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You are beautiful
Like a dream come alive, incredible
A centerfold, miracle, lyrical
You saved my life again
And I want you to know, baby
—LOVE YOU LIKE A LOVE SONG,
Selena Gómez
゜・。。・゜゜・。。・゜

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CAPÍTULO DIECIOCHO
YO PUEDO DEDICARTE CANCIONES

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Hace tres años atrás

Cuando el reloj de la cocina marcó las ocho en punto, Lola deja los platos en el fregadero, en donde está su papá lavando los demás platos sucios, y subió corriendo las escaleras hacia su cuarto. Estaba super nerviosa, llevaba toda la mañana así, incluso se levantó más temprano de lo usual, cuando el cielo todavía ni amanecía.

Al estar en su cuarto se concentró en buscar un outfit perfecto para hoy, ya que no era un día cualquiera, era el día de su presentación: tocaría Sinfonía 40 en el auditorio frente a varias personas.

Se decidió por un vestido negro con mangas larga junto con unos tacones del mismo color. Se sentó frente a su espejo e hizo su rutina matutina de siempre, desde los cuidados para su cara hasta aplicarse el maquillaje inspirado en una publicación que vio en Pinterest.

Cuando estuvo lista se bañó en perfume, agarró su bolso negro y guardó su celular.

Llegando al conservatorio se empezó a plantear la idea de lo que estaba a punto de hacer. ¿Realmente quería presentarse en frente de miles de personas? ¿Y si hace el ridículo y a nadie le gusta lo que escuchan?

Su mente era su peor enemigo.

—Lola, ya llegamos —avisó su padre.

Lola bajó de su nube de pensamiento y tocó el suelo de la realidad. Observó a través de la ventana y panorama. Mucha gente estaba ingresando al conservatorio, tanto estudiantes como padres de familia y muchos más invitados.

Bajó del vehículo con sus cosas dándole un último vistazo al panorama antes de observar preocupada a sus padres.

—¿Luzco bien?

—Sí, loquita —respondió su padre, abrazándola—. Estás preciosísima. Tu madre está lista para grabar todo.

—Grabaré cada segundo que te vea tocando el piano...

Entraron a las instalaciones del Conservatorio, Lola le iba a explicando a sus padres cada cosa del lugar. Le explicó a sus padres como llegar al auditorio, el lugar donde se llevaría a cabo el evento. Ella se fue por su lado, a los camerinos donde se encontraban los demás estudiantes que participarían y profesores.

Y para su mala suerte se encontró con Andrés.

—¿Díaz, te estás preparándote para hacer el ridículo? —preguntó burlón.

Lola rodó los ojos.

—En verdad, Andrés, cansas. ¿No tienes algo más productivo para hacer en tu vida que estar obsesionado conmigo? —le dijo antes de entrar a los camerinos.

Andrés se había vuelto, cada vez más, como un grano en el culo.

Se encontró a Tamara maquillándose. Ella es dos años mayor que Lola y se está preparando para tocar la batería con su grupo. Es una de las pocas amigas verdaderas que ha hecho Lola en el conservatorio.

—Hola Lola. Uh, tienes otra vez esa cara de culo... déjame adivinar —hizo una mueca—. ¿Otra vez Andrés molestando?

—Sí, es un idiota. No entiendo porque me tiene tanto odio.

—Se cree el mejor de todos porque su padre es el profesor. Y... —le hizo una seña para se acerque más—, de mí no escuchaste esto —susurró y Lola asintió—, pero en realidad te tiene odio porque todos los profesores están encantados contigo. Dicen que tocas el piano increíble y quieren que los representes en las competencias nacionales.

Lola se quedó con la boca abierta... ¿Realmente era extraordinaria como la mayoría señalaba? Los nervios aumentaron en ella.

Entonces es por eso por lo que Andrés la odia, por envidia. Lola se rio por sus adentros. El chico perdía el tiempo en odiarla, en vez de mejorar como músico.

—Incluso los profesores quieren... —continuó Tamara en voz baja, sacándola de sus pensamientos— que participes en el Premio Revelación.

—¿Qué? ¿Yo?

