Cuando Spica junto con sus amigos entraron en el Gran Comedor para desayunar al día siguiente, lo primero que vieron fue a Draco Malfoy, que entretenía a un grupo de Slytherin con una historia muy divertida. Al pasar por su lado, Malfoy hizo una parodia de desmayo, coreado por una carcajada general.

-No le hagas caso-le dijo Hermione, que iba detrás de Harry-. Tú, ni el menor caso. No merece la pena...

-¡Eh, Potter!-gritó Pansy Parkinson, una chica de Slytherin que tenía la cara como un dogo-. ¡Potter! ¡Que vienen los dementores, Potter! ¡Uuuuuuuuh!

Harry se dejó caer sobre un asiento de la mesa de Gryffindor; junto a George Weasley.

-Los nuevos horarios de tercero-anunció George, pasándolos-. ¿Qué te ocurre, Harry?

-Malfoy-contestó Ron, sentándose al otro lado de George y echando una mirada desafiante a la mesa de Slytherin.

George alzó la vista y vio que en aquel momento Malfoy volvía a repetir su pantomima.

-Ese imbécil-dijo sin alterarse-no estaba tan valiente ayer por la noche, cuando los dementores se acercaron a la parte del tren en que estábamos. Vino corriendo a nuestro compartimento, ¿verdad, Fred?

-Casi se moja encima-dijo Fred, mirando con desprecio a Malfoy, pero su mirada cambio a una de sorpresa cuando reconoció a una persona que se encontraba detrás de Malfoy con una sonrisa que él conocía a la perfección, codeo a su hermano llamando su atención, para que viera lo mismo que él, ambos habían hecho esa sonrisa muchas veces.

Los dos hermanos vieron a los tres chicos sentados junto a ellos y hablaron al unísono.

-¿Qué hace Spica en la mesa de Slytherin?

-¿Qué?-pregunto desconcertado Harry, los gemelos les señalaron con la cabeza donde se encontraba y vieron lo mismo que ellos.

-Esa sonrisa no es nada bueno-menciono Hermione, que solo había visto esa mirada en su amiga una  vez y fue contra el profesor Lockhart.

Los cinco miraron donde se encontraba Spica, después vieron como caminaba con sigilo a donde estaba Draco haciendo su actuación de desmayado y sin que ningún Slytherin se diera cuenta, ella lo asusto desde la parte de atrás, acercando su brazo a su cuello y haciendo que Arminda le siseara en el oído. 

Esto provoco que Draco soltara un grito demasiado agudo y fuerte, que causo que sus demás compañeros de Slytherin que estaban con el gritaran igual, lo que provoco las risas de los otros alumnos de la escuela.

-Vaya, yo esperaba un grito más varonil, Draco-dijo con burla Sica, pasando por su lado para ir a sentarse junto a Harry.

-Buenos días, Fred, George-dijo como si nada cuando ya estaba sentada en su mesa.

-Buenos días-hablaron juntos-. Bien hecho Spica-hablo George.

-¿Como que bien hecho? Spica, tienes suerte que ningún profesor te dijera algo-comenzó a hablar Hermione-¿Qué tal si te castigaban...

Antes de que Hermione pudiera terminar de regañar a su amiga por lo que hizo, la profesora Mcgonagall junto con Snape y Lupin, se acercaron a donde estaban sentados. La profesora se encontraba sería al igual que el profesor Snape, pero mientras que ambos se encontraban a nada de explotar, él profesor Lupin se encontraba divertido, aunque su rostro demostrara la seriedad que debería de tener en ese momento.

-Buenos días profesores.

-¡Slytherin! Me podría explicar que paso con su compañero Malfoy-menciono la profesora Mcgonagall.

-Solo le di unas cuantas palabras, para que no nos molestara más-dijo con inocencia, pero la profesora la veía con seriedad-. Minie, tú sabes que lo que paso en el tren, le pudo pasar a cualquiera y que se estén burlando del desmayo que tuvo Harry no es lo correcto.

La profesora se encontraba molesta y que la llamara así, hizo que se desesperara, para confusión de Lupin, que no sabia de donde saco la joven en llamar así a la profesora, pero por lo que notaba, ya era algo normal. Por otro lado el profesor Snape estaba por explotar.

-Bien, por hoy no recibirá un castigo, pero si se vuelve a repetir... Gryffindor perderá puntos y usted un castigo.

