Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Timeless ― KaiSoo

El tipo de amor que solo encuentras una vez en la vida

El tipo de amor que no abandonas

Fue entonces cuando te llamé y es tan difícil de explicar

pero en esas fotos, nos vi a nosotros

Y de alguna manera, sé que tú y yo nos habríamos encontrado

en otra vida, aún habrías llamado mi atención

(...)

Igual habrías sido mío

Habríamos sido atemporales

- - -




Sé que es imposible de creer, pero conozco a dos personas que se amaron con fervor. Dos personas que, para mí, son la definición de amor de pareja. Incluso más. Una complicidad hay en ellos cuando veo las antiguas fotos de mis abuelos: Kim JongIn y Do KyungSoo.

Estoy limpiando su casa, que ahora es mía, y he encontrado dentro del armario un cajón repleto de cartas, álbumes fotográficos y recuerdos significativos. También hay cuadernos con todas sus páginas rayadas. No pude resistirme y lo abrí para hojearlo. Es el diario de mi abuelo JongIn. Aquí está apuntado todo. Y cuando digo todo es todo.

Me sumerjo en su historia como si estuviera viendo una película.

Mis padres han comprado una nueva casa en un callejoncito que se ve peligroso. No estoy (y mis hermanos mayores mucho menos) acostumbrado a vivir en un sitio como este. Pero papá perdió sus inversiones y estamos aquí.

Hay un bosquejo de la vieja casona. Recuerdo cuando mi abuelo KyungSoo me contó cómo conoció a mi abuelo JongIn. Me picó la curiosidad en si mi abuelo JongIn anotó ese hecho y, sobre todo, de qué manera lo había escrito.

Nuestros vecinos son familias humildes. Todos parecen buenas personas, pero papá dice que soy muy incrédulo, incluso a mis diecisiete años. Mis hermanos se la pasan encerrados en la casa con temor de salir a caminar. ¿Por qué? Si bien la calle no cuenta con buena iluminación, hay unos murales increíbles que me muero por bosquejar. Son dibujos muy creativos que nunca se me hubiera ocurrido. Quiero verlos y si es posible fotografiarlos.

Intenté pedirle permiso a mamá, pero ella respondió lo que ya sabía que diría. "Es peligroso afuera, JongInnie". Hasta ahora no he visto que maten a alguien delante de nuestra casa o en la calle o en las calles cercanas. ¡Por favor! Me muero por salir. Necesito explorar, necesito conocer. Lo quiero todo. Quiero verlo todo y aprender todo. Pero aquí estoy, peor que una damisela encerrada.

Hay un dibujo muy dramático hecho por mi abuelo JongIn acerca de él encerrado en una torre gigante y un dragón encima, vigilando que no escape al estilo Rapunzel. Rio.

Sucedió.

Fui capaz de salir. Como mi padre anda en busca de trabajo no está en casa mucho tiempo y madre hace las labores domésticas como ir al mercado para los insumos del almuerzo del día. Mis hermanos están encerrados en sus habitaciones, lamentándose la desdicha de ser pobres. Yo aproveché y salí a conocer el mundo. Apenas abrí la puerta me encontré con uno de los hijos de los vecinos del lado derecho. Él también salía de su casa.

Nos miramos con incomodidad por casi chocarnos. Le sonreí con amabilidad, él me miró. No me sonrió ni me habló. Solo me miró y se dio media vuelta. Supongo que es un chico de pocas palabras.

Reí. Recuerdo que mi abuelo KyungSoo dijo: "era un chico guapo, ¡me choqué con un galán! obviamente iba a huir".

Lo he seguido viendo. Mejor dicho, nos seguimos encontrando. Cada vez que salgo de casa, él también lo hace. Es la hora. A las doce de la mañana, él sale a comprar los víveres de su hogar. Él se va hacia la derecha y yo hacia la izquierda. Caminamos dándonos la espalda. Pero en una ocasión (ayer) giré a verlo y me percaté que él también había girado a verme. Con rapidez, regresó su vista al frente.

Camino con el cuaderno por la casa. Me sirvo un vaso de agua y continúo mi lectura.

