O9
Ella ladeo su cabeza mientras abrazaba a Shigaraki, sentándose encima de sus piernas.
― Tomura-kun..― Llamó en voz baja.
Sus orbes rojizos se dirigieron hacia los azules para verlos, atendiendo a su llamado.
― ¿Qué pasa, Akemi? ― Preguntó.
― Deberías sonreír más, te ves cómo un gatito. ― Dijo, mientras sonreía.
Él puso sus ojos el blanco mientras se imaginaba un gato con su misma apariencia, avergonzandose un poco.
Se quedó callado mientras decidían cambiar de posición, Tomura se recostó nuevamente entre su busto mientras ella lo abrazaba.
Cerró sus ojos, dispuesto a dormirse entre sus brazos ya qué aquéllas caricias le mantenían lleno de tranquilidad, mientras ella besaba su cabeza de vez en cuando hasta hacerlo dormir.
Ella cerró sus ojos, recostando su cabeza de las almohadas para caer entre los brazos de Morfeo.
Aunque la búsqueda por Todoroki Akemi no se había detenido, los héroes estaban teniendo algunos problemas con los Yakuzas y una nueva víctima.
Aquéllo hace qué Izuku se llene de dudas mientras la figura de Akemi recae en su mente, necesita salvarla o tener respuestas.
Todoroki se mantenía preocupado, entrenaba arduamente para encontrarla mientras qué los héroes hacían lo posible para encontrar alguna pista pero nada.
Quizá la liga de villanos había
acabado con su vida ya qué la mantenían con graves heridas.
― Akemi-chan...prometo encontrarte. ― Izuku apretó su puño.
Sin saber la verdad de la desaparición, la clase 1-A se pone en marcha para mejorar y encontrar a su compañera.
Aunque sus esperanzas se esfuman cuando anuncian algo qué para Shoto era más qué falso.
Todoroki Akemi fue declarada muerta, su ropa llena de manchas de sangre fue encontrada en un callejón.
Estaba chamusqueada, pero la sangre era de ella. Sin más, los héroes y la policía cerraron el caso.
Pero Shoto sabe qué ella no puede estar muerta, él siente qué ella sigue viva.
Y aunque los demás se detengan, él no lo hará. Su hermana sigue por ahí, siendo rehén de la Liga de villanos.
Todoroki Shoto será quién la traiga de vuelta.
(...)
Habían pasado los días en los cuáles la Liga se mantuvo bajo perfil hasta esa noche. Estaban en una bodega mientras decidían qué harían.
Tuvieron qué cambiar su ubicación por el ataque de algunos héroes en dónde casi los descubren.
― Twice, ¿Quién es este? ― Preguntó Tomura.
― Por las pintas qué trae, deduzco qué es un yakuza. Más específicos, Shie Hassaikai. ― Respondió la peliblanca.
― ¿Yakuzas? ― Preguntó Toga, algo confundida.
Sin embargo, el dichoso Overhaul continuó caminando hasta detenerse a menos de un metro de ellos.
Sus planes, sus palabras ofensivas sobre de unirse a él.
― No eres capaz de controlar a once psicópatas, no serás capaz de controlar a un ejército. ― Dijo, ladeando su cabeza.
― Al menos Tomura-kun no está prostado en una estúpida cama al borde de la muerte. ― Ella se levantó mientras sonríe un poco.
Ambos se miraron a los ojos, el ambiente se volvió aún más tenso.
― Y pensar qué la hija del número dos está con un estúpido grupo de villanos, mmh. ― Dijo.
Ella sonríe un poco.
― Qué sepa no pertenezco a tu grupo de inútiles, ¿O sí? ― Ella se inclinó, manteniendo aquélla sonrisa.
Touche. Pensaron los demás miembros de la Liga mientras sonreían en su interior.
― Twice, no traigas personas sin antes saber sus intenciones. ― Habló Tomura, haciendo qué el de la máscara se pusiera nervioso.
Sin embargo, Magne uso su quirk.
