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Capítulo 1

PARK JIMIN

──¿Ya estás listo? ──preguntó mi novio mientras acariciaba suavemente mi cabello.

──Sí, vamos.

Le di un pequeño beso en los labios y agarré su mano para salir de la habitación y, posteriormente, de nuestro departamento. Nos subimos a su auto y emprendimos el camino hacia el restaurante donde debíamos reunirnos con nuestros amigos. En el verano cada uno se fue por su lado y estuvimos más de un mes sin vernos, así que en la cena de hoy nos pondríamos al día. Fuimos los segundos en llegar, ya que Jackson, el mejor amigo de Yoongi, ya estaba ubicado en una mesa y nos hacía señas para que fuéramos a sentarnos con él.

──¡Chicos, aquí! ──chilló mientras movía sus brazos desesperadamente.

Yoongi y yo reímos y lo acompañamos.

──¿Y los demás? ──pregunté tomando la carta para decidir qué iba a ordenar.

──A Jane ya la conoces, le toma dos horas simplemente maquillarse, así que va a tardar ──respondió Jackson con toda tranquilidad──. Y Matty no me contestó las veinte llamadas perdidas que le hice en los últimos dos minutos, así que no sé si vendrá o no.

Sí, podía ser un poco intenso cuando se lo proponía.

Cinco minutos después, llegó Matías y se sentó junto a Jack, quien se abalanzó sobre él para abrazarlo con mucha fuerza.

──¡Matty, no sabes cuánto te extrañé! ¿Por qué no me contestaste? ──Se cruzó de brazos y frunció el seño.

──¿Será porque, a pesar de estar en verano, estaba trabajando? Pensé en contestarte, pero iba a perder tiempo en eso, así que decidí venir directamente para acá ──Suspiró profundamente y apretó sus cachetes──. ¡Yo también te extrañé mucho, Jackie!

──Qué raro que estés tan cariñoso, cuando tú siempre has sido un témpano de hielo. ¿Eh, Matías? ──cuestioné alzando una ceja, y ambos se sonrojaron.

Esos dos esconden algo.

──Eeeh... Sí, es que estuve unos días con mi familia y eso mejoró mi... Mi forma de ser con la gente. Ya sabes, me ayudó a ser más... Afectivo, por así decirlo ──balbuceó bastante nervioso.

──¡¿Fuiste a Chile y no me avisaste?! ──expresé un tanto indignado, poniendo una mano sobre mi pecho──. Pero dime, ¿cómo está tu familia? ¿Cómo está la pequeña Mafe?

──La condición de mi papá ha empeorado y a mi mamá cada vez se le hace más difícil lidiar con él ──dijo con voz triste──. Y Mafe está bien, aunque se puso un poco triste cuando vio que fui sin ti.

──Lo sé, ella me quiere más a mí ──Pasé mi mano por mi cabello dramáticamente y él puso los ojos en blanco, divertido.

En eso, una desesperada rubia corrió hasta nuestra mesa y se sentó a mi lado, casi cayéndose en el intento.

──¡Perdonen la demora! Pero ya saben cómo son los problemas femeninos ──Se abanicó la cara con la mano derecha.

──Tranquila, esperar casi media hora para nosotros no es nada ──espetó Jackson con ironía, mirándola fijamente.

──Ay, ardillita. No sé por qué te quejas, si ni siquiera han venido a tomar nuestros pedidos.

──¡Qué no me llames ardi...! ──Justo en ese momento apareció el mesero y, mientras Jack casi echaba humo por las orejas, Jane le sonrió de forma angelical.

──Buenas noches, ¿ya saben que van a ordenar? ──preguntó un joven sonriente, que tenía los ojos de un azul profundo y el cabello teñido de blanco.

──Yo voy a pedir un Tournedo Rossini ──Inició Yoongi, quien no había hablado desde que llegamos.

──Para mí una sopa de pescado ──ordenó Jack.

──Yo deseo un pato relleno de vegetales ──pedí amablemente.

──Quiero unos tacos al pastor, gracias ──dijo Matty.