Aunque Snape, no estaba conforme con eso, no objeto nada. Los tres profesores se fueron de ahí, no sin antes el profesor Lupin les regalara una sonrisa.

-Saben algo, el profesor Lupin será mi segundo profesor favorito, lo presiento-dijo mientras se serbia tostadas para desayunar.

-Haz visto eso George-pregunto Fred a su gemelo.

-Si, Fred no la han castigado.

Ambos gemelos la miraban asombrados. Ella no les tomo importancia y miro a sus amigos, Harry la miraba un poco avergonzado, mientras que Ron al igual que sus hermanos estaba sorprendido, pero Hermione la miraba con molestia.

-Hermione, no me mires así, Draco se lo merecía, se estaba metiendo con Harry cuando el no le ha hecho nada y ya me tenia cansada, además de que escuche que le daban mucho miedo los dementores así que... un pequeño susto no le hace mal a nadie.

-De cualquier modo, veremos lo contento que se pone Malfoy después del primer partido de quidditch-hablo Fred-. Gryffindor contra Slytherin, primer partido de la temporada, ¿se acuerdan?

Hermione se aprendió su nuevo horario:

-Bien, hoy comenzamos asignaturas nuevas-dijo alegremente.

-Hermione-dijo Ron frunciendo el entrecejo y mirando detrás de ella-, se han confundido con tu horario. Mira, te han apuntado para unas diez asignaturas al día. No hay tiempo suficiente.

-Ya veré como hacerle. Lo he concertado con la profesora Mcgonagall.

Spica la miraba confundida, si lo que decía de la profesora era cierto, ella podría con tantas materias pero le parecía que esa decisión era de una persona que aun no sabía que hacer en el futuro.

-Pero mira-dijo Ron riendo-, ¿ves la mañana de hoy? A las nueve Adivinación y Estudios Muggles y...-Ron se acercó más al horario, sin podérselo creer-, mira, Aritmancia, todo a las nueve. Sé que eres muy buena estudiante, Hermione, pero no hay nadie capaz de tanto. ¿Cómo vas a estar en tres clases a la vez?

-No seas tonto-dijo Hermione bruscamente-, por supuesto que no voy a estar en tres clases a la vez.

-Bueno, entonces...

-Pásame la mermelada-le pidió Hermione.

-Pero...

-¿Y a ti qué te importa si mi horario está un poco apretado, Ron?-dijo Hermione-. Ya te he dicho que lo he arreglado con la profesora Mcgonagall.

En ese momento entró Hagrid en el Gran Comedor. Llevaba puesto su abrigo largo de ratina y de una de sus enormes manos colgaba un turón muerto, que se balanceaba.

-¿Va todo bien?-dijo con entusiasmo, deteniéndose camino de la mesa de los profesores-. ¡Están en mi primera clase! ¡Inmediatamente después del almuerzo! Me he levantado a las cinco para prepararlo todo. Espero que esté bien... Yo, profesor..., francamente...

Les dirigió una amplia sonrisa y se fue hacia la mesa de los profesores, balanceando el turón.

-Me pregunto qué habrá preparado-dijo Ron con curiosidad.

-Ya me lo contaran como les ha ido, después de su clase, ahora tengo que ir a mi primera clase, los veré en transformaciones chicos.

Se despidió de Fred y George, para después abandonar el Gran Comedor sola, no compartía la clase con ninguno de sus amigos. De hecho las únicas clases que compartiría con ellos eran las que llevaban desde primer año, aunque con Hermione llevaría también Aritmancia y Estudios de Runas Antiguas.

Los cinco que quedaron en el Comedor, miraron como la chica lo abandonaba, Harry junto con Ron se sentían mal, ya que eso tal vez no estaría pasando si ellos el año pasado hubieran confiado más en ella. Ahora ya no había nada que hacer.

-Es extraño...-menciono George.

-... que no se encuentre junto a ustedes-termino Fred, haciendo que los otros tres lo miraran.

-¿Por qué?-pregunto Ron.

-El año pasado, aunque no le hablaban, ella siempre se iba cuando ustedes lo hacían y no se le veía tan sola, o en la mayoría de las veces se iba con Diggory.

Justamente cuando termino de hablar Fred, Cedric se levanto de su lugar para salir del Gran Comedor.

-Así mismo-menciono George, dándole una mirada a su hermano, el cual había fruncido su ceño.

-Vaya... no me había dado cuenta de aquello-hablo Hermione.

-Es mejor que terminen su desayuno o llegaran tarde a su primera clase de adivinación-dijo Fred, tratando de evitar el tema con su hermano.

(...)

Spica se encontraba caminando por los pasillos, con destino a su primera clase, cuando una mano la jalo por su antebrazo. Al girarse se encontró con su amigo de la casa amarilla.

-Hola, Cedric.

-Hola, Spica ¿Quería saber como te seguías?-menciono el mayor, un poco nervioso.

Él había escuchado como Draco gritaba con el susto que le dio, por lo que pensó que se sentiría mejor, pero no pudo evitar estar preocupado por ella, eso lo hizo salir del Gran Comedor para buscarla.

-Me encuentro bien, muchas gracias por lo del tren-menciono con las mejillas sonrosadas.

-No tienes que agradecer-ambos se quedaron en silencio-. ¿Qué clase tienes ahora?

-Oh... Alquimia y ¿tú?

-Te acompaño, voy a Aritmancia, están cercas.

Ambos chicos fueron platicando de como les había ido en sus vacaciones, Cedric llevaba a Spica de la mano, para ambos esto ya no era nada nuevo, era común ver al chico abrazando a la Gryffindor o tomándola del brazo.

Pero aunque era común para ellos ir de esa forma, aun varios alumnos se sorprendían y murmuraban cada vez que los veían, muchos se encontraban celosos, ya que pensaban que el Hufflepuff y la Gryffindor mantenían una relación amorosa.

Cuando llegaron al aula donde tendría clases la menor, el chico se despidió de ella, él desapareció por el pasillo mientras que ella entro y tomo lugar para comenzar a tomar su primera clase.

Se sentó junto a una chica de Ravenclaw, la saludo con una pequeña sonrisa a lo que ella se la devolvió.

-Oh... tu debes de ser la chica Slytherin que quedo en Gryffindor-hablo la Ravenclaw cuando noto a Arminda dentro de la manga de su túnica.

-Si, soy ella. Me llamo Spica y ¿tú?

-Mucho gusto, soy Padma Patil, de seguro conoces a mi hermana Parvati ella asiste a tu casa.

-Si la conozco.

Ya no pudieron seguir hablando porque entro la profesora, haciendo que todos guardaran silencio.

-Buenos días, chicos. Soy la profesora Séptima Vector y les enseñare la Aritmancia. Muchos de ustedes creerán que la Aritmancia y la adivinación son iguales, pero se equivocan. Nosotros estudiaremos las propiedades mágicas de los números, incluyendo también la predicción del futuro con ellos y numerología.

La profesora se notaba ser una persona a la cual no le gustaba que sus alumnos jugaran en clase, por lo que todos en el salón le prestaban atención sin ninguna clase de problema.

La clase ya estaba por concluir cuando la profesora se acerco a la banca donde se encontraba Spica.

-Señorita Slytherin, cree que se pueda quedar un segundo después de concluida la clase.

Esta asintió sin ningún problema, la clase llego a su final y todos salieron, se despidió de Padma y se acerco al escritorio de la profesora Vector.

-Señorita Slytherin, solo quería hablar con usted, para pedirle de favor que tenga mucho cuidado, se que tal vez no me crea mucho pero debe de tener cuidado con su futuro, estará en peligro constante por una persona que es importante para usted, pero debe de saber que conocerá a personas que parezcan malas pero en realidad serán buenas y la acompañar en el futuro.

Spica no sabia como reaccionar, no sabía si agradecer o solo despedirse.

-Esta bien, profesora Vector.

Sin más salió del salón, encontrando a Cedric esperando por ella.

-¿Todo bien?-le pregunto el mayor, ya que fue la última en salir, después de mucho tiempo.

-Si, todo bien. Solo quería decirme algo, pero...-decidió que era mejor no decirle, no tenia muy seguro que significaba todo lo que le había dicho.

-¿Segura?

-Si, no debes de preocuparte.

-Bien, ¿quieres que te acompañe a tu siguiente clase?

-No te preocupes Ced, ahora me toca clase con Minie.

-Te acompaño.

Spica no pudo convencer a Cedric, de que no era necesario que la acompañara a su clase, pero él la termino acompañando. Cuando llegaron se encontraron con Harry, Ron y Hermione, que iban llegando de su clase de adivinación.

-¡Chicos!-les gritó, Ron y Hermione la voltearon a ver, mientras que Harry continuo caminando a la clase, se acerco a ellos, junto con Cedric-. ¿Qué le pasa a Harry?

Ninguno de sus amigos le contesto, solo la miraron preocupados y dándole un saludo a Cedric entraron al salón.

-Nos vemos luego, Cedric.

Cuando entro al salón se encontró con que Harry se había sentado hasta el fondo de la clase, por lo que se sentó a su lado, ella puso atención a la clase, aunque se dio cuenta que su amigo no se encontraba atento.

El tema que estaban viendo era los animagos, este tema le pareció demasiado interesante a Spica, por lo que se propuso investigar más acerca de este tema. Aunque ella seguía poniendo atención la profesora Mcgonagall se dio cuenta que eran muy pocos los que estaban atentos en la clase. La profesora se había convertido en una gata atigrada con marcas de gafas alrededor de los ojos.

-¿Qué les pasa hoy?-preguntó la profesora Mcgonagall, recuperando la normalidad con un pequeño estallido y mirándolos-. No es que tenga importancia, pero es la primera vez que mi transformación no consigue arrancar un aplauso de la clase.

Mientras que todos miraron a Harry, que se encontraba a un lado de Spica, ella hablo a la profesora.

-Debo decir Minie, que me impresiona como a cambiado a un hermoso gato atigrado, pero recuerdo que cuando íbamos en primer año, nos lo mostro-la profesora la miro con una ceja alzada-... pero es increíble.

Ya no dijo nada y la maestra miro la mano levantada de Hermione.

-Por favor; profesora. Acabamos de salir de nuestra primera clase de Adivinación y... hemos estado leyendo las hojas de té y...

-¡Ah, claro!-exclamó la profesora Mcgonagall, frunciendo el entrecejo de repente-. No tienen que decir nada más, señorita Granger. Díganme, ¿Quién de ustedes morirá este año?

Todos la miraron fijamente.

-Yo-respondió por fin Harry, esto hizo que Spica se sorprendiera.

-Ya veo-dijo la profesora Mcgonagall, clavando en Harry sus ojos brillantes y redondos como canicas-. Pues tendrías que saber, Potter, que Sybill Trelawney, desde que llego a este colegio, predice la muerte de un alumno cada año. Ninguno ha muerto todavía. Ver augurios de muerte es su forma favorita de dar la bienvenida a una nueva promoción de alumnos. Si no fuera porque nunca hablo mal de mis colegas... -la profesora Mcgonagall se detuvo en mitad de la frase y los alumnos vieron que su nariz se había puesto blanca. Prosiguió con más calma-: La adivinación es una de las ramas más imprecisas de la magia. No les ocultaré que la adivinación me hace perder la paciencia. Los verdaderos videntes son muy escasos, y la profesora Trelawney... -volvió a detenerse y añadió en tono práctico-: Me parece que tienes una salud estupenda, Potter, así que me disculparás que no te perdone hoy los deberes de mañana. Te aseguro que si te mueres no necesitaras entregarlos.

Spica, sabía que la adivinación era una rama de la magia demasiado imprecisa por lo mismo fue que no la eligió estudiar. Harry a su lado se notaba más tranquilo, pero aun así, Spica decidió tomar su mano para mostrarle su apoyo, él le agradeció con una sonrisa.

Pero aunque él se encontraba más tranquilo, al igual que Hermione, se reía, Ron seguía preocupado y escucho como Lavender susurraba:

-Pero ¿y la taza de Neville?

La clase continuo sin ningún problema más, al finalizar los cuatro se unieron a la multitud que se dirigía bulliciosamente al Gran Comedor; para el almuerzo.

-Animo, Ron-dijo Hermione, empujando hacia él una bandeja de estofado-. Ya has oído a la profesora Mcgonagall.

-Minie tiene razón, Ron. La profesora de Aritmancia piensa lo mismo, de hecho creo que es mucho más segura una predicción hecha por ella que por la de adivinación.

Ron se sirvió estofado con una cuchara y cogió su tenedor, pero no empezó a comer.

-Harry-dijo en voz baja y grave-, tú no has visto en ningún sitio un perro negro y grande, ¿verdad?

-Sí, lo he visto-dijo Harry-. Lo vi la noche que abandoné la casa de los Dursley.

