Habían llegado esos días en donde todo estaba patas arriba debido a la paranoia de Martina. Siendo humana se comprendía su miedo...

—¡¿ME ESTÁS DICIENDO QUE SE HAN HECHO ENEMIGOS DE LOS REYES SUPREMOS DE LO SOBRENATURAL?!

—Ay, tampoco. Ósea... si, pero no es tan grave.

Javier intento quitarle importancia al ver en ese estado a la chica. En cambio ella se sentó en unos de los sillones de la sala con ambas manos sobre su cara en modo de fastidio.

—¡Ellos nos pueden matar y todos están acá re tranquilos!

Ximena pasó su mano por la espalda de la chica dándole toda la calma que le podía dar.
—Relaja la raja, Martina.

—Soy muy joven para morir por completo. Ya saben, Julieta y Javier están muertos pero vivos, digo...

—Entendemos, solo tranquilízate un poco. No te vamos a mentir diciendo que tenemos todo bajo control, la verdad es que estamos preocupados por lo que podría pasar pero no dejamos que eso nos afecte.

Catalina intenta como casi siempre ser la voz de la razón. Sin embargo, Martina estaba muy preocupada por todo y por todos.

— Realmente me alarma lo tranquilos que están ustedes.

Ximena se sentó a lado de la chica y se acosto en su regazo.

— Manos les faltarán para pelarme la ver...

Un grito alarmado y ofendido de parte de Catalina interrumpió la frase de la loba, Martina trató de ocultar su clara diversión tapándose la boca con la mano.

Javier no ocultó su risa, al contrario, reía a carcajadas mientras se sentaba a lado del sillón donde estaba Martina y Ximena. Catalina hizo lo mismo, sujetando entre sus manos el control de la televisión para prenderla.

— Por el momento solo podemos esperar a que algún adulto nos diga si nos preparamos para pelear o no. Así que nos queda relajarnos...

Javier le quito el control a Catalina.

— ¿Quieren ver videos de Luisito Comunica?

[ . . . ]

Hay que empezar diciendo lo obvio, cada vez que Ximena hablaba con Reneesme podía sentir algo en su interior. Algo que le daba miedo. Pero ser cobarde no es de bellakos, así que solo se quedaba agarrar sus inseguridades con el amor e ir a por todo.

— Lastima que acá no vendan Dorilocos, ya te hubiera invitado a unos. Con su coca bien fría, sentadas en medio de la calle.

— ¿Disculpa?

Reneesme dejó escapar una carcajada fuerte al escuchar a la morena, le encantaba esas frases raras que ella usaba.

— Quiero llevarte de viaje a mi país natal, México. Pienso que realmente te encantará todo.

— Sería buena idea escapar, ¿no?

— No pensaba que sería de ese tipo de chica, señorita Cullen.

—Te sorprendería lo rebelde y salvaje que puedo llegar a ser...

Renesmee se acercó a la cara de Ximena, lentamente y viéndola fijamente sonrió ante el sutil sonrojo de la loba.

La morena solo pasó saliva ante los nervios que empezaba a sentir.

— Quisiera que esto se quedará así para siempre...

La chica hibrida frunció el entrecejo. — ¿A qué te refieres?

— Tú y yo. Así, tranquilas y felices.

— Pues que así se queden las cosas, ¿no?

Ximena abrazo a Renesmee y la recostó sobre su hombro.

— Veremos que es lo que quieren los vampiros italianos, eso es lo que me preocupa. No se rendirán, nunca lo han hecho.

Renesmee acarició el cabello de la otra chica con cariño, tratando le transmitirle toda la tranquilidad y afecto que podía. Realmente quería hacerla sentir segura.

— Ellos ya no nos molestaron y...

— A eso le tengo miedo, que no solo se decidan a ir tras nosotros si no también tras de ti.

Renesmee no entendía porque los Vulturis irían tras de ella. Había demostrado que no era un peligro, se había ocultado de la sociedad y los pocos humanos que conocía no tenían ni idea de ella. Ella era totalmente invisible, nadie que resaltara mucho, normal.

Era bonita, pero no era una belleza irreal como lo eran sus tíos y su padre cuando iban a Forks High. Era más humana. Con esas mejillas rosadas y sus latidos resonando en sus oídos cuando estaba nerviosa. Era frágil, no era como los vampiros, era inofensiva.

Pero Ximena le estaba mostrando lo contrario, le estaba mostrando las ventajas de ser una hibrida.

— Entonces, enséñame a protegerme.

— Eso es lo que he estado haciendo.

— No, me haz enseñado a huir en caso de algún peligro, a ser rápida. Quiero que me enseñes a quedarme y pelear. Ser fuerte.

— No.

— Espera, he oído que Alec y Jane no tienen entrenamiento de cuerpo a cuerpo.

— Exacto, ningún miembro de alto nivel y con algún don en los Vulturis tiene entrenamiento físico. Ni siquiera Aro, por eso tiene guardaespaldas... aunque el único peligro es Félix, aún así podremos contra él.

— ¿Eso no nos da más ventaja a los que si saben pelear?

— Si. Pero una buena estrategia es lo que nos daría mucha más ventaja. Si sabes pelear pero Jane o Alec te atrapan desde lejos primero, entonces estarás frita en un segundo.

— Mi velocidad ayudaría mucho, ¿no?

Ximena suspiró algo cansada. No la haría cambiar de opinión, la chica era terca.

— Entonces tenemos mucho trabajo y poco tiempo.

— ¿Mucho? ¿No me crees capaz de aprender rápido?

Renesmee había puesto sus manos en su cintura, dando una pose algo intimidante.

— No, no, no... es que nunca haz peleado antes y pues eso no se aprende de la noche a la mañana.

— Entiendo, pero si me veo capaz de derribar mínimo a Jane, soy un poco más alta que ella.

Ximena sonrió al recordar que la rubia Vulturi le quedaba abajo del hombro, mientras que Renesmee le quedaba al cuello.

— Eso sería ventaja, pero ella tiene un don que te puede tumbar y hacer gritar de dolor. Intenta ir por aquellos sin don, les ganaras fácilmente.

— Entendido, entonces... estoy lista.

La loba soltó una risa juguetona mientras tumbaba a la hibrida con rapidez al suelo.

— No, no lo estás.

EHHHHHHH POR FIN JAJAJSJSJS
Discúlpenme muchísimo, había escrito dos capítulos enteros pero wattpad me los borro y en un arranque de ira y frustración no volví a escribir...
Pero aquí estamos 💖