Todos (incluso el mesero) nos giramos hasta nuestra amiga, quien parecía estar descifrando algún código secreto en el menú, por lo concentrada que estaba. Hasta que, luego de casi cinco minutos de estar leyendo la carta de principio a fin y viceversa, ella se dirigió al chico que empezaba a perder la paciencia.

──Bueno, dulzura, yo quiero que me traigas solo una ensalada. Es que no quiero comer nada que me haga engordar porque, you know, hay que mantenerse en forma ──Le guiñó un ojo coquetamente al pobre ojiazul.

──Claro, esa forma rectangular que tienes ──murmuró Jackson y la rubia le lanzó una mirada asesina. Los otros solo nos reímos disimuladamente.

──¿Algo más? ──añadió el mesero con entendible desesperación.

──Una botella de vino tinto, por favor ──indicó mi novio y el joven lo anotó, para luego salir corriendo lejos de nosotros.

──¡Carajo! ──soltó Jane de momento──. Con las prisas me olvidé de saludarlos debidamente y hacía más de un mes que no nos veíamos. ¡No imaginan cuánto los eché de menos!

Se acercó a cada uno de nosotros para darnos un fuerte abrazo y alborotar nuestros cabellos. Excepto a Jackson, a ese le dio un pequeño golpe en la cabeza y le sacó la lengua. Pero al final también lo abrazó porque, a pesar de las constantes y tontas peleas que siempre tienen, le tiene mucho aprecio.

Y él a ella también, aunque siempre lo niegue.

──Bueno, ya que tuvimos nuestro momento sentimental, cuenten. ¿Qué hicieron este verano? Porque yo, aparte de trabajar incansablemente ──Matías fingió secar una gota de sudor de su frente──, fui a Chile a visitar a mi familia.

──Yoongi y yo estuvimos en Daegu para que yo conociera a su familia, y también nos dimos una vueltecita por Hawái ──Solté una risita y él me guiñó un ojo.

──Creo que todos sabemos qué ocurrió en esa "vueltecita" ──Jane me miró pícara y me dio un codazo. Yo solo me sonrojé un poco.

──Yo igual fui a visitar a mi familia, pero también estuve en la isla Jeju ──contó Jack mientras jugaba con una servilleta.

──¡Y yo estuve en Franciaaaaa! ──chilló mi amiga──. Fui a la tienda de perfumes más famosa, cené en los mejores restaurantes, visité...

Y así comenzó su tertulia, la cual parecía no tener fin. Aunque, por suerte, el mismo mesero de hace un rato regresó con algunos de nuestros platillos.

──Aquí tiene su Tournedo Rossini ──Le entregó su plato a Yoongi y se dirigió temeroso a la rubia quien, a pesar de estresarse porque fue interrumpida, le dedicó otra de sus miradas coquetas─. Y aquí está su ensalada, señorita.

──Muchas gracias, primor ──Intentó acariciar su brazo pero, de nuevo, el chico salió corriendo──. En fin, ¿en dónde me quedé?

Ahí vamos de nuevo.

Siguió hablando de vestidos, zapatos, accesorios y otras cosas relacionadas con el mundo de la moda (recién va a empezar su segundo año de Diseño de Moda y ya se cree Coco Chanel), mientras Jackson bostezaba, Matías fingía mirar algo en su teléfono y Yoongi y yo hacíamos un esfuerzo por ponerle atención. Sin embargo, otra vez no pudo terminar de hablar, porque trajeron los platos que faltaban y la botella de vino. El pobre muchacho colocó los platos y sirvió el vino a toda velocidad bajo la divertida mirada de todos y, en cuanto vio a la rubia con intenciones de volverle a hablar, se marchó a tomar el pedido de otra mesa.

──Da igual, antes de irme le pido el número ──dijo ella agarrando el tenedor para comenzar a comer.

──No creo que puedas, pero soñar no cuesta nada ──se burló Matías y le dio un sorbo a su copa──. Además, aunque pudieras, no te aguantaría por más de una semana.

──Muy gracioso, pero yo por lo menos consigo pareja y no soy un amargado que no tiene a nadie hace como mil años ──Le dedicó una mirada burlona.

