Eran apenas las siete de la mañana, pero Jimin ya estaba despierto terminando la sorpresa para Yoongi. Cumplían nueve meses de novios, y no podía dejar pasar por alto la fecha debido a todos los lindos momentos que han vivido juntos y lo bueno que había sido Yoongi con él en todo ese tiempo. Una vez estuvo todo listo, fue a buscarlo a la habitación para despertarlo con unos dulces besos y una enorme sonrisa.

──¡Felices nueve meses, mi amor! ──Lo abrazó fuertemente, para luego llenarlo de muchos besitos──. Te amo mucho, gracias por estar siempre para mí.

──Yo también te amo, y felicidades para ti también ──Le correspondió al abrazo como pudo, él es un poco frío y demostrar cariño siempre le costó trabajo. Sin embargo, con Jimin siempre se ha esforzado.

──Vamos a que veas tu regalo ──Lo tomó del brazo para levantarlo de la cama──. Te va a encantar.

──¿Regalo? No debiste, Dios, yo no pude conseguirte nada ──Se rascó la nuca, apenado.

──¡Eso no importa! Sigues conmigo y eso es lo que cuenta ──Sonrió despreocupado──. Ahora, ven aquí.

Le cubrió los ojos y lo llevó al comedor de su departamento, donde lo esperaba una mesa repleta de comida y una pequeña cajita con una nota.

──¡Felicidades otra vez! Ven, siéntate para que puedas comer ──La vista de Yoongi se fue a la pequeña caja y Jimin se la acercó──. Ah, sí, abre tu regalo.

Al abrir la caja, apareció una enorme sonrisa en su rostro. Era el reloj que tanto quería desde hace tiempo, y no había podido ir a comprarlo por cuestiones de tiempo.

──¿Te gusta, eh? ──inquirió Jimin con una risita──. Lee la nota, anda.

Su novio hizo caso y tomó la pequeña nota en sus manos para leerla, la cual decía algo así:

"Hace unos tres meses me dijiste que te encantaba este reloj, así que estuve ahorrando para poder comprártelo. ¡Felicidades!"

──Oh, Jimin, no tenías porqué haberlo hecho ──Lo abrazó fuertemente──. Yo no pude comprarte nada por estar ocupado con el proyecto, lo siento mucho ──Escondió la cabeza en su pecho.

──Tranquilo, no debes preocuparte ni comprarme nada. Yo entiendo que ahora estás concentrado en empezar a lanzar tu música y no has tenido mucho tiempo ──Acarició sus cabellos suavemente.

──Igual no lo voy a dejar pasar. Es más, esta noche iremos a tu restaurante favorito, cuando termine aquí haré la reservación.

──No tienes que... ──Su novio colocó su dedo índice sobre sus labios para callarlo.

──No se diga más, hoy iremos a cenar pasta ──Ambos rieron──. Ahora, vamos a desayunar, que esos panqueques me están haciendo ojitos.

Al llegar a la universidad, se dieron un beso de despedida y cada uno se fue a tomar sus respectivas clases, luego en la tarde Jimin iría a su clase de danza, Yoongi al pequeño estudio donde se grababan sus primeras canciones, y en la noche irían juntos a "Carmine's", el lugar donde servían la mejor comida italiana (según Jimin).

Entrando al salón de Fotografía, su primera clase del día, Jimin se encontró con una risueña Jane, quien coqueteaba con otro de los estudiantes. En cuanto vio a su amigo chilló de alegría, y sin decirle nada más al otro joven corrió a abrazarlo y llenarlo de besos.

──¡Minie! Menos mal que llegaste, ya me estaba aburriendo de hablar con ese tipo ──Señaló "disimuladamente" al chico, quien enseguida puso cara de desagrado y abrió su libro y lo alzó para cubrir su rostro mientras fingía leer.

──Qué raro, te veías muy animada. Pero bueno, me demoré un poco porque hoy cumplo un mes más con Yoongi, entonces le preparé su desayuno favorito y nos bañamos juntos... ──Se sonrojó un poco.

─Uy, pillín ──Golpeó el hombro de Jimin──. Espero que te haya hecho un buen regalo, porque tú te pasaste con ese reloj que le compraste.

──Pueeees no pudo comprarme nada ──Jane lo miró con los ojos entrecerrados, lista para criticar a su novio──. ¡Es que grabar y producir sus temas le ocupa mucho tiempo! Pero me va a llevar a "Carmine's".

──Mmmm vale, perdonado. Pero que procure que no vuelva a suceder.

──Verás que no pasará, ahora abrázame ──Abrió sus brazos y justo cuando su amiga correspondió alegremente, sonó el timbre que anunciaba el inicio de las clases.

La mañana transcurrió aburrida y monótona como siempre, exceptuando cuando el grupo de amigos fue a almorzar a la cafetería y Jackson fingió ser una morsa con dos papas fritas entre sus dientes. En la tarde, Jimin se cambió de ropa y fue al taller de danza contemporánea, al que se apuntó a los días de llegar al país.

──Buenas tardes, mis queridas flores de cerezo, ──saludó cálidamente la profesora y todos los alumnos sonrieron──, espero que hayan tenido un lindo día. Jimin, recuerda que hoy repasaremos tu solo y le iremos agregando más cositas.

