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O8

El lugar dónde estaba acostada era algo duro, supuso qué era el suelo. Abrió sus ojos con pesadez para encontrarse con el rostro de Dabi.

― ¿Qué paso..? ― Preguntó en voz baja, se levantó algo adolorida.

― Te golpeaste la cabeza cuando All for one te teletransporto con nosotros. ― Le explicó el pelinegro secamente.

― ¿Dónde están los demás?, ¿Dónde está Tomura? ― Preguntó, sosteniendo su cabeza.

― Ellos están buscando cosas para acomodar esta maldita pocilga. ― Le dijo.

Akemi miró qué estaba cubierta por un abrigo qué no era el de Tomura, sino el de Dabi. Mientras qué la chaqueta de Mrs.Compress era su almohada.

Ella curvo sus labios en una pequeña sonrisa.

― Ya qué te levantaste, dame mi abrigo. ― El extendió su mano.

Era su momento, ella podría tocarlo y saber quién era de una buena vez por todas. Se inclinó para darle su abrigo, extendiendo su brazo.

― Gracias, Dabi. Aunque, te me haces más familiar de lo qué creo. ― Dijo, antes de poder tocarlo él arrebató el abrigo de forma brusca.

― No me interesa eso, loca número dos. ― Dijo, aunque lo veía algo tenso.

Ambos ojiazules se miraron directamente quedando en silencio, intentaba comparar los rostros de sus conocidos con el de él.

― Además, tu quirk...― Trató de hablar pero los demás habían llegado.

No traían muchas cosas más qué un sofá de terciopelo roto, un escritorio algo roto. Un par de sillas y una base de cama sin algún colchón.

Algo es algo pensó Akemi.

― Akemi, ¿Crees qué puedes curar las heridas de Magne? ― Preguntó Spinner.

Ella se levantó pero sus piernas temblararon, ¿Cuánto tiempo había pasado durmiendo?, su cuerpo dolía un poco.

Tomura puso su brazo para evitar qué tocará el suelo, ayudandola a recostarse.

― ¡Akemi-chan!, te veías muy linda sangrando, pero me preocupe por tí, sin tí...¿¡Quién sería mi mejor amiga?! ― Dijo Toga, mientras abrazaba a la Todoroki.

― Déjala, todavía debe seguir adolorida. ― Tomura apartó a Toga de Akemi.

Ella tragó su saliva para refrescar su garganta, se acomodó al costado de Tomura mientras veía sus piernas.

Tenía aquel estúpido vestido de seda qué usaba para pijama, debía cambiarse.

― ¿No consiguieron un lugar mejor? ― Preguntó ella, arqueando su ceja.

Todos negaron pero ella soltó un suspiro

― Yo sé dónde podremos quedarnos y estar en una condición mejor a esta. ― Dijo, haciendo qué todos la mirasen.

(...)

Las calles estaban vacías, no había ni una sola alma. Era realmente tenebroso pero perfecto para la liga de villanos

Era alejado de la ciudad, tenía una apariencia normal. No estaba tan viejo y realmente había mejores cosas.

― Esté lugar perteneció a una familia bastante amable pero murieron por el ataque de un Nomu en la ciudad. ― Explicó ella.

― Tiene electricidad todavía. ― Se fijó Spinner.

― Es cierto. ― Mr.compress se acomodó en el sillón mientras el ventilador se encendía.

― ¡Eres la mejor Akemi-chan!, ¡¿Por qué no lo dijiste antes?!, ¡Qué cómodo! ― Habló Twice mientras se acomodaba en otro sillón.

Tomura quedó en silencio mientras porfin podía descansar un poco en algo cómodo.

Dabi de igual forma, junto a Toga y Magne.

― Todavía tiene agua, mucho mejor.― Dijo Akemi, mientras acariciaba su cuello.

― Bueno, definitivamente esto es mucho mejor. ― Habló Compress, relajandose.

Todos se relajaron mientras el aire de los ventiladores era vida para ellos.

Cerraron todas las ventanas, cortinas y puertas. Acomodaron todo a su gusto para no alejarse demasiado.

Su espacio para dormir sería la sala, dónde todos quitaron la innecesario y colocaron cosas cómo colchones y sofás.

― Ya me siento mejor, dejenme ayudarlos. ― Ella se levantó lentamente mientras caminaba hacia magne.

Colocó sus manos en los hombros de su compañera para cerrar y borrar sus heridas. Hizo lo mismo con sus demás compañero a excepción de Dabi y Tomura.

Ella quiso acercarse a Dabi pero él se alejó de forma brusca.

― No me toques, yo no necesito esa mierda. ― Se negó con rapidez.

Akemi fruncio su ceño mientras extendía su mano para tocar parte de su piel quemada.

Forzó a su quirk a curar más qué heridas reciente, logrando qué la piel del pelinegro volviera a la normalidad pero tan solo una parte ya qué él se apartó.

Pero los demás miraron asombrados la potencia del quirk de la muchacha.