──¡Cállese y acabe de comerse sus hierbas! ──saltó Jack a defender a Matty, y Jane le lanzó a la cara una rodaja de tomate.

Intenté calmarlos, pero habían empezado una guerra de comida muy intensa. Trozos de carne, vegetales y servilletas volaban de un lado al otro de la mesa, hasta que Yoongi dio un manotazo sobre esta, logrando así que todos se quedaran quietos al instante.

──¡Por favor, quietos! Que es una cena de reencuentro, no un campo de batalla ──expresó calmadamente y continuó comiendo.

──Yoon tiene razón ──admitió Jane limpiándose una mancha de salsa de la blusa──. Además, cumplimos un año de habernos conocido ──Sonrió ampliamente.

──Es cierto. Aunque también se cumple un año de... ──Suspiré, dejando la frase a medias, y sentí la mano de mi novio apoyada en mi hombro.

──Tranquilo, cielo. No tienes que hablar del tema si no quieres ──habló en tono comprensivo.

──No, no hay problema. Ya ese tema está superado ──Sonreí nostálgico, recordando todo lo que había ocurrido hacía poco más de un año.

Un año y un mes antes en Busán, Corea del Sur.

──¡Vamos, Jimin! Que se nos hace tarde ──Desesperado por llegar al colegio, mi mejor amigo me gritó desde la puerta.

──¡Qué ya voy, Taehyung! ──le contesté igual de estresado──. Estamos a tiempo todavía, relájate.

Kim Taehyung es mi mejor amigo de toda la vida, literalmente. Nuestros padres se conocieron en la secundaria y desde entonces han sido inseparables, así que desde que tengo memoria la familia de Tae siempre ha estado presente. Él y yo jugamos con los mismos juguetes, aprendimos a nadar en el mismo lago y a montar bicicleta en el mismo parque, vimos juntos nuestra primera película de terror, hicimos las mismas maldades, celebramos cada cumpleaños y apoyamos al otro en sus mejores y peores momentos. Él es como mi hermano, y estoy muy agradecido por tenerlo conmigo, ya que es el único amigo que tengo. Es un chico un poco más alto que yo, de piel canela y cabello castaño oscuro, y tiene unos ojos verdes muy bonitos heredados de su mamá. También es muy estudioso, serio y estricto (y un poco intenso también), pero como amigo vale oro.

Él rodó los ojos y me tomó del brazo para ir caminando rápido (por no decir corriendo) hacia el colegio y, en cuanto llegamos, nos sentamos en nuestros respectivos puestos mientras esperábamos al profesor, porque obviamente habíamos llegado puntuales.

──Como siempre, somos de los primeros en llegar. No sé por qué siempre me apuras si ni la campana ha tocado ──Lo miré mal y saqué los libros de la primera clase que tocaba.

──Ya sabes cómo soy. Prefiero llegar híper temprano y que no haya ni un alma, a interrumpir al profesor y perderme algo de la clase... Eso sin contar las miradas atentas y los comentarios de mis "agradables" compañeros ──dijo sarcásticamente y puso cara de desagrado.

──A veces me pregunto cómo es que yo te caigo tan bien, cuando no soportas ni a tu sombra ──Puse pose pensativa.

──Tranquilo, tú también me caes mal.

──¡Ya quisieras! Yo sé que tú me amas ──Lo abracé fuertemente y él solo suspiró.

──Buenos días, jóvenes ──saludó el profesor Lee mientras ingresaba al salón──. Siempre muy puntuales ──Sonrió y comenzó a acomodar sus cosas.

──Ya sabe cómo es el mejor de sus alumnos ──Miré de reojo a Taehyung y él rió por lo bajo──. Siempre quiere ser el primero en estar aquí sentado, yo solo lo acompaño.

──Pues eso es muy bueno, me encanta que mis alumnos siempre sean así de puntuales, y... ──De repente se detuvo al sentir el ruido de la puerta abriéndose──. ¡Oh, Jungkook! Me sorprende verte aquí tan temprano, siempre llegas a la hora justa.

