Capítulo 2
JEON JUNGKOOK
──¿Qué te pasa, Jungkookie? ──preguntó mi abuela con tono de preocupación.
Su pregunta me sacó del trance ya que llevaba un buen rato sentado en el sofá mirando a la nada, pensando en lo ocurrido un año atrás.
──¿Eh?
──Pregunté qué te pasa, llevas como una hora ahí sentado, mirando al suelo y con cara triste ──Se sentó a mi lado y me pasó la mano por la espalda con suavidad──. Cuéntame, anda.
──Es que hoy se cumple un año desde que le rompí el corazón al amor de mi vida, y me puse a pensar en qué hubiera ocurrido si las cosas se hubieran dado de forma diferente ──Agaché la cabeza.
──Aaaaah cierto, aquel chico lindo que vivía aquí enfrente. Recuerdo que dejaste de juntarte con él, pero nunca me contaste qué pasó. Y tengo entendido que él ya no vive aquí.
──Así es, ahora vive en los Estados Unidos. Después de lo que pasó no me dejó volver a hablarle y nunca pude contarle la verdad ──Los recuerdos me llegaron de golpe y comenzó a dolerme el pecho──. Y aunque ya ha pasado un año, yo no he dejado de amarlo.
──¿Por qué no me cuentas qué sucedió? Quizás podamos encontrar una solución, a pesar del tiempo que pasó.
──¿Qué podré hacer, abuela? Él ya no vive aquí y no debe ni acordarse de mí. Ya yo no soy nadie en su vida.
──Bueno, si no me cuentas, no te puedo ayudar ──Se acomodó en el sofá y me miró atentamente──. Así que dime, ¿qué le hiciste al muchacho?
Suspiré profundamente y me preparé para contarle cómo le rompí el corazón al chico que es el amor de mi vida desde que éramos niños pequeños.
Park Jimin me gusta desde que éramos muy pequeños. Recuerdo que lo conocí la tarde en que me mudé, yo salí al patio a jugar un rato (ya que no conocía a nadie aún) y él se acercó a mí con sus juguetes.
──Hola, ¿eres nuevo en el vecindario? ─preguntó mirándome con atención.
──Sí, mis padres y yo nos acabamos de mudar ──respondí en voz baja.
──Ouh, por eso te vi tan solo aquí. ¿Quieres jugar conmigo? ──Alzó sus juguetes para que los viera bien.
Lo pensé mucho, no lo conocía y yo era muy tímido como para aceptar propuestas de extraños (aunque fueran niños). Pero había algo en su mirada, el color inusual de sus ojos y el brillo de estos me dejaron embobado y no me permitieron negarme. Además, tenía una carita adorable.
Desde ese día me encanta Park Jimin.
──Emmm sí, podemos jugar juntos ──contesté tímidamente y le regalé una pequeña sonrisa──. Mi nombre es Jungkook, ¿y el tuyo?
──Soy Park Jimin, mucho gusto ──Me ofreció su pequeña mano y la estreché con la mía──. Ahora, ¡vamos a jugar!
Aquella fue una tarde muy divertida, y desde entonces jugábamos juntos casi todos los días, formándose entre nosotros una linda amistad. Aunque claro, yo jamás pude verlo como un amigo porque cada cosa de él me volvía loco, y las ganas de besarlo cada vez que me sonreía eran inmensas. Además, siempre supe que él también sentía cosas por mí, a cada rato me lo demostraba; sin embargo, ninguno daba el primer paso para convertirnos en algo más que amigos, y era un poco desesperante.
Una mañana me levanté decidido a confesarle mis sentimientos y a pedirle una cita, así que pensé en hablar con Taehyung, su mejor amigo, para que me ayudara. A la hora del recreo, y en cuanto Jimin fue al baño, me acerqué a él para contarle mis planes.
──Ey, hola ──saludé y él me sonrió a medias──. ¿Crees que pueda contarte algo acerca de Jimin?
──Claro, dime.
──No sé si lo habrás notado, pero él me gusta y mucho ──Asintió──. Y me gustaría saber si podías ayudarme a hacerle algo original para declararme y pedirle que salga conmigo. Claro, es solo si tú quieres.
