Después de estar un rato más en la heladería, fueron a la tienda de animales, donde Hermione había comprado un gato y Ron le compro medicina a Scabbers su rata, iban caminando al Caldero Chorreante, cuando se encontraron al señor Weasley tomando en el bar leyendo El Profeta.

-¡Chicos!-dijo levantando la vista y sonriendo-, ¿como están?

-Bien, gracias/Bien, señor-ambos contestaron al mismo tiempo en que ellos, Ron y Hermione llegaban con todas sus compras.

El señor Weasley dejó el periódico, y Harry vio la fotografía ya familiar de Sirius Black, mirándole. Spica en ese momento estaba concentrado con Arminda, hasta que sintió al señor Weasley viéndola, levanto su mirada notando en el periódico la foto que vio en los papeles de su padre.

-¿Todavía no lo han cogido?-preguntó. 

-¿Acaso saben algo de él?-ambos la vieron sin comprender-. Es que a mi padre le mandaron los datos de este asesino, le dijeron que tenía la probabilidad de ir a Estados Unidos.

-No-dijo el señor Weasley con el semblante preocupado-. En el Ministerio nos han puesto a todos a trabajar en su busca, pero hasta ahora no se ha conseguido nada. En realidad Spica, Sirius es un mago.

-¿Tendríamos una recompensa si lo atrapáramos?-preguntó Ron-.Estaría bien conseguir algo más de dinero... 

-No seas absurdo, Ron-dijo el señor Weasley, que, visto más de cerca, parecía muy tenso-. Un brujo de trece años no va a atrapar a Black. Lo atraparan los guardianes de Azkaban. Ya lo verás. 

En ese momento entró en el bar la señora Weasley cargada con compras y seguida por los gemelos Fred y George, que iban a empezar quinto curso en Hogwarts, Percy, último Premio Anual, y Ginny, la menor de los Weasley. 

Ver a Ginny actuando tímida, no era nada nuevo, pero esta vez parecía aun más tímida de lo normal. Spica pensaba que tendría que ver con que ella, era la verdadera persona que abrió la cámara de los secretos, o bueno fue controlada para abrirla y que culpaban a Spica. Harry por otro lado pensaba que Ginny estaba más tímida por culpa de ambos, ya que ambos le habían salvado la vida en Hogwarts durante el último curso. Se puso colorada y murmuró "hola" sin mirarlo. Percy, sin embargo, le tendió la mano a Harry de manera solemne, como si ellos no se hubieran visto nunca, y le dijo:

-Es un placer verte, Harry.

-Hola, Percy-contestó Harry, tratando de contener la risa.

Se volteo a mirar a mi y  hablo.

-Es bueno también ver que te encuentras bien, Spica.

-Hola, Percy-sin más me aleje un poco de ambos, mientras que Percy seguía hablando con Harry.

No logre alejarme mucho cuando los gemelos me tomaron de los brazos y comenzaron a imitar a Percy, lo que ocasiono que soltara una pequeña risa, hasta que la señora Weasley los detuvo y nos saludo.

-He dicho que ya-menciono mientras que depositaba sus compras sobre una silla vacía-. Hola Harry... Spica. Supongo que ya han oído todas nuestras emocionantes noticias-señalo la insignia de plata recién estrenada que brillaba en el pecho de Percy-. El segundo Premio Anual de la familia-dijo rebosante de orgullo.

-Y último-dijo Fred en un susurro.

-De eso no me cabe ninguna duda-dijo la señora Weasley, frunciendo de repente el entrecejo-. Ya me he dado cuenta de que no los han hecho prefectos.

-¿Parece que queremos ser prefectos?-hablo George, a quien la sola idea parecía repugnarle-. Le quitaría a la vida su lado divertido.

No pude evitar soltar una pequeña risa, a la que se le unió Ginny.

-¿Quieres hacer el favor de darle a tu hermana un mejor ejemplo?-hablo cortante la señora Weasley, por lo que dejo de reírse.

-Ginny tiene otros hermanos para que le den buen ejemplo-respondió Percy con altivez-. Voy a cambiarme para la cena...

Se fue y George dio un suspiro.

-Intentamos encerrarlo en una pirámide,-les dijo a Spica y Harry-pero mi madre nos descubrió.

Spica junto con el señor Weasley y Hermione fueron a su hotel, para que pudiera cancelar la habitación, así pudiendo quedarse en el caldero chorreante con sus amigos.

En la noche la cena resulto muy agradable. Tom, el tabernero, junto tres mesas del comedor; y los siete Weasley, Harry, Hermione y Spica tomaron los cinco deliciosos platos de la cena.