──Lo sé, pero hoy tenía que hablar con otro profesor, así que vine mucho más temprano ──explicó el chico con una sonrisa y se dirigió a su puesto. Cuando pasó por mi lado me guiñó un ojo y yo le sonreí, y en cuanto dejó de verme me sonrojé.

Jeon Jungkook: el chico más lindo que he conocido y del que llevo toda mi vida enamorado. Es mucho más alto que yo, tiene el cabello largo y color azabache y unos ojos cafés preciosos (admirarlos es mi actividad favorita). También tiene una sonrisa de conejito muy adorable y, aunque es un poco tímido, es muy agradable y divertido (y muy inteligente también). Nos conocimos en la escuela primaria, ya que él se mudó al frente de mi casa con sus padres, y desde el primer momento entre nosotros hubo una conexión demasiado especial. Solemos comportarnos como mejores amigos, pero lo cierto es que yo nunca podría verlo de esa manera. Y es que desde que yo vi a aquel niño pequeño e indefenso jugando solo en su jardín quedé encantado, y me dije a mí mismo que lo iba a conocer e iba a estar para él siempre... Y así ha sido todos estos años, en los que él también ha estado para mí y siempre se ha encargado de hacerme sonreír y sentir que soy el chico más especial del planeta. Porque yo no dudo que él corresponde a mis sentimientos, por la forma en que me mira y me habla yo sé que también me quiere.

La mañana transcurrió normal, pero me pareció muy extraño que a la hora de almuerzo Taehyung no estuviera conmigo, ya que siempre nos sentamos juntos a comer y luego nos sentamos un rato en el patio de la escuela. Y otra cosa que también me preocupó un poco fue que Jungkook tampoco apareciera, ya que cuando Taehyung estaba enfermo o se ausentaba por algún motivo, él era quien me acompañaba y hasta me compraba algún dulce para consentirme. Decidí salir al patio para buscarlos y recorrí todo este sin éxito alguno, así que me empecé a preocupar en serio. Hasta que llegué a un rincón algo alejado de todo a donde casi nadie va, y vi algo que me decepcionó y rompió mi corazón en pedazos.

Taehyung estaba besando a Jungkook.

Instantáneamente mis ojos se llenaron de lágrimas y se formó un desagradable nudo en mi garganta, pero aún así reuní fuerzas y me acerqué a ellos en el mismo momento en que Jungkook se separó y me miró aterrado. Yo miré a Taehyung decepcionado, mientras este solo evitaba mi mirada con expresión seria. Aquello dolió tanto que tuve que salir corriendo hacia la escuela, y aunque Jungkook fue detrás de mí por nada me detuve, agarré rápidamente mis pertenencias y salí antes de que alguien pudiera verme, para así no tener que dar explicaciones de nada. Sentía a Jungkook llamándome a mis espaldas pero yo no quería mirar atrás y mucho menos detenerme, estaba destrozado.

Iba tan triste y tan apurado que olvidé completamente que debía llamar a mi papá para que me recogiera y llegué a mi casa corriendo, mucho antes de la hora a la que usualmente llego. Y como por suerte a esa hora aún no había nadie en casa, me encerré a mi habitación a llorar como nunca.

Realmente no entendía por qué había ocurrido eso. En mi cabeza no cabía que mi mejor amigo pudiera traicionarme de esa manera, porque él obviamente sabía que yo estaba enamorado de Jungkook. Y tampoco entendía cómo no me di cuenta antes de que a quien Jungkook quería era a Taehyung, no a mí. Creía que me miraba con amor y me trataba con dulzura porque también me quería, pero creo que confundí las cosas y él siempre me vio como un simple amigo. Fue mi culpa por ilusionarme cuando nunca me dijo nada concreto, solo que mis ojos eran como galaxias para él y que adoraba perderse en ellas, y que ver mi sonrisa era suficiente para hacerlo feliz todo el día, y que mi voz era su calma, su paz. Aquello solo eran simples cumplidos que cualquiera le diría a sus amigos, fui yo quien le dio otro sentido.

Esa misma tarde decidí ir a confrontar a Taehyung. Quería saber por qué mi "mejor amigo" había hecho eso, así que fui hasta su casa, saludé a su mamá y a sus abuelos y fui hasta su habitación, donde lo encontré estudiando tranquilamente.