Ron dejó caer el tenedor; que hizo mucho ruido.

-Probablemente, un perro callejero-dijo Hermione muy tranquila.

-O tal vez fuera un lobo-hablo Spica-. No se aquí, pero yo una vez vi un lobo bastante grande donde vivo. Pero según mi tío Billy dice que ellos son los protectores de la reservación.

Ron las miro como si se hubieran vuelto locas.

-Hermione, Spica, si Harry ha visto visto un Grim, que dudo que sea mucho un lobo, eso es... eso es terrible-aseguró-. Mi tío Bilius vio uno y... ¡murió veinticuatro horas más tarde!

-Casualidad-arguyó Hermione sin darle importancia, sirviéndose zumo de calabaza.

-¡No sabes lo que dices!-dijo Ron empezando a enfadarse-. Los Grims ponen los pelos de punta a la mayoría de los brujos.

-Ron, no es por menos preciar tus creencias y la de los demás brujos pero, no te das cuenta que Harry, si es que de verdad vio al Grim, ya han pasado más de veinticuatro horas desde que lo vio, el no sabia que era. No se puso nervioso y no actúa como si se fuera a morir. Yo creo que lo que de verdad los mata es la superstición.

Ron quería contestar pero Hermione lo interrumpió.

-Ven al Grim y se mueren de miedo. El Grim no es un augurio. ¡es la causa de la muerte! Y Harry todavía está con nosotros porque no es lo bastante tonto para ver uno y pensar. "¡Me marcho al otro lado!"

Ron movió los labios sin pronunciar nada, para que Hermione y Spica comprendieran sin que Harry se enterase. Hermione abrió la mochila, saco su libro de Aritmancia, acercándose más a Spica y lo apoyo abierto en la jarra de zumo.

Spica sabía que su amiga, había tomado Aritmancia al mismo tiempo que tomaba Adivinación no solo porque la había visto, sino también porque ella le había explicado que gracias a la profesora Mcgonagall, consiguió la forma de estar en todas las clases que tomaría. Esto también se lo tubo que decir ya que por accidente lo había leído en su mente, cuando se estaban preparando para ir a la cama.

-Creo que la adivinación es algo muy impreciso-dijo buscando una página-: si quieres saber mi opinión, creo que hay que hacer muchas conjeturas.

-No había nada de impreciso en el Grim que se dibujó en la taza-dijo Ron acalorado.

-No estabas tan seguro de eso cuando le decías a Harry que se trataba de una oveja-repuso Hermione con serenidad.

-¡La profesora Trelawney dijo que no tenías un aura adecuada para la adivinación! Lo que pasa es que no te gusta no ser la primera de la clase.

Acababa de poner el dedo en la llaga. Hermione golpeó la mesa con el libro con tanta fuerza que salpicó carne y zanahoria por todos lados, además de que había asustado a Spica, por el repentino movimiento.

-Si ser buena en Adivinación significa que tengo que hacer como que veo augurios de muerte en los posos del té, no estoy segura de que vaya a seguir estudiando mucho tiempo esa asignatura. Esa clase fue una porquería comparada con la de Aritmancia.

Cogió la mochila y se fue sin despedirse.

Ron la siguió con la vista, frunciendo el entrecejo.

-Pero ¿de qué habla? ¡Todavía no ha asistido a ninguna clase de Aritmancia!

-De hecho yo le eh explicado lo que hemos visto hoy en clase, ya que no asistió por ir a Adivinación, y por lo que me han contado la verdad, Aritmancia le gana con creces a Adivinación-dijo Spica cubriendo a su amiga.

A terminar el almuerzo, Spica los acompaño a las afueras del castillo, ella tendría clase de runas antiguas pero su clase empezaba veinte minutos después que la de los chicos y ya sabia donde quedaba el aula, por lo que mientras que Hermione y Ron iban sin hablarse en el camino, Harry junto con ella que los seguían iban platicando, ella los veía con sus enormes libros.

-Harry, me prestas tu libro.

-Claro, pero no le deshagas el cordón, te puede morder.

-Spica miro con cuidado el libro, desato el cinturón con el que Harry lo tenia sujeto y este empezó a querer morderla, ella lo tomo con fuerza y le acaricio el lomo, haciendo que se relajara, dejándola abrirlo.

Harry la miro con asombro; Spica se lo regreso, con una sonrisa divertida.