-¿Cómo iremos a King's Cross mañana, papá?-preguntó Fred en el momento en que probaban un suculento pudín de chocolate.

-El Ministerio pone a nuestra disposición un par de coches-respondió el señor Weasley.

Todos lo miraron.

-¿Por qué?-preguntó Percy con curiosidad.

-Por ti, Percy -dijo George muy serio-. Y podrán banderitas en el capó, con las iniciales "P.A." en ellas...

-Por "Presumido del Año"-dijo Fred.

Todos, salvo Percy y la señora Weasley, soltaron una carcajada.

-¿Por qué nos proporciona coches el Ministerio, padre?-preguntó Percy con voz de circunstancias.

-Bueno, como ya no tenemos coche, me hacen ese favor; dado que soy funcionario.

Lo dijo sin darle importancia, pero Harry notó que las orejas se le habían puesto coloradas, como las de Ron cuando se azoraba.

-Menos mal-dijo la señora Weasley con voz firme-.¿Se dan cuenta de la cantidad de equipaje que llevan entre unos y otros? Qué buena estampa haríamos en el metro muggle... lo tienen todo listo, ¿verdad?

-Ron no ha metido aún las cosas nuevas en el baúl-dijo Percy con tono de resignación-. Las ha dejado todas encima de mi cama.

-Lo mejor es que vayas a preparar el equipaje, Ron, porque mañana por la mañana no tendremos mucho tiempo-le reprendió la señora Weasley.

Ron miró a Percy con cara de pocos amigos.

Después de la cena todos se sentían algo pesados y adormilados. Uno por uno fueron subiendo las escaleras hacia sus habitaciones, para ultimar el equipaje del día siguiente. La habitación de Ron y Percy era contigua a la de Harry y Spica.

En la tarde cuando Spica había pedido una habitación para ella, el tabernero Tom le dijo que no tenia nada desocupado, pero Harry recordó que su habitación tenía dos camas, por lo que ambos compartirían habitación por esa vez. Ambos acaban de cerrar sus baúl con llave cuando oyeron voces de enfado a través de la pared, Harry se levanto para ver que ocurría, mientras que Spica le daba de comer un ratón pequeño y blanco a Arminda.

Cuando le puso el ratón a Arminda para que cenara, salió de la habitación encontrándose a Harry en medio del pasillo.

-¿Todo bien?

-Están peleando por la insignia de prefecto de Percy, yo iba por la comida de Scrabbers, me acompañas.

-Vamos.

Ambos amigos se encontraban en medio de las escaleras cuando escucharon dos voces airadas que procedían del comedor. Tardaron un segundo en reconocer que eran las de los padres de Ron. Harry se detuvo dudando si seguir bajando o regresar, mientras que Spica estaba decidida a regresar por donde habían llegado, pero su plan se interrumpió cuando Harry la detuvo.

Harry la jalo con ella, cuando escucho sus nombres, se acercaron a la puerta del comedor.

-No tiene ningún sentido ocultárselos-decía acaloradamente el señor Weasley-. Harry tiene derecho a saberlo, tal vez con Spica sea un tema más delicado de tratar pero ella también lo debería de saber. He intentado decírselo a Fudge, pero se empeña en tratar a Harry como un niño y cree que si se lo decimos a Spica ella correrá a su lado. Tienen trece años y...

-¡Arthur, la verdad le aterrorizaría y ella no sabemos que haría!-dijo la señora Weasley en voz muy alta-. ¿Quieres de verdad enviar a Harry al colegio con esa espada de Damocles? ¡Por Dios, están muy tranquilos sin saber nada!

-No quiero asustarlo, ¡quiero prevenirlo, prevenirlos!, Spica tiene el derecho a saberlo-contestó el señor Weasley-. Ya sabes como son Spica, Harry y Ron, que se escapan por ahí. Se han internado en el bosque prohibido dos veces. ¡Pero Harry no debe hacer lo mismo en este curso! ¡Cada vez que pienso lo que podía haberle sucedido la otra noche, cuando escapó de casa...! Si el autobús noctámbulo no lo hubiera recogido, me juego lo que sea a que el Ministerio lo hubiera encontrado muerto, o Spica, escuchaste la noticia llego muy rápido a los muggles de su país, que pasa si hubiera ido por ella.

-Pero no están muertos, están bien, no se encuentran desaparecidos, así que ¿de que sirve...?