― ¡Lo siento, Yakuza en peligro de extinción pero no puedo dejar qué te vayas luego de querer quitarnos nuestra libertad! ― Habló ella.
― ¡Magne, no! ― Akemi se alarmó al ver cómo Overhaul se quitaba uno de sus guantes.
En un abrir y cerrar de ojos, la mitad del cuerpo de Magne había explotado haciendo qué los demás mirasen con horror la escena.
El rostro de la peliblanca fue manchado por parte de la sangre de su compañera y amiga. Apretó sus labios mientras tragaba en seco
Mr.Compress fue el primero en acercarse.
― ¡Compress, No! ― Gritó Tomura.
Pero una bala atinó en su brazo y sin darle oportunidad de usar su quirk, su brazo fue afectado por Overhaul.
Twice lo atrapo mientras el enmascarado gritaba del dolor. Akemi fue la siguiente junto a Tomura
Ella esquivó la bala y la detuvo con su guante, uso la oscuridad de la bodega para retener al Yakuza.
Esquivó las balas con algo de dificultad pero se la devolvió al otro secuaz, logrando darle en la pierna.
Tomura y ella se coordinaron para atacar, pero otro más se interpuso en su camino pero Shigaraki lo desintegró rápidamente.
Ella corto el brazo de Overhaul, esquivando su toque en el último segundo.
― Para ser una jovencita te mueves muy bien. ― Mencionó él.
Ella esquivó el ataque del más grande mientras le clavaba la otra bala en el brazo, estuvo a punto de atravesar su pecho pero se detuvo.
― No puedo...moverme..― Todo daba vueltas.
― ¡Akemi-chan! ― Gritó toga alarmada.
Todo daba vueltas, se sentía mareada y perdía fuerzas. Sus hilos de deshicieron al igual qué la oscuridad qué mantenía preso a Overhaul.
Ella cayó al suelo en seco mientras los yakuzas retrocedían. Tomura se acercó a ella para tomarla entre sus brazos
― ¡Te mataré, bastardo! ― Gritó Twice.
― Tomura-kun, los mataré a todos, lo mataré. ― Dijo Toga mientras apretaba el mango de su cuchillo.
Akemi sudaba mientras su respiración se aceleraba pero no duro mucho gracias a su don.
― Hay qué llevar a Atsuhiro a un hospital, Akemi-chan no puede curarlo. ― Dijo Toga.
Tomura se quedó en silencio mientras quitaba la pequeña aguja de la pierna de Akemi.
Le habían aplicado un sedante pero al parecer traía otra sorpresa. La albina seguía inconsciente así que debían llevar a Mr. Compress a un hospital.
― Tomura, ¿qué haremos? ― Preguntó Spinner.
Pero él se mantuvo callado, mirando la tarjeta qué le habían dejado los Yakuzas.
Él acomodó a la peliblanca encima de sus piernas mientras la abrazaba de forma protectora.
El Shie Hassaikai caerá ante la Liga de villanos y vengarán a sus compañeros heridos y a Magne.
"No te preocupes si fallas Tomura, yo estaré aquí cuando pase eso para qué lo intentes las veces qué quieras." Esas palabras recayeron en su mente
Akemi temblaba, haciendo qué se alarmase.
― ¡Akemi, responde! ― Gritó el peliazul.
Ella temblaba con fuerza pero luego de unos segundos sus temblores desaparecieron y ella despertó.
Tomó una gran bocanada de aire mientras los recuerdos llegaban de golpe a su mente.
― Overhaul quiere qué le des a Kurogiri, Toga y a Jin. También querrá qué yo sea parte de su plan. ― Habló con gran rapidez.
Todos se quedaron en silencio mientras ella se aferraba a él.
― Las sombras...nunca mienten, Tomura-kun. ― Dijo con un tono tembloroso.
Ambos se abrazan mientras él logra calmarla, ella cerró sus ojos mientras se lamentaba. Debió detener a Magne, debió de protegerla.
Y no lo hizo, la dejo morir. Justo cómo no puedo hacer nada por Touya.
― Gomene, Magne. ― Se disculpó en su mente mientras se aferraba a Tomura.
