!-dijo Hermione-. ¿Después de todo lo que han dicho Snape y Mcgonagall? ¡Te van a expulsar! ¡Spica dile algo!
-Iré contigo Harry y no me puedes decir que no, el mando a matar a mi madre, el me quería muerta así que te ayudare-Harry asintió, luego miro a sus demás amigos los cuales estaban asombrados, mirando la escena.
-¿Y qué?-gritó Harry-. ¿No comprenden? ¡Si Snape consigue la Piedra, es la vuelta de Voldemort! ¿No han oído cómo eran las cosas cuando él trataba de apoderarse de todo? ¡Ya no habrá ningún colegio para que nos expulsen! ¡Lo destruirá o lo convertirá en un colegio para las Artes Oscuras! ¿No se dan cuenta de que perder puntos ya no importa? ¿Creen que él dejará que ustedes y sus familias estén tranquilos, si Gryffindor gana la copa de la casa? Si me atrapan antes de que consiga la Piedra, bueno, tendré que volver con los Dursley y esperar a que Voldemort me encuentre allí. Será sólo morir un poquito más tarde de lo que debería haber muerto, porque nunca me pasaré al lado tenebroso. Voy a entrar por esa trampilla, esta noche, y nada de lo que digan me detendrá. Voldemort mató a mis padres, ¿lo recuerdan?
-Ese de verdad que es un buen discurso de motivación-dijo Jared.
-No estarás solo Harry, seremos un equipo contra él, yo tampoco pienso pasarme al lado tenebroso, tal vez mi apellido sea Slytherin, pero estoy en Gryffindor y como Gryffindor seré valiente, peleando por lo que creo, por lo que creyó mi madre hasta el día de su muerte.
-Nunca pensé que dos niños de once años fueran tan sombríos-Seth habló.
-Ambos son buenos con las palabras, serían grandes lideres-hablo Carlisle, a lo que la Spica actual se sonrojo, recibiendo un apretón de parte de Thomas.
Luego de ello la escena siguió cambiando, hicieron un plan con el cual Ron y Hermione lograron convencerlos de dejarlos ir con ellos. El plan comenzó después de la cena, esperaron a que todos se fueran de la sala común de Gryffindor.
Cuando estaban a punto de salir una voz los detuvo.
-¿Qué van a hacer?-dijo una voz desde un rincón. Neville apareció detrás de un sillón, aferrado a su mascota.
-Nada, Neville, nada-dijo Harry, escondiendo la capa.
-Van a salir de nuevo.
-No, no, no-aseguró Hermione.
-No, no haremos nada ¿Por qué no te vas a la cama, Neville?-le siguió Spica.
-No pueden irse. Los volverán a atrapar. Gryffindor tendrá más problemas.
-Tú no lo entiendes-dijo Harry-. Esto es importante.
-No dejaré que lo hagan-dijo, corriendo a ponerse frente al agujero del retrato-. ¡Voy... voy a pelear con ustedes!
-¡Neville! ¡Apártate de ese agujero y no seas idiota!
-¡No me llames idiota! ¡No me parece bien que sigan faltando a las reglas! ¡Y tú fuiste el que me dijo que hiciera frente a la gente!
-Sí, pero no a nosotros. Neville, no sabes lo que estás haciendo.
Dio un paso hacia Neville y el chico dejó caer el sapo Trevor, que desapareció de la vista.
-¡Ven entonces, intenta pegarme!-levanto los puños-. ¡Estoy listo!
-Hagan algo-dijo Harry mirando a sus amigas. Spica dio un paso al frente.
-Neville, de verdad, lo siento, pero es tarde y no quiero que se peleen-levantó su varita.
-¡Petrificus totalus!-gritó, señalando a Neville.
Al chico se le puso todo el cuerpo rígido y Hermione fue por un cojín y lo puso frente a él, se balanceó y luego cayó bocabajo, rígido como un tronco.
-¿Qué le has hecho?-susurró Harry.
-Es la Inmovilización Total. Neville, lo siento, pero llevamos prisa...
-Lo siento, Neville...-hablo Hermione al pasar a su lado.
-Lo comprenderás después, Neville-dijo Ron.
La escenas siguieron cambiando hasta que llegaron a la puerta donde se encontraban Fluffy, la cual estaba entre abierta.
Al ya estar dentro de la sala, Harry comenzó a tocar su flauta hasta que el perro cayo dormido, abrieron la trampilla que estaba debajo del perro y la primera en bajar fue Spica cayendo en algo mullido, con un ruido suave y extraño.
