19
Jane parpadeó cuando su gemelo, Alec, volvió a repetir su nombre. Con solo una mirada se dio cuenta a donde se había ido.
Los recuerdos seguían allí.
Aunque era obvio, los vampiros nunca olvidaban. No como los humanos. Muchas cosas que sucedieron hace siglos atrás aún estaban bien presentes en su cabeza.
Eso era lo malo de la inmortalidad.
Todo por lo que pasaban, había muy pocos recuerdos felices.
Los vampiros disfrutaban de quedar inmóviles por una razón, se petrificaban porque era más cómodo para ellos. Pero había muchísimas ocasiones en donde Jane y Alec ni siquiera pueden quedarse quietos, al final del día son el arma más poderosa de la guardia y Aro se asegura de hacerles saber para quien trabajan.
Seguían ahí porque no conocían nada más, era rutina.
Los efectos de Chelsea estaban pasando...
Más rápido de lo normal y se sentían extraños.
Durante siglos sentían que tenían un propósito y una misión, servir a Aro y hacer que él siempre ganara en cada batalla. Inclinarse ante él y obedece órdenes. Afilar sus dones y ser imparables... para Aro.
No había otro propósito.
Pero ahora... ¿qué tenían que hacer? La eternidad se veía aburrida. Se veía confusa y algo incierta.
Jane al menos tenía a una persona en mente, una persona a la cual podría intentar perseguir de nuevo. Volver a ganarla.
Sin embargo, Alec...
Alec era otro caso aparte.
Se sentía vacío.
Claro que también tenia a cierta persona pasando el tiempo en sus pensamientos. Pero lo veía imposible. Sus naturalezas no coincidían y tenía terror.
Por primera vez se estaba sintiendo insegura de aquella palabra.
"Amor"
Se cuestionaba si valía la pena, si era especial o si era posible sentir aquellas mariposas. Aún estando muerto, se veía sonriendo de manera tonta junto a esa persona. Riendo después de siglos en donde trataba de tener una expresión de indiferencia.
Saliendo de sus pensamientos, Alec noto como su gemela respiraba el aire. Estaba oliendo algo. Un olor medio desconocido, pero que hace siglos pudo oler alguna vez.
Era una mezcla de tierra y madera. Madera seca.
Y entonces, recordaron para que estaban allí.
Ambos salieron de entre los árboles persiguiendo el aroma. Corrían tan rápido que si un humano estuviera en el bosque, ni siquiera los hubiera visto y solo sentiría una brisa violenta chocar con él.
El otro vampiro era muy rápido.
Con una mirada de Jane, Alec tomó otra ruta para encontrárselo de frente. Así dejándolo sin escapatoria.
—¿No estas muy lejos de tu territorio?
Jane levantó su cabeza de manera arrogante. El vampiro que tenía enfrente estaba temblando con miedo, su piel era pálida, cabello negro y sus ojos de la misma manera negros, dejando en claro su falta de alimento.
—No estoy aquí por ustedes, tengo órdenes de mi creadora.
—No nos importa, pensé que le habíamos dejado en claro a Maria que estaba prohibido tener ejércitos de neófitos.
—Solo soy yo, lo prometo. Ella me salvo...
Alec negó con la cabeza mientas dejaba mostrar su dientes.
—Los Vulturi no dan segundas oportunidades.
Antes de que Alec atacara, Jane lo detuvo.
—Tu nombre, ¿cuál es?
El hombre que parecía tener 30 años dudo en decirlo y tardó haciendo que Jane se desesperará.
El vampiro sintió un dolor inmenso, doblándose por la mitad por ese fuego inexistente que parecía tener en su estómago.
—TU NOMBRE, DIJE.
Soltó un grito y levantó ambas manos. Al instante sintió como el dolor desaparecía.
— Oscar, mi nombre es Oscar...
Jane sonrió y levantó al vampiro con fuerza del suelo.
—Bien Oscar, le mandarás un mensaje a Maria.
[ ... ]
El entrenamiento aún seguía, pero ahora Rosalie y Jasper se unieron con más frecuencia. Dándoles consejos y retándolos.
A veces ambos parecían niños pequeños.
Ximena debía admitir que creyó por un momento que Rosalie la odiaría por la eternidad, sin embargo últimamente le gustaba juntarse con ella para ofender en manera de broma a Emmett.
Era muy divertido pelear a ser perseguida por alguien tan alto y grande como Emmett. Si, tenía mucha fuerza. Pero no podía ejercerla si no atrapaba a su contrincante así que Ximena corría lejos de él y a veces hasta le decía "A que no me atrapas" mientras corría en zigzag y le sacaba la lengua.
Todo esto mientras oía la dulce risa de Renesmee de fondo.
Rosalie se sentía de alguna manera... viva.
Era como estar rodeada de bebés risueños y todos sabemos que a la rubia le encantaban los bebés.
Al terminar el entrenamiento, que más bien parecía hora de juego, todos entraron a la casa Cullen. Donde Esme le ayudaba a Julieta a cocinar algo de paella.
Ximena olió el aire con fuerza haciendo mover su nariz de manera adorable, sujeto con rapidez la mano de Nessie y corrió hacia la cocina.
Al entrar Julieta negó con la cabeza divertida de escuchar el estómago de la morena rugir con fuerza.
—Huele delicioso, abuela.
Esme se acercó a Renesmee y besó su frente con cariño, repitió el mismo acto con Ximena haciendo que esta sonriera con amor.
—Siéntense, está poquito caliente. Pero espero que les guste.
—Muchas gracias, Esme.
Ximena apretó con cariño la mano de la matriarca Cullen mientras se sentaba en el comedor.
Ambas empezaron a comer, mientras Julieta se quitaba su mandil y bajaba las escaleras para salir un poco.
Ese día Emiliano, Jacob, Carlisle y Edward estaban afuera debido a un olor que pudieron captar hace algunos días atrás. Era desconocido, al menso para Jacob y Edward, pero venía acompañado con otros dos olores que los cuatro conocían muy bien.
Jasper era el más tenso, no podía hallar la razón para que Alice no viera venir la visita de aquel neófito que recordaba bien, la última vez que lo vio al menos seguía siendo un neófito.
Sin control, violento e impulsivo.
Hablando de Alice, espero que ella encontrara respuestas. Alice viajó en compañía de Bella en busca de Peter y Charlotte. Ambos nómadas conocían bien al clan mexicano del norte y su territorio.
Siguiendo con el ambiente tenso, Emiliano tampoco se quedaba atrás.
Entre Jasper y él había una igualdad y una diferencia de situaciones.
Aunque el primero estaba en buenos términos con aquella vampiresa manipuladora, Emiliano terminó de muy mala manera con ella.
María lo odiaba con toda su alma muerta y él a ella.
Volvimos, pero nos iremos de nuevo JAJS
Feliz Año Nuevo EEEEEE 🥳🎉
En fin, espero que les guste este capítulo y los otros nuevos, enserio lamento no poder actualizar tan seguido :(((
Ya mero inicia lo mero bueno JEJJEE 😈
NOTA IMPORTANTE:
se acuerdan de la humana en esta historia??? María Gómez, bueno he cambiado su nombre a Martina debido a que al principio no tenía planeado meter el clan mexicano, quería pelea con los Vulturi pero quise agregar más drama con el clan mexicano, así que... bueno, solo para que sepan esto. ✨
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