—¡Claro! Serías perfecta, Lola. Más te vale que no te ganen los nervios o te golpeo con mis baquetas.

Lola asintió varias veces asustada cuando Tamara jugó con sus baquetas entre sus manos. A sus oídos llegó el sonido de una notificación de mensaje y revisó rápidamente, sintiendo sus dedos temblar ligeramente.

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Pablo💞

Ya llegué al conservatorio.
Y te traje un pequeño obsequio.

Lolita💞

Pabloooooo
Están lindísimas
Gracias

Pablo💞

¿A qué hora sales?

Lola💞

En menos de diez minutos

Pablo💞

Te deseo mucha suerte

Lola💞

Gracias Pablito

•━━━━━━━━━◎━━━━━━━━━•

Lola se sentó frente al espejo y colocó un videojuego que tenía en su celular, distrayendo su mente para aligerar los nervios, que crecía cada vez más y más invadía su cuerpo. Sería su primera presentándose en frente de tanta gente, era super especia. Si lo hacía bien, no solo estaría mostrando lo que ha estado practicando desde mucho tiempo, se mostraría a sí misma que está hecha para esto: para la música.

El tiempo pasó volando. Desde su lugar escuchó las presentaciones de sus compañeros. Hasta que llegó su turno.

—¡Lola Díaz!

Escuchó el grito de su nombre y, rápidamente, se puso de pie. Sacudió sus manos y brazos antes de salir en un intento de aligerar los nervios. Era la hora, era el momento de brillar frente a todos y de que, poco a poco, empezaran a conocer su nombre.

Su primer paso, pequeño, pero significativo.

Tomó aire al estar frente de todos, de muchas de personas observándola. Jugar fútbol y tener las miradas de todos sobre su espalda era más fácil que estar frente de un escenario y tocar el piano.

Se sentó al banquillo del piano. Observó a sus padres, como la grababan contentos y le saludaron. Lola sonrió y les devolvió el saludo. Luego se encontró a esos ojos marrones, los cuales le sonreían y tenía el ramo de flores sobre su regazo... ¡Y no estaba solo! Iba acompañado de Balde, Fermín y Xavi.

Entonces Lola se sintió más segura. Colocó sus manos sobre las piezas del piano y empezó a tocar la famosa Sinfonía de Mozart. Solo era ella, el piano y la melodía que reinaba el lugar, encantando a todos los presentes del lugar por la facilidad con la que dominaba el piano. Ella se dejó llevar por la hermosa y delicada melodía que conocía de memoria, sintiéndose segura de sí misma, sintiéndose toda una artista.

Y lo era. El primer día en que brilló en público. El día en que fue más valiente.

Cuando terminó, se puso de pie y sonrió e hizo una reverencia, recibiendo los aplausos del público. Rápidamente volvió a los camerinos y fue recibida por el cariño y elogios de sus compañeros.

—¡Estuviste increíble! —chilló de alegría Tamara, abrazándola.

—¿Me lo dices en serio, Tamara? Al inicio estaba super nerviosa, por un momento pensé que no lo lograría porque mi mente dijo: "¡Son demasiadas personas!" —expresó de forma exagerada, pero con una sonrisa— y luego el miedo desapareció de mi cuerpo.

—Si ves que no tenías tanto de que temer, Lola —sonrió mientras se tomaban de las manos, felices y contentas—. Ahora vete y trata de convencer a tus amigos de que se queden un rato más.

En ese momento recibió el mensaje de Pablo de que los chicos la verían en la cafetería, por lo que salió de los camerinos y fue corriendo en busca de sus amigos.

—¡Lolita! —gritó alegre Balde.

—Fue increíble —declaró Fermín y ella sintió sus mejillas arder por tantos elogios.

—Amo como tocas el piano —exclamó Xavi, apretando sus mejillas—. Desde ahora eres mi pianista favorita

—Muchas gracias por venir —murmura la artista abrazándolos.

—Fuiste la mejor —musitó Pablo sonriendo mientras en sus manos sostenía un hermoso ramo de margaritas—. Esto es para ti, felicidades.

