Al finalizar el juego Gryffindor quedo como vencedor, Harry había conseguido atrapar a la snitch dorada o más bien casi se la come y Spica fue la que mas puntos anoto de su equipo y el contrario, tuvieron algunas complicaciones como que Harry perdió el control de su escoba y casi cae, lo que provoco que Spica se desconcertada por poco tiempo pero luego logro seguir como si nada.

Cuando se cambiaron a sus túnicas, fueron a casa de Hagrid quien les invito a tomar una taza de té y ahí fue donde Ron junto a Hermione se dispusieron a contar lo que había pasado con la escoba de Harry.

-Era Snape-dijo Ron-. Hermione y yo lo vimos. Estaba maldiciendo tu escoba. Murmuraba y no te quitaba los ojos de encima. 

-Tonterías-dijo Hagrid, que no había oído una palabra de lo que había sucedido-. ¿Por qué iba a hacer algo así Snape? 

Los cuatro se miraron, preguntándose qué le iban a decir. Harry decidió contarle la verdad. 

-Descubrimos algo sobre él-dijo a Hagrid-. Trató de pasar ante ese perro de tres cabezas, en Halloween. Y el perro lo mordió. Nosotros pensamos que trataba de robar lo que ese perro está guardando. 

Hagrid dejó caer la tetera. 

-¿Qué sabéis de Fluffy?-dijo. 

-¿Fluffy? 

-Ajá... Es mío... Se lo compré a un griego que conocí en el bar el año pasado... y se lo presté a Dumbledore para guardar... 

-¿Sí?-dijo Spica con nerviosismo. 

-Bueno, no me preguntes más-dijo con rudeza Hagrid-. Es un secreto. 

-Pero Snape trató de robarlo. 

-Tonterías-repitió Hagrid-. Snape es un profesor de Hogwarts, nunca haría algo así. 

-Entonces ¿por qué trató de matar a Harry?-gritó Hermione.

Los acontecimientos de aquel día parecían haber cambiado su idea sobre Snape. 

-Yo conozco un maleficio cuando lo veo, Hagrid. Lo he leído todo sobre ellos. ¡Hay que mantener la vista fija y Snape ni pestañeaba, yo lo vi! 

-Les digo que están equivocados-dijo ofuscado Hagrid-. No sé por qué la escoba de Harry reaccionó de esa manera. .. ¡Pero Snape no iba a tratar de matar a un alumno! 

>>Ahora, escúchenme los cuatro, se están metiendo en cosas que no les conciernen y eso es peligroso. Olvídense de ese perro y olviden lo que está vigilando. En eso sólo tienen un papel el profesor Dumbledore y Nicolás Flamel... 

-¡Ah!-dijo Harry-. Entonces hay alguien llamado Nicolás Flamel que está involucrado en esto, ¿no? 

En eso Hagrid parecía enfadado consigo mismo.

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La navidad cada vez se acercaba más, Spica no sabia si quedarse en la escuela o regresar a Forks con su padre, él le había mandado una carta diciéndole que su hermana Bella, no iría ese año al pueblo.

Se encontraba en su habitación, acariciando la cabeza de Arminda, se preguntaba si seria buena idea ir a Forks, no quería dejar solo a Harry el cual sabia que se quedaría en Hogwarts para no ir con sus odiosos tíos, pero al mismo tiempo no quería que su padre pasara las fiestas solo.

Después de pensarlo por un poco más, decidió que le mandaría una carta a su padre preguntándole si podría invitar a Harry a pasar las fiestas con ellos.

Al terminar de escribir la carta salió de la sala común de Gryffindor y tomo dirección a la lechucería, cuando iba subiendo las escaleras de la torre, se encontró con Cedric, casi ya no hablaban porque la chica se la pasaba junto con sus amigos buscando a Nicolás Flamel.

-Hola Spic-le hablo.

-Hola Cedric-ambos se dedicaron una sonrisa.

-No te e visto, en las ultimas semanas-la chica se puso nerviosa ya que habían quedado que seria secreto.

-Oh... si, es que e tenido muchos deberes-no era una total mentira ya que Snape, tenia los ojos puestos en ella y en Harry, más que en cualquier otro alumno.

-Algo me entere, de que Snape-se rasco la nuca con nerviosismo-tiene un trato "especial" contigo y Harry.

-Si a especial te refieres, a quitarnos puntos hasta por respirar o hacer una pócima a la perfección, entonces si-le dio una media sonrisa.

El chico soltó una pequeña risa y su mirada fue a la mano donde llevaba su carta y a Arminda.

-¿Mandaras una carta?

-Si, es para mi padre, quiero preguntarle algo antes de que comiencen las vacaciones.

-¿Te quedaras en Hogwarts?-hablo sorprendido-si gustas ¿podrías venir a mi casa? Dudo mucho que a mis padres les moleste.

