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Part. 2 Capitulo 11

Ya que solo faltaban pocos en salir del salón, Spica se quedaría con la profesora Mcgonagall, ya que le daría de comer a Arminda. Mientras que ella se acercaba a la profesora después de despedirse de sus amigos, escucho a Ron hablar.

-Pregúntaselo ahora-susurró Ron a Harry.

-Ah, pero...-fue a decir Hermione.

-Adelante, Harry-le incitó Ron con testarudez.

Harry aguardó a que saliera el resto de la clase y se acercó nervioso a la mesa de la profesora Mcgonagall. Pero al ver como Spica le regalaba una sonrisa, mientras que esperaba a la profesora, se armo con más valor.

-¿Si, Potter?

Harry tomó aire.

-Profesora, mis tíos... olvidaron... firmarme la autorización-dijo.

La profesora Mcgonagall lo miró por encima de sus gafas cuadradas, pero no dijo nada.

-Y por eso... eh... ¿pienso que podría... esto... ir a Hogsmade?

La profesora Mcgonagall bajó la vista y comenzó a buscar en uno de los cajones de su escritorio donde guardaba los pequeños ratones blancos.

-Me temo que no, Potter. Ya has oído lo que dije. Sin autorización no hay visita al pueblo. Es la norma.

-Pero... mis tíos... ¿sabe?, son muggles. No entienden nada de... de las cosas de Hogwarts-explicó Harry, mientras Spica metía en el terrario a Arminda y el ratón; Ron desde atrás le hacía señas de ánimo-. Si usted me diera permiso...

-Pero no te lo doy-dijo la profesora Mcgonagall poniéndose en pie y guardando a los demás ratones en el cajón-. El impreso de autorización dice claramente que el padres o tutor debe dar permiso-volvió a mirarlo, con una extraña expresión en el rostro. ¿Era de pena?-. Lo siento, Potter; pero es mi última palabra. Lo mejor será que te des prisa o llegarás tarde a la próxima clase.

Spica estaba apunto de irse con sus amigos cuando la profesora la detuvo.

>>Puedes quedarte un segundo Spica-la profesora miro a los otros tres-a solas, tengo que hablar contigo antes de que te vallas.

-Esta bien, Minie, ¿Qué necesita?

-Bueno quisiera saber ¿Tú padre firmo el permiso para Hogsmade?-Spica sin comprender muy bien la pregunta asintió con lentitud.

-Si, profesora, antes de venir lo a hecho-la profesora la miro con tristeza-¿Sucede algo... malo?

La profesora, solo la miro sin saber como decírselo. Era por su seguridad, pero aun así no sabia como se lo tomaría.

La profesora Mcgonagall, soltó un suspiro y la miro a los ojos.

-... El problema es que no podrás ir a Hogsmade.

Esto ocasiono la risa de Spica, al pensar que era una broma, pero al ver a la profesora tan seria, guardo silencio sin poder creer sus palabras por lo que dijo.

-¿Esta hablando enserio, Minie?

-Estoy hablando muy enserio señorita Bla... Slytherin... usted al igual que Potter no podrán ir a Hogsmade.

-Pe... pero...

-Lo siento, pero ninguno podrá acompañarnos, es más seguro para usted permanecer en el castillo.

Spica no dijo nada más, se dio la vuelta y continuo con su camino, se encontraba molesta, enojada y quería llorar. Ella no tenia la culpa de que un asesino los estuviera buscando, ella tenia derecho a ir a Hogsmade. Además de que iría con Cedric.

Fuera del salón se encontraban sus amigos, que al ver que se encontraba roja de la furia, intentaron preguntarle que pasaba, ella solo los miro y dijo.

-No me deja ir a Hogsmade-al decir esto, sus ojos se llenaron de lagrimas, por lo que se fue rápido de ahí.

Harry quería ir detrás de ella, pero Hermione lo detuvo.

-Déjala, recuerda que Cedric la había invitado a salir en ese día juntos.

(...)

Leila prefería no estar cerca de sus compañeros de casa, ya que estos se la pasaban platicando de lo que harían al estar en Hogsmade, tal vez era de su parte egoísta el querer ir tanto después de haberle dicho a Harry que lo acompañaría, si es que la profesora no le dejaba ir.