──¿Podemos hablar? ──pregunté haciéndome el fuerte, sabía que tocar ese tema me iba a romper.

──Mejor no. Estoy estudiando y no quiero desconcentrarme, sabes que no me gusta que me molesten ──musitó y siguió leyendo un libro.

──La verdad no lo sé, porque yo pensé que conocía a mi mejor amigo y tenía claro que no era capaz de lastimarme así, pero me equivoqué.

──Mira, Jimin, no le des más vueltas al asunto ni pienses más en lo que viste. Discúlpame por no haberte contado antes ──dijo fríamente.

──¿Qué lo olvide? ¿Qué te disculpe? ¡¿Cómo diablos quieres que te disculpe, si besaste al chico del que obviamente sabes que estoy enamorado?! ──Perdí el control y empecé a gritar y a llorar──. ¿Cómo voy a perdonar esa traición?

──Traición como tal no es, porque entre ustedes dos no hay nada. Y lo siento, pero él me gusta mucho y no pude contenerme las ganas de besarlo ──Elevó sus hombros, tratando de quitarle importancia al asunto.

A veces olvidaba lo frío y cruel que podía llegar a ser.

──Esto es increíble ──bufé pasando mis manos por mi cara──. ¿Cómo pudiste? Se supone que eres mi mejor amigo ──No obtuve respuesta, así que seguí──. Y encima me hablas así... ¿Qué pasó? ¿Qué te hice? ──Se me hizo otro nudo en la garganta y el dolor en el pecho era insoportable.

──Ya te dije cómo eran las cosas, no quiero seguir hablando del tema ──espetó secamente y volvió a concentrarse en sus apuntes.

──No comprendo, pero no molesto más ──Sequé bruscamente los rastros de lágrimas en mi rostro y me dispuse a salir de la habitación──. Creo que nunca fui tu amigo en verdad.

──Cierra la puerta cuando salgas ──Fue lo último que dijo.

Si antes estaba lastimado, ahora estaba mucho peor. ¿Por qué había hecho eso? ¿Por qué se estaba comportando tan frívolo? ¿Acaso había hecho algo malo sin darme cuenta y se la estaba desquitando? Salí de esa casa con más dudas que cuando entré, y el dolor que sentía era aún peor. Estaba a punto de colapsar.

En cuanto entré a mi casa mi mamá vio mi rostro demacrado y se asustó, así que corrió hacia mí y me abrazó.

──¡Mi niño! ¿Qué tienes? ¿Te pasó algo en casa de Taehyung? ──Preguntó preocupada, pero yo estaba demasiado abrumado como para responder──. ¡Jimin!

──Mamá... ──Mi voz tembló──. ¡Es que no entiendo! ──Y por enésima vez en el día, me eché a llorar.

──¿Qué no entiendes, mi amor? ¿Qué sucede? ──Sonaba igual de triste que yo, así que respiré profundamente y le conté lo que había pasado.

Ese día no comí ni dormí, y el resto de la semana fue así, ni siquiera podía ir a la escuela. Mi mamá me dijo que Jungkook había venido a visitarme par de veces pero ella no lo dejó pasar, cosa que agradezco porque sinceramente no tenía deseos de verlo ni de hablarle. También intentó escribirme, pero decidí bloquearlo y borrar su número. No quería saber nada de él y mucho menos de Taehyung, quien no se preocupó por mí ni se mostró arrepentido por sus acciones. En cambio, su madre me hizo unos pastelillos de vainilla y fue a visitarme, porque creía que yo estaba enfermo.

La semana siguiente decidí que no iba a seguir sufriendo por algo que no valía la pena y mucho menos era mi culpa, así que regresé a la escuela y me esforcé por obtener las mejores calificaciones, entré a un taller de danza contemporánea y traté de recobrar la alegría que me caracterizaba, por más que me costara. Con el pasar de las semanas ya había mejorado un montón y, como estaba a punto de terminar el instituto y debía ingresar pronto a la universidad, tomé la decisión más radical de mi vida: irme a estudiar en los Estados Unidos. Mis padres al principio estuvieron preocupados por eso, pero al final me apoyaron y utilizaron todos sus ahorros en pagarme la universidad. También me teñí el cabello de rosa (un color que adoro), y en cuanto estuvo todo listo, tomé el avión con destino a Nueva York. Ya no podía arrepentirme, estaba a punto de comenzar de cero en un país nuevo, y la idea no podía emocionarme más.