-Creo que es una forma divertida de tratar con un libro. Suerte en su clase chicos, debo ir yendo a Runas Antiguas.

(...)

Cuando llego al salón, se encontró con varios compañeros de casa, entre ellos también se encontraban una gran cantidad de Ravenclaw y Slytherins, casi Hufflepuff no se encontraban.

La profesora los puso en parejas para poder descubrir el significado de unas runas que se encontraban entre las piedras que tenían enfrente, en sus mesas.

Spica al notar a Hermione en su clase, levanto la mano para que hicieran equipo. Entre las dos comenzaron a estudiar las runas que tenía. La clase paso muy amena y tranquila.

Los estudios de runas antiguas era algo que le llamaba la atención a Spica por el simple hecho de que cuando encontró la cámara secreta, noto que en sus pareces se encontraban algunas inscripciones en Runas, ella quería aprender más sobre su antepasado.

-El primer proyecto que tendrán, será el poder desencriptar las runas que vienen en este muro, él alumno que lo logre primero, se ganara 25 puntos para su casa-dijo la profesora Babbling.

(...)

Cuando la clase termino Spica se despidió de Hermione, ya que ella aun no terminaba sus clases, Hermione tenia que cumplir con otras asignaturas, mientras que Spica solo le quedaba tomar su clase de Estudios de Demonios Necrófagos.

Se dirigió a las mazmorras para buscar el aula, no sabia muy bien en que parte del castillo la encontraría, ya que nunca había ido mas halla del aula de Pociones.

Cuando lo encontró, el salón estaba en un pasillo más oscuro que los demás, casi no se veía nada con cada paso que ella daba. El aula se encontraba con la puerta abierta ya que era para que los alumnos entraran. 

Al entrar en él, solo se encontraban dos alumnos, que pudo notar eran de Slytherin por la capa que llevaban y él profesor que se encontraba sentado detrás de su escritorio, revisando un libro.

El aula se era demasiado lúgubre para su gusto, sintió como Arminda se apegaba más a su brazo, el profesor alzo la mirada, cuando ella comenzó a caminar a una de las bancas, y ahí lo noto piel pálida y demacrada, colmillos más grandes de lo normal, sus orejas puntiagudas.

Cuando tomo asiento, solo pasaron cinco minutos más, al aula solo habían ingresado dos alumnos más, un Ravenclaw y otro Slytherin, ningún Gryffindor o Hufflepuff a la vista. El profesor cerro la puerta y su vestimenta elegante. Con un traje a talla de color negro y camisa color vino.

-Buenas tardes tengan ustedes, mi nombre es Lestat de Lioncourt, seré su profesor en su asignatura Estudios de Demonios Necrófagos-Spica quedo maravillada, con la forma de hablar del profesor-. Les enseñare sobre fantasmas, duendes y Ghouls, principalmente. A mi no me verán por los pasillos de la escuela, yo prefiero estar en mi despacho, así que si llegan a tener alguna duda, podrán encontrarme ahí.

>>Deben de saber que esta aunque es una clase extra, les ayudara en el futuro si quieren estudiar para aurores, o algún cargo importante del ministerio de magia.

Spica sabía que ella quería ser aurora, por lo que al escuchar esto, supo que tendría que esforzarse.

>>Comenzaremos por algo básico, alguno de ustedes podría decirme, ¿Qué es un Ghoul?-Spica levanto su mano-. Muy bien, señorita...

-Slytherin.

-Muy bien, señorita Slytherin ¿Qué es un Ghoul?

-Un Ghoul, es una criatura, que asemeja bastante a un ogro dientudo y baboso, además de ser criaturas muy feas.

-Así, ahora podría decirnos donde se encuentran.

-Claro, ellos tienden a vivir en los sótanos, graneros o desvanes de los magos y brujas.

-Bien, dicho, 5 puntos para Gryffindor. Como la señorita Slytherin nos acaba de decir, los Ghouls, son criaturas que se encuentran en lugares a húmedos y con poco la luz de día. Son criaturas que el ministerio de magia a puesto en la clasificación XX, las cuales son criaturas inofensivas y que se pueden domesticar.

Todos escribían en sus pergaminos lo dicho por el profesor Lioncourt. Spica estaba demasiado emocionada por esta clase, ya que se sentía entusiasmada por aprender de un profesor como lo era Lestat de Lioncourt.

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