-Molly: dicen que Sirius Black, está loco, y quizá lo esté, pero fue lo bastante inteligente para escapar de Azkaban, y se supone que eso es imposible. Han pasado tres semanas y no le han visto el pelo. Y me da igual todo lo que declara Fudge a El Profeta: no estamos más cerca de atraparlo que de inventar varitas mágicas que hagan los hechizos solas. Lo único que sabemos con seguridad es que Black va detrás...

-Pero estarán a salvo en Hogwarts.

-Pensábamos que Azkaban era una prisión completamente segura. Si Black es capaz de escapar de Azkaban, será capaz de entrar en Hogwarts.

-Pero nadie está realmente seguro de que Black vaya en busca de Harry y Spica...

Se oyó un golpe y Spica supuso que el señor Weasley había dado un puñetazo en la mesa.

-Molly, ¿Cuántas veces te tengo que decir que... que no lo han dicho en la prensa porque Fudge quería mantenerlo en secreto? Pero Fudge fue a Azkaban la noche que Black se escapó. Los guardias le dijeron a Fudge que hacía tiempo que Black hablaba en sueños. Siempre decía las mismas palabras: "Está en Hogwarts, está en Hogwarts." Black está loco, Molly, y quiere matar a Harry, y estamos muy seguros que igual a Spica, si mato a Lira. Si me preguntas por qué, creo que Black piensa que con su muerte Quien Tú Sabes volvería al poder. Black lo perdió todo la noche en que Harry detuvo a Quien Tú Sabes. Y se ha pasado diez años solo en Azkaban, rumian todo eso...

Se hizo el silencio. Spica se encontraba en shock, podrían no estar hablando de su madre, Harry no sabía que hacer, el año pasado él y Ron no habían estado para Spica en ningún sentido desde que se abrió la cámara de los secretos, ahora se sentía idiota por no haber confiado en ella.

-Bien, Arthur. Debes hacer lo que te parezca mejor. Pero te olvidas de Albus Dumbledore. Creo que nada le podría hacer daño en Hogwarts mientras él sea el director. Supongo que estará al corriente de todo esto.

-Por supuesto que sí. Tuvimos que pedirle permiso para que los guardias de Azkaban se colocaran en los accesos del colegio. No le hizo mucha gracia, pero accedió.

-¿No le hizo gracia? ¿Por qué no, si están ahí para atrapar a Black?

-Dumbledore no les tiene mucha simpatía a los guardias de Azkaban-respondió el señor Weasley con disgusto-. Tampoco yo se la tengo, si nos ponemos así... pero cuando se trata con alguien como Black, hay que unir fuerzas con los que uno preferiría evitar.

-Si salvan a los chicos...

-En ese caso, no volveré a decir nada contra ellos-dijo el señor Weasley con cansancio-. Es tarde, Molly. Será, mejor que subamos...

Ambos chicos escucharon mover las sillas. Tan sigilosamente como pudieron, se alejaron para no ser vistos por el pasadizo que conducía al bar.

La puerta del comedor se abrió y segundos después el rumor de pasos les indicó que los padres de Ron subían las escaleras.

Harry tomo la botellita de tónico para las ratas que se encontraba bajo la mesa a la que se habían sentado. Esperaron a escuchar el ruido de la puerta de la alcoba de los padres de Ron cerrarse y subieron nuevamente.

Se encontraron con Fred y George en la sombra del relleno de la escalera, partiéndose de risa al oír a Percy poniendo patas arriba la habitación que compartía con Ron, en busca de la insignia.

-La tenemos nosotros-escucho como Fred le susurraba al oído a Harry- La hemos mejorado.

En la insignia se leía ahora: Premio Asnal.

Ambos lanzaron una risa forzada. Spica siguió el camino hacia su habitación, mientras que Harry fue a entregarle el tónico a Ron.

Spica se acostó en su cama, se tapo completamente con la cobija y ahí su mente comenzó a pensar en todo lo que había escuchado de los señores Weasley.

Sirius Black, no solo era un asesino muggle, como creía su padre, sino que además era un mago. Él mago que había asesinado a su madre y que iba detrás de Harry, por haber matado a Voldemort y por ella, para terminar con lo que no logro hace 12 años. Aun podía escuchar los gritos que provenían de la habitación de a lado.

Cuando la puerta fue nuevamente abierta, noto como Harry entraba y la miraba, trato de darle una sonrisa la cual salió mas como una mueca. Se sentó en su cama y lo miro como iba a la suya. 

Ninguno sabía que decir o hacer, Spica se sentía confundida, estaba triste, enojada... molesta, la verdad era que no sabía como sentirse. ¿Por qué Black mato a su madre? ¿Acaso él había matado a su padre?. Salió de sus pensamientos gracias a Harry.

-¿Como estas?

