Salmos 2.7 nos habla de algo que podría cambiar nuestra perspectiva.

Sé que en más de una ocasión nos hemos sentido un tanto inútiles, tal vez inservibles y hasta poco para los demás y para Dios.

El enemigo intenta estropear la vida especialmente de los jóvenes, haciéndoles creer que no valen.

Pero hoy, a la luz de la palabra te demostraré que eres tan valioso para Dios, como lo es el sol para la tierra y aun más.

Toma tu Biblia y lee Salmos 2.7 para tomar más sabor a la Palabra lee todo el capítulo.

Salmos 2.7
Yo publicaré el decreto;
JEHOVÁ me ha dicho:
Mi hijo eres tú;
Yo te entendré hoy.

Tu eres creación de Dios, hijo suyo si ya lo has aceptado, lo cual te hace sumamente valioso, valiosa.

Cree que Dios está de tu lado. El no te ha dejado ni lo hará.

Te ama con amor eterno, ¿Por qué crees que envió a su hijo? Lo hizo por salvaste a ti de la condenación. Eres valioso para Dios y que nadie te haga creer lo contrario.

No le agradaras a todo el mundo en esta vida, pero procura, con prontitud, agredarle a tu creador y hacer siempre su voluntad.

Tu eres su hijo, su hija. Su más preciada creación. Eres hijo de Dios. Importante y valioso para el, para todos.

Ámalo, ámate.

Hoy Jehová te dice: Mi hijo eres tú. Yo te engendré hoy.

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Dios bendiga tu vida y la de tu familia
No te apartes de Dios. Él es la razón de nuestro existir.