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14

― Todoroki Akemi está por voluntad propia en la Liga de villanos. ― Informó Hawks.

Todos quedaron en silencio ante el informe del héroe número 2, junto a la imagen de la Todoroki menor junto a Dabi.

― Actualmente es una de las comandantes del Frente de liberación Paranormal, mano derecha de Tomura. ― Continuó explicando.

Él ha conseguido esa información gracias a Twice, quién cree fielmente en Hawks. Endeavor se quedó en silencio mirando la expresión de su hija.

Se ha vuelto un monstruo, ¿Por qué?, ¿Qué la hizo llegar eso..?

― ¿Cuál es su relación con Tomura? ― Preguntó Ryukyu.

― Amorosa. Ambos están en una relación ― Contestó Hawks.

¿Shigaraki Tomura y Todoroki Akemi?, ¿En una relación?, ¿Cómo se había dado?

― Akemi y Tomura tienen una relación desde su supuesto secuestro, además de qué ella fue la responsable del aumento de poder de los nomus de aquélla vez. ― Los pro-héroes simplemente guardaron silencio otra vez.

Ella era una criminal qué había asesinado personas, y qué lo sigue haciendo. Es aliada y miembro activo del frente de liberación Paranormal.

Endeavor se siente destrozado, totalmente culpable. Si tan solo él hubiese cambiado antes, si tan solo se hubiera redimido antes...

Quizá, tan solo quizás, su hija seguiría estando en el bando de los héroes, viendo cómo se convierte en el número uno y se vuelve un mejor padre.

Él apretó sus puños con impotencia mientras ahogó su frustración recordando la sonrisa de su hija.

EraserHead cerró sus ojos, manteniendo la calma por fuera pero por dentro, está destrozado.

Su alumna, una niña qué está tomando malas decisiones por estar pérdida en su propia mente.

Aún recuerda esos momentos qué ella tuvo la confianza para contarle.

― Aizawa-sensei...― Lo llamó, despertandolo.

Ella se sentó a su lado, en el suelo mientras él la mira, sin salir de su saco para dormir.

― ¿Qué necesitas, Todoroki? ― Preguntó.

― En casa no tengo a alguien mayor con quién hablar, con quién entablar una conversación contándole esto que me está matando. ― Aizawa se acomodó, abriendo su saco de dormir.

Al salir, él la miró a los ojos mientras sus ojos azules dejaban de brillar, su ex presión cambiaba a una de desesperación.

― Mi mente me está consumiendo, no quiero ser quién salva, yo quiero ser salvada. ― Ella apretó sus manos.

Pero, ¿Por qué me siento así?, estar en la UA es un privilegio, cualquier persona qué tenga un buen don y el sueño de ser un héroe quisiera estar aquí.

Se sentiría Bienvenido con estos excelentes compañeros pero yo, yo no.

Mi mente me está consumiendo, el pensar qué soy un estorbo para mi hermano, porque no soy suficiente para mí padre.

No soy suficiente para mí, porque la gente dice entenderme pero no lo hace.

Mi propio quirk consume mi imagen, el ser hija de Endeavor oculta mi figura y ser hermana de Shoto me deja en las sombras.

Aizawa recuerda aquélla conversación cómo si hubiese sido ayer. Ver sus lágrimas mientras ella le mostraba sus quemaduras.

El verla destrozarse frente a él, escucharla rogar por una vida dónde encuentre la felicidad.

Un lugar en dónde sentirse bienvenida, algún lugar al cuál llamar hogar.

La reunión ha culminado. ― Aizawa se levantó y salió rápidamente.

Su amigo y su estudiante, es una situación delicada para él. Se siente culpable en ambos casos y sabe muy bien porque.

No pudo salvar a dos personas las cuáles eran rayos de sol, qué por una decisión todo cambió para ellos.

Salvar desconocidos pero no salvar a la gente qué es importante para él.

―¡Shota/Aizawa-sensei! ― Recordaba sus voces alegres.

La imagen de ambos dándole la espalda recayo en su mente, yéndose por el mismo camino, no pudo salvar a su amigo y ahora, no pudo salvar a su estudiante.

― Shota, ¿Estás bien? ― Le preguntó Present mic.

Él símplemente escondió un su rostro entre sus vendas y asintió, guardando la calma.

― Sí, no te preocupes. ― Le respondió.

(...)

Akemi estaba mirando el cielo estrellado, mientras su cabello se movía junto a la brisa.

Cerró sus ojos durante unos segundos, soltando un pesado suspiro mientras mantenía su mente en calma.

Al volver a abrir sus ojos, una lágrima resbaló por su mejilla mientras apretaba sus labios, trago en seco mientras apretaba sus puños.

Secó la lágrima para luego curvar sus labios en una pequeña sonrisa, caminó hasta el borde de la azotea mientras miraba el vacío bajo sus pies.

― ¿Qué haces ahí? ― Le preguntó.

― Nada importante, Touya. ― Le respondió.

― No lo parece, adivino. ¿Triste por tu hombre? ― Preguntó con tono burlón.

― Ya quisieras qué te responda eso.― Ella rodó sus ojos mientras ríe un poco.

Él caminó hacia ella, hasta inclinarse para verla más de cerca.

― ¿Entonces?

Ella le dio la espalda al vacío mientras lo miraba con una pequeña sonrisa, empezando a caminar y balancearse por los bordes.

― El veneno de la venganza y el odio consume mi alma, así cómo consume la tuya, hermano. ― Ella se detuvo para inclinarse, mirando los ojos azules de Touya.

Él la tomó de la cintura para alzarla, Akemi lo abraza mientras sonríe.

― Ese veneno se irá junto Endeavor muera junto a su hijo perfecto. ― Respondió él.

Ambos parecían bailar mientras su música eran sus latidos llenos de odio.

― La historia terminará con las llamas consumiendo nuestro odio.

― Las llamas de su pasado quemaran todo su presente y todos sus intentos redimirse. ― Ellos se toman de la mano mientras ríen.

Sus risas son contagiosas mientras sus cuerpos danzan bajo la luz de luna. Al igual qué sus lágrimas cayendo por su rostro junto a la sangre

Ella vive cómo si no existiera un mañana porque sabe qué su propia vida se consume cada día más.

Morir es su destino, ella mismo lo escribió con todas las decisiones qué tomó a lo largo de su historia.

Y si morirá, Akemi se llevará a Touya con ella.

Touya matará con sus llamas a Todoroki Enji mientras se consume así mismo con sus deseos vengativos.

Es un veneno letal qué ambos consumen volviéndose escritores de una historia sin un final feliz ante los ojos de los demás.

Pero para ellos, es el mejor qué final que pudiesen tener.

Al tomarse de la mano y mirarse a los ojos, ambos saben qué su momento llegará pronto.

Muy pronto.

(...)

― ¿En qué tiempo despertará Tomura?, ya han pasado dos meses. ― Akemi miró al doctor mientras toca el vidrio.

Ella miró cómo Tomura dormía dentro de aquélla cápsula llena de conservante, mientras tenía varios tubos conectados a su cuerpo.

― ¿Extrañas mucho a tu esposo? ― Le preguntó el doctor entre burlonas risas.

― Tengo un mal presentimiento, doctor. Es solo eso ― Respondió algo avergonzada.

El se quedó en silencio, aquélla niña realmente le sería de mucha ayuda en cuánto a predicciones.

― Tomura despertará cuándo todo su proceso de renacimiento se complete. ― Le contestó.

Akemi apretó un poco sus labios mientras aquél mal presentimiento solo se intensificaba.

― Siento qué mañana pasará algo malo, así esté alerta. ― Ella separó su mano del cristal para empezar a marcharse.

― Lo estaré. ― Le respondió el doctor.

Ella desapareció entre las sombras para volver a la sede, caminó por los pasillos mientras buscaba Hawks con la mirada.

― Pareces enojada. ― Ella desvió su mirada.

― Geten, hola. Justo pensé en tí ― Respondió, sonriendo un poco.

El muchacho peliblanco y ella empezaron a caminar juntos mientras conversaban.

― ¿Crees qué hay un traidor? ― Ella asintió.

― En todo caso, creo qué es Takami Keigo, el número dos. ― Le respondió.

Ella entró a una habitación junto a Geten. Ambos tomaron asiento para continuar conversando

En estos últimos dos meses, Akemi logró entablar conversación con el comandante Geten y con el pasar del tiempo se hicieron amigos.

― Matemoslo. ― Propuso él.

