20
Ximena sonreía mientras trenzaba el cabello suave y largo de Nessie. Después de comer se fueron a la sala de estar, en donde se sentaron a ver películas.
Ambas se reían como si fuera la primera vez que veían Shrek. Aunque ya se sabían cada parte de la película de memoria.
Solo separaron los ojos de la pantalla en cuanto los cuatro hombres que se habían ido temprano regresaron en compañía de Julieta. Jacob fue directamente con ambas para sentarse a un lado en el sillón.
Y los demás siguieron a Julieta hasta la cocina donde Carlisle y Esme esperaban platicando con Rosalie y Emmett.
— Me encanta esta escena.
La voz del quileute hizo que ambas voltearan a ver su perfil.
— Debo admitir que tienes buen gusto, perro callejero.
Jacob sonrió y miró a Ximena con una ceja levantada.
— Digo lo mismo, Cachorra.
Ximena se sonrojó, pero no por el apodo ridículo. Si no porque Jacob apuntó con sus ojos a Renesmee, haciendo que sus mejillas se encendieran.
— Cállate.
Renesmee no estaba mejor, había entendido lo que Jacob quiso decir. Así que intento hacerse la tonta ante la situación.
Después de varios minutos, el oído de los lobos se agudizó al escuchar algo afuera.
Ambos se levantaron del sillón alertando a Nessie.
—¿Qué sucede?
Los demás no perdieron en tiempo para salir de la cocina y reunirse con ellos en la sala.
Carlisle le ordenó a Renesmee a no moverse de ahí, y le dijo a Alice, Esme y Jasper que se quedaran a cuidarla a ella y a Ximena. Los demás salieron de la casa para detectar que había sido el ruido.
— ¿Yo puedo defenderme, porque no me dejan ir?
Julieta antes de salir miró con advertencia a Ximena.
— Obedece.
Solo le quedó hacer berrinche a la loba.
Renesmee en cambio sonrió al ver el puchero tan lindo y tierno.
Fueron varios minutos de incertidumbre, hasta que volvieron haciendo que Alice se pusiera alerta. Ximena levantó la ceja con la duda.
¿Alice no ha podido ver nada de lo que ha sucedido últimamente?
Jasper se tensó al volver a oler a madera y lodo.
Había algo en ella que le hacía recordar a una persona la cual le pidió que jamás volviera. Sin embargo le calmaba por un momento el componente de la colonia femenina.
Alice y Esme pusieron a ambas chicas detrás de ellas en modo de defensa.
La primera persona en entrar fue Julieta, con enojo. Después de siguió Rosalie y Jacob, los cuales venían con tremenda cara de fastidio. Detrás de ellos, Emmett sosteniendo a Alec y Edward que venía detrás de Jane.
Y al final, Carlisle, el cual cerró la puerta con tranquilidad.
Jasper se mareó ante tantas emociones. Jane estaba feliz y Alec estaba preocupado.
Ximena gruñó y se puso rápido a lado de Julieta.
— Di lo que tengas que decir.
La voz de Rosalie fue dirigida a Jane. La otra rubia no perdió el tiempo y se aclaró la garganta, no lo necesitaba pero le daría más drama a la situación.
— Hemos tenido problemas con algunos neófitos aquí en el territorio de Forks y en el de Italia, nos sabemos con exactitud qué es lo que quiere la creadora pero el clan está corriendo por territorios que no son suyos y eso preocupa a los Vulturi, en el pasado ya hemos tenido problemas con ellos.
Jane guardó silencio y volteó a ver a Alec.
— El vampiro que ha estado corriendo por aquí se llama Oscar, no es exactamente un neófito pero viene del clan Mexicano. Así que, nos enteramos que ha estado vigilando este lugar para María.
Esta vez Jane alzó la voz con diversión.
—Y es obvio viendo cómo Hale se ha tensado.
En efecto, pero no era el único.
Jane borró su sonrisa socarrona al ver al amor de su vida mirar al moreno a su lado, en su mirada se veía la preocupación.
[ . . . ]
Javier y Catalina estaban muy lejos de tanto drama, aunque ambos estaban un tanto enojados al no poder estar con los Cullen. Pero Martina tenía muchos proyectos y les pidió ayuda a ambos para hacer varias maquetas.
— Ay no, puse Jupiter al revés.
— ¡JAVIER, CÓMO VAS A PONER JUPITER AL REVÉS, PELOTUDO A CUERDA!
— ¡NO SÉ, NO ME GRITES, SOY SENSIBLE!
Catalina dejó salir su risa con fuerza.
— Ya déjenme, tendré que quitarlo y volver a hacerlo.
Al intentar quitar el cartón bien pegado su mano se hizo con fuerza hacia atrás haciendo que le diera un puñetazo a Catalina.
— HIJUEPUTA MALPARIDO.
— Está bueno el pegamento, eh.
Javier sonrió ante el grito de Cata, haciendo que la peli negra se enojara y se lanzara para golpearlo.
— ¡SON UNOS BOLUDOS ESFÉRICOS, VAN A ARRUINAR EL PROYECTO!
Martina, con tremendos ovarios bien puestos se lanzó en medio de una pelea entre una hibrida y un vampiro. Ambos al notar la presencia de la humana empezaron a moderar la fuerza.
Entre manotazos y patadas de Martina, los tres quedaron tirados en la sala, mirando el techo.
— Ya no quiero estudiar, voy a vender choripanes.
— Marti...
— Ya se, ya se, me vas a decir que no me rinda, Javi.
— No, te iba a decir que ganarás más dinero vendiendo choripanes que cualquier otra cosa que quieras estudiar.
— Hijo de puta.
— Si.
Los tres rieron con fuerza hasta que el sonido de alguien acercándose los hizo pararse del suelo.
Habían llegado.
La primera en entrar fue Ximena, la cual no perdió tiempo en ir brincando hacia sus hermanos para saludarlos. Después entro Julieta, la cual venía algo distraída. Y lo que más les llamo la atención es la cara de tristeza y enojo en el rostro de Emiliano.
— ¿Qué pasó?
Martina alzó la voz, haciendo que por fin Julieta y Emiliano voltearan a verlos.
— Nada, vayan a dormir. Ya es tarde.
Julieta ordenó a Ximena, Cata y Martina. Sin embargo ninguna se movió.
— ¿Qué ha pasado?
Javier ahora fue el que habló, mirando a Emiliano. Javier no era tonto, en realidad. Por la mirada que algún día noto en el Alfa... tenía una pequeña idea.
— Ella volvió.
Catalina abrió la boca sorprendida.
— ¿Cómo te encontró?
— No creo que haya vuelto por mi. Hay algo raro en todo esto.
— Jasper Hale está metido en la situación. Sin embargo, él no nos mencionó ni un detalle. Al igual que nosotros no les dimos información.
Julieta suspiró con pesadez y Javier frunció el ceño con fuerza.
— ¿Qué haremos si la vemos de frente?
Cata se acercó a su Alfa poniendo una mano tranquilizadora en su hombro.
— No tengo ni idea.
Todos se quedaron callados por un momento.
— Yo si sé que haremos...
Javier se acercó a Emiliano y posó su mano sobre el otro hombro.
— Hacer que Maria desee jamás haberse topado con nosotros.
Aquí ya le cambie el nombre a Gomez, ahora es Martina Gomez ✨
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