—Gracias Pablo —dejó un beso sobre su mejilla mientras aceptaba el pequeño obsequio.

Los chicos no tardaron en molestarlos, haciendo ese típico sonido que parecía más delfines.

—Ya cállense, son bulliciosos.

—¿Y mi beso? —molestó Balde, señalando su mejilla—. ¡Ah, cierto! —se golpeó la frente con la palma de su mano—. Los besos solo se los reservas para Gavito.

—¿Les contaste? —ella se cruzó de brazos mirando al sevillano.

Pablo agachó su cabeza, rascándose la nuca, nervioso, pero fue Fermín quién respondió.

—Invadió nuestra habitación en medio de la noche para saltar de alegría sobre mi cama y contarnos todito.

—Cállate —le espetó Pablo, más rojo que la camisa de la selección de España—. ¿No sabes guardar secretos?

Los chicos carcajearon.

—Te adoro —murmuró Lola, abrazándolo.

—Bueno, si quieren un momento a solas solo díganos y nos vamos —habló Xavi despeinando el cabello de los dos. Lola le golpeó en el estomago para que cerrara la boca.

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Loladiazc9

Le gusta a mario_rzs, janafernandez3 y 127 personas más.
loladiazc9 La primera de muchas más❤️
Fue mi primera actuación en vivo tocando el piano y no puedo estar más feliz por el resultado y la gratitud del público, estaba muy nerviosa, sin embargo, también estaba más feliz por la oportunidad de demostrar el talento que corre por mis venas y el gran amor que le tengo a la música.

Comentarios

pablogavi10 Toda una estrella❤️
➥loladiazc9 ❤️❤️

tamaraaa_bp No se puede ser más guapa y talentosa
➥loladiazc9 Tú mássssss

alejandrobalde Ahora toca el himno del Barça

claudiaapina Felicidades guapaa!!!

aurorapaezg Que chulitaaa!!!

_ferminlopez Orgulloso de mi loquita

xavisimons Enhorabuena por tu primer recital❤️❤️

janafernadez Como me hubiera gustador haber podido ir, pero sé que estuviste increíble mi Lolita
➥loladiazc9 🥺❤️

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Ya era de tarde. Lola estaba en un banco y ante sus ojos tenía la vista de la hermosa playa de Barcelona. Se escuchaban los cantos de las aves y de las olas que les trasmitían a los recuerdos de hace unas horas. La cena sorpresa que le habían preparado sus padres en honor a su primera presentación y la cual disfrutó junto a todos sus amigos.

—Lolita, aquí estás.

La voz de Pablo sonó como si hubiera encontrado algo que hubiera estado buscando durante tanto tiempo. Lola despejó su mirada del mar y sus ojos se encontraron con los del chico.

—Pablito, ¿qué haces aquí?

—Buscándote, fui a tu casa y tu madre dijo que no estaba.

—Salía un rato a... componer un rato —señaló la guitarra y el cuaderno a su lado.

Las cejas pobladas de Pablo se alzaron, mostrándose verdaderamente asombrado. Lola lo dijo con naturalidad, pero por dentro estaba muerta de la vergüenza por haberse animado a decirlo en voz alta. Nunca le había revelado a alguien que tenía aquel hábito de escribir.

—¿Ahora ya compones? —se mostró sorprendido—. Eres toda una artista, Lola.

Las mejillas de Lola se ruborizaron, aun así, mantuvo la compostura y actuó normal.

—Es solo un inicio —se encogió de hombros—. ¿Para qué me buscabas?

—¿Te acuerdas de mi amigo Cristo?

Lola arrugó las cejas mientras su mente divagaba por los distintos recuerdos. Pablo estuvo a nada de darle una pequeña explicación, pero ella fue más rápida, y preguntó:

—¿El rubio de ojos azules bonito que es menor que nosotros?

—Sí, el mis... ¿te parece bonito Cristo?

—Pues sí, lo normal —se volvió a encoger de hombros sin darle tanta importancia.

Pero Pablo si le dio mucha importancia. Él frunció el entrecejo y miró un punto fijo. A Lola le pareció muy tierno su carita de enojado.