Cuando era la hora de la cena, decidió bajar, con ella iban Harry, Ron y Hermione; Harry se sentía como ella, ambos eran los únicos de su curso que no podrían ir y eso los ponía tristes. Sus compañeros no ayudaban mucho que digamos, aunque la única idea que ellos creían factible hasta el momento era la de Ron, usar la capa de invisibilidad de Harry.

Esta idea la terminaron descartando por Hermione, que les recordó que los dementores podían ver atreves de estas.

Mientras que comían la cena, Spica miro a la mesa de Hufflepuff encontrándose con Cedric, el cual la miraba con una pequeña sonrisa, ella recordó que tenia que decirle lo de la salida, pero no tenia el valor necesario para hacerlo, esto lo noto Hermione que la miro con pena.

-Spica, debes decirle lo antes posible.

-Lose, pero... no puedo. De verdad quería ir con él.

-Si, quieres puedo acompañarte a que hablen.

-Lo harías-Spica miro a su amiga, con sus ojos chispeantes por la alegría de no estar sola.

-Claro, para eso están las amigas.

-Vamos.

Tomo la mano de Hermione y la jalo con ella, para poder hablar con el Hufflepuff, que al ver que se acercaban a su mesa se levanto para alcanzarlas, así que salieron fuera del Gran Comedor, para tener más privacidad.

(...)

Hermione se alejo de ambos un poco, les daría privacidad, pero estaría cerca para su amiga.

-Hola-saludo la menor con un movimiento de mano nervioso.

-Spica, ¿Qué paso? Estas nerviosa.

-Yo... bueno...

Spica miraba sus manos, no tenía mucho valor, ni sabía como decírselo, pero cuando sintió como tomaba su mano, levanto la mirada y se encontró con una sonrisa de parte de Cedric, soltó un suspiro y lo dijo sin más.

>>No podre ir a Hogsmade.

Cedric que la miraba con una gran sonrisa de alegría, se le fue yendo para que la sustituyera una sonrisa triste.

-¿Por qué no?

-Minie no me deja ir, dice que es más seguro para mi permanecer en Hogwarts.

-Oh...-él chico no sabia como responder a eso, comprendía las razones que daba la profesora, pero de verdad que quería ir con ella a esa salida.

-No tienes que decir nada, estoy segura que podrás pasártela igual de bien sin mi ahí-intento darle una sonrisa al chico.

Spica, estaba apunto de retirarse del lugar, hasta que sintió unas manos que la tomaban del brazo para que se detuviera.

-De hecho... ¿Qué te parece si después de la salida te sientas conmigo en el Gran Comedor?

Hermione que se encontraba detrás del chico, le hizo señas a su amiga de que aceptara, así que Spica con una sonrisa en sus ojos, lo miro y asintió feliz.

-Claro, nos veremos en el banquete de Halloween.

Sin más le dio un beso en la mejilla, que lo sorprendió y no reacciono hasta que Spica ya se había alejado junto con Hermione, la chica iba demasiado sonrojada, mientras que su amiga no ayudaba porque le iba haciendo burla.

(...)

Ya había llegado la mañana de Halloween, Harry junto con Spica se despertaron al mismo tiempo que los demás y bajaron a desayunar, en la cara de Harry se notaba lo triste que se encontraba mientras que en Spica solo se notaba una mueca de desilusión.

-Les traeremos un montón de golosinas de Honeydukes-les dijo Hermione, compadeciéndose de ellos-. Luego miro a su amiga que se había sentado dando la espalda a los Hufflepuff-. Creo que Cedric te habla.

La chica volteo disimulada mente y miro con el chico le pedía que la acompañara.

-Nos vemos chicos, pásenla bien. Nos vemos en la noche-sin más que decir salió del Gran Comedor acompañando al Hufflepuff.

-¿Qué paso Ced?

-Me preguntaba... ¿quieres que te traiga algo de Hogsmade?

Para ambos chicos ya era común que siempre que hablaban tomarse de las manos, por lo que no se sorprendió cuando él chico la sostuvo de estas mientras que la guiaba a la salida de la escuela.

-No te preocupes, los chicos nos compraran dulces a Harry y a mi.