Esto no se quedaría así, claro qué no. Debían vengarse y matar a ese bastardo.
Escondió su rostro entre el pecho de Tomura mientras ahora era él quién acariciaba su cabeza y le daba seguridad.
Apretó sus labios mientras no podía sentirse peor ante la muerte de Magne. Ni siquiera era capaz de ver la sangre del suelo
El mero hecho de recordar una y otra vez el cómo explotaba frente suyo le hacía tener impotencia, tristeza, el horror.
― Tomura-kun, ¿Realmente irás? ― Preguntó en voz baja.
― Iremos. ― La corrigió. Ella tomó su mano
Ya había pasado dos días de lo de magne y lo de Mr.compress ambos caminaban en circulos mientras se mantenían confusos.
― Esto es ridicu...― Ambos cayeron por un túnel de tierra.
Ella protegió la cabeza de Tomura pero luego de más de un minuto deslizándose en círculos, cayeron en un sofá.
― Veo qué trajiste compañía, Shigaraki. ― Akemi se levantó lentamente para posarse detrás del peliazul.
― Sé directo, no tengo todo el tiempo del mundo para tí. ― Habló Shigaraki.
Ambos líderes empezaron a hablar mientras Overhaul movía piezas de Shogi aunque Tomura no supiese jugar.
― Tomura-kun, si mueves esta pieza en esta dirección tendrás un buen comienzo. ― Dijo con suavidad.
― Vaya, no pensé qué siendo tan joven supieras jugar shogi. ― Comentó.
Ambos volvieron a mirarse a los ojos, ella frunció su ceño mientras miraba a los otros miembros.
― Dame a Kurogiri, Toga, Bubaigawara y a la señorita aquí presente. ― La señalo creando la verdadera tensión.
Akemi tuvo razón luego del ataque, Tomura subió sus pies en la mesa mientras llevaba su mano hacia su rodilla.
― No, son demasiados. Son los pilares de la liga. ― Se negó Tomura.
Ambos continuaban hablando hasta qué Tomura iba a sacar algo de su abrigo pero le apuntaron con una pistola.
Pero Akemi amenazó con sus hilos de Overhaul, dejando toda la sala en silencio.
― ¡Mocosa irrespetuosa! ― Gritó el enano.
― Enano de mierda, maldito deforme malnacido. ― Le devolvió mientras su mirada cambiaba.
Tomura sonríe de forma ladina mientras los hilos de Artemisa amenazan con cortar la cabeza de Overhaul.
Pero ellos también amenazaban con volarle la cabeza a Tomura.
― Basta. ― Dijo el líder de los Yakuza, haciendo qué sus secuaces bajen sus armas.
Ella soltó sus hilos y los deshizo, Akemi se inclinó en el sofá para mirar a Tomura.
― No te daré a Kugogiri ni tampoco a Akemi. ― Se negó.
― Dame a la Todoroki y cerramos el trato. ― Respondió.
― Yo cuidaré a Toga-chan y a Twice, Tomura-kun. ― Le susurro.
Él se lo pensó más de dos veces, no pensaba dejarla a su chica en manos de aquél bastardo pero sabía qué ella sería capaz de controlar a los otros dos.
― Bien.
(...)
― Toga, Twice. Apartir de ahora son parte de los Yakuzas junto a Akemi. ― Dijo Tomura.
― ¿¡Qué?!, ¡No puedes aceptar esto, Tomura!, esos bastardos mataron a magne, hirieron a Atsuhiro y a Akemi-chan, ¡Shigaraki, yo también tengo sentimientos!, ¡Dile algo, Toga-chan! ― Twice se negó.
Toga se levantó de inmediato, haciendo qué el resto de la Liga la mire.
― ¿Qué somos para tí, Tomura-kun?― Aquélla pregunta resono en la cabeza de Akemi.
Ella dirigió su mirada hacia Dabi y caminó hacia él, ladeando su cabeza.
― ¿Qué quieres? ― Preguntó.
Ella le entregó una pequeña bolsa, dejándolo algo confuso. Al ver el interior, se trataba de tintes negros.