― Puedo deshacerme del cansancio físico y heridas recientes, pero la rama de curación la estuvo evolucionando más de lo debido, puedo sanar heridas viejas no importa la gravedad. ― Explicó.

― ¡Eso es fantástico!, ¿Qué más puedes hacer? ― Preguntó compress.

Ella camino hacia Tomura para tocar su cuello, drenando parte de su energía para deshacerse fe su cansancio.

― Puedo deshacerme del desgaste físico dando parte de mi energía a mis aliados. ― Tomura se acomodó entre los brazos de Akemi mientras se sentía aún más cómodo.

Los demás arquearon su ceja al verlo acomodarse con los ojos cerrados, hasta qué cayó en cuenta de todas las miradas.

― ¿Qué miran? ― Preguntó de mala gana.

― Nada, nada.― Negaron los demás.

Él tenía su cabeza reposada entre el busto de Akemi mientras qué ella acariciaba su cabeza, acomodadose en el sofá.

Dabi fruncio un poco su ceño, pero desvío su mirada hacia su piel sanada, apretó un poco sus labios mientras maldecía en su interior.

― Tengo hambre. ― Se quejó Toga.

― Yo igual, pero dudo qué haya comida en buen estado en este lugar. ― Dijo Spinner mientras se dirigía a la cocina.

Dabi se levantó para empezar a caminar.

― ¿A dónde vas? ― Preguntó la Todoroki.

― A algún lado. ― Respondió y segundos después, desapareció de su campo de visión.

Toga y ella se vieron a los ojos para luego alzar sus hombros al mismo tiempo.

― Nah, no hay comida en buen estado. ― Confirmó Spinner.

― Tomura-kun, ¿Tienes hambre o sed? ― Preguntó en voz baja.

Él negó pero ella sabía qué era todo lo contrario, sonriendo un poco.

En un rápido y cuidadoso movimiento, se intercambio por una pila de almohadas.

― ¿A dónde vas? ― Preguntó Magne.

― ¿No es obvio?, ire a conseguir comida...y ropa nueva. ― Dijo, toga se animó y se levanto.

― ¡Vamos de compras, mejor amiga! ― La rubia le saltó encima y ambas se fueron.

― Mujeres. ― Dijo Spinner, negando.

Toga y Akemi miraron la ciudad, quedaba bastante lejos qué aprovecharían para saquear alguna casa cercana.

Entraron por la ventana para empezar a buscar algo de ropa, al igual qué comida, ambas reían un poco mientras hablaban aunque un tema algo curioso surgió.

― ¿Por qué dejaste tu vida normal? ― Preguntó la pelirubia, algo curiosa.

Hija del héroe número dos, tenía todas las cosas qué quisiera, tenía un buen futuro.

― Porque no era feliz, junto a ustedes, junto a Tomura...soy más qué feliz. ― Respondió con tranquilidad mientras tomaba algunas latas de comida.

Ambas tomaron bolsas para meter más comida y más ropa, aunque Akemi terminó por robar una máquina de coser también.

― ¡Te entiendo, Akemi-chan!, ¡Amar es lo mejor!, yo quiero ser libre y amar cómo quiero, quiero crear un mundo dónde yo sea feliz, ¡¡Por eso somos mejores amigas!! ― Ambas se tomaron de la mano mientras saltaban.

― Sí, por eso somos mejores amigas, Toga-chan. Creemos un mundo junto a los demás dónde podamos amar cómo queramos. ― Ambas se miraron a los ojos, con una sonrisa.

Aunque fueran demasiadas bolsas, entre ambas lograron llevarlas nuevamente a su nueva guarida.

― Para poder hacer algo de comer, necesitamos fuego. ¿Dónde está Dabi? ― Preguntó Akemi.

― No ha vuelto. ― Respondió Compress.

― Y ya anochecio, dudo poder generar calor. ― Ella ladeo su cabeza.

Pero Twice sacó un encendedor.

― ¡Toma Akemi-chan!, ¡¡Eres una tonta!!, ¡Seguro cocinas bien!, ¡Cocinaras horrible! ― Ella ríe mientras toma el encendedor de twice.

Ella tomó uno de los cuchillos de Toga y sacó algunas cosas de las bolsas.

― Espero sepas cocinar bien. ― Dijo Spinner mientras se recostaba de la pared.

― Si te respondo, terminarás sabiendo qué incluso mi don en la cocina es parte de un trauma. ― Ella se miró tras el reflejo del cuchillo.

― Estás mal de la cabeza, hija del número dos. ― Se burló el pelirosa.

Pero ella lanzó el cuchillo, dando justo a su costado y clavandose en la pared haciendo qué él soltara un chillido

― ¡Qué buena puntería, Akemi-chan!― Habló Toga emocionada.

― Sí, fue un buen tiro. ― Dijo Magne sonriendo.

Ella se acercó y quitó el cuchillo de la pared mientras borraba su ex presión amable mirando al mutado.

― Endeavor y yo podremos tener la misma sangre, los mismos ojos, lo qué sea. Pero no somos familia, mi hermano murió años atrás y del otro...no hablaremos. ― Dijo con un tono frío junto a esa mirada vacía.

El verdadero rostro de Akemi ha salido a la luz con la liga. Aunque ella volvió a sonreír

― Ehe, creo qué no lo sabías así qué te perdonaré. ― Ella se alejó para volver a cocinar.

― ¿Muchos problemas en casa? ― Preguntó Compress.

Ella asintió lentamente mientras cortaba algunas verduras.

― Pensar qué un héroe cómo Endeavor sea un hijo de puta. ― Se burló Magne

― No hablemos de eso, ¿por qué no preguntan otra cosa? ― Se quejó sin mirarlos.

― Bueno, ¿Cómo conociste al jefe? ― Preguntó Twice.

― En la plaza, en una tienda de videojuegos. El quería comprar el nuevo juego de mortal kombat pero yo había comprado el último, igualmente se lo regale. ― Respondió con una pequeña sonrisa.

― ¿De verdad se enamoraron por un juego? ― Spinner arqueó su ceja.

― Yo fui quién dio todos los pasos, sentía curiosidad por él, estaba encantada y, bueno. Realmente necesitaba saber más de él, escucharlo hablar más. Un día tuvimos una cita, ya saben. ― Ella corto aún más rápido los vegetales.

― ¿¡Una cita?!

― En realidad, yo lo jale del brazo y lo hice aceptar todo lo qué le compraba. ― Una gota cae por la cien de los muchachos.

― Qué raro qué Tomura no te haya desintegrado.

― Lo intento, me tocó con lo cincos dedos varias veces pero no lo logro. ― Ella ríe.

― Supongo qué por tu quirk.

― Yyy...¡Listo! ― Dijo.

Ellos se asomaron para ver la dichosa cena.

― ¡Estofado! ― Dijeron animadamente.

Akemi sonríe mientras ellos acomodan las cosas para comer. Con ayuda de compress y Spinner quitaron el polvo de los platos y palillos.

Ella despertó a Tomura para hacerlo comer.

Esa cena se sentía cómo una familiar, cómo la qué nunca había tenido en su casa. Akemi se levantó

― ¿a dónde vas? ― Preguntó Tomura.

― Vuelvo en un segundo. ― Respondió rápidamente.

El proteger a Tomura, se convirtió en proteger a la Liga. A sus nuevos amigos o mejor dicho, a su nueva familia.

― Dabi. ― Ella asomó su cabeza entre la oscuridad.

― ¿Qué quieres, loca? ― Preguntó de mala gana, dando un paso al frente.

― Qué vengas a cenar. ― Ladeo su cabeza.

― No eres mi madre para llamarme para una estúpida cena. ― Habló de mala forma.

― Me recuerdas mucho a alguien y es por ello qué me estoy preocupando por ti. Vamos ― Ella lo tomó de la muñeca para hacerlo entrar.

Lo hizo sentarse a un lado, le colocó su plato y sus palillos.

― Para la próxima no te vayas, necesito tu fuego. ― Dijo entre risas.

Ella tomó asiento también para empezar a comer. Él miró la comida y decidió probar.

Akemi realmente cocinaba bien, supuso qué aprendió a Fuyumi.

Él cerró sus ojos manteniendo el ceño fruncido mientras apretaba un poco su plato pero aún así, se sirvió junto al resto de la Liga.

― ¡Está super bueno!, No sabe tan mal, ¡¡Eres la mejor!! ― Dijo Twice mientras llevaba algo de carne a su boca.

― Tienes un buen don en la cocina. ― Dijo compress.

― En un inicio quería aprender para cuando me fuera de mi antiguo hogar, de pequeña quería buscar a alguien por el mundo. ― Ella ríe un poco.

Dabi dirigió su mirada hacia ella, viendo cómo ella le pasa algunas servilletas a Tomura y lo ayuda a limpiarse las manos.

El recuerdo de su estúpido pasado recayo en su mente, de él limpiando las manos de su hermana mientras se quejaba de que se había ensuciado toda.

― ¡Que desastre, Akemi! ― Se quejó el pequeño Touya.

Pero ella solo balbuceaba, mientras reía dejando de salpicar la comida.

Pero Touya negó, sonriendo de forma involuntaria al tenerla entre sus brazos.

― Tu..tuoya ― Dijo entre balbuceos.

― Es Touya. ― Le corrigió mientras la sentaba.

― Tuoya. ― Repitió mientras aplaudía.

― Tonta hermanita. ― Le dijo.

Akemi empezó a gatear hacia él, aunque poco después intentó levantarse, fallando.

― ¿¡Eh?!, ¡Yo no soy papá, no camines hacia mí! ― Dijo alarmado.

Pero ella se volvió a levantar para caminar con torpeza hacia él, aferrandose a su camiseta.

Touya empezó a sonrojarse mientras fruncía su ceño pero terminó abrazando a su hermana.

― Tonta hermana...

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