En la actualidad.

Suspiré profundamente, asimilando que acababa de contar la parte más dolorosa de mi vida.

──Y bueno, a la semana de empezar la universidad conocí a Matty y a Jackson, quienes me ayudaron un montón a integrarme y familiarizarme con el lugar. Luego conocí a mi novio, quien me ayudó a terminar de sanar y a quien amo como a nadie. Y, por último, te conocí a ti, rubia esquizofrénica ──Reí y apreté su nariz, la cual tenía roja por llorar.

──Dios, Mimi ─Sorbió su nariz──. No teníamos ni idea de que habías pasado por eso, ¿por qué nunca nos contaste?

──Porque era algo muy doloroso para mí y no me gustaba hablar de ello. Pero ya es algo superado, además, ustedes se lo han ganado ──Nos dimos un pequeño abrazo grupal.

──Nos alegra que lo compartas con nosotros ──me animó Matías.

──Bueno, ya ──intervino Yoongi──. No nos pongamos tristes por eso, mejor vayamos a ver una película.

──¡Siiiiii! ──chilló Jane──. Vamos a ver Barbie, porfa.

──¿Cómo que Barbie? Si la vimos en cuanto se estrenó, y tú la has visto sola por lo menos diez veces ──se quejó Jackson.

──¿Y qué? Yo quiero volver a verla ──La rubia hizo puchero.

──Chicos, vamos. Ahora comienza de nuevo la universidad y casi no vamos a tener tiempo para reunirnos estos primeros meses, así que vamos a pasar un buen rato... Aunque la película sea mala ──susurré y Jane me dio un manotazo en la cabeza.

El mesero nos trajo la cuenta y, después de que cada uno pagara su parte, salimos del restaurante camino al cine más cercano para disfrutar el resto de la noche.

Olaaaaa tanto tiempo sin pasar por aquí, mi perfil tiene hasta telarañas 😔

Pero no lo voy a negar, cada vez que me pasaba por la cabeza la idea de ponerme a escribir aparecía otra cosa que hacer o me ganaba la pereza, y pues lo fui aplazando y aplazando hasta que ya habían pasado dos años y no había subido nada de esta historia.

Y no es solo eso, también esta señorita se puso a escribir y escribió tres capítulos completos, y en vez de publicarlos los dejaba ahí esperando a sabrá Dios qué, y ahora fue que se dignó a subirlos. Todo mal conmigo 😔🤌

Pero bueno los publiqué los tres, y todo el que esté interesado en leerlo puede hacerlo, tanto el que acaba de llegar a mi perfil o a la historia como el que lleva tiempo esperando a que subiera algo (dudo que alguien así siga aquí pero si es así, mil gracias por esperar 🤧).

Y bueno nada, espero que les gusten estos capítulos y no les moleste este que tiene más de 3000 palabras jsjsjs (como es narrado por Jimin quería hacerlo bien extenso y explicarlo todo). Si es así se les agradecería un montón si dejaran su preciado voto y también un comentario (aunque sea para quejarse 🤭).

Muchas gracias por leerme, lxs amo mucho ❤️

PD: Este capítulo está dedicado a mi querida bubu Fer_Elena (tuve que etiquetar esta cuenta porque por algún motivo la otra no me aparecía), con quien no he hablado hace meses y a quien extraño un montón. Esta es mi manera de felicitarla por los 2 años de amistad que cumplimos recientemente y como escribirle es casi en vano por como ella vive la vida decidí dedicarle el capítulo y hacer una mini referencia a ella la cual espero que no le moleste. Así que si ves esto Mafe quiero que sepas que te adoro mucho todavía y no he olvidado los momentos lindos que pasamos, a pesar de la distancia y las dificultades 🥺💗.

Emy. ✨

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