Soltó un suspiro y lo miro-. No lo se, tengo más preguntas de las que me gustaría, ¿como te sientes, tú?

-La verdad es que con esto ya se varias respuestas que antes no tenían respuesta. No tengo miedo, se que nada nos pasara estando en Hogwarts gracias a Dumbledore, pero... que son exactamente los guardianes de Azkaban...

-Por lo que se, se les llama Dementores... son seres que se alimentan de los recuerdos más felices de las personas y uno de ellos te puede quitar el alma, se le conoce como el beso del Dementor.

Harry no dijo nada, sabía que su amiga era inteligente, pero no sabía cuanto.

>>Nada nos pasara, Harry. Hemos logrado escapar de Voldemort más veces que las que un mago promedio. Somos más fuertes juntos-dijo Spica mientras acariciaba la cabeza de Arminda, la cual ya se encontraba dormida en la almohada de su cama.

-Somos más fuertes juntos-menciono el castaño, recordaba como el año pasado su amiga lo ayudo con el recuerdo de Voldemort.

>>Perdón.

Eso desconcertó a la chica, que lo miro confundida, no sabía el porque de la disculpa de su amigo.

>>Perdón, por haber desconfiado de ti el año pasado con lo de la cámara de los secretos...

-Harry, ya los perdone a ti y a Ron... ambos creían que yo era la heredera-se rio un poco-aunque la verdad es que si soy la heredera, solo que yo no conocía donde se encontraba la cámara, ni sabia lo que escondía.

>>Supe de ella, por el libro sobre la historia de Hogwarts, la comencé a buscar mientras que buscábamos a Nicholas Flamel en nuestro primer año... Cedric era el único que sabía lo que buscaba, de hecho me ayudaba. Pero Hermione fue la que me ayudo a descubrir a donde tenía que buscar.

>>Ahora se donde se encuentra, pero no estoy muy a gusto yendo, cuando esta el cada ver de un basilisco. Creo que intentare buscar la sala de los fundadores.

Harry la miraba sin comprender, pero seguía sintiéndose mal, por no haber creído cuando el año pasado cuando la culparon ella les prometía que no sabia donde se encontraba, que ella no tenia nada que ver.

-Solo perdón, nunca debí desconfiar de ti. Te hicimos a un lado, por pensarlo y sin darme cuenta te hice lo mismo que me hacían a mi al creer que yo podría ser el heredero de Slytherin. Aunque me alegra saber que no me estaba volviendo loco al escuchar esas voces y ahora entiendo más como te comunicas con Arminda.

-Cuando quieras te enseño como dominarlo, para que no te pase de un momento a otro.

Ambos chicos con menos pensamientos problemáticos, se acostaron en sus camas y durmieron.

(...)

Denali, Alaska

Casa Cullen

En la casa de los Cullen se mantenía un ambiente un poco tenso, todo era por el tema de la compañera de Thomas, Alice ya no había tenido alguna visión nueva de la humana, desde que la vio en coma. Cada vez que trataba de ver algo acerca de ella, había algo que no la deja y eso hacia que se molestara, además de que su hermano estaba más inestable sin saber el estado de su compañera.

Rosalie ya harta por el comportamiento de su hermano se levanto de su lugar y lo encaro.

-¡Ya basta Thomas! Todos sabemos que estas mal, por no saber algo de tu compañera, pero ya ha pasado un año, si tú compañera esta bien, lo sabrás el año que viene cuando vayas a Forks-sin mas se fue de la sala a su propia habitación.

Thomas no sabía que hacer, por lo que solo se levanto en silencio e intento salir de la habitación, pero fue detenido por su madre adoptiva Esme.

-No le hagas caso a Rosalie, cariño, todos te entendemos-el la miro, como si no le creyera por lo que añadió-piensa que dentro de poco la podrás ver y que cuando ya te sientas listo, podrás estar junto a ella.

-Gracias, pero por el momento deseo estar solo-miro a sus hermanos que lo miraban con lastima o tristeza, excepto por Edward que lo miraba con comprensión, ya que el aun no encontraba a su compañera y temía que fuera humana como la de su hermano, ya que si era mortal podría morir antes de conocerla.

Tom salió de la casa, fue al bosque y se acostó en la rama de un pino, pudo ver como poco a poco el día iba terminando. Cuando pudo ver las estrellas, no pudo evitar pensar en su compañera, ¿estaría bien? ¿tendría pareja? ¿Qué estará haciendo ahora mismo? Esas eran las preguntas que rondaban por su mente.

Pero como Esme le había recordado, ya faltaba menos para poder verla por primera vez.

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