-Entonces te traeré algo más-menciono deteniéndose, antes de llegar al vestíbulo, ambos se miraban con sonrisas-. No olvides que en la noche estaremos juntos en el banquete.

Le dijo mientras acariciaba su mejilla y ella por instinto cerro sus ojos.

-Esta bien, nos vemos en el Gran Comedor, para el banquete de Halloween.

-Pasare por ti, cuando llegue a tu sala común-sin dejar que ella hiciera o dijera algo, Cedric le dio un beso fugaz en la mejilla y se fue con sus amigos que lo esperaban en las escaleras fuera del vestíbulo.

Spica con un sonrojo leve y una sonrisa boba, se acerco a donde se encontraban sus amigos, despidiéndose de Harry. Cuando llego a ellos, Hermione con Ron solo se despidieron de ella con la mano, aunque Hermione la miraba con una sonrisa picara. 

Tomo del brazo a Harry, ya que había escuchado accidentalmente sus pensamientos, se disponían a irse pero una voz los interrumpió.

-¿Te quedas aquí, Potter?-gritó Malfoy, que estaba en la fila, junto a Crabbe y a Goyle-. ¿No te atreves a cruzarte con los dementores?

Spica le quería contestar algo, pero Harry afirmo más su agarre y se la llevo por las escaleras de mármol y los pasillos vacíos, llegando a la torre de Gryffindor.

-¿Contraseña?-dijo la señora gorda despertándose sobresaltada.

-"Fortuna maior"-contestó Harry con desgana, aunque Spica tratara de sacarle una sonrisa.

El retrato les dejó paso y entró en la sala común. Estaba repleta de chicos de primero y de segundo, todos hablando, y de unos cuantos alumnos mayores que obviamente habían visitado Hogsmade tantas veces que ya no les interesaba.

-¡Harry! ¡Harry! ¡Hola, Harry!-Spica miro con diversión a Colin Creevey, un estudiante de segundo que sentía veneración por Harry y nunca perdía la oportunidad de hablar con él, esto siempre le causaba gracia a Spica-. ¿No van a Hogsmade, Harry? ¿Por qué no? ¡Eh!-Colin miró a sus amigos con interés-. ¡si quieren pueden venir a sentarse con nosotros!

Él chico parecía que solo quería que Harry se sentara con ellos y para Spica era algo claro ya que desde el año pasado cuando todos creían que ella o Harry eran los herederos que abrieron la cámara de los secretos, muchos le temían a ella, aunque al final, ella junto con Harry salvaron a Ginny del recuerdo de Voldemort .

-No, gracias, Colin-dijo Harry, tomando nuevamente a Spica, pero ahora de la mano y señalándola-. Spica me ayudara con algo en la biblioteca. Con un trabajo, que no comprendo.

Después de esa mentira que dio Harry no tenían otra opción que dar media vuelta y salir por el agujero del retrato.

-¿Con qué motivo me han despertado?-refunfuñó la señora gorda cuando pasó por allí.

-Con el motivo de que pudiera entrar a buscar unas cosas que necesitaba-hablo Spica con una sonrisa divertida-. Ahora puede volver a dormir, no la molestaremos más.

Sin dejar que le contestara algo, Spica tomo a Harry del brazo y ambos comenzaron a caminar hacia la biblioteca, sin entusiasmo ya que en realidad deseaban estar con sus amigos. Cuando iban a medio camino Harry cambio de idea y tomando su mano, la jalo para que dieran vuelta.

Al darse la media vuelta se toparon con Filch, que acababa de despedir al último de los visitantes de Hogsmade.

-¿Qué hacen?-les gruñó Filch, suspicaz.

-Nada/No te importa-cada uno respondió.

Harry miro a su amiga con reproche pero esta solo se encogió de hombros.

-No me mires así, estoy molesta por culpa de Minie.

-¿Nada?-les soltó Filch, con las mandíbulas temblando-. ¡No me digan! Husmeando por ahí ustedes, justamente ustedes. ¿Por que no están en Hogsmade, comprando bombas fétidas, polvos para eructar y gusanos silbantes, como el resto de sus desagradables amiguitos?

Ambos se encogieron de hombros.

>>Bueno, regresen a la sala común de su casa-dijo Filch, que siguió mirándolos fijamente hasta que ambos se perdieron de vista.

