A la sombra de un árbol, sentado sobre una rama, posado como un cuervo con recelo, y callado semejante a un muerto; un individuo fijaba su vista sobre un hogar, en cuyo interior, su antigua esposa tenía su cabeza recostada sobre quien fue su mejor amigo en vida, y con quien tuvo una hija.

Sus ojos estaban opacos, se dilatan aún sin tener pupilas, y sus manos hacen un gesto de contingencia. Quería extender su mano, agarrar algo que estaba tan cerca y tan lejos por igual distancia. Pero no pudo estirarla, no pudo. El valor de hacerlo era pobre; el deseo ingente. Sin embargo, resistía como podía sus deseos. El valor para realizarlo, era menor en medida que sus convicciones y humanidad reticente a abandonar su Alma. Solo miró entremezclado con las sombras en un lugar ausente de brillos, teniendo sus ojos como única parte visible. Enmascarado tras un velo que no era visto por nadie.

-"Mi vida es una mierda"- piensa el espectro mientras se mueve de lado a lado, ahora en otro lugar, entre los grotescos terrenos, las horripilantes esquinas donde se olía el olor a delincuencia y basura; el hedor de la propia humanidad, oculta entre sus propias creaciones de hormigón-"¿O sería muerte?, no puedo considerar ninguno de los dos lados. Maldita sea mi suerte"- piensa con su capa cubriendo los callejones en un manto carmesí, que con ayuda de la luz debilitada de la luna teñia esos pequeños lugares de un aura mortal. Sin duda, ante tantas cosas malas que había en aquella ciudad, él era la peor.

No hay mucho que decir de su vida desde que resucitó como un heraldo; desde que quedó al igual que un errante en la tierra al igual que Cain. Él era una criatura nacida de uno de los peores demonios. En gran medida, condenado por sí mismo y por sus pecados. Él era Spawn.

Marginado del mundo terrenal, del mundo espiritual y del mundo celestial, no pertenecía a ningún lugar. Pero incluso alguien que no pertenece a ningún lugar, encuentra cobijo en uno, por más que irónico que suene.

Volvía a su actual hogar tras recordar el antiguo. Tras superar la tentación de restaurar su cobijo. Tenía ganas de deshacerse de su máscara y entrar por la puerta de su vieja casa para que le vean su permanencia en tierra y le alaben. No obstante, sabía cuál era su situación actual como para dejarse llevar por su interés.

Ahora, quería encontrar descanso con las únicas personas iguales a él: unos vagabundos. Los únicos que tenían una misma característica semejante: Soledad. Quería dormir a la luz de una fogata en la oscuridad de las paredes de los edificios como siempre, mientras tomaba algo de alcohol y escuchaba los viejos chistes desgastados pero carismáticos de uno que otro viejo. Sin embargo, fue llegar a su guarida, cuando vio marcas de balas en las paredes, y varios cuerpos sin vida de pobres almas. Spawn solo pudo mirar todo atónito, mientras la luz de la luna quedaba finalmente cubierta por una nube que pasaba por ahí, generando una fosa donde el ser solo visualizaba la nada misma.

.......................

.............

Así llegamos a la situación menos esperada para el infame Spawn, que investigó incesantemente los albores. Hubo varios muertos, varias casas agujereadas, más de un policía igual de destrozado que cualquier civil, y unos coches que detonaron. Los noticieros seguían ahí, por lo que, inteligentemente, escuchó detalladamente los reportes desde una esquina.

Algo paranormal decían, algo casi demoníaco, ¿tal vez algún ser como Violator?. Lo describían con rostro verdoso y gestos extravagantes, casi salido de un cartoon. Este mismo había escapado tras ser acorralado en un mercado, donde fue intentado capturar por agentes especiales. Sin embargo, por más loco que suene, había escapado por las tuberías del suelo, convirtiéndose en "agua", perdiéndose su pista desde ahí.

-"No, no, no, no..."- Spawn se metió aún más en el callejón, alzó su puño y golpeó en el piso, exponiendo el drenaje- "No se va escapar"

Sin importar un desgaste de magia, se convirtió en neblina y se expandió por todo el lugar, buscando en diversos sitios. Algunos policías que yacían abajo también investigando, fueron sorprendidas por una nube negra que encubrió sus vistas hasta poco después desaparecer. Era igual a una tormenta desatada bajo la tierra; el infierno manifestado.