—Creo que estoy celoso —admitió el de ojos avellanas.

—Pues te ves tierno siendo celoso —lo molestó pinchando su mejilla. Rápidamente, el semblante del sevillano cambió y sus mejillas adquirieron color carmesí—. Tú eres el único chico bonito, Pablo. Mi bonito.

—¿Lo juras?

—Sí, bonito —dijo recalcando la última palabra.

—Tú también eres mi bonita, cómo una princesa salida de un cuento de hadas, tan hermosa pero fuerte y valiente a la vez —soltó con seguridad, y eso fue suficiente para que ella tuviera un ataque al corazón—. Eres mi princesa.

Ella sonrió. Había llegado un punto en el que simplemente con tenerlo cerca el corazón de Lola se le aceleraba como un coche de fórmula uno o como si estuviera escuchando su canción favorita. Pablo tenía algo que lograba hacerla sentirse especial. Él se volvía como su canción favorita, cada vez más adictivo, tanto que no podía dejar de repetirla.

Lola se estaba enamorado de él muy fuerte.

Cuando se dio cuenta de los pensamientos que estaba teniendo, sacudió su cabeza, en un intento de olvidarse.

—¿Qué decías de tu amigo Cristo? —preguntó en un intento de cambiar de tema.

—Cierto —se rascó la nuca, nervioso—. Me dijo para ir a una pequeña reunión, y me dijo que no había problema si te invitaba.

—¿Quieres que yo vaya?

—Claro, quiero que me acompañes, Lola.

—No lo sé, debo de consultar con mi agenda ocupada —dijo haciéndose la chica más ocupada.

—Ocupadísima, claro.

—Si voy —ella sonrío—, que de igual forma ya terminé de componer.

—¿Ya está terminado? —preguntó interesado Pablo.

—Se podría decir que sí.

Los ojos azules de la catalana se fijaron en él, enviándole una pequeña sonrisa tímida, tratando de ocultar la emoción y timidez que causaba en ella al hablar sobre algo que ella misma había creado. Le era casi imposible poder apartar la mirada de ella cuando lo veía con aquellos ojos bonitos, aún más cuando le estaba confesando un pequeño secreto.

Su mano se encontró con el de ella, apoyado sobre la madera del banquillo en el que ambos estaban sentados. Aquel toque causó miles de chispas.

—¿Podrías cantar algo para mí?

Al escuchar sus palabras lo miró confundida. Sintió como todo en ella se tensó, no estaba lista para cantar algo que ella había escrito frente a alguien, mucho menos frente a Pablo. Pero luego la idea de que era algún chiste llegó a su mente y se permitió relajar la postura de su cuerpo y sonreír un poco para aligerar los nervios.

Pero no contó con que Pablo volvería a hacer la pregunta. El suave, pero comprensible, susurro de su voz hizo que Lola sintiera un nudo en el estómago. Sus ojos quedaron fijos en los de él, hipnotizados en el color que tanto le gustaba perderse, y una mezcla de miedo y emoción la invadió al comprender que él sentía interés en su arte.

—¿Quieres... quieres escuchar mi canción?

—Sí, ¿puedo?

Si él supiera...

El silencio entre los dos se hizo presente, rodeándolos en un ambiente inquieto y pasivo. A Lola le permitió pensar y tratar de poner en orden su mente mientras que Pablo la observaba con una dulce mirada en un intento de convencerla. Su boca se abrió un poco, estaba segura de que haría una locura, pero ya no había vuelta atrás porque estaba completamente segura de sus sentimientos.

—En realidad, quería que fueras el primero en escuchar lo que escribí, pero me da miedo tu opinión... me da miedo que no te guste.

—No digas eso, me va a encantar, Lola.

Él se sonrío como muestra de apoyo.

Lola agarró la guitarra y lo colocó sobre sus piernas. Sentía la potente mirada de Pablo, atento a cada movimiento de ella. Sus dedos temblorosos rozaron las cuerdas y sus ojos se conectaron con los de Pablo.

Yo sé bien que yo te muevo el piso
Yo sé bien que tú sientes lo mismo
Y sé muy bien que vas a andar conmigo, conmigo
Tú eres sin duda el niño que yo siempre soñé,
Desde el mismo instante en que te vi yo te amé
Estoy loca por ti, súper loca por ti
Tú eres sin duda el príncipe que siempre esperé
Si hay alguien en tu vida, pronto te va a perder
Estoy loca por ti, súper loca por ti

Cuando terminó, Pablo la observó en silencio, asimilando cada oración, cada verso, cada rima. La sinceridad de sus sentimientos expresados en una sola melodía y ritmo, tan directa que lo dejaba sin aliento.

—Pablo...

Ella dejó a un lado la guitarra acústica. El silencio de Pablo le aterraba, preguntándose que ocurría por su mente, pero también quería creer que su mente estaba procesando.

—Te dije que esta canción era importante para mí que la escucharas porque... me gustas mucho y... —su corazón latía con fuerza—... y así como tú me dedicas goles... yo puedo dedicarte canciones.

Pablo sonrió y con una suavidad que emanaba afecto, sostuvo su rostro entre sus manos, sus pulgares acariciando las mejillas con una dulzura que transmitía un cariño sincero.

—Te quiero, Lola —acarició su rostro y provocó un hormigueo en su estómago. La punta de su nariz acaricio la de él.

Y como ya se estaba haciendo costumbre, sus labios se vieron tentados a encontrarse. Se acercaba a ella, disminuyendo la distancia. El corazón de Lola latía con fuerza, resonando en su pecho. La cercanía del Pablo era palpable y sus respiraciones se entrelazaban causando más tentación. Sin poder resistir más, sus ojos se desviaron hacia los labios de él y de pronto solo sintió los labios del sevillano sobre los de ella.

Lo que inició con un toque cauteloso se intensificó como una melodía que va creciendo con ritmo. Ella le seguía los movimientos y se tomó el atrevimiento de pasar sus manos por su cuello. Las manos de Pablo continuaban enmarcando su rostro, sosteniéndolo con una devoción.

Ambos estaban envueltos en la adicción de la suavidad y pasión que les impedía terminar lo que apenas había empezó.

No era el primer beso de ambos, pero los sentimientos estaban intensificados y los fuegos artificiales presentes.

Rompieron el beso por falta de aire sin romper el contacto físico, apreciando lo lindo que se veía el sevillano con las mejillas rosada. El pecho de Lola subía y bajaba mientras que su corazón golpeaba con fuerza su pecho y pensó que era la única hasta que ella bajo sus manos de los hombros de Pablo a su pecho, manteniendo distancia. Ahí sintió el fuerte latido de su corazón.

Sonrió instantáneamente, su corazón también latía por ella.

—Pablo —murmuró—. ¿Aceptarías ser la novia de esta chica que está super loca por ti?

—Mi corazón late por ti, Lola —colocó su mano sobre la de Lola, que estaba sobre su pecho del chico—. Contigo quiero todo.

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Loladiazc9

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loladiazc9 Solo vengo a decir que tengo hambre y un lindo novio futbolista @pablogavi10 ❤️

Comentarios

pablogavi10 mi chica💕
➥loladiazc9 🙈

tamaraaa_bp Me muero❤️
➥ loladiaz❤️

claudiaapina Los amo son tan bellos
➥loladiazc9 ❤️❤️

alejandrobalde Ahora todos hagámonos lo sorprendidos
➥loladiazc9 🙄🙄

aurorapaezg los amooo
➥loladiazc9 🥺❤️

janafernadez ya era hora
➥xavisimons ya era hora X2
➥_fermínlopez ya era hora X3
➥loladiazc9 🙄🙄

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💕💕💕💕

Nota de autora
He escrito demasiada cursilería
🙃🙃🙃🙃

Por una parte, me dio risa incluir la canción de "super loca" a este capítulo. Pero, por otra parte, me da nostalgia porque fue mi infancia y de pequeña la cantaba a todo pulmón

Sorry por haber estado desaparecida, la vida está algo complicada.
Próximo capitulo lo estaré subiendo durante esta semana