KyungSoo. Do KyungSoo es su nombre. Tiene nueve hermanos; tres varones y seis mujeres. ¡Y con él son diez! Son una familia inmensa. No se compara a mi familia de cinco integrantes (y eso que yo pensaba que ya éramos muchos).

Hay un dibujo de su familia. Mi abuelo JongIn es de aquellos que daría todo por su familia. Los ama en demasía. Pero recuerdo cuando mi abuelo KyungSoo me explicó con una mueca de desagrado que sus familias, muy al estilo de los Capuleto y los Montesco, no se llevaban bien.

Quiero acercarme a KyungSoo. ¿Por qué? No lo sé. Supongo que deseo tener un nuevo amigo. O quizá son las ansías de desafiar a mis padres que limitan nuestro contacto con los demás. Yo solo quiero... Hablar con alguien.

Debo idear un plan.

¡Tengo uno! Qué rápido soy. Increíble.

Cuando él salga por sus víveres, lo seguiré y le brindaré mi ayuda para cargar las pesadas bolsas.

Casi escupo el agua cuando leí la siguiente línea.

Él me golpeó con una papaya.

Cree que soy un acosador. Intenté razonar con él, pero no me quiso escuchar.

Es un omega fuerte que sabe defenderse.

Oh.

Realmente quiero ser su amigo.

Me senté en un sillón de forma incómoda porque estaba lleno de cajas y yo estaba con una flojera inmensa como para moverlas. Leer el diario de mi abuelo era más interesante. ¿Chismosa? Mi primer nombre.

Me disculpé con él. Al inicio era reacio a mi cercanía, pero la terminó tolerando.

Mis abuelos, quienes se ven enamorados en las fotografías de los álbumes ¡empezaron así de distantes! Y luego, no podría vivir uno sin el otro.

Ayudé a KyungSoo a cargar las bolsas del mercado. Su mami me agradeció, ella fue muy amable porque incluso me invitó a pasar a tomar lonche. Claramente, mis padres se enojaron cuando se dieron cuenta que no estaba en casa. Pero qué más da, al menos pasé tiempo con KyungSoo y su madre en la cocina. Me enseñaron a hacer pie de manzana. Quedó riquísimo.

Nunca antes había cocinado.

Encima de esta página había un post it, con letra desordenada, pero seguía siendo la misma que cubría todo el libro.

Quién diría que Soo y yo haríamos una casita de jengibre para Navidad. ¡Yo, que nunca en mi vida había cocinado tanto! Él hizo la masa y yo le ayudé a decorar porque tengo mejor pulso que él. Me hace feliz ver como evolucionamos de un pie de manzana a una casa completa de jengibre.

Al pasar a la siguiente página, se desprendió de ella una fotografía en blanco y negro de la casita de jengibre. Era hermosa. Mis abuelos se veían jóvenes, al parecer, ahí todavía no existían ni mi padre ni mi tía. Continúe leyendo.

Invité a Soo a mi casa. Le enseñé los libros que tengo. A él le fascinaron. Lo que más llamó mi atención es que KyungSoo tenía predilección por los libros de matemáticas. ¡Qué! Él me contó que sus padres no podían pagarle la escuela a todos, y como él era uno de los omegas, prefirieron que no tuviera estudios. Me dio lástima por él, ya que resolvió los ejercicios de matemáticas con una rapidez alucinante y con el hecho de solo ver los ejemplos y fórmulas. Ni yo que cursaba la secundaria era tan bueno como él.

Creo que por eso es bueno en la repostería, sabe sacar cuentas mentalmente, mientras que yo aun uso los dedos.

Reí. Recuerdo cuando veía un concurso de competencia con mi abuelo KyungSoo y surgía una pregunta de matemáticas, él era el primero en responder y siempre de manera acertada. Yo, al igual que mi abuelo JongIn, uso los dedos para contar.

Mis padres no dejan de hablar pestes de la familia de KyungSoo. No lo puedo soportar. Me duele porque KyungSoo es mi amigo y no quiero que se entere de lo que mi familia dice a sus espaldas. Pero no importa cuantas veces me queje, no me hacen caso. Repiten sin césar acerca de su estatus económico y social, como si nosotros estuviéramos mejor.

Creen que estoy cortejando a KyungSoo porque es omega y yo alfa. Qué ridículo, como si no pudiéramos ser amigos.