-Gra..gracias Cedric, pero en realidad es para ver si puedo invitar a Harry, pero gracias por invitarme, tal vez pueda ir antes de que terminen las vacaciones-hablo con nerviosismos.

El chico sonrió nervioso, el pensar que su amiga se quedaría en la escuela cuando eran vacaciones que se pasaban en familia y amigos, lo hizo hablar sin pensar mucho. Al final Cedric era el chico más amable que había conocido la chica, era de los pocos que no la habían juzgado por su apellido o mascota.

Spica estaba agradecida con el chico, lo veía como si de un hermano mayor se tratara, siempre estaba ayudándola cuando se encontraban en la biblioteca y la veía con grandes cargas de trabajo.

-¿Te gustaría acompañarme?-le pregunto al chico, el cual asintió y ambos fueron a dejar la carta.

En el camino fueron platicando de algunas de las cosas que habían hecho en el tiempo que no se habían visto, el chico la felicitaba por como era jugando al quidditch y aun no le creía que no hubiera en su vida agarrado una escoba para volar.

Al terminar de atar la carta para su padre Cedric junto a Spica regresaron al gran comedor para desayunar antes de sus primeras clases, al llegar se separaron y fueron con sus respectivos compañeros y amigos de casa.

Spica al sentarse junto a Hermione, frente de ella se encontraban Ron y Harry, los tres la miraban esperando a que hablara, pero ella no decía nada, solo se encargaba de llenar su plato con su desayuno. Pero al no aguantar las miradas, levanto la mirada de su plato.

-¿Qué sucede chicos?

-Que, que sucede-hablo Hermione-Pasa que te encontrabas con Diggory, él es el chico mas popular entre todos, además de que es mayor-termino suspirando.

-También es el buscador de el equipo Hufflepuff-hablo Ron.

-Y eso que,-les contesto-es solo un amigo, casi ya no platico con el por estar buscando el dichoso nombre de Nicolás Flamel con ustedes.

-Pues tu amigo te esta mirado desde su mesa-hablo Harry divertido.

Spica al encontrarse dando la espalda a la mesa de los castores, giro levemente su cabeza y lo encontró junto con sus amigos, al momento que sus ojos chocaron el le dedico una sonrisa que ella de volvió, sus amigos se pusieron a hablar con el y ella volvió a hacerle caso a los suyos.

-Segura que es solo tu amigo Spic-hablo Hermione.

-Claro-Spica recordó la carta que había mandado a su padre y llamo a su amigo de lentes-. Harry, ¿te gustaría pasar la navidad en Forks?

-¿Como?-hablo sorprendido.

-Bueno como se que talvez no quieras ir con tus tíos, pensé que te gustaría pasar la navidad en otro lugar y bueno si quieres puedes venir a mi casa. Además de que mi hermana este año no ira con nuestro padre, así que te podrías quedar en el cuarto de invitados o en mi habitación y yo en la de ella.

Hablo la niña con una sonrisa en su rostro.

-Gracias Spic, pero ya e apuntado mi nombre en la lista de los que nos quedaremos en Hogwarts.

-Oh, bueno...

-Además yo también me quedare en el castillo-hablo Ron, al notar que su amiga en realidad no quería que Harry se quedara solo en navidad.

-¿Por que?

-Mis padres irán a Rumania con mi hermano Charlie, por lo que mis hermanos y yo nos quedaremos en el castillo.

-Entonces será para la próxima, tal vez en las vacaciones de verano los dejen ir a mi casa.

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Los días pasaron rápido, ya era el día en el que se irán del colegio los que no se quedarían en el para pasar las  vacaciones, Hermione junto con Spica ya tenían todas sus pertenencias guardadas.

Spica a diferencia de sus compañeros de escuela, no tomaría el expreso, ella viajaría por red flu. Cundo estuvieron listas, ambas chicas bajaron al comedor donde se encontraban sus amigos jugando con el ajedrez mágico de Ron.

El primero en notarlas fue Harry.

-¿Ya se van?

-Si, yo tengo que tomar el tren, pero Spica ira a la oficina del director para viajar por red flu.

-Es la primera vez que viajare una distancia tan larga de ese modo, pero según Minie es una forma segura y rápida.

-Los veremos cuando acaben las vacaciones, no se olviden de buscar todo lo que más puedan-les recordó Hermione.

-Y ustedes podrían preguntarles a sus padres-sugirió Ron.

-Dudo mucho que mi padre sepa algo, no conocía nada de este mundo hasta que Minie se presento en mi casa y es un Sheriff-hablo Spica, una pequeña mentira ya que su padre conocía de ese mundo desde que ella empezó a poder leer las mentes.

-Mis padres tampoco sabrían que responder, ambos son dentistas.