Pero no regresaron a la sala común; subieron las escaleras, pensando en que tal vez podían ir a la pajarera de las lechuzas, e iban por otro pasillo cuando dijo una voz que salía del interior de un aula:

-¿Harry, Spica?-ambos chicos retrocedieron para ver quien los llamaba después de darse una mirada asustados, pero esto cambio cuando se encontraron al profesor Lupin, que los miraba desde la puerta de su despacho-. ¿Qué hacen?-les pregunto Lupin en un tono muy diferente al que utilizo Filch-. ¿Dónde se encuentran Ron y Hermione o Cedric?-lo último lo dijo mirando a la chica.

-En Hogsmade-respondió Harry; con voz que fingía no dar importancia a lo que decía, mientras que Spica lo miraba con una sonrisa.

-Ah-dijo Lupin. Observando a ambos un momento-. ¿Por qué no pasan? Acabo de recibir un grindylow para nuestra próxima clase.

-¿Un qué?-preguntó Harry.

-Un demonio de agua-menciono Spica, ganándose una mirada de ambos-. Vimos un poco de ellos en clase de Estudios de Demonios Necrófagos.

Lupin les hizo una señal para que lo siguieran dentro del despacho, ambos entraron después de él. En un rincón había un enorme depósito de agua. Una criatura de un color verde asqueroso, con pequeños cuernos afilados, pegaba la cara contra el cristal, haciendo muecas y doblando sus dedos largos y delgados.

Spica lo miraba asombrada, Lupin la veía divertido y hablo.

-No debería darnos muchas dificultades, sobre todo después de los kappas. El truco es deshacerse de su tenaza. ¿Te das cuenta de la extraordinaria longitud de sus dedos? Fuertes, pero muy quebradizos.

El grindylow enseñó sus dietes verdes y se metió en una espesura de algas que había en un rincón.

-¿Una taza de té?-le preguntó Lupin a Harry, buscando la tetera-. Iba a prepararlo-luego miro a Spica, divertido, cuando la chica seguía mirando al grindylow-¿Spica?

-Bueno-dijo Harry, algo avergonzado.

-Ya sabe, profe.

Lupin dio a la tetera un golpecito con la varita y por la boquilla salió un chorro de vapor.

-Siéntate-dijo Lupin, destapando una caja polvorienta-. Lo lamento, pero sólo tengo té en bolsitas. Aunque me imagino que estarás harto del té suelto-noto como el chico miraba a Spica, la cual estaba como si nada por el despacho-. Spica a pasado tanto tiempo aquí que ya sabe que no me molesta que sea curiosa.

Harry lo miró. A Lupin le brillaban los ojos.

-¿Cómo lo sabe?-preguntó Harry.

-Me lo ha dicho la profesora Mcgonagall-explicó Lupin, pasándole a Harry una taza descascarillada-. No te preocupa, ¿verdad?

-No-respondió Harry.

Spica se encontraba viendo al grindylow que le hacia caras, Arminda se había bajado de su brazo y se encontraba cerca de Lupin mirándolo con curiosidad. Él profesor miro a Spica y rio un poco al ver que la chica se peleaba con la criatura.

-¿Estás preocupado por algo, Harry?-dijo Lupin al ver el rostro de Harry.

-No-mintió Harry, llamando la atención a Spica, esta se acerco y tomo asiento a su lado. Sorbieron un poco del té frente a ellas-. Sí-dijo de repente, dejando el té en el escritorio de Lupin-. ¿Recuerda el día que nos enfrentamos al boggart?

Con esa simple mención Spica se puso pálida

-Sí-respondió Lupin.

-¿Po qué no han dejado que me enfrentara a él?-les pregunto.

Spica seguía en sus recuerdos, lo que hizo preocupar a ambos, el profesor la llamo, hasta que despertó y sin mirarlos realmente contesto a Harry.

-Te vi con temor y la verdad es que no había pensado en mi peor temor, por eso es que me ha tomado por sorpresa el ver a mi padre muerto por un asesino que nos busca no es lo mejor.

-Es por eso que yo me interpuse entre ambos, vi como te quedabas en shock, Spica-dijo Lupin.

Spica lo miro sorprendida.