La manada y los Cullen se encontraban completamente asombrados, nadie decia nada solo observaban. Thomas se encontraba nervioso por lo que abrazo a Spica por los hombros, tenía miedo de que algo le pasara a su compañera y necesitaba de sentirla a su lado para saber que esta bien.
Cuando ya los cuatro se encontraban en la nueva sala notaron que era una gran planta, todos estaban asustados viendo lo que pasaban los chicos. Se encontraban siendo encarcelados por lianas de una gran planta.
-¡Dejen de moverse!-ordenó Hermione-. Sé lo que es esto ¡Es Lazo del Diablo!
Spica dejo de moverse y la planta la empezó a liberar.
-Oh, me alegro mucho de saber cómo se llama, es de gran ayuda-gruño Ron, tratando de evitar que la planta trepara por su cuello.
-¡Calla, estoy tratando de recordar cómo matarla!-dijo Hermione.
-Solo tienes que dejar de luchar y la planta los liberara-habló Spica, pero como siempre Ron y Harry la ignoraron.
-¡Bueno, date prisa, no puedo respirar-jadeó Harry, mientras la planta le oprimía el pecho.
En ese mismo momento Spica salió libre de la planta y cayó debajo de ella, en un pasillo oscuro, pero sana y salva.
-¿Dónde esta Spica?-se escucho a Ron alterado.
-Lazo del Diablo, Lazo del Diablo... ¿Qué dijo la profesora Sprout?... La gusta la oscuridad y la humedad...
-¡Entonces enciende un fuego!-dijo Harry.
-Sí... por supuesto... ¡pero no tengo madera!-Hermione dijo.
-¿TE HAS VUELTO LOCA? ¿ERES UNA BRUJA O NO?
-¡Incendio!-dijo Spica señalando las plantas con su varita mientras que sus amigos seguían peleando.
-Me alegro de que hayan aprendido bien Herbología, Hermione, Spica-dijo Harry, cuando ya estaban liberados los tres que faltaban.
-Sí, y yo me alegro de que Spica no pierda la cabeza en las crisis. Porque eso de «no tengo madera»...francamente...
-Por aquí-dijo Harry, señalando un pasadizo de piedra que era el único camino.
-De verdad esto da miedo, tus amigos y tú si que estaban mal de la cabeza, Spica-dijo Paul.
-Si supieras...
-¿Oyen algo?-susurró Ron. Un leve tintineo y un crujido, que parecían proceder de delante.
-¿Creen que será un fantasma?
-No lo sé... a mí me parecen alas.
Al final del pasillo se encontraba una habitación brillantemente iluminada, con el techo curvándose sobre ellos. Todos se encontraban sorprendidos por lo que veían.
-¿Crees que nos atacarán si cruzamos la habitación?-preguntó Spica.
-Es probable. No parecen muy malos, pero supongo que si se tiran todos juntos... Bueno, no hay nada que hacer... voy a correr-Harry corrió al otro lado de la habitación cubriéndose pero ninguno la ataco, y la puerta estaba cerrada.
Spica junto a sus dos amigos restantes lo imitaron. Tiraron y empujaron, pero la puerta no se movía, ni siquiera con el Alohomora.
-¿Y ahora qué hacemos?-preguntó Ron.
-Esos pájaros... no pueden estar sólo por decoración-dijo Spica.
"¿Acaso están brillando?"
-¡No son pájaros!-dijo Harry-. ¡Son llaves! Llaves aladas, miren bien. Entonces eso debe significar... Sí... miren ahí ¡Escobas! ¡Tenemos que conseguir la llave de la puerta!
-¡Pero hay cientos de llaves!
Ron comenzó a examinar la cerradura.
-Tenemos que buscar una llave grande, antigua, de plata, probablemente, como la manija.
Harry, Spica y Ron tomaron una escoba y de una patada estuvieron en el aire... después de un tiempo de estar entre las llaves, Harry supo cual era la llave correcta por lo que lo gritó a sus amigos.
-¡Es ésa! Esa grande... allí... no, ahí... Con alas azul brillante... las plumas están aplastadas por un lado.
-¡Tenemos que encerrarla!-dijo al ver que Ron chocaba con el techo-. Ron, ven desde arriba, Spica, quédate abajo y no la dejes descender. Yo trataré de atraparla. Bien: ¡AHORA!