Pronto, halló una abertura sospechosa, semi-abierta, como si alguien la hubiese cerrado mal, a varias cuadras de distancia. Salió de las alcantarillas al igual que un monstruo del pantano, hambriento de dolor, y con sus ojos llameante viendo a un apartamento viejo de casas con ira. "Aquí, aquí, aquí" repitió mientras saltaba de lado a lado y escuchaba a las personas en un interior con un sentido agudo. A los oídos de este infernal espécimen, nada huía ni se escondía. Y los lamentos pronto clamaron, hasta con cierta insistencia tal vez, sus agudos sentidos.

-"Por dios...¿qué hice?"- alguien se lamentó, bajando suavemente un objeto extraño delante suyo. Parecía responder a sus plegarias de muerte, porque fue la respuesta esperaba por Spawn.

Entró por la ventana, rompiendo la misma, el sujeto no se volteó a tiempo para escuchar cara a cara, las palabras de Spawn.

-¿Qué hiciste? Te diré lo que hiciste-

Podía sentir un aire mágico cercano a este hombre, era suficiente para tentar sus cadenas y lanzarlas al asustado señor, quien no tuvo idea de nada de lo que acontecía con él.

- eres tú, ¿no?- Preguntó Spawn, mientras empezaba a jalar lentamente, para engullir a su presa de miedo. Esta misma, por una extraña razón, movió su pierna suelta hacia la máscara que tenía en la repisa, como un reflejo, hasta que cayó al suelo. Pero el hombre ya estaba siendo arrastrado lejos de esta cuando cayó al suelo. Con sus brazos apretadas y sus piernas pataleando, el hombre estaba a merced del demonio- ¿Eres tú?-

-¡¡¡No-no!!!¡Yo no lo hice!- respondió con temor, mientras aquel ser se alzaba sobre sí para intimidar más. Enmascaraba a la oscuridad, con cierta sensación de que lo devoria en ella. El hombre palidecio, llorando, ¿acaso era el diablo?- ¡¡No lo hice yo!!

-No dije que hicieras algo- se delató sin querer, haciendo que Spawn apretase más los metales- Fuiste tú, entonces de verdad. Pero no veo tu rostro verdoso como dicen las descripciones

- ¡¡¡No fui yo, se lo juro!!!- gritó mientras, con un dedo mínimamente movible, apuntó hacia el suelo; en donde descansaba una extraña máscara- Fue ella.

El arcano ser se encaminó a ella, agarrandola y sintiendo en esta algo...distinto. Sentía rastros débiles de magia manifestada en la en general, pero esta poseía la mayor concentración en sus escondites faciales. La vió unos segundos, poseía un aura que se sentía amenazadora, como si fuese a morderlo.

-¿Qué es esta cosa?¿dónde la encontraste?- preguntó mientras apuntaba al hombre con gesto de penitencia. El hombre giró un segundo su rostro, para voltear y contestar con fuerzas reunidas. Era imposible ignorar al ente con ojos llameante de color verde.

- N-No sé q-que es, l-la obtuve de una t-tienda de segunda mano. No sabía qué era, pero me hizo, me hizo distinto. Me hizo matar.

- ¿Matar?- preguntó el demonio. ¿Entonces no lo hizo a voluntad?¿era de verdad, o solo buscaba evitar la culpa?. Fijó su vista en la máscara, que casi hacía burlas mientras parecía escuchar susurros de la misma. Spawn apretó la mano para intentar apretarla y destruirla en pedazos, pero la misma no cedió ni usando toda su fuerza. ¿Qué era esa cosa?¿realmente hizo que aquel hombre matase?. Varias preguntas que no tendría respuestas.

Pero sin importar la misma, ahora mismo tenía al culpable entre sus garras. Si es que él era el culpable...¿no? ¿Cómo podría saberlo?

La ira de Spawn estaba manifestada en sus cuencas, auténticos hornos de ira alimentadas por el carbón de sabor salino, que acumulaban una impotente mortífera acción ¿Cómo podría saberlo?. Retenía esa mano afilada con uñas del diablo, para buscar un momento algo de razonamiento. Aún, sus últimos pedazos de alma resonaban con vivencia, impedían sus extremidades perforar el cuello de la persona.

-Por favor, no fui yo, déjeme, déjeme...- oyó de él, quien parecía suplicar. Spawn apretó los dientes, apretó las cadenas con más fuerza para salir por la ventana, con máscara en una mano y cadenas en otra, arrastrando y cargando al culpable. Primero que nada, tenía que decidir qué hacer con él.