― Tengo una mejor idea. Su objetivo debe ser matarme porque represento un peligro para los héroes, le haremos creer qué estoy indefensa y cuando menos se lo esperé, ¡Lo mataremos! ― Ella apretó su puño, mientras sonreía.

Era un buen plan aunque no había tanto tiempo si es qué su presentimiento de qué algo malo pasaría era correcto.

El frente de liberación paranormal estaría en problema en cuestión de horas.

Una guerra está a punto de desatarse pero, ¿Cuál bando sufrirá más?

Ella miró durante largos minutos a un Tomura dormido. Tocando el cristal frente a ella

Colocó su frente suavemente en el cristal mientras cierra sus ojos, soltando un suave suspiro.

Está claro qué ella está aquí por amor. No sólo a Tomura, sino por todos sus compañeros.

Pero él siempre será su razón principal de estar aquí, su razón de ser libre.

Al separarse del cristal quiso hablar pero guardo silencio, atorando algo en su garganta.

Pero, decidió decirle algo. Apesar de qué él estaba en un profundo sueño

―...Te amo, Tomura. ― Fue lo qué dijo, en un suave y dulce tono de voz.

Tan meloso cómo la primera vez qué se conocieron en aquélla tienda de videojuegos.

Quién diría qué eso desencadenarían todo esto sucesos que la llevarían a esta vida.

De la cuál no se arrepiente ni un segundo.

― ¿No te arrepientes de amarme? ― Fue lo que él le preguntó una noche.

Ambos están abrazados, en la cómoda cama de Shigaraki mientras la única luz era la de la PC.

― No, ¿por qué debería arrepentirme? ― le preguntó ella, sin entender.

― Ya sabes, por esto..― Aunque Tomura no supiera expresar totalmente su amor.

En su mirada podía notarse algo de inocencia cuándo estaba con ella a solas.

Ella acarició su cabeza suavemente, mientras tarareaba una dulce melodía.

Cuando Akemi se levantó para apagar la PC de Tomura, tomando la crema para ponerla en su cuerpo mientras masajea, contestó.

― En casa, estaría encerrada maquillandome para ocultar lo qué realmente soy. Estaría llorando porque mi historia no tiene un buen escritor ni algún personaje lindo qué me trate bien. ― Ella deslizó sus manos por su cuello.

Su quirk eliminó las marcas de su piel mientraa sus labios mojaban los ajenos en un beso.

― Y ahora, tengo a mí nuevo personaje, al cuál amo más qué al universo, con unos ojos rojos cómo el fuego que calientan al océano de mis orbes. Yo te amo, Shigaraki. Y nunca nadie cambiará eso ― Akemi se acomodó encima de él, volviendo a besar sus labios.

Él se mantuvo callado aunque sus mejillas arden, están rosadas mientras su corazón late por ella.

Akemi lo sabe, escucha sus latidos y siente sus nervios, mientras ella lo mira con una dulce sonrisa.

― Yo no quiero un mundo sin tí, mi amor. ― Le dijo él.

Aquéllas palabras la hicieron enrojecer mientras sus labios se curvan en una amplia sonrisa llena de emoción.

El vapor salió de sus oídos mientras ríe cómo una gran tonta llena de amor por su hombre.

No era bueno para ella, claro qué no. ¿Desde cuándo un psicópata era buena opción?

Desde nunca pero, para ella no existía un hombre más hermoso y perfecto qué él.

En todas sus vidas, amaría con locura a Shigaraki Tomura.

Sin importar qué bando él esté, sin importar el daño qué le haga a la sociedad.

Ambos volvieron a unir sus labios en un torpe beso sabor a cereza.

Él la adoraba, ella fue creada para él. Es suya, solo suya. Sus brazos se aferran a su cuerpo mientras sus manos acarician su piel

Está increíble sensación de pasión, de amor. Era indescriptible, era magnífica. Tomura está obsesionado con ella, Akemi es su mujer, es su amor, es la chica perfecta.

Y para él, no existe nadie más qué ella. Ella es la única

La ama demasiado cómo para dejarla ir, no puede tener un mundo sin ella.

Y cuando la destrucción empiece, sus obras de arte serán dedicados a la mujer de su sueño qué vive bajo el nombre de Todoroki Akemi.

La hija del sol.

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