──Sí, señorita Jones ──Sonrió y comenzó a calentar.

Una vez terminó la primera parte de la clase, la profesora revisó el solo de Jimin, le corrigió algunos aspectos y le sugirió nuevos pasos para incorporarle, con lo cual el chico estuvo de acuerdo. Al final de la jornada él salió muy feliz del estudio dispuesto a ir a su departamento a arreglarse para la cena con su novio, sin percatarse de que a unos pocos metros lo seguía un joven bastante alto y de cabello negro, quien se sentía extremadamente feliz y emocionado de haberlo encontrado y se estaba aguantando las ganas de correr hasta él, abrazarlo y decirle cuánto lo había extrañado y que no había dejado de amarlo.

De repente, Jimin siente que lo llaman a sus espaldas, y un escalofrío recorre su espalda al instante porque esa voz le resulta demasiado familiar y remueve algo dentro de él.

──¡Park Jimin!

Escucha que gritan nuevamente, pero no sabe si darse la vuelta o seguir su camino, ya que tenía miedo de quien pudiera ser el dueño de esa voz. Al final se giró, y al ver el rostro de quien lo llamaba se paralizó y su corazón dio un salto.

Frente a él, a unos cuantos pasos, se encontraba Jeon Jungkook. O eso parecía, ya que el Jungkook que él conoció tenía el cabello largo, era delgado y no llevaba ningún tatuaje o perforación; sin embargo, este joven traía el pelo corto, se veía fornido, tenía el brazo derecho repleto de tatuajes y un piercing en su ceja y otro en su labio. Pero sus ojos... Traía la misma mirada tierna que lo había cautivado hace muchos años, y también su adorable sonrisa de conejo.

──Aquí estás.

Musitó el chico, pero Jimin rápidamente volvió a girarse y tomó el camino hacia su casa mientras sentía que su corazón quería salirse de su pecho. Era imposible que ese fuera Jungkook, el eterno amor de su vida y a la vez el chico que tanto daño le había hecho un año atrás. Sintió que lo llamaron otra vez, pero no se inmutó y siguió caminando a toda velocidad hasta el departamento, y nada más entró se metió a darse una buena ducha. Después de estar casi media hora en el baño, salió para vestirse con una camisa de flores que su novio le había regalado en su tercer mes de relación, un pantalón de mezclilla negro y sus zapatos favoritos. Peinó su cabello rosa y se maquilló un poco (siempre le gustó), luego se echó su mejor perfume y esperó a que Yoongi saliera de su estudio y pasara a recogerlo para ir a cenar.

Una vez en el restaurante, ambos ordenaron lo que iban a cenar y se quedaron hablando un poco, pero Jimin estaba un tanto incómodo por lo ocurrido unas horas atrás. Hasta comió muy poco, lo que preocupó a su novio.

──¿Ya te dije lo precioso que estabas hoy? ──dijo sonriendo de lado y Jimin asintió levemente intentando sonreír──. ¿Estás bien? Te noto perdido, y casi ni has tocado tu lasaña.

──No pasa nada, no te preocupes ──Tomó su mano y la acarició.

──¿Seguro? No me gusta que me ocultes las cosas y lo sabes.

──Tranquilo, solo fue un pequeño problema en la clase de danza esta tarde ──mintió──. Olvídalo y vamos a terminar de disfrutar nuestra noche.

──Bueno, si tú lo dices. Te amo, ¿sabes?

──Sí, lo sé. También te amo ──Sonrió débilmente y bebió un poco de vino.

Al otro lado de la ciudad se encontraba Jungkook, sentado en el balcón de su habitación de hotel admirando las estrellas. No sabía cómo sentirse: por un lado, estaba algo dolido por la expresión de Jimin al verlo y el hecho de que este se hubiera ido casi corriendo; pero por el otro estaba muy feliz y emocionado por haber visto al chico que amaba después de tanto tiempo, quien aún conservaba el brillo en sus grandes ojos grises, unos rosados labios bien carnosos y ahora tenía el cabello rosado también (siempre había querido tenerlo así, porque el rosa es su color favorito). No pudo evitarlo y una pequeña lágrima se escapó de su ojo derecho, enseguida pensó que tenía que hacer algo para recuperar al lindo chico y esta vez ser feliz a su lado. No soportaría perderlo otra vez, porque esa vez sí sería para siempre.

Tercer y último capítulo... Por ahora. No se preocupen, yo seguiré escribiendo esta historia mientras también actualizo las otras 20 que tengo *le habla a sus lectores inexistentes*.

Este capítulo fue mucho más corto que los anteriores, y eso es porque en los primeros quería dar el punto de vista de cada protagonista y explicar un poco qué pasó, pero en este y en los que se aproximan se contará el día a día de estos chicos y si Jungkook de verdad logra recuperar el amor de Jimin o no (ah, y también porque la inspiración se me agotó a finales del segundo capítulo 🥲👍).

De verdad espero que estos capítulos les hayan gustado y ojalá alguien se interese en seguirle el hilo a la historia. Trataré de escribir un poco más para traer aunque sea un cuarto capítulo.
Y recuerden, si les gustó pueden dejar su voto y algún comentario para así hacérmelo saber 😞

Gracias por leer, lxs amo mucho ❤️

Emy. ✨