Reí porque ya sabía cómo se desarrollaban los hechos, ¡muy buenos amigos, abuelo!

KyungSoo es un pastelero increíble, siempre que prepara un dulce no duda en invitarme y yo lo devoro. Admito que soy un hambriento. ¡Sus postres me hacen agua la boca! Son tan dulces como él. Su forma de ser tan amable, amigable, sonriente, transparente es... Es ¡dulce! y su olor de omega es escencia de vainilla. Es un postre andante.

KyungSoo no puede saber qué pensé eso de él.

La última línea estaba tachada, pero aun así era posible leerla:

Últimamente pienso mucho en él.

Rodé los ojos. Ay, abuelo.

KyungSoo nunca ha ido a la playa. Ni con su familia. Se me hizo extraño y no supo darme una razón válida más que alzarse de hombros. Así que decidí acompañarlo al balneario.

Fuimos hoy. Fue increíble. Su cabello se alborotó con el viento y su rostro se iluminó por los rayos del sol. Caminamos descalzos por la arena y corrimos hasta meternos un poco en el mar. El sonido de su risa aun está en mi mente... y en mi corazón. Oh, KyungSoo. Su imagen no sale de mi cabeza. Pienso en ti día y noche y... no sé qué más pensar.

Creo que me gustas.

En la siguiente página había un bosquejo de mi abuelo KyungSoo en la playa, delante del mar, sonriendo.

KyungSoo sonríe e ilumina las zonas inaccesibles para el sol, es decir, mi corazón.

Sin duda para ese momento mi abuelo JongIn ya estaba más que enamorado.

KyungSoo y yo tenemos una rutina: vamos al mercado, paseamos viendo los murales y regresamos a preparar un postre en su casa. Adoro sus postres, ¿ya lo había escrito? Comería cualquier cosa que él me dé. Incluso si es un hechizo, aunque, ¿qué hechizo me daría cuando ya estoy profundamente enamorado de él?

De todo él.

De su humanidad y de su físico.

Mi familia sigue quejándose. Dejo que lo hagan, nada me quitará mi enamoramiento.

Pero necesito saber, ¿qué siente KyungSoo?

Abajo habían garabatos, como si abuelo no hubiera sabido que más escribir o se vio incapaz de poner sus ideas en mente para plasmarlas y simplemente garabateó.

Le dije a KyungSoo que ponga su negocio de dulces. Él no quiere arriesgarse, dice que gastar el dinero de sus padres en un negocio incierto lo llena de nervios. Lo entiendo, pero hay que arriesgarse en la vida para obtener recompensas. A KyungSoo le gusta jugar seguro.

En cuanto al amor, a mí también.

Hace más de dos años que KyungSoo me gusta. Y aun no le he dicho nada. Temo arruinar nuestra amistad.

Debajo hay otro retrato de mi abuelo KyungSoo. Esta vez parece estar sentado en una cafetería, mirando al frente, supongo que posando para mi abuelo JongIn.

Lo invité a un café, quiero decirle que es una cita.

No le dije nada.

Hablamos de temas triviales y no tan triviales, como el hecho de que su familia se va a ir a otra casa. Al parecer su padre, marino, lo movieron de base y todos se tienen que ir juntos. Yo no quiero separarme de él.

Tengo que actuar.

Me muerdo las uñas de las manos. Ya conozco la historia, pero leerla es taaaaan diferente.

KyungSoo se fue y se llevó con él mi corazón.

Literalmente.

Le hice un corazón de madera y le dije que se lo llevara si accedía a que lo cortejara. También le pedí permiso a su familia. Narro todo de forma desordenada, diario, porque todo lo que sucedió en el día aun vuela desordenado en mi mente.

Él se iba con sus maletas, salí de casa, salieron mis padres a detenerme, me acerqué y le conté como me hacía latir el corazón a mil por hora, como amo sus dulces, como adoro su aroma, como me deleito con su presencia y como admiro su inteligencia. Le tendí el corazón de madera, él miró a su famila, que jamás criticaron que fuéramos cercanos. Uno de sus hermanos, BaekHyun, asentía con la cabeza efusivamente. KyungSoo tomó el corazón de madera, me miró a los ojos y sonrió. Su sonrisa fue el mayor regalo de despedida que puede tener.

