Las miradas se cruzan, pero...

Una corriente eléctrica recorre todo su cuerpo, la energía se desvanece y el alma ya no está.

―¿Papá? ―exclama Vida, angustiada.

Sus ojos pierden el brillo, cae hacia atrás, no queda nada.

―¡Papá! ―grita y corre hasta él.

―¡¡Detente!! ―grita Tierra―. ¡¡No te le acerques!!

Vida nerviosa hace lo que dice su madre, gira la vista y ve que la gente a su alrededor comienza a morir.

Tierra corre hasta su hija y le agarra la mano, obligándola a alejarse.

―¡¿Qué?! ¡¿Qué pasa?! ―Llora Vida, estando agitada.

―¡¡Corre, corre, corre!! ―grita y la hace salir del hospital.

―¡¡Pero mamá...!!

―¡¡No hay tiempo, hay que huir!!

La onda expansiva sigue azotando el lugar con más muerte.