Sin más los cuatro amigos se despidieron, los chicos se quedaron jugando, mientras que Hermione y Spica salieron, se encontraron a la profesora Mcgonagall.

-Buenos días chicas, Spica ya todo esta listo en el despacho del directo.

-Esta bien profesora, pero podría ir a despedirme de mis amigos-la profesora la miro dudando un poco-será rápido, solo es Cedric Diggory.

-Vaya al despacho del director, yo le diré al joven Diggory que se encuentre con usted-se despidió de Hermione y fue al despacho del director.

Al llegar a la estatua que conducía al despacho del director, no sabia la contraseña, por lo que decidió esperar a que llegara la profesora Mcgonagall.

No pasaron más de cinco minutos cuando la profesora Mcgonagall ya se encontraba frente a Spica, junto a ella iba el joven Diggory.

-Despídanse rápido si no el tren lo dejara señor Diggory-hablo la profesora, no es que no le agradara la idea de que se despidieran, pero le gustaba que todo se hiciera a su respectivo horario.

Los chicos se despidieron prometiéndose que se escribirían, Spica le prometió preguntar a su padre si podría ir a su casa unos días de vacaciones, sin más el se fue con dirección al expreso y la profesora dijo la contraseña para el despacho del director.

-Dulce de limón-mientras subían las escaleras ella le hablo-. La chimenea de su casa, se encuentra conectada a la red de la escuela, podrá ir y regresar sin ningún problema.

-Gracias profesora.

Llegaron al despacho y dentro se encontraba el director Albus Dumbledore, ella pudo notar que a su lado se encontraba un ave de color escarlata, no sabia que clase de ave seria pero le gustaba.

-Es un fénix, joven Slytherin.

Spica se sintió incomoda, al parecer se había quedado mucho tiempo mirando al ave y el director lo noto.

-Disculpe no pensaba ser curiosa.

-No tienes de que preocuparte, hay veces en que la curiosidad es buena-el le regalo una sonrisa que correspondió-. Ahora creo que es momento de que vayas a casa-dijo sin más y ella asintió.

La profesora Mcgonagall le explico como funcionaba el viaje por polvos flu, antes de irse Spica miro al director y a la profesora, les regalo una sonrisa.

-Pasen unas felices fiestas-menciono mientras desaparecía por las llamas verdes de la chimenea.

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Spica apareció en la sala de su cas de un momento a otro, estaba cubierta de hollín y había caído de sentón, Arminda se sujetaba con fuerza en su brazo, después de levantarse aun adolorida, miro a su alrededor dándose cuenta que era de noche.

Mientras que se limpiaba un poco escucho como alguien bajaba las escaleras apresurado, pero al verla se tranquilizaba.

-¡Hija!-era su padre que había bajado con su escopeta pensando que era un intruso-. Llegaste, me alegra que hayas venido, se que te hubiera gustado pasar las vacaciones en tu escuela...

Spica lo corto mientras se abrazaban.

-No papá, yo quería venir y pasar las vacaciones contigo. Te extrañe, no es lo mismo hablar por cartas.

La pequeña niña no quería soltar a su padre, de verdad que lo extraño. Nunca en su vida se habían se parado, ella siempre había tenido a su padre en todo momento, pero Hogwarts era parte de ella, era parte de su mundo y ella podría mejorar al asistir ahí.

-Yo también te extrañe pequeña, no sabes cuanto. Quiero que me cuentes todo-el hombre soltó un bostezo que hizo reír a su hija.

-Creo que deberías ir a dormir un poco más, papá-miro el reloj que se encontraba en la sala-apenas son las cinco de la mañana, ve a descansar.

Su padre acepto y fue a dormir, mientras que ella se dispuso a desempacar, primero le dio de comer a Arminda y fue sacando su ropa.

Después de doblar y acomodar su ropa, saco su escoba junto con su varita, la escoba la coloco aun lado de la puerta y su varita la puso en la mesita de noche junto a su cama. También saco las fotos que tenía con sus amigos y equipo de quidditch, ya se encontraba en su casa, aunque tenia que admitir que Hogwarts también era su hogar ahora.

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No sabía cuanto tiempo había pasado, ella se encontraba leyendo su libro de pociones cuando escucho su puerta ser abierta y miro la cabeza de su padre el cual se asomaba para verla.

-Buenos días pequeña-entro el hombre aun en pijama.

-Buenos días papá.

-¿Que haces pequeña?

-Leo uno de los libros de la escuela-su padre se sentó junto a ella en la cama y miro a su alrededor notando las nuevas cosas que había agregado.

-Ahora cuéntame todo pequeña.