Su padre me dio su bendición y también su nueva dirección. No importaba cuántos kilómetros nos separen yo los cruzaría hasta llegar a él. Cuando entré a mi casa me enfrenté a mis padres que no dejaban de quejarse. Si bien los amaba, quería pasar el resto de mi vida con KyungSoo. Él es el omega de mi corazón con quien quiero formar una familia y amarnos. Sobre todo amarnos.

Chillé. Mi abuelo era un romántico.

Mientras lo cortejaba mi familia no dejaba de presentarme omegas, a los cuales rechazaba con amabilidad. No importaba incluso si me forzaban a casarme con otro omega, KyungSoo siempre sería el rey de mi corazón y de mi alma, quien poseía mis pensamientos y caricias. Todo para mí.

Al finalizar el cortejo, mi familia había conseguido, nuevamente, dinero, así que se fueron de la casa y me la dejaron a mí. Invité a KyungSoo a vivir conmigo. Vivimos ahí dos meses. Mi familia no lo quería ahí. Su padre, marino, nos apoyó y nos brindó un hogar que estaban construyendo para los hijos de los marinos.

Ese fue nuestro nido de amor.

Estaba a punto de llorar porque yo había crecido en ese nido de amor y ahora lo iba a dejar. No quería. En estas paredes está el amor que mis abuelos tuvieron, el respeto y la fidelidad que marcó su longeva relación.

Nuestra casa tiene un piso. La hemos amueblado con el dinero que conseguí trabajando de todo. Debido a que mis padres se rehusaron a pagar mi carrera universitaria, me interesé en cualquier cosa que me pudiera dar dinero y que no fuera ilegal. Si no me querían ayudar, estaba bien, tampoco les iba a rogar.

KyungSoo trabajó en una feria, en una dulcería y en una lavandería, pero por más que le dije que lo apoyaba en hacer una dulcería, él jamás se animó. Así que los postres se quedaron para mí y nuestros dos hijos: Kim-Do Soobin y Kim-Do Eunchae.

Abajo había otro dibujo que los incluía a los cuatro. Pasé con rapidez a la siguiente página y me di cuenta de un gran salto en el tiempo. Al parecer mi abuelo se había olvidado de ir escribiendo en su diario o tal vez lo escribió en algún otro lugar, se saltó como veinte años.

Tuve que haber dejado el cigarrillo cuando Soobin y Eunchae cantaron "papi, papi, deja de fumar cuando me das un beso no puedo respirar". Porque ahora pago con mi salud. Me estoy deteriorando más rápido que cualquier otra persona de mi edad. Me niego a morir. Tengo que ver a mis hijos crecer, tienen que ser alguien, tienen que ser felices. Tengo que proteger a mi familia. No puedo abandonar a mi omega.

En ese momento todavía no le habían diagnosticado cáncer y tampoco había dejado de fumar. Lo dejó cuando yo nací porque estaba dispuesto a conocerme. Y gracias a ello conocí al mejor ser humano del mundo. Mi padre Soobin está celoso de ello, varias veces ha dejado entrever que prefiero al abuelo antes que a él. No lo puedo negar. Los abuelos siempre son los preferidos.

KyungSoo luce cada día más radiante. Aún recuerdo cuando me anunció su primer embarazo. Lo esperábamos con ansía. ¡Una mujercita! Y resultó ser una alfa hecha y derecha. Eunchae sacó la pasión por los postres de KyungSoo y heredó mi enorme biblioteca, lo que la convirtió en una erudita. Pero lo que más me gusta de mi hija es su noble corazón. Ella siempre está dispuesta a apoyar a todo el mundo. Ya le he dicho que no sea así siempre porque hay personas que se pueden aprovechar, pero ella es terca y sigue dando y dando la mano a quien se le cruce.

Eunchae tenía cinco años cuando llegó Soobin a nuestras vidas. Soobin sepa Dios de dónde sacó el temperamento que tiene. Es de carácter fuerte, pero al igual que su hermana y su padre tiene un corazón noble. Soobin suele hacer más travesuras y tener peores notas que su hermana, pero es aguerrido y defiende a los débiles. Se peleó con unos compañeros mayores que él que le hacían bullying a un niño que no conocía, cuyo nombre creo terminaba en Kai.