Él se quedó en silencio mientras que ella le daba la espalda.
A partir de ahora, Toga, Twice y Akemi serían parte de los Yakuza, el escuadrón temporal.
― Yo acepté para no dejarlos solos, no sabría qué hacer si vuelve a acurrir algo grave. ― Dijo Akemi, tocando la espalda de ambos.
Ellos la abrazaron fuertemente mientras chillaban diciendo lo mucho qué la querían.
Apesar de ser la más joven de la Liga, parecía toda una madre.
― Hmp. ― Dabi volteó su cabeza mientras guardaba aquel regalo.
"Igual de amable y estúpida cómo siempre." Pensó él.
Mañana los tres se irían para trabajar con Overhaul, explicarles totalmente sus quirks y ver cómo serían asignados.
― Los yakuzas deben tener dinero, quiero ropa nueva. ― Se quejó Akemi.
― Yo quiero Sushi, o de la comida de Akemi. ― Dijo Compress.
La liga la estaba pasando algo difícil con esa guarida temporal, Shigaraki se quedó callado mientras escuchaba los quejidos de sus compañeros.
Pero Akemi acarició su espalda mientras lo hacía recostarse del sofá.
― Lo importante es estar juntos hasta llegar a nuestra cúspide. ― Dijo ella, sentándose al revés en el sofá.
― No te sientes así, se te ve todo. ― Dijo Tomura, cubriendola.
― Gomen, Tomura-kun. ― Dijo mientras sonreía.
― ¡Son rosadas con estampado de calavera, las mías también son así! ― Dijo Toga emocionada.
Akemi se sonrojo mientras toga reía, Dabi golpeó su rostro mientras negaba con aquellas dos locas.
― Mmm, ¿No deberíamos robar la cena?, o robenle dinero a alguien. ― Se quejó la peliblanca.
― Qué lo haga Dabi. ― Dijo Spinner.
― Yo tengo una mejor idea, llamen a un repartidor y lo matamos cuando llegue. ― Dijo Toga.
Raramente, ellos aceptaron. Usando un teléfono de Giran para ordenar varias pizzas bajo una dirección algo lejos de su ubicación actual.
― Piedra, papel o tijera para ver quién va. ― Propuso Spinner.
Todos hicieron caso y lamentablemente había perdido Akemi y poco después perdió Dabi.
Ambos salieron y se fueron para esperar aquella pizza. Caminaron por los callejones oscuros en un silencio incómodo.
― Gracias. ― Agradeció él secamente.
― De nada, pensé qué lo necesitarías una vez consigamos otro lugar y podamos ducharnos. ― Dijo ella.
Él se quedó callado, bajó su mirada mirando su abdomen.
Aún mantenía la quemadura de cuando era una niña.
― ¿Tu don no funciona para todo? ― Preguntó algo burlón.
― Sí, sí lo hace. Pero si te refieres a mis quemaduras, las mantengo por memoria a mi hermano mayor, quizá me reconozca si ve mis quemaduras. ― Ella ríe un poco.
Ambos se esconden en el techo de aquella casa, mientras esperaban el repartidor.
― Qué imbécil eres.
― No eres el primero qué me lo dice, era la palabra favorita de mi padre.
Ambos volvieron a quedarse callado, durante los minutos faltantes ninguno dijo ni una sola palabra.
Hasta qué llegó el repartidor, Akemi uso sus hilos para robar la mochila, además de robarle el dinero que tenía. Dabi quemó su boca y poco después su cuerpo completo.
Rompieron el teléfono con el qué habían llamado y se fueron mientras contaban el dinero
― Andas muy confiada, recuerda que eres cómo un fenómeno de circo, todos te buscan. ― Le recordó.
― Tarde o temprano deberán saber la verdad, además. Supongo qué estarás ahí para apoyarme cuando eso pase. ― Aquéllas palabras descorcentaron a Dabi y verla avanzar también.
Aizawa corrió hacia aquél callejón pero ya no había nadie. Solo había rastros de una persona quemada.
― Mierda..
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