A la mañana siguiente, la puerta se abre y Vida queda perpleja.

―Mamá, no puedes hacerme esto ―exclama al ver a la persona que entra a la casa.

―Es buena idea, así aprendes responsabilidad. ―Se ríe Tierra.

―¡Papá, haz algo! ―le ruega.

Ether mira a Tierra.

―Mejor no. ―Sonríe.

―Pe... pero...

―Ella es la jefa, ella manda. Además, sino me quedo sin sexo.

―¡Estúpido y pervertido, padre! ¡Es en lo único que piensas! ―le grita alterada.

―Bájame ese tono ¿Con quién crees que estás hablando? ―Se enoja Ether―. Además, Vapor solo tiene 10 años, puedes controlarlo. ―Se ríe.

―¿Por qué no lo cuidan sus padres? ―sigue quejándose.

―Porque Agua y Fuego necesitaban una niñera para hacer su segunda luna de miel y se me ocurrió esta idea ―explica Tierra.

―¡¡Sí!! ¡¡Vamos a jugar!! ―Salta el niño y desaparece entre burbujas calientes.

―Más te vale que lo vayas a buscar o Agua te va a matar, y sabes que tu madrina tiene su temperamento ―se burla.

―¡¿Pero dónde está?! ―Se alarma, lo busca por todas partes.

―Huy, qué mala eres. ―Se acerca Ether a Tierra.

―Es un don. ―Sonríe.

―Huy, cómo me pone ese don. ―La besa.

Mientras Tierra y Ether siguen de románticos, Vida persigue a Vapor por todo el barrio. No es fácil ser niñera del agua caliente.