Charlie noto como un brillo aparecía en los ojos de su hija y escucho cada palabra que ella le contaba, acerca de sus amigos, como fue seleccionada para el equipo de quidditch de su casa, en que casa fue seleccionada. Decidió no contarle acerca del troll ya que su padre no la dejaría volver a Hogwarts. Recibió un regaño por haber faltado a las reglas subiendo a una escoba sin saber lo que hacia, pero al mismo tiempo la felicito por sus logros.

-La profesora Mcgonagall-dijo mientras juntaba sus manos con nerviosismo-un día que fui a su despacho para alimentar a Arminda, me conto sobre mis padres-Charlie la miro curiosa-sobre los biológicos.

Sonreía con nostalgia y Charlie lo noto, por lo que la abrazo.

>>Me dijo que me parecía mucho a mi madre físicamente, pero que en la actitud era más parecida a mi padre, me conto que ambos eran buenos estudiantes, pero que siempre papá era castigado por su comportamiento a diferencia de mi madre la cual era una alumna ejemplar. Me conto que no se llevaban bien, que de hecho ambos se detestaban, pero al parecer al final se fueron llevando mejor y se amaron de verdad, aunque mis abuelos maternos no querían a mi padre.

Charlie la miro sorprendido y sin entender.

-¿Como?

-Me dijo que mis abuelos eran de los magos que querían mantener la sangre limpia, por lo que la comprometieron con otra persona pero ella termino escapando con mi papá.

Siguieron hablando de sus amigos, ella le mostro sus fotos, donde aparecían Harry, Ron y Hermione con ella, otra donde salía solo con Hermione o con Harry, una en la que Cedric le hacia caballito, Charlie se intereso por el joven mayor, ya que no sabia quien era.

-Es Cedric Diggory, va en tercer año, pertenece a la casa de los tejones a Hufflepuff, fue de las primeras personas que no me juzgaron por llevar el apellido de Slytherin y haber quedado en Gryffindor. También me ayuda cuando no comprendo algo de las tareas que nos dejan, me explica y yo las hago.

Su padre vio como la niña hablaba del joven, estaba alegre al mencionarlo, pero la sonrisa que había puesto en su rostro al verla tan feliz desapareció con lo ultimo que dijo.

-De hecho el día que te mande la carta para pedirte permiso de si Harry podía venir a la casa por las vacaciones, el pensó que me quedaría en el colegio y me invito a pasar las vacaciones en su casa con sus padres.

Charlie se tenso, ¿como es que un chico que es mayor que su pequeña la haya invitado a su casa a pasar las vacaciones con él y su familia?, no tenían mucho de conocerse, aunque sonaba como un chico respetable y educado, no pudo evitar ponerse celoso.

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Hoy era navidad, Spica se encontraba emocionada como cada año, se despertó y salió de su habitación con dirección al cuarto de su padre.

Al estar en el cuarto de su padre, lo encontró dormido en su cama, por lo que se subió y empezó a saltar encima de él para despertarlo.

-¡Papá, ya es navidad! ¡Papá, despierta!

Su papá se despertó y la tomo de los brazos para que dejara de saltar.

-Ya voy pequeña, deja de saltar te puedes caer.

-Papá, quiero ver los regalos.

Spica jalo del brazo a su padre, hasta que este termino de levantarse e ir junto con su hija.

Al llegar a la sala Spica se sorprendió de ver tantos regalos, normalmente solo eran tres para ella y dos para su padre.

Se acerco al árbol y tomo el primer regalo notando que era para ella.

-¿Quien te lo manda pequeña?

-Es de Ron y su familia.

Abrió el regalo notando que es un suéter de color negro con una S en verde, le gusto demasiado así que no evito ponérselo.

-Vaya, es un suéter muy bonito.

-Es de parte de los Weasley, es la familia de Ron-su padre asintió.

Noto que tenia regalos de parte de Hermione, Harry, Cedric, su hermana y su madre. También había dos de parte de su padre. Abrió primero el de Hermione, que le regalaba una caja de dulces. Se los mostro a su padre y los vio sin entender, siguió abriendo los regalos, Cedric le regalo una pulsera, era de plata y tenia una pequeña serpiente, junto con un tejón y un león, se le hizo muy bonita, así que se la coloco.

-¿Quien te regalo la pulsera Spica?

-Fue Cedric-Charlie casi se ahoga con su café al verla y saber quien se la había dado.

-¿Porque un tejo, un león y una serpiente?

-El tejón me imagino que es por su casa, el león por mi casa y la serpiente puede ser por mi apellido o por Arminda.

-Harry, me regalo un kit para mi escoba-le señalo-mamá y Bella me han regalo una chamarra-se la enseño a su padre.

Abrió los regalos de su padre, le regalo un cuaderno forrado en cuero, era marrón y tenia su nombre grabado, también le regalo una pluma de las que vendían en el callejón Diagon de color blanco.

Abrazo y agradeció a su padre, siguieron pasando el día juntos.

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