Al conseguir atrapar la llave, Harry se la lanzo a Spica y ella atrapándola aterrizo junto a Hermione dándole la llave, ella corrió a la puerta, con la llave retorciéndose en su mano. La metió en la cerradura y le dio la vuelta... Funcionaba. La llave salió volando cuando abrió la puerta, con aspecto derrotada.
-¿Listos?-asintieron y abrieron la puerta.
La escena volvió a cambiar, la verdad es que aunque todos sentían miedo por lo que pudiera seguir, estaban maravillados con lo que se encontraban viendo, nunca hubieran imaginado que existieran unas plantas como aquellas o que vieran a las llaves volar como si fueran aves o a un perro de gran tamaño y con tres cabezas; Pero ahora encontrarse un tablero de ajedrez del tamaño perfecto para que una persona fuera las piezas, era increíble y más para aquellos que les gustaba el juego; como lo eran: Carlisle, Esme, Jasper, Thomas y Edward.
Todos vieron como todos le daban paso a Ron para que fuera el líder en esta partida de ajedrez. Una gran partida de ajedrez paso frente a sus ojos, pero lo que venía ninguno se lo imagino.
-Ya casi estamos-murmuró de pronto Ron-. Déjenme pensar... déjenme pensar.
La reina blanca volvió su cara sin rostro hacia Ron.
"Debo de dejar que la reina me atrape, ella me eliminara y Harry podrá hacer jaque mate al rey"
-Sí... es la única forma... tengo que dejar que me atrapen.
-¡Estas demente Ron!-le gritó Spica-. Se piensa sacrificar.
-¡NO!-gritaron Harry y Hermione.
-¡Esto es ajedrez! ¡Hay que hacer algunos sacrificios! Yo daré un paso adelante y ella me atrapara... eso te dejará libre para hacer jaque mate al rey, Harry.
-Pero...
-¿Quieres detener a Snape o no?
-Ron...
-¡Sino se dan prisa va a conseguir la Piedra!
-¿Listo?-preguntó Ron-. Allá voy, y no se queden una vez que hayan ganado.
Se movió hacia delante y la reina blanca saltó. Golpeó a Ron con fuerza en la cabeza con su brazo de piedra y el chico se derrumbó en el suelo. Ambas chicas gritaron, pero se quedaron en su casillero. La reina blanca arrastró a Ron a un lado. Parecía desmayado.
Harry avanzo tres casilleros a la izquierda. El rey blanco se quitó la corona y la arrojó a los pies de Harry. Habían ganado. Los tres amigos se acercaron a Ron, lo encontraron desmayo en el suelo.
-Yo me quedare con él, ustedes deben de seguir-hablo segura Hermione.
-Pero...
-Tienen que seguir ustedes, Spica es lista, hasta más que yo. Ninguno de nosotros dos debía de ser, esto siempre debió de ser para ti, Harry, o para Spica, que tiene que luchar por lo mismo que tú. Lo llevare a la enfermería y le mandare una lechuza a Dumbledore.
Sin poder replicar ambos se alejaron de donde se encontraban los dos. Antes de cruzar la puerta, con una última mirada de desesperación hacía Ron, Harry y Spica subieron por el siguiente pasadizo.
-¿Crees que estarán bien?
-Estarán bien-dijo Harry, tratando de convencerse a sí mismo-. ¿Qué crees que nos queda?
-Pasamos el Lazo del Diablo que fue de la profesora Sprout, Flitwick debe de haber hechizado las llaves, y Minie transformó a las piezas de ajedrez. Eso nos deja el hechizo de Quirrell y el de Snape...
Se encontraron con otra puerta.
-¿Todo bien?-susurró Harry.
-Vamos.
"Que asco"
Fue lo que pensaron ambos amigos antes de tapar su nariz con la túnica. Con ojos que lagrimeaban debido al olor, vieron, aplastado en el suelo frente a ellos, un trol más grande que el que habían derribado, inconsciente y con un bulto sangrante en la cabeza.
-Me alegro de que no tengamos que pelear con éste-susurró Harry-. Vamos, no puedo respirar.
Abrió la próxima puerta, los dos casi sin atreverse a ver lo que seguía... Pero no había nada terrorífico allí, sólo una mesa con siete botellas de diferente tamaño puestas en fila.
-Snape-dijo Harry-¿Qué tenemos que hacer?
Pasaron el umbral y de inmediato un fuego se encendió detrás de ellos, asustando a los vampiros ya que se encontraban justo a su lado. Un fuego de color púrpura mientras que frente a los recuerdos se encontraba unas llamas negras. Estaban atrapados.