-¿Por qué ayudarme a superar algo que debía de pasar en clase?

-Bueno-respondió Lupin frunciendo un poco el entrecejo-, pensé que si el boggart se enfrentaba contigo adoptaría la forma de algo más normal, como algún animal que viviera en el bosque de donde vives. Aunque al principio pensé que Harry lograría enfrentarse con el y que su boggart seria lord Voldemort.

Ambos lo miraron, impresionado. No sólo era aquélla la respuesta que menos esperaba, sino que además Lupin había pronunciado el nombre de Voldemort. La única persona a la que había oído pronunciar ese nombre (aparte de ellos mismos) era el profesor Dumbledore.

-Gracias, profesor-dijo Spica-. Yo debo de ir a... la biblioteca.

Spica se levanto de su lugar, tomo a Arminda en su brazo y con ella se fue de ahí, comenzó a caminar por los pasillos de la escuela, no sabía que hacer, en su mente se repetía una y otra vez la imagen de su padre siendo asesinado por Sirius Black.

(...)

Spica se mantuvo caminando por toda la escuela quería mantener su mente ocupada, ahora mismo se encontraba en los terrenos cerca del bosque, al estar pensando en lo que el boggart le mostro termino a las orillas del bosque prohibido.

Se sentó frente a uno de los árboles, comenzó a jugar con Arminda, ella le ayudaba a controlar sus emociones, la hacia sentir segura. 

Spica se encontraba tan ensimismada en sus propios pensamientos, que no se dio cuenta que había algo observándola, hasta que alzo la mirada y encontró a un perro negro frente a ella.

Se sorprendió al verlo como se acercaba un poco a ella y bajaba la cabeza.

-¿Quieres que te acaricie la cabeza?

El perro solo se acerco más ella, cuando estuvo frente a ella, recostó su cabeza en sus piernas. Para la sorpresa de ella Arminda se acerco al perro y ella acaricio su cabeza con la del perro, como si lo conociera de hace tiempo.

-Al parecer Arminda confía en ti, así que debes de ser bueno-menciono mientras que acariciaba su cabeza, el perro la miro como preguntando que tenia.

>>Sabes... puedo leer los pensamientos de otras personas-el perro la miro sorprendido-. No se como funcione esto, pero siempre eh podido lo que otros piensan, aunque no lo hago porque mi padre dice que es de mala educación, así que solo lo hice una vez para averiguar si el profesor Snape era el que quería robar la piedra filosofal en mi primer año.

El perro la miraba atenta, aunque al ella pronunciar a su padre, noto como los ojos del can se ponían brillosos.

>>Sabes, antes de que aparecieras me encontraba triste, mi padre es el alguacil de Forks, ahí es donde vivo, su trabajo es peligroso y tengo miedo que muera. Al final de cuentas es al único de mis padres que sigo viendo, mi mamá y el se divorciaron, ella se llevo a mi hermana Bella-ella suspiro-, con el profesor Lupin estudiamos a los boggarts, mi boggart me mostro a mi padre siendo asesinado por Sirius Black, al parecer mi peor temor es encontrar a mi padre muerto, por mi culpa.

El perro se alejo un poco de ella, se sentó frente a ella y la miro con la cabeza ladeada.

>>Todos los profesores dicen que Sirius, nos busca a Harry y a mi. No me dicen el porque, solo que espera lograr terminar con lo que no termino el día en que nuestros padres murieron.

Spica miro con una sonrisa triste al perro-. Me gustaría saber quien es mi padre, todos hablan que mi madre y el tuvieron una relación de amor odio en sus años de escuela, pero nunca mencionan ni su nombre, aunque creo que Minie a estado a nada de llamarme por su apellido en varias ocasiones, es divertido verla como se molesta al llamarla así.

En ese momento cuando ninguno hablo, se escucho el estomago del can, por lo que la pelinegra rio.

>>¿Tienes hambre pequeño?

El perro ladro una vez, sacándole una risa a la chica.

-Vale, espérame un momento, iré por algo para que comas a las cocinas.

Lo que Spica no sabia, era que el animal la miraba con alegría, el perro estaba feliz por el entusiasmo que mostro la chica cuando lo vio.

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-ortiz6acosta

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