Se quedó pensativo durante unos segundos, y empecé a preocuparme porque Jimin podía regresar en cualquier momento. Pero me relajé en cuanto suspiró y me miró para responderme.
──De acuerdo, te ayudaré. Te espero a la hora de almuerzo en el patio trasero de la escuela, donde casi nunca hay nadie, para que podamos hablar y planearlo todo en paz ──dijo seriamente.
──¿No crees que él pueda sospechar algo si nos desaparecemos los dos, a esa hora? ──cuestioné.
──¿Quieres mi ayuda o no? ──Me molestó un poco su actitud, pero asentí──. Entonces allí nos vemos ──Se levantó de su puesto y salió del salón.
Yo corrí a mi puesto antes de que Jimin volviera, y en cuanto entró me miró y me sonrió, así que le devolví la sonrisa, ansioso por confesarle todo lo que sentía por él.
Justo a la hora pactada fui a encontrarme con Taehyung en el lugar más apartado del colegio, donde lo encontré sentado en un pequeño banco leyendo uno de sus libros.
──Bueno, ya estoy aquí. Así que cuéntame tu plan ──Me froté las manos emocionado, pero cambié mi expresión en cuanto él se levantó.
──Escucha, Jungkook. Yo no voy a ayudarte con Jimin, lo siento mucho.
──Pero, ¿por qué? Me citaste aquí porque aceptaste ayudarme, y ahora me dices que no lo vas a hacer ──Me pasé las manos por el cabello, confundido──. ¿Qué ocurre?
──No puedo ayudarte con él porque me gustas, y sé que es mi mejor amigo pero es algo más fuerte que yo.
──¿Cómo? ──No podía creer lo que acababa de escuchar──. No, Taehyung, no...
No pude terminar la frase porque él agarró mis mejillas y me besó sorpresivamente. Yo intenté separarme al instante, pero me estaba sujetando muy fuerte así que costó trabajo y, en cuanto lo logré que miré a mi derecha, Jimin nos estaba mirando con la cara más deprimente que se pueda tener.
Y ahí el mundo se me cayó.
Estaba a solo tres pasos de nosotros, pero en cuanto intenté acercarme echó a correr mientras lloraba desconsoladamente, así que miré a Taehyung hecho una furia y salí detrás de Jimin para intentar alcanzarlo.
──¡Jimin, espera! ──grité mientras corría detrás suyo, pero él siguió sin mirar atrás, agarró sus cosas y salió de la escuela antes de que el guardia o cualquier profesor pudiera detenerlo──. No, no te vayas ─solté con la voz quebrada, pero tuve que volver para evitar que cualquier persona me viera en la puerta.
En cuanto las clases terminaron fui a su casa para intentar explicarle lo ocurrido, pero su madre me dijo que se sentía muy mal y no estaba en condiciones de recibir visitas, por lo que tuve que irme a mi casa sintiéndome lo peor. Toda la semana se ausentó en la escuela y yo fui a visitarlo, pero su madre siempre me daba la misma respuesta: "Él ahora no puede recibirte, lo siento mucho. Será mejor que te vayas." Y yo con dolor en el alma regresaba a mi casa, tampoco quería insistir mucho y llevarme un mal trato (con razón). Intenté escribirle, pero aparentemente me bloqueó de todas las redes sociales y mis llamadas no le entraban, así que decidí no molestar más hasta que él volviera a la escuela.
La semana entrante volvió, pero estaba muy distante y cuando me pasaba por el lado ni me miraba. Varias veces traté de acercarme y hablarle, pero siempre que me veía llegar se alejaba caminando muy rápido, y cuando hacíamos contacto visual me esquivaba la mirada. Al final decidí dejar el tema y no buscarlo más, lo único que estaba haciendo era incomodarlo y con eso no iba a conseguir que me dejara explicarle y me perdonara. Por lo tanto, dejé de acercarme a él y de intentar hablarle, y en lo que quedaba de curso no supe más nada de él porque ni el los pasillos me lo topaba. Ni siquiera en las vacaciones, cuando acostumbrábamos a ir juntos al parque y a la playa logré verlo, y eso me dolió muchísimo porque ya no disfrutaba las actividades que anteriormente adoraba hacer.
Solo porque él no estaba.
En cuanto empezó septiembre y con él la universidad, volví a su casa para saber si con el paso del tiempo las aguas se habían calmado y ver si por fin podríamos volver a hablarnos, por lo menos. Sin embargo, lo que su madre me contó me partió el corazón, y en ese momento supe que lo había perdido para siempre.
──Jimin se fue hace un mes a Nueva York. Decidió ir a estudiar allá.
No sabía cómo reaccionar ante tal noticia: el chico al que más amaba se había ido al otro lado del mundo sin despedirse y probablemente pensando lo peor de mí. Instantáneamente sentí ganas de llorar, así que me despedí de ella y fui lo más rápido que pude a mi casa para encerrarme en mi habitación a llorar. Esa noche no comí ni dormí, solo salí a caminar un rato por el parque donde solíamos juntarnos a comer, a conversar, a jugar... Y donde tenía planeado pedirle que saliera conmigo. Me senté en un banco apartado, saqué mi teléfono y empecé a ver todas las fotos que tenía con Jimin, donde él lucía muy risueño y sus ojitos brillaban... Aquellas orbes grises que nunca sería capaz de olvidar. Rápidamente mis ojos se llenaron de lágrimas y, en medio de mi dolor, llegó la inspiración para componer una canción, cosa que no había hecho en mucho tiempo.
Busqué la agenda de mi celular y comencé a escribir la letra, el ritmo llegaría solo.
Reímos juntos, lloramos juntos.
Esas simples emociones eran todo lo que tenía.
Cuando te vuelva a ver, te miraré directamente a los ojos y te diré:
"Te extrañé"
Sequé las lágrimas que corrían por mis rostro y miré a mi abuela, quien sostenía una expresión dolida pero a la vez pensativa.
──Cariño, ¿por qué nunca me lo contaste? Pude haberte ayudado yendo a hablar con él o no sé, sabes que también era como un nieto para mí y me tenía mucho aprecio ──preguntó acariciando mi espalda.
──No lo sé, pensé que yo solo podía lograrlo. Además, no quería meterte en esto, bastantes preocupaciones tenías... Y tienes aún ──Agaché la cabeza.
──Mi niño, ¿cómo vas a decir eso? Sin importar cuántas preocupaciones tuviese en aquel momento, siempre podría sacar un tiempo para ayudarte con eso y con lo que fuera. Solo por verte feliz.
──Igual, abuela, ya todo ocurrió. Y ha pasado tanto tiempo que él de seguro me olvidó.
──Tampoco es tanto tiempo, es solo un año. Y si tan enamorado estaba de ti debe recordarte... Quizás ni te odia ──Me regaló una pequeña sonrisa de aliento.
──¿Tú crees? ¿Debería ir a buscarlo?
──Yo pienso que deberías, si no, realmente te arrepentirás por no haber hecho de todo por recuperarlo. Así que compra ya mismo un boleto de avión y ve a buscarlo.
──Tienes razón, perdí mucho tiempo este año lamentándome, en vez de ir a buscarlo. Ya mismo estoy buscando el primer vuelo disponible a Nueva York ──Sonreí y me puse de pie──. Gracias, abuelita, no sé que haría sin ti.
──Quedarte soltero el resto de tu vida, tal vez ──Rió por lo bajo y me abrazó──. No pierdas más tiempo y corre a luchar por tu amor ──Me dió dos pequeñas nalgadas y ambos reímos.
Enseguida agarré mi laptop para poder comprar un boleto, y al día siguiente temprano en la mañana ya estaría tomando el avión con destino a Nueva York, Estados Unidos, para recuperar a quien siempre fue el amor de mi vida.
Segundo capítulo! Esta vez desde la perspectiva de Jungkook.
Ah y algo que no expliqué en el capítulo anterior porque ya era mucho texto: la actitud de Taehyung tiene una explicación, y no hizo lo que hizo solo por dañar a Jimin (es su mejor amigo, no sería capaz de dañarlo así porque sí). Pero basta de spoilers, eso es algo que explicaré muuuucho después ;)
Así que nada, espero que les haya gustado el capítulo y les agradezco mucho si llegaron hasta aquí. Recuerden si quieren pueden votar y comentar 👉👈
Lxs amo mucho ❤️
Emy. ✨
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro