
Part. 2 Capitulo 1
Eran las vacaciones de verano, Spica se encontraba junto a su padre en la reserva Quileute, en casa de uno de los amigos de su padre Billy Black. La adolescente de 13 años se encontraba en la sala de la casa de Billy, jugando con el hijo de este y sus amigos.
Todos eran tres años menor que ella, pero no le importaba ya que eran agradable y desde que eran pequeños habían jugado juntos.
-Spica, ¿Por qué no vas a la escuela con nosotros, en vez de irte tan lejos?-pregunto Quil Ateara.
-Ya les dije que voy a una escuela especial, ahí es donde mis padres estudiaron y me gusta-hablo con firmeza.
Todos sabían que Spica era adoptada, a ella no le molestaba que lo supieran, porque nadie la trataba diferente, todos en Forks y en la reserva sabían que el sheriff Swan era un gran hombre y los que conocían a su hija, sabían el cariño que ambos se tenían.
Muchos hasta decían que la joven Spica era más unida a él que su propia hija. Pero cuando algún habitante de la zona le preguntaba al adulto si tenia una preferida, este solo negaba, porque para él su dos hijas eran su mundo, no sabría que hacer si algo les pasaba.
Charlie cuando se entero lo que le había pasado a su pequeña Spica en la escuela en su primer año y después en su segundo año, estaba aterrado, no quería que su hija siguiera corriendo riesgos, pero también sabia que no debía de alejarla de ese mundo y esa escuela.
-Pero si fueras con nosotros, no tendríamos que esperar hasta el siguiente verano para poder verte-se quejo Jacob Black.
-Además podrías pasar más tiempo con con Sam-hablo divertido Embry Call, en ese momento Spica se sonrojo y bajo la mirada.
-Sam y yo solo somos amigos, además no pasamos mucho tiempo juntos, porque el prefiere estar con Leah-hablo Spica, mientras acariciaba a Arminda.
En ese momento los tres niños le empezaron a hacer burla a Spica, pero ella fue salvada por Rachel y Rebecca que venían llegando, junto con los adultos.
-Dejen en paz a Spica-hablo Rachel defendiendo a su amiga, ambas eran mellizas y eran de la edad de Spica.
-Además si ella fuera en la escuela de la reserva iría con nosotras no con ustedes-se burlo de ellos Rebecca.
Los adultos solo veían como se comportaban sus hijos, todos eran felices de saber que se llevaban bien, aunque los adultos de la reserva tenían sus dudas sobre Spica, nunca le habían preguntado a su amigo acerca de la escuela de ella.
Billy Black hijo del antiguo líder de la manada Quileute, tenia sus dudas acerca de la niña, dudaba que fuera una simple humana, sabía que su amigo ocultaba algo acerca de su hija, ya que siempre que este estaba solo porque ella se iba a su colegio, pasaba más tiempo con ellos y él se daba cuenta de que una vez por semana o mes, recibía una carta de parte de ella. Pero no era extraño recibir cartas de parte de su hija, no lo extraño era la forma de recibirlas. Siempre eran entregadas por una lechuza.
Las dos adolescentes que acaban de llegar se sentaron junto a Spica, ya que aunque Spica se pudiera defender y nunca se guardara los comentarios, tenía una grandiosa educación que ningún adulto sabía de donde la había sacado, ya que aunque Charlie era respetuoso, su hija se comportaba como toda una dama, nunca le alzaba la voz a ningún adulto, siempre pensaba mucho lo que iba a hacer, este comportamiento salió a relucir más cuando cumplió los doce años.
-Dinos Spica, ¿Cuándo vendrá de nuevo ese amigo tuyo de Londres?-pregunto Rachel.
El verano pasado había ido a su casa Cedric, antes de que comenzaran las clases, pero también había ido Harry, junto con Ron y los gemelos, ellos fueron después de haber rescatado a Harry de casa de sus tíos, después se fueron a casa de los pelirrojos, donde se entero que los castigaron, no solo por robarse el carro sin permiso sino también por ir a Estados Unidos sin permiso, en una misma noche. Esa noche habían ido los pelirrojos y Harry, Spica tenia una pijamada con las mellizas.
-¿Cual?
-El pelirrojo/El azabache-ambas hermanas contestaron al mismo tiempo y soltaron una risa.
-¿Cual de los tres pelirrojos y Harry?-menciono divertida Spica, detrás de ellas se encontraba un Billy Black muy concentrado en lo que hablaban las adolescentes, junto a su amigo que estaba igual que él.
"Desde cuando a sus hijas les empezaron a parecer atractivos los niños"
Eran los pensamientos que tenían los adultos.
-El pelirrojo que tenia a su gemelo-hablo primero Rachel, Spica se quedo igual, ya que no le dijo cual de los gemelos.
-¿Fred o George?
-No recuerdo como se llamaba, él que tenía una voz más profunda-con eso Spica ya sabía quien era por lo que se rio.
-Es Fred y es mayor que nosotras por dos años-hablo mientras se reía-y Harry es de nuestra edad.
-¿Que me dices del chico castaño que paso una semana en tu casa, Cedric?-preguntaron ambas hermanas haciendo que Spica dejara de reír.
-No empiecen ustedes también, tengo suficiente con Hermione creyendo que tendremos algo.
-¿Quien es Cedric?
Las tres chicas se asustaron al oír la voz de la adolescente que acababa de llegar a casa de los Black. Pero no era la única, con ella habían llegado sus padres, un niño, un adolescente y un bebé más.
-Un compañero de Spica, va en su colegio-hablo Rebecca, restándole importancia.
-No olvides que es demasiado guapo, atento, caballeroso y que siempre se la pasa protegiendo a Spica-hablo su hermana.
-También no se despega de ella, siempre que viene a cuidarnos y el esta con ella, se la pasa abrazándola-se les unió Jacob.
Spica se sonrojo y que los amigos de su padre lo miraron a él con una ceja levantada ya que conocían al chico de las veces que había ido con la adolescente. A todos los adultos se es hacia un chico bueno, pero también creían que era algo mayor para la adolescente ya que sabían que le llevaba tres años.
La única mujer adulta que se encontraba en ese lugar decidió hablar.
-Cedric no es el chico que te acompaño el día que te caíste de una roca en la playa y te trajo cargando a mi casa-recordó, como la niña había llegado con sangre saliendo de su pierna, en brazos de un chico de cabello castaño, más alto que ella.
-Si-menciona apenada.
Spica no había notado a Sam ahí, pero los niños y las mellizas Black, habían sacado al castaño en la conversación para que el adolescente supiera que la chica no lo estaría esperando para siempre. Todos sabían que a Spica le gustaba Sam, pero el chico quería Leah, por lo que a Spica solo la veía como una buena amiga.
Los hombres que formaban parte del consejo de la reserva, sabían que la pequeña Swan tenía un secreto, por lo que se iba terminando las vacaciones, no sabían cual era el tema por el que se iba, no creían que fuera algo malo, por lo que cuando se enteraron que a la niña le gustaba Sam, ellos no vieron mal, el que estuvieran juntos, de hecho ellos lo querían, pero el chico le gustaba más la forma de ser de Leah. Por lo que no veían mal, que la pequeña tuviera ya pretendientes. Mucho menos, un chico tan amable como se habían dado cuenta que era el joven Diggory.
Sam se empezaba a sentir incomodo por esa platica, él antes creía que Spica era una niña muy presuntuosa, por como se expresaba con los adultos, también pensaba que la niña era mentirosa y manipuladora. Pero conforme crecieron el chico se dio cuenta que no era nada de lo que él pensaba. Spica le había declarado a Sam que le gustaba cuando ella había regresado de su segundo año en Hogwarts, pero el chico le dijo que a él le gustaba otra persona.
-Podemos cambiar de tema-hablo Charlie, el cual no estaba a gusto de que hablaran sobre los sentimientos de su hija.
-Por favor-pidió la adolescente, pero antes de que cambiaran de tema, se escucho el ruido de un golpeteo en la ventana.
Al escuchar eso, Spica miro a su padre con sorpresa, ambos sabían a que se decía aquel ruido, la menor se levanto de su lugar y salió de la casa, fue a donde se encontraba la ventana, encontrándose con una lechuza de color blanco que conocía muy bien.
"Hedwig"
La lechuza de su mejor amigo, se encontraba con una carta en su pico, cuando la vio voló a su hombro, con cansancio.
-Debes de encontrarte cansada pequeña.
Hablo Spica al búho, que le pertenecía a su mejor amigo. La chica había olvidado que no se encontraba sola, por lo que al tardar sus amigos salieron de la casa, encontrándosela con un búho en su hombre y una carta en la mano.
-Spica, ¿Qué haces con esa lechuza?-hablo Rebecca, asustándola.
-Oh... bueno...-miro a su padre, el cual se encontraba igual que ella sin saber que decir-. Es decir es de un amigo, se llama Hedwig.
-¿Donde esta tu amigo?-pregunto Sue, la madre de Leah.
-No se encuentra aquí-hablo ella rápido-papá crees que podría ir a la playa.
Menciono para ver si podía escaparse de esa situación tan incomoda.
-Claro, pero no tardes-le respondió Charlie que ya sabía el porque de quererse ir tan rápido.
Spica se fue corriendo sin esperar, a que alguno de los demás menores que se encontraban ahí pudieran acompañarla, pero los adultos no se quedarían con la duda, cuando volvieron a entrar a la casa, todas las miradas fueron al mayor de los Swan.
-En su escuela no les dejan usar aparatos electrónicos, halla se... comunican por medio de mensajería... para que la comunicación sea más rápida les enseñan a entrenar a búhos o lechuzas como mensajeros-mintió el adulto.
-Que rara escuela-hablo Embry.
Spica se encontraba sentada en la orilla de la playa con Hedwig a un lado de ella posada en una rama, abrió la carta de Harry.
"Hola Spica, ¿como estas?
Gracias por el regalo, me encanto la bufanda. Ron y Hermione me han escrito también, me han contado que se encuentran de viaje con sus familias. Ron me ha pedido que te comunique su familia se ha ganado un premio por eso han podido ir a Egipto a donde traba su hermano y regresaran unas semanas antes de que inicie el curso.
Hermione se encuentra en Francia, aunque creo que ella te lo habrá dicho. Yo me encuentro con mis tíos, por fin logre terminar las tareas, ¿crees que podrás ir tu también al callejón Diagon con nosotros?
Atte: Harry"
Cuando termino de leer la carta, sonrió. La ultima carta que había recibido de parte de su amiga, le contaba que con sus padres había viajado a Francia, se alegraba de que los Weasley pudieran ir a Egipto y feliz de que a Harry, le halla gustado su regalo.
Regreso a la casa de Billy, todos la vieron cuando entro pero no preguntaron nada. La niña fue a donde se encontraba su padre.
-¡Papá! ¡papá!
-¿Qué paso pequeña?
-Harry pregunta si puedo ir con ellos unas semanas antes de que terminen las vacaciones de verano, y si le gusto la bufanda.
-¿Ya te mandaron el material que necesitaras este curso?
-Si, llego hace dos días-su padre la miro con una ceja levantada-. No te dije porque estabas trabajando y se me olvido-lo ultimo bajo la mirada.
Su padre solo suspiro y la miro divertida.
-Tienes permiso de ir, pero no quiero otro problema como los dos pasados-la miro seria.
Aunque Spica hubiera deseado que su padre no se enterara de lo que había pasado en la escuela, se termino enterando por culpa de Cedric cuando fue al comienzo del verano.
-No es mi culpa que los problemas nos sigan-hablo la niña, todos en el lugar los miraban sin comprender.
-Tan mal te portas en tu otro colegio-dijo con burla Rebecca.
-No, pero tuvimos unos problemas mis amigos y yo en nuestro primer y segundo año. Al final no salimos castigados.
(...)
Al final del día habíamos vuelto a la casa, ahí pude contestar la carta de Harry, deje que Hedwig pasara la noche en la casa y ya mañana se iría con la respuesta con Harry, tome mi carta de Hogwarts y la abrí.
Estimada señorita Slytherin:
Le rogamos que no olvide que el próximo curso dará comienzo el1 de septiembre. El expreso de Hogwarts partirá a las once en punto de la mañana de la estación de King's Cross, anden nueve y tres cuartos.
A los alumnos de tercer curso se les permite visitar determinados fines de semana el pueblo de Hogsmeade. Le rogamos que entregue a sus padres o tutores el documento de autorización adjunto para que lo firmen.
También se adjunta la lista de libros del próximo curso.
Atentamente,
Profesora M. Mcgonagall
Subdirectora
Del mismo sobre saco el permiso y la lista de libros, bajo a la sala, pero su padre no se encontraba ahí así que volvió a subir las escaleras pero con rumbo al cuarto de su padre.
Al llegar a él, toco y este la dejo pasar.
-Papá, podrías firmarme un permiso.
-Claro, ¿para qué es?
-Es para poder visitar el pueblo que se encuentra cerca de la escuela, Hogsmeade.
-Me prometes que no habrá sorpresas este año.
La adolescente dudo en prometerlo pero, al final asintió y esperando que este año no pasara nada le extendió el permiso a su padre.
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OFICIALMENTE COMENZAMOS CON EL PRISIONERO DE AZCABAN.
-ortiz6acosta
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