Huening Kai.

Sí, ese.

Oh, ese era mi otro padre. Así que así se conocieron esos dos. ¡Nunca me lo habían dicho! ¡Pobre mi pa Kai! Qué cosas horribles le habrán hecho.

Nuestros hijos crecen cada día. Y cada día crece el amor hacia mi familia. No entiendo como las personas no creen en el amor porque cuando yo veo a KyungSoo sé que él está profundamente enamorado de mí y jamás haría algo que lo lastimara.

A mis hijos trato de inculcarles lo mismo, ya que ambos son alfas, ¡deben saber tratar a un omega como su igual! Y si es su omega, como un ser para ser venerado.

Hoy me pasó algo curioso. Iba por la calle que queda cerca del mercado hasta encontrar una tienda que jamás había visto. Era una tienda de antigüedades. Ingresé y lo primero que vi fueron fotos a cinco dólares cada una. En la primera fotografía había un feliz matrimonio besándose, pero lo que me llamó la atención eran los dos jóvenes parados detrás que en vez de ver al feliz matrimonio se veían entre ellos con sonrisas cómplices. No puedo explicar lo que sentí.

Éramos KyungSoo y yo. No físicamente, pero siento que eran nuestras almas en otra época. Como si época tras época nos hubiéramos buscado para mirarnos a los ojos con dulzura y con amor.

En la siguiente fotografía había dos personas con máscaras bailando en un amplio salón. Nuevamente mi corazón latió. Éramos él y yo. Y como no podía quedarme sin hacer nada, llamé a KyungSoo, quien atendió de inmediato.

―Te amo.

KyungSoo rio. ―¿No distingues el perejil del cilantro?

Reí.

―Te amo. ―Repetí. ―Ya hice las compras e iba de camino a casa, pero me detuve en una tienda y va a sonar muy loco, pero tuve este... este arranque de querer expresarte mi eterno amor. ¿No sientes que fuimos hechos el uno para el otro?

―Somos omega y alfa, JongIn. Nos complementamos a la perfección.

Sonreí. ―Somos mucho más que un omega y un alfa, somos dos almas enamoradas.

―Qué poeta.

―Te amo.

―Te amo. ―Dijo, con sinceridad absoluta.

Sé que sin importar el tiempo, él y yo nos hubiéramos conocido. Sé que nos conocemos desde antes que mi familia lo perdiera todo. Lo sé. Lo puedo sentir. Hay un hilo invisible uniéndonos. Y si se rompe o se quiebra, yo mismo me volveré tejedor para unirnos. Adoro a mi esposo, ¿ya dije que lo amo?

Lloré abrazando el diario. Si seguía leyendo página por página no acabaría nunca. Me salté hasta la última.

Estoy enfermo. Cáncer a los pulmones. KyungSoo cuida de mí. Nuestros hijos tienen sus propias familias. Tengo dos nietas hermosas que espero logren grandes cosas.

KyungSoo y yo pudimos habernos peleado en algún momento por algún tema, pero a día de hoy lo amo de la forma en la que nunca amé a nadie más. Quiero que aquí quedé grabado la veneración que le tengo, mi amor infinito.

KyungSoo. Mi hermoso KyungSoo. Perdóname por no haber dejado de fumar. Fui un idiota. Tuve que haber hecho caso. La adicción me destruyó, pero mi amor por ti sigue intacto. Perdoname. Sé feliz con nuestra familia, sé que ellos cuidarán de ti (no tan bien como yo).

Cerré el diario incapaz de seguir leyendo una palabra más por las lágrimas. Mi abuelo JongIn había fallecido cuando yo tenía once años y había escuchado a mi abuelo KyungSoo gritando al cielo que deseaba morir porque su alma gemela había dejado este mundo.

Las dos personas que más se amaron en el mundo fueron mis abuelos: Do KyungSoo y Kim JongIn. Y yo espero encontrar un amor como el suyo, si es posible. ¡Por favor, universo!

FIN.




holiss

¡hemos llegado al final de este compilado de one shots!

¿cuál fue su fav?👀👀👀

Espero les haya gustado, muchas gracias por leer<3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro