Alec caminaba a lado de Jane, tomando su mano y acariciándola de manera suave. Félix, Demitri y Chelsea caminaban detrás de ellos, conversando sobre cualquier tema intelectual.

No era para nada raro que los gemelos fueran callados, por lo general solo se comunicaban entre ellos. Había momentos en dónde se podía presenciar la inexistente vida social de ambos, pero tenían preferencia del uno al otro.

Jane iba perdida en sus pensamientos, mientras que Alec miraba a la chica con preocupación.

—No quiero pelear.

Jane susurro, tan bajo que si no fuera porque Alec estaba cerca de ella, ni él hubiera escuchado con claridad.

—No lo haremos, si no es necesario...

—Tú la conoces, es terca y violenta.

Alec hizo una mueca algo rara, no era del todo una sonrisa pero era una expresión de diversión.

—Eres la única que la puedes calmar, hermana.

El chico acaricio con mucha suavidad el brazo de su gemela.

—¿Qué es lo que quieres en realidad?

Está vez Jane se quedó más que inexpresiva, miraba fijamente al frente y lo único que podía hacer era seguir caminando.

Los que quería Jane hace mucho que dejó de importar hasta para ella misma. Todo lo hacía por y para su amo.

Aro era su guía, su camino y su ley.

No sé preguntaba que era lo que quería, solo obedecía.

Parece ser que su hermano era el rebelde entre los dos.

—Hermano ¿Qué intentas decir?

Alec miro fijamente el comienzo de la reserva en Forks, habían llegado...

—Tal vez sea momento de preguntarnos que es lo que queremos.

Alec ignoro a lo que iba a decir su hermana para hablar con Félix.

Jane apretó sus puños con fuerza.

Le dió miedo pensar que su hermano tenía razón.

[ . . . ]

Ximena borró su sonrisa al oler en el aire un aroma horrible, definitivamente olía a panteón en día de muertos.

Pero sin el olor a pan.

Era un olor potente, olía a lastima y pudrición.

Ximena pudo ver cómo Catalina fruncía la nariz y producía un sonido de asco. En cambio, Julieta se notaba cada vez más tensa como también Emiliano.

Javier en cambio estaba demasiado tranquilo.

En el campo de visión de Ximena apareció primero Jane y Alec por delante, después Chelsea detrás de ellos y a los lados, Félix y Demitri.

En cambio, Julieta y Emiliano estaban delante. Atrás de ellos los tres pequeños del clan.

Estaban pegados, casi agarrando sus manos.

—Vaya, esto si que es extraño y algo antinatural.

La voz de Demitri se escuchó fuerte por todo el claro.

—¿Ahora adoptamos perros?

Ximena sonrió de manera salvajes, enseñando sus colmillos de lobo. Su contestación no llego al ver a Julieta levantar la mano para pararla.

—Ya nos vieron, ¿Querían confirmar algo? No somos peligrosos.

Jane miraba fijamente a Julieta, de manera algo aterradora.

Sus ojos rojos estaban muy abiertos, examinaban con atención cada detalle. Y se detenían en las manos unidas de la chica rubia y el hombre moreno.

—No sabemos eso, escucha, Aro-

—No me interesa lo que piense Aro de mi familia, solo queremos vivir en paz.

Julieta dió un paso hacía adelante.

—No hemos quebrantado ninguna ley, los lobos realmente pueden vivir con nosotros. Ustedes lo ven mal, sin embargo jamás lo han prohibido del todo.

—Julieta, sabes lo que opinamos, eso es suficiente.

Está vez Chelsea habló, su voz era suave y dulce. Un poco más grave que la de Jane, pero aguda al final.

—Para mi no lo es, no cuando están intentando levantarle falsos a mi familia.

—Nadie los ha acusado de nada, solo vinimos de manera pacífica a hablar. Queremos conocer a los nuevos integrantes del... Clan. Solo para informarle a Aro que no hay nada que temer.

Alec sonrió de manera leve.

Ximena sintió un tirón en su estómago, era raro ver eso cuando lo que escucho de los gemelos eran barbaridades. Los imaginaba groseros, altaneros y muy agresivos.

Eran calmados, algo aterradores no iba a mentir pero no parecían tan malos.

Aunque no terminaba de confiar, sabía que esos dos harían todo por ese hombre al que llamaban "Amo".

—¿Podemos?

Julieta gruñó al ver la mano de Demitri estirada en la dirección de Javier.

—Estaré bien.

Javier camino rápidamente junto a los Volturis, Ximena no escuchaba la plática. Su oído realmente no podía adivinar lo que estaban hablando.

Luego se dió cuenta que Julieta tampoco podía escuchar nada.

Después, Javier llamo a Catalina.

Ella se acercó a él.

Emiliano agradeció en silencio que Javier se quedará allí, protegiendo a su hermana.

Luego tocó el turno de Ximena.

—¿Ximena Morales?, ¿Cuál es tu verdadero nombre?

La chica levanto una ceja ante la pregunta que Alec lanzaba.

—Ximena Torres.

—¿Edad humana?

—17 años.

Félix hablo finalmente.

—¿A que edad te convertiste en perro?

—Lobo, desde nacimiento.

Está vez, Demitri lanzo un "wow".

—¿Cómo es eso posible?

—Suele suceder cuando hay una cría de dos sobrenaturales. Así como existen los híbridos, también los lobos de nacimiento. No necesitamos la mordida ni la transformación cuando nuestro ADN es diferente al de un humano.

—Es algo que no conocemos...

—No se preocupen, los sobrenaturales de nacimiento tienen un control perfecto en lo que hacen. Así como un niño humano sabe cómo ponerse los zapatos y comer su fruta, así mismo sé que mi fuerza es peligrosa desde temprana edad. Sé controlarme.

Todos allí estaban callados.
Realmente no podían sacar algún problema de ellos. Estaban lejos de los humanos, solo viviendo en paz.

Pero Aro se iba a disgustar si no llevaban algo relevante.

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No me lo puedo creer, lo juro.

Los amo tanto.
Ayno, los adoro 💓💓
Gracias por todo.

Nos vemos en la próxima actualización UwU