-No se preocupen, los recuerdos no los pueden dañar.
-¡Mira!-Spica tomo un rollo de papel, que estaba cerca de las botella.
Spica comenzó a leer la hoja:
El peligro yace ante ti, mientras la seguridad está detrás,
dos queremos ayudarte, cualquiera que encuentres,
una entre nosotras siete te dejará adelantarte,
otra llevará al que lo beba para atrás,
dos contienen sólo vino de ortiga,
tres son mortales, esperando escondidos en la dila.
Elige, a menos que quieras quedarte para siempre,
para ayudarte en tu elección, te damos cuatro claves:
Primera, por más astucia que tenga el veneno para
ocultarse siempre encontrarás alguno al lado
izquierdo del vino de ortiga;
Segunda, son diferentes las que están en los extremos,
pero si quieres moverte hacia delante, ninguna es tu
amiga;
Tercera, como claramente ves, todas tenemos tamaños
diferentes: Ni el enano ni el gigante guardan la muerte
en su interior;
Cuarta, la segunda a la izquierda y la segunda a la
derecha son gemelas una vez que las pruebes, aunque
a primera vista sean diferentes.
Spica dejó escapar un gran suspiro y sonrió.
-Muy bueno-mencionó-. Esto no es magia... es lógica... es un acertijo. Muchos de los más grandes magos no han tenido una gota de lógica y se quedarían aquí para siempre.
-Pero nosotros también, ¿no?
-Por supuesto que no-menciono con seguridad-. Lo único que necesitamos está en este papel. Siete botellas: tres con veneno, dos con vino, una nos llevará a salvo a través del fuego negro y la otra hacía atrás, por el fuego púrpura.
Volvió a leer el papel, antes de ser interrumpida por Harry y ya tener la solución.
-Pero ¿Cómo sabremos cuál beber?
-Simple.
Se acerco a la mesa con las botellas y miro a Harry sonriendo.
>>La más pequeña nos llevará por el fuego negro, hacía la Piedra.
-Aquí hay muy poco-dijo-. No hay más que un trago-se miraron.
-¿Cuál nos hará volver por entre las llamas púrpura?
Spica señaló una botella redonda del extremo derecho de la fila.
-Tú bebe de ésa-dijo Harry, Spica lo miro y tomo su varita.
-Ambos cruzaremos por esas llamas, ambos terminaremos con esto juntos y ambos regresamos con nuestros amigos estando a salvo.
Lanzo un hechizo a la botella aumentando el líquido, mientras Harry la miraba sorprendida.
-Lista para intentar detener a Snape-ella asintió segura-. Si algo pasa, te pondrás a salvo y me dejaras a mi encargarme de esto.
-Pero Harry... ¿y si Quien-tú-sabes está con él?
-Bueno, ya tuve suerte una vez ¿no?-Harry, señalo su cicatriz-. Puede ser que la tenga de nuevo, y con mayor razón tu tendrás que protegerte.
Spica sin saber que más hacer por lo que hizo lo primero que se le vino a la mente y lo abrazo.
-¡Spica!
-Harry... eres un gran mago, ya lo sabes.
-No soy tan bueno como tú o Hermione-dijo incómodo, mientras ella lo soltaba.
-¡Yo! Sabes... ¿Por qué la profesora Mcgonagall, estaba tan molesta conmigo en la tarde?-el negó con su cabeza y suspiro-. Nací con la capacidad de leer los pensamientos de todos los que me rodean. Gracias a eso es más fácil para mi aprenderme las cosas y más teniendo de amiga a Hermione que siempre repite en su mente lo que vemos en el día. Y bueno Hermione es libros, inteligencia, pero hay cosas mucho más importantes, amistad y valentía y... ¡Oh, Harry, no me hagas seguir con este discurso!
-Bebe primero-dijo Harry-. Estás segura de que servirá igual, estas segura de cual es cual ¿no?
-Totalmente-dijo Spica, tomando un trago de la botellita y estremeciéndose.
-No es veneno ¿verdad?
-No... pero parece hielo. Te toca.
Caminaron a donde la llamas negras después de que Harry tomara de la botellita. Ella le tomo su mano libre para darle apoyo, ya que lo vio dudar.
-Allá vamos.
Todos notaron como las llamas no los quemaban, solo parecían acariciar su piel. Ahora estaban en otra habitación.
Notaron que ya había alguien más ahí. Pero no era Snape, como el creía. Y tampoco era Voldemort.
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-ortiz6acosta
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